El 17 de abril fue el aniversario número 57 de la fundación del Partido Laboral Progresista. De una reunión de apenas dos docenas de miembros del antiguo movimiento comunista estadounidense, el PLP se ha convertido en un partido internacional que ahora se organiza en 27 países. En esos años, fuimos con el PLP parte de la Rebelión de Harlem en 1964, luchamos en contra los segregacionistas raciales en escuelas de Boston en 1975, integramos el Marquette Park de Chicago, organizamos y apoyamos huelgas de trabajadores en todo el mundo; fuimos los primeros en organizar manifestaciones masivas para que EE. UU. estuviera “¡Fuera de Vietnam!”, fuimos quienes rompimos la prohibición de viajar de EE. UU. a Cuba, nos movilizamos contra policías asesinos racistas y lideramos más de cien mil manifestantes contra el Ku Klux Klan y los neonazis en todo Estados Unidos. Hemos llegado a trabajadores en África, Asia, América del Sur, el Caribe, Europa y América del Norte. En el PLP también hemos promovido ideas comunistas: desde rechazar el nacionalismo hasta luchar directamente por el comunismo en lugar de pasar primero por una fase de transición del socialismo.

Durante nuestro primer medio siglo, en el PLP hemos impulsado la marcha hacia el comunismo, primero liderando la lucha antirracista de la clase trabajadora y, a través de esa lucha, promoviendo las ideas comunistas. Esta estrategia de dos frentes, práctica y teoría, es la base para ganar masas de trabajadores y para que luchemos por el comunismo.

¿Por qué el comunismo? Desde nuestra visión, la clase trabajadora determinará el futuro de la sociedad. Destruirá el mundo capitalista y su brutal explotación. Destruirá un sistema que nos lleva al desempleo y la pobreza constantes. Detendrá el racismo que arrastra hacia abajo a todos los trabajadores. Acabará con los policías racistas que rompen nuestras huelgas y matan a nuestros hermanos y hermanas negros, latinos, asiáticos e inmigrantes. Y terminará para siempre con las guerras imperialistas que envían a nuestra juventud a matar a sus hermanos y hermanas de clase en todo el mundo, todo para las ganancias de los jefes capitalistas. Instamos a todos los trabajadores y jóvenes a unirse a nosotros en el próximo medio siglo en esta tarea histórica: organizar una revolución comunista.

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