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Crisis COVID-19 acelera el fascismo y la guerra

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16 Mayo 2020 105 visitas

Cada día el capitalismo demuestra que no puede proveer las necesidades de los trabajadores, por lo tanto, tiene que desaparecer de la faz de la tierra. La pandemia del coronavirus, que los gobernantes de todo el mundo ya veían venir, ha parado temporalmente a grandes sectores de la economía. Pero, sin importar cuando puedan los patrones abrir todas sus fábricas y servicios, lo que esta claro es que su tan promocionado “auge” ha sido la peor catástrofe para los trabajadores desde la Gran Depresión, o quizás de toda la historia moderna. Detrás de este monumental fracaso están las leyes del capitalismo (ver recuadro) y sus crisis cíclicas. Al final de cuentas, los gobernantes solo podrán sobrevivir su auto inducido cataclismo incitando a millones de trabajadores a morir in la próxima guerra imperialista mundial. Como comunistas militantes del Partido Laboral Progresista, nuestro trabajo es dirigir a la clase trabajadora internacional a voltear las armas contra este enfrentamiento asesino convirtiéndolo en fuego de sublevaciones revolucionarias. Nuestra tarea es construir un mundo donde el lucro, racismo, sexismo y la explotación de los trabajadores sean abolidas.
División entre los grandes fascistas
Los grandes fascistas del capital financiero, quienes han dirigido el imperialismo estadounidense desde la segunda guerra mundial, están en una lucha a muerte con los pequeños fascistas, orientados mas hacia la economía nacional, dirigidos por la familia Koch y con Trump al frente. Estas dos facciones de parásitos chupasangre tienen diferentes ideas de como hacer que su maquinaria de lucro vuelva a funcionar. Los pequeños fascistas quieren que los negocios se abran, y que los estados, desangrados de efectivo, se hagan cargo de lo que se tenga que hacer debido al covid-19. Los grandes fascistas, como Richard Haass, del Consejo de Relaciones Exteriores, pensando a largo plazo, comprenden que los gobiernos locales y estatales y los hospitales necesitan fondos para mantenerse a flote y mantener con vida a los trabajadores para que sigan creando ganancias. La clase dominante no puede esperar hasta el 2021 y una posible vacuna para terminar con las órdenes de “quédate en casa” y reabrir su economía. Necesitan aumentar las pruebas para el virus y la vigilancia y rastreo a escala masiva. Si logran hacerlo no será por empatía por la vida de los trabajadores. A los patrones solo les importa mantener intactas su línea de ensamblaje, sus cadenas de suministros y proteger sus industrias de la destrucción.
Aunque aun no han tenido la voluntad de practicar lo que pregonan, los grandes fascistas saben que tienen que disciplinar a su propia clase para crear la unidad de todas las clases, necesaria para la guerra mundial. También deben apropiarse de las nacientes luchas de trabajadores en las industrias de comida rápida y otros trabajadores, como quienes llaman a huelga porque buscan una moratoria o cancelación de su arriendo. Pero, aun cuando los gobernadores liberales demócratas como el de California; Gabin Newsom y de Nueva York; Andrew Cuomo, fingen preocupación por sus residentes, es claro que erraron con su respuesta a la crisis (ver DESAFIO, 29/4). Es mas, políticos estatales y federales hicieron varios recortes presupuestarios, racionando la asistencia médica a la clase trabajadora. Los reportes anules de inteligencia estadounidense que predecían una inevitable pandemia nos demuestran que la clase gobernante sabia lo que venia, pero no hizo nada (The Atlantic, 18/3).
La esperanza progresista, Bernie Sanders, endosa al racista, sexista, monigote de los banqueros; Joe Biden, como nominado demócrata a la presidencia, el ala principal liberal culpa a Trump por esta ultima crisis económica y el mal manejo de la respuesta al covid-19. Pero, los comunistas sabemos que los problemas empezaron mucho antes que Trump y que continuaran cuando el estafador se vaya. Es el capitalismo el que crea las condiciones para los desastres que devastan a la clase trabajadora.
Con el aparente éxito de contención del virus en Australia y Nueva Zelanda, además de Corea del sur, “algunos científicos se preguntan que si se elimina el virus con un buen manejo se podrá restaurar la fe, no solo en la democracia, sino en el valor del conocimiento” (New York Times, 24/4). Los gobernantes de las islas naciones las cerraron rápidamente, y controlaron la población a través de rastreo de contactos por celulares. Tarde o temprano los gobernantes estadounidenses necesitan tecnología similar para imponer el fascismo y prepararse para la guerra
Creando Camino Hacia la Tercera Guerra Mundial
El hecho que el capitalismo jamás funcionara para la clase trabajadora queda claro por esta prolongada crisis económica global. Conforme la tasa de ganancias cae (ver recuadro) los capitalistas les queda solo una opción: una destrucción masiva de la capacidad productiva que les permitirá comenzar el nuevo ciclo con menos competencia. El mundo capitalista escapo la Gran Depresión después que ambos lados bombardearon las fabricas de sus rivales durante la Segunda Guerra Mundial
Hoy, como preludio a la próxima guerra, la propaganda nacionalista de los gobernantes crece en EE.UU. y China. Ambos rivales imperialistas deben asegurar que los trabajadores traicionen sus propios intereses para combatir en un duelo a muerte por la hegemonía mundial. China, el poder en crecimiento, ha utilizado la crisis por el covid-19 para mostrar sus credenciales de liderato. Desde el primero de marzo, ha exportado millones de mascaras, kits de pruebas, y piezas de equipo protector personal (New York Post, 6/4/), mientras señala la alta tasa de muertes en EE.UU. y culpando al ejercito estadounidense de inventar el virus. Mientras tanto, los gobernantes estadounidenses, promueven el racismo anti-chino diciendo que los patrones chinos encubrieron información temprana sobre lo extenso de la infección y las muertes en China, utilizando supuestas muertes no contadas descubiertas por la CIA (NYT,2/4). En su ultimo intento por frenar la expansión de China, la marina estadounidense envió barcos de guerra al mar del Sur de China (NYT, 21/4).
Solo el comunismo sirve a la clase trabajadora
Los trabajadores que se ven forzados a escoger entre el hambre y un virus letal, reconocen esta basura racista. Aunque muchas protestas masivas no se han dado debido a los toques de queda y la prohibición de reuniones en grupo, los trabajadores siguen alzando sus voces. Con mascaras y distancia social, en caravanas de autos, por teléfono o en línea, las huelgas y protestas inspiran a la clase trabajadora mundial. Que los trabajadores dirigidos por comunistas se tomen estos momentos de lucha. ¡Derroquemos a los patrones y su letal sistema!
Con más de 26 millones de trabajadores, aplicando por beneficios de desempleo tan solo en EE.UU., y millones sin empleo que no califican, tenemos cientos de millones de trabajadores desempleados en el mundo. La clase trabajadora se vuelve inquieta cuando las masas se enfrentan al hambre y se quedan sin hogar.  Se propagan las huelgas demandando el equipo protector más básico y lugares de trabajo más saludables, estas huelgas son dirigidas por los trabajadores que recientemente luchaban por mejores salarios y beneficios.
Arrendatarios en Norte América, Europa, y otros lugares, están organizando huelgas para el 1º de mayo demandando la cancelación de sus arriendos durante el pedido de crisis de la pandemia.  Mientras tanto en EE.UU. los gobernantes pelean entre si sobre como mantener su disminuyente poder frente a los severos desafíos por parte de los imperialistas chinos. Nosotros en el PLP tenemos una oportunidad histórica. Mientras continuamos organizando en el trabajo, en las organizaciones de masas, podemos convertir este auge en actividad y militancia en escuelas para el comunismo.
Los capitalistas avariciosos tienen un panorama distorsionado de lo que es trabajo “esencial” durante la pandemia. Servicios de salud, tiendas de abarrotes, servicios de comida, y transporte público son necesidades para los trabajadores.  Pero cuadrillas de construcción para estadios deportivos multimillonarios en los barrios gentifricados no es esencial para la clase trabajadora. Tampoco el acoso y asesinato en la calle de nuestras hermanas y hermanos de clase por la policía.
El trabajo mas esencial que podemos hacer es construir una organización comunista de masas para aplastar a los patrones y matar el contagio del capitalismo. ¡Adelante con el 1º de Mayo! ¡Únete al PLP!

