BROOKLYN, NY, 6 de octubre—¿Qué significa ganar para antirracistas dentro de los deportes competitivos en una sociedad racista? Esa es la gran pregunta en una lucha que involucra a entrenadores, jugadores, maestros y padres, entre ellos militantes del Partido Laboral Progresista, en el programa deportivo de la nueva e integrada escuela John Jay y Millenmium High School.
Bajo el capitalismo, un sistema que se alimenta de desigualdad y aplausos al individualismo, ganar juegos contra equipos rivales es todo en los deportes. Pero los comunistas vemos el ganar de manera diferente. Nuestras victorias se definen por el antirracismo y la colectividad. Nosotros ganamos al ganar a la gente a valorar las necesidades a largo plazo del grupo sobre los logros individuales.
En John Jay Millennium, las jugadoras y entrenadoras del equipo femenil de volibol tienen la importante responsabilidad de ayudar a dirigir e integrar la escuela en su transición de dos equipos en uno - uno donde sus jugadoras son en su mayoría negras y latinas, en el otro son jugadoras blancas y asiáticas. Este programa tiene una orgullosa historia de lucha contra el trato racista de jugadoras negras y latinas por parte de los policías escolares sin control. También ha denunciado las desigualdades racistas en financiamiento en el departamento de atletismo de la secretaria de educación.
¿Cómo se distingue la lucha antirracista en un equipo deportivo?
Audiciones para el equipo de volibol empezaron en agosto, poco antes del comienzo del año escolar. La mayoría de las jóvenes que se presentaban eran de la escuela de elite Millennium Manhattan, la cual anteriormente había compartido un programa deportivo con La Escuela Brooklyn Millennium en John Jay. Cuando fue claro que las estudiantes negras y latinas de John Jay no tendrían muchas posiciones para audicionar, era necesario poner al frente el antirracismo.
Aunque las pruebas se extendieron hasta las primeras semanas del año escolar, para dar mas oportunidad a estudiantes de otras escuelas John Jay, los entrenadores condujeron las audiciones como lo hicieran en años anteriores. Jugadoras menos experimentadas fueron enviadas a otro gimnasio dentro del edificio, con la intención de proveer apoyo para mejorar sus posibilidades de entrar al equipo. Pero en este caso, el resultado fue que la mayoría de las atletas negras y latinas fueron enviadas al segundo gimnasio, mientras que la entrenadora principal se quedaba en el primer gimnasio con las atletas, mayormente, blancas y asiáticas. Muchas de estas estudiantes obtuvieron su ventaja sobre las otras estudiantes porque jugaron en equipos de volibol en clubs privados el año anterior, cuando los equipos de las escuelas publicas fueron cerrados debido a la pandemia. Los clubs de volibol son costosos, hasta $10,000 por jugadora, además de gastos de transporte – a lo que la mayoría de la juventud negra y latina no tiene acceso.
Es decir, se necesitaba una vigorosa lucha para discutir y actuar sobre la importancia de unir los dos programas para crear un equipo antirracista integrado. Algunas jugadoras negras señalaron que las desigualdades racistas se notaban en las audiciones, lo cual condujo a una aguda lucha. ¿Qué significa tener un equipo ganador? ¿Deberían recibir mas tiempo de juego las jugadoras mas experimentadas, dando mas oportunidad al equipo de ganar? O ¿el equipo debería, consistentemente, permitir en la cancha a jugadoras experimentadas y no experimentadas juntas, para avanzar la integración, unidad y el desarrollo de todo el equipo?
La lucha continua – a un nivel mas alto/Luchar para convertir la integración antirracista en primaria sobre ganar
Nos enfrentamos a una sociedad segregada e inherentemente desigual y un sistema de educación publica. Este sistema no es un accidente. El capitalismo necesita el racismo para sobrevivir. Necesita dividir a estudiantes blancos de estudiantes negros y latinos para que todos puedan ser oprimidos y explotados por ganancias.
