La crisis del Covid-19 ha desenmascarado la incapacidad del sistema capitalista para garantizar la salud, el trabajo, el bienestar y la vida de la clase trabajadora. El capitalismo sirve a las ganancias patronales, no a los trabajadores, como lo demuestran las siguientes cifras:
- Mientras los grandes capitalistas en México aumentaron su riqueza en un promedio de 20% durante la pandemia (Forbes, 06/04/21), 12 millones de personas se quedaron sin empleo y se estima que una cantidad similar cayó en la pobreza (Expansion, 28/02/21),
- Mientras los liberales de Morena-PT y los conservadores del PRI-PAN-PRD se reparten culpas, las muertes asociadas a COVID-19 hasta el mes de febrero llegaron a 316 mil (Reporte de Exceso de Mortalidad en México, 15/03/21)
 Las autoridades sanitarias han presentado al confinamiento de la población como la medida más eficaz para controlar la pandemia, pero ocultan su sello clasista, porque el sector más desprotegido de la clase trabajadora que vive al día, no ha podido quedarse en casa y ha tenido que exponerse para salir a buscar la forma de subsistir, lo que se ha traducido en mayores contagios y muertes en las zonas más marginadas de las grandes ciudades. Las zonas industriales no han parado sin importar la vida de los obreros.
 El confinamiento como ensayo de medidas fascistas de control de población ha sido bien utilizado por el actual gobierno liberal de López Obrador, para afianzar la desmovilización de la protesta social, el avance de sus programas sociales de cooptación electoral y el despliegue de las fuerzas armadas disfrazadas de Guardia Nacional. Todo ese arsenal confluye en la continuidad de los megaproyectos capitalista del Corredor Interoceánico, el Tren Maya, el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el Proyecto Integral Morelos (PIM) y la Refinería de Dos Bocas.
 El gobierno liberal de AMLO con la careta pro trabajador, también ha golpeado los derechos laborales como es el caso del magisterio disidente de la CNTE, quienes demandan que este gobierno cumpla con la cancelación de la Reforma Educativa capitalista y la fascista Ley del ISSSTE, que niega el pago justo a pensionados y jubilados a través de una trampa administrativa que considera para su pago la Unidad de Medida de Actualización -UMA- y no el salario mínimo como establece la constitución, en dicha conversión los trabajadores pierden casi la mitad de su salario, UMA tiene un valor de $ 89.62 (4.48 dólares) y un salario mínimo $ 141.70 (7.08 dólares). Por lo que este 1ro de mayo se movilizarán para trazar el plan de acción para enfrentar la política del Estado liberal capitalista.
 En medio de la crisis del COVID-19, los patrones buscarán arrastrarnos a su circo electorero, anunciado como el más grande de la historia a un costo de 694 millones de pesos, que bien podrían usarse para atender la pandemia, pero para los capitalistas es esencial que los trabajadores veamos como la única alternativa elegir a uno de ellos como nuestros salvadores. De hecho, cínicamente hacen uso de la vacunación para favorecer las preferencias por el partido gobernante de Morena.
 En las zonas bajo control de la delincuencia organizada, que según el comando norte de EU estima entre el 30% y 35% del territorio nacional, el crimen organizado en contubernio con las élites económicas y políticas decidirán quién participará en las elecciones y eventualmente gobernará. A la fecha se han registrado 252 agresiones contra políticos y 65 asesinatos (El Universal 27/04/21)
Los militantes del PLP apoyamos la lucha para accionar con cada sector de los trabajadores que se levante por sus intereses inmediatos, dejando en claro que la solución real y definitiva para la clase trabajadora en general es la unidad revolucionaria para destruir al virus letal llamado capitalismo, mediante un proceso consciente y participativo que conduzca a la construcción del Comunismo, la sociedad sin opresores ni explotadores, ni gobiernos patronales o liberales disfrazados de progresistas o de izquierda.
¡Primero de Mayo, Comunista y Revolucionario!