Con el boicoteo del presidente de Méjico en la Cumbre de la Américas esta semana en Los Ángeles, y con decenas más de líderes de otros estados amenazando hacer la misma cosa o de prohibirles venir, la reunión es el último fiasco del anfitrión de Jim Crow, Joe Biden- y una cachetada en la cara para el imperialismo de EE.UU. Mientras los patrones capitalistas de China y Rusia expanden su economía y presencia militar en América Latina y el Caribe, el “patio trasero” antiguo de los patrones de EE.UU. se está convirtiendo en un punto de ignición en la competencia inter-imperialista y la próxima guerra mundial.

EE.UU. tropezó en la Cumbre con promesas vagas de dirigirse al Covid, recuperación económica, cambio climático, inmigración, y lo que los patrones llaman “democracia”—la dictadura delos patrones capitalistas liberales. En realidad, la Cumbre fue creada en 1994 para organizar la explotación devastadora de la clase obrera de la región y la austeridad asesina reforzada por el Fondo Monetario Internacional, en línea con los intereses de EE.UU. Pero en lo que se ha descompuesto el orden mundial liberal antiguo, los patrones regionales en el Hemisferio Occidental ya no están siguiendo las órdenes de EE.UU.

En el 2018, El presidente de ese entonces Donald Trump se echó para atrás de la Cumbre en Perú. Esta vez, EE.UU. se reusó a invitar a Cuba, Nicaragua, o Venezuela por la “falta de espacio democrático y las situaciones de derechos humanos” en esos países, de acuerdo al vocero de Biden (aljazeera.com, 6/6). El Presidente Andrés Manuel López Obrador de México, la segunda economía más grande América Latina, respondió con su boicoteo, y los líderes de Honduras, Bolivia y Guatemala lo siguieron. Biden tuvo que rogarle al defalcado Juan Bolsonaro de Brasil a venir- y olvídense del hecho que Bolsonaro está vendiendo el amazonas al mejor postor, o que esta asesinando a cientos de miles como el jefe anti-vacunas de Brasil, o declarando que quizás no acepte los resultados de los votos de octubre si no gana la re-elección.

Estos bailes entre pandilleros y ladrones se tratan del nuevo orden – o desorden- de “no alineación” en América Latina y el Caribe. Patrones regionales haciendo tratos con los imperialistas más dispuestos y encarándolos el uno con el otro. Para los patrones chinos esta crisis para EE.UU. es una gran oportunidad. Hoy China es el segundo socio negociante más grande en América Latina, y el numero uno para Brasil, Chile, Perú y Uruguay. En febrero, el Presidente de Argentina Alberto Fernández viajo a Pekín a firma la Iniciativa de China de la Franja y la Ruta, el país más grande en la región hasta la fecha de enlazar su infraestructura a las financias chinas.

En lo que se intensifican estas contradicciones, los obreros en América Latina y en el mundo entero continúan a encontrarse atrapados en esta montaña rusa de reformismo y nacionalismo. Estos obreros has estado llevando luchas agudas durante toda la pandemia del Covid-19. Pero si esas luchas se canalizan en votar, el único ganador será la explotación capitalista. Solo cuando la clase obrera internacional, liderada por el revolucionario comunista Partido Laboral Progresista, se alce a aplastar este sistema capitalista, acabaremos con la esclavitud salarial y la guerra inter-impeliste de una vez por todas.

Vistazo de rivalidad inter-imperialista: Méjico y Colombia
Con EE.UU. debilitado por la división entre los Grandes Fascistas liberales imperialistas del capital financiero y los fascistas pequeños aislacionistas detrás de Trump, los patrones desde Brasil a la Republica Dominicana ven la nación una vez dominante como“ tambaleante ex hegemonía” (Foreign Affairs, 2/24). Como resultado, están mirando a China como la nueva partida de mercadeo de exportación e inversiones.

En Colombia, la clase obrera, guiada por los obreros negros, han combatido muerte y auméntate pobreza de la pandemia. En el 2020, protestas masivas en las calles por combatientes jóvenes se enfrentaron con represión brutal por los patrones colombianos, que canalizaron la rebelión hacia ir a votar en las urnas y nacionalismo.