Construyendo un equipo integrado antirracista dentro y fuera de la cancha es como podemos comenzar a romper las divisiones racistas que el DOE nos entrena a aceptar como normales. Desde que las jugadoras negras comenzaron esta lucha, el equipo de volibol ha tenido múltiples discusiones sobre que el antirracismo deberá estar al centro de todo, junto a la construcción de la unidad del equipo. Estas reuniones continuaran en las próximas semanas. Son el centro de lo que nos enorgullecerá cuando miremos atrás a esta temporada deportiva, John Jay gane o no el campeonato.
Por primera vez, se pide a las jugadoras que evalúen al equipo políticamente, además de atléticamente. Se les anima a dar sugerencias sobre estrategias especificas para hacer que el equipo sea mas equitativo. El liderato de las jóvenes negras – quienes son mas brutalmente atacadas por este sistema racista – es clave en este proceso. Un equipo verdaderamente integrado, con las jugadoras mas o menos experimentadas compartiendo la cancha, ocurre mas consistentemente. Aunque menos jugadoras negras audicionaron para el equipo debido a los requerimientos de vacunación y las dudas de las familias negras en vacunarse, el equipo tiene un numero igual de jugadoras negras y latinas como blancas y asiáticas. Cuando practiquen el volibol, también estarán practicando antirracismo y unidad multirracial.
Historia de equipos deportivos segregados
El plantel John Jay, una escuela históricamente negra y latina, en el corazón de un barrio afluente y blanco en Brooklyn, es el modelo de la desigualdad racista capitalista. Tiene tres escuelas que inscribe estudiantes predominantemente negros y latinos de familias de escasos recursos que viven fuera del barrio, y una cuarta escuela Millennium Brooklyn, una escuela selectiva, significativamente blanca que recibe mas financiamiento y recursos por estudiante que las otras tres.
Las desigualdades racistas en el acceso a los deportes eran increíblemente obvias, y parte del paquete segregado de un acuerdo forzado por los alcaldes Bloomberg y de Blasio. El programa deportivo del plantel John Jay abarcaba a 1,859 estudiantes, mas del 90% de ellos negros y latinos, a los cuales se les dio nueve equipos. Pero el programa de Millennium recibió 17 equipos con solo 1,261 estudiantes, mas o menos la mitad de ellos eran de Millennium High School en Manhattan, la cual utiliza los gimnasios de John Jay y solo tiene el 25% de estudiantes negros y latinos.
Como parte de la lucha a largo plazo por integrar los programas y dar a los estudiantes negros y latinos su parte comparativa de recursos, el PLP se unió a otros en el diseño de una volante antirracista que sacudió el estatus quo racista. Después del asesinato de George Floyd y las protestas masivas que le siguieron, el asqueroso racismo de DOE era muy vergonzoso hasta para los sinvergüenzas patrones escolares. Los dos equipos fueron integrados – una gran victoria. Pero el verdadero trabajo para construir la integración antirracista apenas comienza.
Par los atletas, entrenadores, maestros y padres, la verdadera victoria llega cada vez que nos enfrentamos a la clase dominante racista. El racismo no se va a acabar mientras continúe el capitalismo. Solo bajo el comunismo, una sociedad donde toda la clase trabajadora trabaje junta para el beneficio de todos, el racismo podrá ser destruido.
Mientras tanto, todos los estudiantes y trabajadores necesitan estar preparados a tomar acción una y otra vez. Si nosotros podemos hacer que la meta mas importante para los estudiantes, padres y personal, sea hacer la integración antirracista en los deportes, estaremos mas cerca de la construcción de conciencia de clase, y mas cerca de aplastar el capitalismo.
¡Manténganse sintonizados!
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El mejor armador de un equipo de voleibol: LUCHAR CONTRA EL RACISMO
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- 09 Octubre 2021 168 visitas