Liderazgo obrero, lo personal es político
Perdí la elección de la Junta Directiva del Condominio, pero avancé un poco en la lucha política. Me postulé para un puesto en la Junta Directiva a instancias de mis nuevos vecinos en el antiguo pero sólido complejo de edificios en el que me instalé la primavera pasada.
Comenzó sobre una parrilla. Le pregunté a un vecino de la planta baja si querían mi parrilla de carbón (permitido según las reglas de administración). Ella se negó porque no quería volver a convertirse en el objetivo de la administración de edificios.
“¿De nuevo?” Personalmente, me sentí maltratado por la administración cuando me mudé, pero luego hablé con muchos vecinos diferentes. Las personas compartieron sus propias luchas con la gerencia, así como las experimentadas por sus vecinos. Todos: “¡asiáticos, latinos, blancos y negros!” me sentí maltratado!
Durante la campaña puerta a puerta para el puesto en la Junta, escuché que los residentes simplemente querían respeto, dignidad y unidad: el 98 por ciento de las personas habló sobre el maltrato por parte de la administración, la infestación de roedores y cucarachas, estacionamiento inadecuado, aumento de tarifas y negativa a apoyar a los discapacitados y ancianos que deseen envejecer en el lugar.
La elección en sí fue turbia. “Alguien” derribó mis carteles en áreas comunes, no me dieron información de contacto a la que los otros candidatos tenían acceso y la ubicación en línea del sitio de votación se comunicó de manera inconsistente. La reunión virtual fue difícil para cualquier persona con una mala conexión a Internet o un conocimiento limitado de Internet para participar. El mensaje de los capitalistas es claro: ¡Manténgase fuera!
Durante el foro virtual de elecciones, la presidenta de la Junta, una política local educada en Harvard que apoya a los promotores inmobiliarios, se tomó el 90 por ciento del tiempo para concentrarse en sí misma y en lo que ‘ella’ afirmó haber logrado aparentemente sin ayuda de nadie. toda la región local. Ella atacó descaradamente a mi persona, el único candidato que no tenía su cámara encendida nunca habló, pero obtuvo la mayor cantidad de votos. Claramente, los inversionistas capitalistas protegen sus inversiones y hablan de labios para afuera a la clase trabajadora.
Me había centrado en lo que los residentes realmente querían: respeto, comunidad, salud y seguridad. En contraste, el presidente de la Junta, cuando se le presionó sobre la infestación de roedores, culpó a los residentes, alegando que no permitirían que los exterminadores ingresaran a sus apartamentos debido al virus Covid-19. ¡Fue una mentira descarada!
Los problemas en nuestros edificios son complejos, son viejos y necesitan reparaciones costosas, como muchas viviendas de clase trabajadora en todo el mundo. ¡Todo este lío es otro ejemplo de por qué necesitamos el comunismo! ¡Planeo reagruparme y trabajar con mis maravillosos vecinos y no abandonar la lucha por una vivienda habitable ahora y una revolución en un futuro no muy lejano!
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Construyendo mi confianza en la clase trabajadora
Soy un trabajador de tránsito en Nueva York y hace aproximadamente un mes la clase trabajadora en Haití atravesó y todavía enfrenta tiempos difíciles, incluidos nuestros compañeros, ellos dijeron que necesitaban fondos debido al terremoto, así que salí a pedir ayuda a los trabajadores en la reunión del sindicato y también a mis compañeros de trabajo en los barrios. No esperaba mucho principalmente por mi propia falta de confianza en la clase trabajadora; a veces es un poco difícil sentirse esperanzado. Pero cuando comencé a preguntarles a mis compañeros de trabajo, me sorprendió maravillosamente que estuvieran demasiado dispuestos a dar lo que pudieran. Algunos trabajadores dijeron: “¡Por supuesto que tenemos que ayudar, especialmente cómo los han tratado en la frontera!” Vinculando el racismo que las tropas de Biden eran como cazadores de esclavos en sus caballos con látigos. Otro trabajador dijo “Sí, tenemos que mantenernos unidos”. Otro dijo, “asegúrate de obtener un recibo o algo. Quiero asegurarme de que vaya al lugar correcto”.
Es fácil quedar atrapado en el cinismo del capitalismo cotidiano. Pero cuando nos acercamos a nuestros compañeros de trabajo, somos nosotros los que estamos siendo elevados. Seguir avanzando, seguir luchando. El comunismo está vivo con el sacrificio de cada trabajador.
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Llamalo como es
¡EL DESAFÍO es un periódico maravilloso! ¡El único periódico que realmente lucha por el comunismo! Pero tengo una crítica. En la página cuatro de DESAFÍO (12/1) en el artículo de Chicago, el término “inseguridad alimentaria” se usa dos veces. Este es el eufemismo de los patrones para el hambre y la inanición. No creo que deba usarse en CHALLENGE excepto para explicar su uso hipócrita por parte de los jefes. CHALLENGE no usa eufemismos de otros jefes (como “desatendidos” y “desfavorecidos”) y no creo que se deba usar “inseguridad alimentaria” tampoco.