Desde un principio, el capitalismo ha utilizado su poder estatal a través de los juzgados y las leyes para controlar la capacidad de tener hijos de la clase trabajadora.  La brutal aplicación de las leyes patronales sobre el control de la natalidad siempre ha estado entrelazada a la construcción de una sociedad racista.  Toda la clase trabajadora ha sido atacada por las leyes de reproducción patronales, pero las trabajadoras negras y latinas han cargado con lo más fuerte de estos ataques.

Los cimientos de un EE.UU. racista
En las colonias inglesas la clase dominante colonial se enfocó en controlar como crecía la población. Se pasaron las primeras leyes relacionadas el control poblacional en 1662 en Virginia, estas leyes incluían; que la esclavitud debía pasar a los niños según el estatus de la madre, esclava o libre.  Lo que permitió que la clase dominante pudiera producir más esclavos violando a las mujeres negras esclavizadas.  Por esa misma época, las primeras leyes prohibiendo el matrimonio entre negros y blancos fueron pasadas.  Creando la separación de los trabajadores; los trabajadores blancos bajo un salario, o por contrato, y trabajadores negros esclavizados (Reproductive Justice UC Press 2017)

Genocidio de nativos americanos
Mientras la clase dominante estadounidense usaba la violación y el racismo para incrementar el tamaño de su población esclavizada, usaba el genocidio legal para destruir a la población nativa.  La colonia y el joven gobierno estadounidense autorizo más de 1500 guerras y redadas legales contra la gente nativa.  Después de 100 años de ataques, la ley Indian Removal act de 1830 legalizo lo que ya era una práctica estadounidense, la clase dominante forzó a la población nativa a moverse conforme los gobernantes estadounidenses se movían al oeste.  Después de forzar a la clase trabajadora nativa en reservaciones, la clase dominante estadounidense comenzó un nuevo ataque, arrancar por la fuerza, a los hijos nativos de sus padres, y enviarlos a escuelas de gobierno y después a familias blancas.  Todo para aumenta la población blanca en el oeste y eliminar a la población nativa.  Se estima que la población nativa era de 5 y 15 millones en 1492, la cual fue casi completamente eliminada, dejando solamente unos 230 000 (History.com)

Racismo y control de población anti obrera
Después de la guerra civil, la clase dominante mantuvo la separación de trabajadores blancos y no blancos, a través de una serie de leyes que reforzaban la segregación y el control de la población.  Leyes racistas que encarcelaban a trabajadores negros y blancos por integrarse. Cuando los trabajadores negros ya no eran esclavos, la clase dominante comenzó una campaña para frenar el crecimiento de la clase trabajadora negra.  Para eso se utilizaba la distribución de anticonceptivos y esterilizaciones forzadas de quienquiera que el gobierno no consideraba “apto”.  Estas leyes y esterilizaciones fueron eventualmente copiadas por los nazis para justificar sus políticas genocidas.

Otro método para controlar a la clase trabajadora fue el control de la natalidad.  Margaret Sanger, la fundadora del movimiento de control de la natalidad que se convirtió en Planned Parenthood, era una proponente de la eugenesia, la idea racista que los blancos son genéticamente superiores a los no-blancos.   Sanger, apoyada por la clase dominante a través de donaciones a sus clínicas de control de la natalidad, viajo por todo el país hablando de la necesidad de limitar el número de niños de trabajadores negros e inmigrantes (NPR 14/8/2015).

Eventualmente, conforme la depresión de 1929 creaba ejércitos de trabajadores desempleados y el miedo de la clase dominante de que los movimientos comunistas derrocaran el capitalismo estadounidense, las campanas de control de la natalidad y las esterilizaciones forzadas se extendieron a incluir también a los grupos más pobres de trabajadores blancos (Reproductive Justice UC Press 2017).

El único interés de los patrones por la clase trabajadora es como arma con fines de lucro.  Nuestras vidas, nuestro bienestar y el de nuestros hijos significan nada para la clase dominante, aparte de ganar a costa de nosotros.  Hasta hoy día, las políticas de salud están limitadas lo suficiente como para mantenernos trabajando para que los patrones lucren.  La lucha por controlar si tenemos hijos o no es parte de la lucha entre nuestra clase y los patrones.  Ellos usan las leyes y juzgados para controlar lo más que puedan; quien tiene niños y que pasa con ellos después de nacer.  La clase trabajadora recuperara el control sobre nuestras vidas y nuestro futuro acabando con los capitalistas y su sistema racista con una revolución comunista.