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Batalla de Leningrado: liderados por los Comunistas Derrota a los Nazis

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06 Noviembre 2021 174 visitas

Escritores anticomunistas describen la resistencia a los nazis, en Leningrado, durante la segunda guerra mundial, como una simple muestra de la valentía y fortaleza que los trabajadores mostraron ante tanto sufrimiento y adversidad. Casi nada mencionan del papel que jugo el Partido Comunista de la Unión Soviética.
No es por error, después de todo, la prensa capitalista y sus “eruditos” están ahí para proveer propaganda de los patrones estadounidenses. Ellos no desean que los trabajadores sepan que las ideas y el liderato comunista fueron indispensables para la derrota de los nazis en la segunda guerra mundial y que hoy, el liderato y las ideas comunistas también son indispensables para derrotar el racismo, fascismo y las guerras imperialistas. Conforme guerras regionales ocurren en todo el globo, el clima y la guerra mundial amenazan al planeta, y la pandemia y hambrunas devastan al mundo, nos damos cuenta que el capitalismo ha fallado para los trabajadores. Necesitamos el comunismo, donde los trabajadores dirijan la sociedad. La derrota de los nazis en Leningrado fue un ejemplo del poder de los trabajadores.
El 22 de junio de 1941, el ejercito nazi – el ejercito mas poderoso jamás montado – invadió la Unión Soviética. Los nazis y sus aliados europeos rápidamente rodearon Leningrado. Esta ciudad de tres millones fue bloqueada del resto de la Unión Soviética.
Hitler ordeno que la ciudad de Leningrado y toda su población fuera destruida. 900 días duro sitiada la ciudad. Con un resultado de un millón de muertos y dos millones damnificados – mucho mas que las muertes por parte de EE.UU. y Bretaña, durante toda la guerra.
Hitler juro destruir Leningrado porque era el centro de la revolución bolchevique. Fue nombrada Leningrado en honor a Lenin, el líder del movimiento comunista mundial. Hitler pensó que la destrucción de Leningrado no solo seria una gran victoria militar, sino una gran victoria psicológica. Los nazis creían que la destrucción de la ciudad y sus habitantes, seria un duro golpe del cual los Soviéticos no se podrían reponer.
Al principio, los nazis amasaron una fuerza militar masiva contra los defensores de Leningrado. Los bombardeos eran acompañados de ataques con tanques y tropas. Por dos años y medio hubo ataques aéreos y los cañones de los nazis bombardeaban cada bloque de la ciudad.
Pero los trabajadores de Leningrado lucharon siempre. A pesar de la hambruna y la enorme destrucción, continuaron luchando con mas ahínco. ¡Leningrado jamás cayo! No como Paris, Ámsterdam y otras ciudades europeas. Sin embargo, no había manera de que los suministros llegaran a la ciudad y muy poca oportunidad de evacuar a los niños, los ancianos y los enfermos. Fue entonces que el liderato del Partido Comunista envió a algunos de sus altos lideres a fortalecer las filas. Un camino fue construido sobre el lago Ladoga que estaba congelado. La moral aumento. A pesar de tan desesperada situación, mas de un millón de niños y ancianos fueron evacuados. Y los suministros proveídos, aun con temperaturas bajo cero. ¡Nada los paraba!
Lo que historiadores y documentadores anticomunistas omiten – es que las ideas y liderato comunista puede ganar a trabajadores a heroísmos sin precedentes. Los trabajadores de Leningrado se deshicieron de sus ideas y acciones capitalistas. Para derrotar a los nazis, era esencial el estilo de vida y de lucha comunista. Todos trabajaban sin compensación material. Todos tenían que compartir, para que las tropas al frente tuvieran suficiente alimento para seguir luchando contra los feroces ataques alemanes. El Partido Comunista se aseguro que todos tomaran parte en la toma de decisiones. La política era primaria. Así como Hitler demando la destrucción de Leningrado, el Partico Comunista, dirigido por Stalin, le pidió a Leningrado no rendirse.
El Partido Comunista comenzó a organizar pequeños vuelos para suplir suministros. Poco después, el Ejercito Rojo organizo comitivas de camiones para transportar suministros a través del lago Ladoga. A pesar de los constantes bombardeos y bajas de choferes, estas comitivas siguieron supliendo suministros. Los choferes continuaron yendo y viniendo bajo las peores condiciones, muchas veces sin dormir durante varios días.
Conforme el lago se deshelaba, los choferes continuaban viajando en el. El hielo se convirtió en agua que les llegaba a los tapacubos. Pero los choferes, con el riesgo de ahogarse continuaron sus viajes – algunos se ahogaron – pero seguían viajando. Su esfuerzo es un reflejo del heroísmo de los habitantes y las tropas que defendían la ciudad.
Poco a poco sus esfuerzos empezaron a dar fruto. Se logro romper el cerco de acero con el que los nazis y sus aliados habían cercado a Leningrado. Entonces el Partido ordeno crear una línea entre Moscú y Leningrado. Los trenes comenzaron a salir, muchas veces a unas cuantas yardas de los emplazamientos nazis. Los trenes continuaron rodando a pesar de la lluvia de bombardeos y a pesar de las grandes bajas al personal de los trenes.
Al fin, el Ejercito Rojo era lo suficientemente fuerte para lanzar un masivo contra-ataque. Hicieron lo “imposible”, rompiendo el cerco de acero nazi y derrotando las fuerzas fascistas. ¡Leningrado fue liberado! La determinación de comunistas obreros triunfó sobre los “superhombres” nazis.
Para cuando la toma termino, casi todos los niños habían sido evacuados de Leningrado. Entonces, los niños regresaron. Vivian el futuro de una ciudad que había sido declarada muerta.
La principal lección de Leningrado, Moscú, y Stalingrado, es que cuando estamos armados con ideas y liderato comunista, la clase trabajadora es invencible. No importa lo fuerte que los patrones aparentan ser, nosotros, la clase trabajadora, somos mas fuertes – siempre que actuemos con ideas comunistas. Los trabajadores alrededor del mundo son como los trabajadores de Leningrado. Con ideas revolucionarias, bajo el liderato de comunistas revolucionarios, los trabajadores también pueden lograr “milagros”. Con la amenaza de una guerra mundial entre los imperialistas de EE.UU., China, Rusia, y sus aliados capitalistas, los trabajadores del mundo debemos unirnos para convertir estas guerras de lucro en una guerra de clases mundial por el poder obrero. Eso es el comunismo. ¡Únetenos!