La tapa del último libro del profesor de economía, R. D. Wolff, Understanding Socialism [Comprendamos el socialismo] presenta la imagen de una rosa roja como símbolo de las luchas de los trabajadores socialistas, que implica que el cambio puede llegar de manera pacífica. Esto es un rechazo de la histórica bandera roja, que mundialmente se usa para simbolizar las sabanas ensangrentadas que llevaban los trabajadores después de sus mortales combates contra sus opresores capitalistas.
Wolff describe las dos purgas anti socialistas más grandes del siglo XX, como el fascismo europeo y la guerra fría liderada por EEUU después de la segunda guerra mundial. De hecho, con esto los capitalistas estaban tratando de prevenir las revoluciones comunistas a nivel mundial que ya habían expropiado grandes propiedades, ganancias, privilegios y poder de los capitalistas desde la revolución de la clase trabajadora rusa de 1917 y la fundación de la Unión Soviética (la unión de los consejos de trabajadores).
Wolff alega que el socialismo del líder de la Unión Soviética, Josef Stalin fue una severa dictadura política y alaba al presidente de EEUU, Franklin Roosevelt por su “apoyo al socialismo” durante la Gran Depresión de 1929 al 41. Durante este período de colapso capitalista internacional, la Unión Soviética fue el único país sin desempleo, altamente productivo y sin pobreza, mientras que en los EEUU había millones de desempleados, desamparados, hambrientos marchando en las calles por la revolución. Cuando Roosevelt envió tanques del ejército contra los trabajadores que ocupaban las plantas automotrices Ford, estos amenazaron con quemar las fábricas si se les disparaba un solo tiro. Temeroso de otra revolución como la de 1917, Roosevelt corrió donde sus patrones capitalistas y consiguió los beneficios del Nuevo Acuerdo para la clase trabajadora a cambio de que se excluyera legalmente la política comunista de sus sindicatos. Los socialistas apoyaron a los capitalistas durante esta crisis económica ayudándolos a que sobreviviesen la depresión y la revolución.
La Unión Soviética fue el primer intento de construir una sociedad comunista en el mundo, donde todos fuesen necesarios y nadie quedase marginado. Fue una sociedad igualitaria que luchó contra el racismo y el machismo. La Unión Soviética nunca llegó a ser una sociedad comunista porque el socialismo mantuvo muchos aspectos del sistema de lucro, como los salarios y los privilegios. También perdieron a millones de sus trabajadores más comprometidos con el comunismo en la segunda guerra mundial, en la que el poderoso Ejército Rojo de la Unión Soviética destruyó 80% del ejército nazi, la fuerza militar capitalista más poderosa, salvó a Europa de convertirse en una colonia nazi, y le demostró al mundo el poder de una sociedad de clase trabajadora organizada que todavía hace temblar al capitalismo.
Para Wolff comunismo es equivalente a dictadura. Dice que están en contra de la democracia y la libertad sin definir estos términos. Los actuales defensores de la democracia y la libertad en EEUU tienen 1,000 bases militares en casi 100 países que apoyan las sanciones y bombardeos hasta la sumisión de cualquier país que resista su dominación. Parece que Wolff se opone a las dictaduras a menos que provengan de la clase capitalista.
El socialismo participa en las luchas económicas y de reformas, pero su esencia y práctica ha sido ayudar a que los capitalistas se mantengan en el poder durante las crisis económicas, guerras y revoluciones. Wolff explica que, “mientras que otrora los partidos socialistas representaron la oposición al capitalismo, ahora son partidos que promueven un capitalismo privado más amable y bondadoso, con una mezcla de capitalismo de estado”. Wolff dice que el fundamento del socialismo es “de cada uno según sus habilidades, a cada uno según su trabajo”. Traducido a la economía capitalista esto quiere decir que los administradores y profesionales pueden ganar cientos o miles de veces más que un trabajador. Esto explica porque China socialista tiene la mayor cantidad de billonarios y porque existe la desigualdad en el mundo capitalista en el que el 1% es dueño del 99% de la riqueza que producen los trabajadores.
El fundamento del comunismo es “de cada uno según sus habilidades, a cada uno según sus necesidades”. Traducido a la economía comunista esto quiere decir que aquellos con más grandes necesidades, como son las comunidades más pobres, las familias más grandes o aquellos que tienen problemas médicos recibirían más.
Los aliados socialistas del capitalismo tratan de prevenir la principal fuente del poder comunista, que es la toma de conciencia de la clase trabajadora y su implementación de las ideas comunistas. El comunismo necesita un movimiento comunista y la lucha revolucionaria dirigida por los comunistas de hoy en el Partido Laboral Progresista para ponerle fin al capitalismo.
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Negación de la historia para traficar socialismo burgués
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- 21 Febrero 2020 90 visitas