El 2 de febrero es el aniversario número 77 de la Batalla de Stalingrado (1943), el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial. Fue cuando el Ejército Rojo comunista derroto a los Nazis, probando que se puede derrotar el fascismo.
Los Bolcheviques organizaron la clase obrera soviética para construir el poderoso Ejército Rojo para las guerras que sabían que vendrían de los fascistas de la– Alemania hitleriana o Japón - o de los grandes poderes imperialistas, Gran Bretaña y Francia.
Cuando, en Junio, 1941, los ejércitos fascistas de Alemania, Italia y al fin invadieron la Unión Soviética, con cientos de miles de tropas de otros países fascistas (Hungría, España, Rumania) y Alemania ocupo países (Francia, Dinamarca, Bélgica, Noruega, Holanda).
La táctica alemana “Blitzkrieg” (guerra relámpago) era de golpear por medio de las líneas de defensa con paracaidistas, tanques e infantería mecánica, e ir alrededor, cortar y capturar las tropas enemigas a corraladas. Tomaron a cientos de miles de soldados soviéticos prisioneros en los primeros pocos meses. Pero muchos continuaron luchando, formando organizaciones partidarias tras las líneas fascistas.
Sorpresas Desagradables
El 8 de octubre, 1941 los Nazis anunciaron: “Para todos los propósitos militares, la Unión Soviética esta vencida.” Pero los Nazis nunca habían conocido luchadores como las tropas soviéticas. “Las tropas rusas… en contraste notable a los aliados polacos y occidentales,” escribió un comandante general de los Nazis. “Incluso cuando acorralados, los rusos mantuvieron su lugar y lucharon.”
Stalingrado
Los Nazis apuntaron una ofensiva al sur de Stalingrado, centro critico de lo que quedaba de la producción de la guerra, y el campo petroleros del sur. Sin suministros, los soviéticos tendrían que rendirse. Los Nazis sacaron al Ejército Rojo de los campos abiertos de Stalingrado mismo. Después los Nazis entraron a la ciudad.
El ejercito 62 soviético cambio la estrategia de la guerra para combatir por cada edificio de la ciudad. Sus órdenes de la Sede Principal Suprema fueron de “no tomar un paso atrás.”
Su misión era comprar tiempo para un contra-ataque. Cada día era una nueva crisis. Los Nazis habían capturado 80 por ciento de la ciudad. Los Bolcheviques basaron su defensa en tres fábricas grandes, un proyecto de vivienda, una colina al lado de un desembarcadero de barcos donde llegaban suministros y refuerzos y evacuaban los heridos. A sus espaldas estaba el Rio Volga. En la otra orilla estaba el apoyo de artillería.
Los Nazis empujaron más allá. El Ejercito 62 Soviético se cortó en dos. El comandante soviético Chuikov de la ciudad, después ordeno a sus combatientes a las fábricas mismas. Los Nazis y los comunistas combatieron entre laberintos de maquinaria. Chuikov organizo grupos de 6 a 8 con entrenamiento de combate mano a mano. Los obreros heroicos continuaron la producción en la fábrica de tanques. Condujeron cada tanque nuevo directamente de la línea de ensamblaje a la batalla.
Finalmente, en enero 1943, preparaciones para el contra ataque estaban completas. El Ejército Rojo lanzo un contra-ataque con más de un millón de reservas bien armadas del norte, occidente y sur en grandes movimientos de pinzas. Rebasando y derrotando los Nazis, se reunieron, circulando los Nazis, quienes habían circulado el ejercito 62.
El 2 de febrero, 1943, la batalla de Stalingrado termino, marcando un punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo del final de los Nazis. Hoy mientras los imperialistas se preparan para más guerra de petróleo y de re-dividir el mundo, el PLP está luchando para reconstruir el movimiento comunista internacional, esta vez para aplastar todos los patronos y crear guerra con la revolución comunista:
“Aquí [en Stalingrado], sobre pasados en número y en armas, los luchadores soviéticos combatieron por cada casa a casa. Fue en la ciudad que los obreros, hombres y mujeres, se ganaron a la necesidad de defender su nueva sociedad de obreros. Ellos voluntariamente se mantuvieron en sus máquinas haciendo tanques para el campo de batalla afuera de su fábrica mientras bombas caían a su alrededor. Si alguna vez se necesita un ejemplo de espíritu comunista, es Stalingrado. ¡Estos defensores tenían valor, sacrificio, determinación y camaradería – que mar ilimitado de lo que es mejor en la humanidad! Los soviéticos destruyeron el ejército fascista, causando 1.5 millones de bajas Nazis.” (Challenge Supplement, May 17, 1995)
Durante toda la Segunda Guerra Mundial, más de 70 porciento de tropas activas fascistas en Europa estaban combatiendo al Ejército Rojo. Mientras la estrategia inicial de los imperialistas de EE.UU. y Gran Bretaña era esperar y llegar por una victoria rápida, el Ejército Rojo y los partidarios guiados por los comunistas realmente combatieron el fascismo.
Cuando los aliados llegaron a Normandía en 1944, solo tres divisiones de los Nazis los enfrentaron, porque más de 100 divisiones de Nazis de toda Europa tuvieron que apurarse a Bielorrusia y el Sur de Ucrania donde el Ejército Rojo había aplastado todas las fuerzas fascistas.
¡El Ejército Rojo, organizado y liderado por comunistas aplastó los Nazis y fuerzas fascistas. La Clase obrera Soviética y el Partido Bolchevique salvaron el mundo del fascismo! Todo esto se logró bajo el liderazgo de José Stalin. Con razón que lo odian y los falsos capitalistas mienten sobre él.
Desafortunadamente, debido a la debilidad interna, el movimiento mundial comunista dio la espalda a la meta de derrocar el capitalismo por medio de la revolución y de dependencia de la clase obrera.
Sin embargo, la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial por la clase obrera debería inspirarnos con confianza en la clase obrera, que los saca mejor el liderazgo comunista. Déjenos vernos el uno al otro concentradamente, corregir nuestras debilidades y luchar más fuertemente en contra de la clase enemiga.
Tal vez tengamos muchas batallas en una lucha colina arriba si la humanidad se tiene que liberar de racismo, guerra imperialista y opresión capitalista. Pero tenemos que luchar estas batallas si queremos una sociedad igualitaria y cargar el legado de nuestros camaradas soviéticos de la Segunda Guerra Mundial.
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La Revolution Bolchevique
La revolución Bolchevique del 7 de noviembre, 1917, es el evento más importante de siglo 20. La clase obrera por toda Rusia, aliada con los campesinos oprimidos, se tomaron el poder estatal y lo mantuvieron por décadas. El Partido Bolchevique (nombre del Partido Comunista de Rusia) liderado por obreros y campesinos derrotaron los ejércitos rusos y extranjeros que los trataron de derrocar en una guerra bien librada de cuatro años (1917-1921).
De 1921 a 1941, los Bolcheviques – ahora bajo el liderazgo de José Stalin- acabaron con los remanentes de capitalismo, colectivizaron la agricultura y pararon las series interminables de hambrunas devastadoras.
¡Hicieron el racismo ilegal! Intelectuales negros de EE.UU. como el poeta Langston Hughes (véase página 5), actor y cantante Paul Robeson y muchos otros, alabaron el igualitarismo del gobierno y obreros soviéticos. Los Bolcheviques también lideraron el Partido Comunista de EE.UU. para luchar en contra del racismo primario en todas las luchas, un pilar que el PLP continua y avanza.