Al mismo tiempo, estos patrones profundizaron sus lazos económicos con China. Con Gustavo Petro, un izquierdista falso de “marea rosa” tiene buen chance de ganar la elección presidencial en Colombia el 19 de junio, un abrazo mas apretado entre Colombia y China puede estar en el horizonte (The Diplomat, May 2021).

En el 2018, mientras se intensificaba la lucha de clase en Méjico, los patrones se voltearon hacia otro izquierdista falso, López Obrador. Mientras AMLO chapucea la respuesta de la pandemia en Méjico y devasto la economía, loa imperialista chinos ascendientes intervinieron con equipo médico y vacunas. Como parte de la “Cuarta Trasformación” de AMLO, el atentado de los patrones de Méjico a tratar de agarrar la gran cantidad de las ganancias, la clase patronal China gano el contrato para construir la primera sección del Tren Maya e hizo un préstamo de $600 millones para la construcción de la Refinería Dos Bocas (Américas Quarterly, Enero/2021). Ambos proyectos serán un impacto desastroso para el ambiente y la salud de los obreros. Los imperialistas crecientes chinos son igual de mortal para los obreros como los imperialistas de EE.UU. que están tratando de desplazar.

Vistas imperialistas enfocadas en Haiti
Después de un periodo de inestabilidad política aguda, Haití se encuentra en el medio de fuego cruzado de la rivalidad imperialista. Aunque históricamente alineado con EE.UU. y rival resentido de china Taiwán, Haití comenzó a dudar durante la pandemia. La super-explotacion de los obreros de Haití por los patrones de EE.UU. ha convertido en el país en el más pobre de las Américas. En años recientes, Haití ha sido controlado por pandillas criminales que secuestran y aterrorizan los obreros por ganancias. Muchos obreros se han unido a las caravanas de inmigrantes, solo para después EE.UU. voltearles la espalda violentamente en la frontera con Méjico con hombres en caballos y látigos.

Ya al haber consolidado su influencia en la cercana Republica Dominicana, los imperialistas de China han usa diplomacia de vacuna para titubear a Haití a su órbita y aunque los patrones de Haití públicamente reaseguran a EE.UU. y Taiwán de su lealtad, los incentivos económicos de China podrían debilitar estas alianzas de tanto tiempo (Bloomberg, October/2021).

Mientras tanto, China también está expandiendo intercambios de ejército a ejército y ventas de armas para aumentar su capital político entre los patrones de América Latina y el Caribe y anclar su posición estratégica en la región.

El Comunismo, la alternativa que necesitan los obreros
No importa que poder imperialista prevalga, la realidad de los obreros en la Américas está profundizando la desigualdad y pobreza, muerte masiva de Covid y estado de narco violencia. Pero no están tomando esta opresión sin hacer nada. En Colombia y Chile, los obreros y estudiantes están atacando audazmente las medidas de austeridad y están combatiendo en contra de los policías (France 24, Marzo/2022). En Haití, los obreros de textiles hicieron huelga por un día laboral de $15, otro recordatorio para la clase obrera internacional de que el liderazgo de las mujeres negras revolucionarias es esencial para aplastar este sistema monstruoso. En Los Ángeles, obreros inmigrantes están organizando protestas para denunciar la política racista de EE.UU. que han comprado a los patrones de América Latina a que apoyen (LA Times, Junio/2022).

La clase obrera internacional está enfadada, es audaz y está combatiendo. Pero los peligros de reforma, liberalismo y nacionalismo siempre están a la expectativa. No es suficiente oponerse a líderes corruptos o gritar eslóganes en contra del imperialismo de EE.UU. Debemos aplastar todas las fronteras y cada capitalista que se beneficia de su existencia. Debemos construir un movimiento comunista revolucionario, liderado por el Partido Laboral Progresista, que luchara por un mundo controlado por y para los obreros, por una sociedad que cumpla las necesidades de los obreros. Te necesitamos a que te unas a nuestra lucha a liberar nuestra clase. ¡Únete al poder de la clase obrera!