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Carlos Marx sobre El Capitalismo en Crisis
“la sobreproducción esta condicionada de modo especifico por la ley general…explotar la máxima cantidad de trabajo con una cantidad dada de capital, sin tener en cuenta los limites del mercado o las necesidades respaldadas por capacidad de pago.”
--Carlos Marx, Teoría de la Crisis
Carlos Marx y el primer movimiento comunista estudio y mostro las maquinaciones internas del capitalismo. Estos pensadores encontraron que la economía capitalista – basada en la producción por ganancias - era vulnerable a crisis periódicas. Dos de sus ideas más importantes son; la crisis de sobreproducción, el resultado de un sistema competitivo no planeado y las tendencias de la tasa de ganancias decaerá con el tiempo.
El capitalismo moderno requiere que las grandes corporaciones utilicen préstamos de grandes cantidades de dinero para destrozar a la competencia y controlar el mercado. Crea una economía de consumo que requiere una masiva cantidad de crédito y deuda. Las demandas de ganancia de los patrones y sus presiones competitivas los llevan a cortar despiadadamente los costos y a atacar los salarios de los trabajadores. Por lo tanto, esto lleva a la sobreproducción, ya que los trabajadores no pueden costear lo que las compañías producen.
Conforme los restaurantes cierran y los trabajadores son despedidos o suspendidos y no pueden comprar tanta comida, vemos a agricultores destruir sembradíos y ganado simplemente porque no pueden venderlos. Sin importar que niños se mueren de hambre y tiendas y bancos de comida luchan por la falta de alimentos. Si los productos no pueden generar ganancias, los patrones los destruirán. La principal motivación de la clase dominante capitalista es siempre proteger sus intereses económicos. Las necesidades de los trabajadores son irrelevantes.
La caída de la tasa de ganancias es más notable en las economías capitalistas mas avanzadas, como EE.UU. Al principio lleva a las empresas a mover sus fábricas a países menos desarrollados, donde puedan pagar menos sueldos y tengan menos restricciones ambientales. Después mueven su capital de las fábricas a nuevas tecnologías a inversiones de papel como hipotecas y otras deudas empaquetadas como activos. La burbuja de estas deudas finalmente explota, como lo vimos durante la debacle del mercado de bienes y raíces en 2007-8. Debido a la interconexión global del capitalismo las caídas económicas en un área pronto crean consecuencias devastadoras para los trabajadores alrededor del mundo.