Information
Imprimir

Editorial: Reino Unido: Rishi Sunak

Information
04 Noviembre 2022 179 visitas

Entre la inflación incontrolable y la lucha de los trabajadores, la caótica clase dominante del Reino Unido (RU) ha vuelto sus ojos – por el momento -- hacia el adinerado Rishi Sunak, tercer primer ministro en seis semanas. La inestabilidad británica refleja la crisis internacional del capitalismo: una surgente recesión/represión mundial, la implosión del viejo orden liberal liderado por EE.UU., los crecientes ataques patronales contra la clase trabajadora internacional, y la volatilidad global que llevara a los gobernantes estadounidenses – demócratas y republicanos – a un completo fascismo y guerra mundial con China y Rusia.

Bretaña, que alguna vez fue socio menor del imperialismo estadounidense, desde Irak a Ucrania, está en una situación desastrosa políticamente. Después del payaso oportunista Boris Johnson y su sucesora, Liz Truss, ahora es el turno de Rishi Sunak, de tratar de disciplinar a los patrones británicos divididos mientras ataca a los trabajadores con recortes presupuestarios. Hijo de inmigrantes indios, Sunak liderara la campaña racista del partido conservador usando a los inmigrantes como chivos expiatorios por ganancias de un sistema fallido. Es el último ejemplo de la letalidad de la política de identidad. ¡Los trabajadores no debemos dejarnos engañar!

En Bretaña, cientos de miles de trabajadores, liderados por trabajadores del ferrocarril están luchando en “una de las más significativas olas de revueltas industriales que el RU ha visto desde el ‘invierno del descontento’ a finales de 1970” (msn.com, 1/9). El trabajo del Partido Laboral Progresista es ganar a estos trabajadores a la histórica lucha por la revolución comunista, la única solución al fascismo y la guerra inter-imperialista.

El patrón de patrones
Practicante del hinduismo y nacido en la opulencia, Sunak recibió una educación de elite, se casó con la hija de una de las familias más ricas de India (Infosys), y fue entrenado por Goldman Sachs antes de robar otra fortuna como financiador y capitalista de riesgo. Subió de rango en el Parlamento apoyando los principios letales de su partido conservador: mercados “libres”, desregulación, privatización del servicio de salud y otros servicios sociales, pobreza masiva, la destrucción de la red de seguridad social, y ampliación de las desigualdades racistas.

Para Sunak y los capitalistas financieros a quienes sirve, la meta es restaurar el régimen de austeridad de Margaret Thatcher de los 1980, un ataque brutal, diezmando a la clase trabajadora. Bajo Thatcher, la porción de trabajadores bajo la línea de pobreza subió al más del triple, del 13% al 43%. La pobreza entre la niñez fue más del doble. Mientras tanto, se recortaron a la mitad los impuestos a los ricos, del 83% al 40% (Guardian, 2013). Con la inflación arriba del 10% y la libra británica de caída, el trabajo de Sunak será cuadrar los libros con la muerte y desesperación de nuestras hermanas y hermanos de clase.

Los regímenes de austeridad de los predecesores conservadores más recientes de Sunak, David Cameron (2010-2016) y Theresa May (2016-1019), causaron el dolor económico masivo que pavimento el camino hacia Brexit, salida de Bretaña de la Unión Europea, lo cual solo ha agravado la crisis del país. Con la evisceración de los beneficios de desempleo, vivienda y discapacidad, las vidas de millones de trabajadores fueron destruidas. El Sistema Nacional de Salud fue destripado hasta casi el colapso, cuando la población que envejece necesita más servicios. El costo de las universidades se triplico, mientras los recortes a los impuestos beneficiaban a los ricos (Harvard Business Review, agosto 2019).

Aplastemos los ataques racistas patronales
En línea con una larga y vergonzosa tradición británica, el gobierno de Sunak usara el racismo para dividir a los trabajadores, usando a inmigrantes como chivos expiatorios, y recuperando las ganancias perdidas con mas super-explotación. El legado racista británico de imperialismo y colonialismo abarca más de cuatro siglos en cinco continentes. Imperialistas británicos saquearon y robaron a su paso, desde Asia del Sur a África a América y el Caribe.

En particular, Bretaña es conocida por su agresivo racismo antiasiático. Después de la segunda guerra mundial, deporto a cientos de marineros chinos a quienes había reclutado para la guerra, catalogándolos de “elementos indeseables” en la sociedad británica. Durante la pandemia de covid, los brutales ataques contra asiáticos aumento en 300% (Al Jazeera, abril 2021). Por casi dos siglos, los patrones colonialistas británicos dijeron que no podían abandonar India porque la gente de ahí no podía gobernarse. Ahora, por la desesperación de un sistema fallido, ellos buscan al hijo de migrantes indios, para que los rescate.

Como ministro de economía de Boris Johnson, Sunak apoyo la treta racista de regresar a los refugiados y quienes buscan asilo de Ruanda. Ha reelegido como secretaria del interior a la ultra derechista Suella Braverman, otra hija de inmigrantes de Asia del sur, quien encabezo el plan Ruanda. En una declaración despreciable, Braverman declaró, “Me encantaría tener un encabezado de The Telegraph con un avión que sale hacia Ruanda, ese es mi sueño, es mi obsesión” (thenational.scot, 1/10). Esta despreciable insensibilidad muestra lo que le depara a la clase trabajadora, y porque el internacionalismo comunista es vital para aplastar el racismo.

Como el deportador- en-jefe Barak Obama y la policía mayor Kamala Harris, Sunak solo es leal a los patrones capitalistas. La política de la identidad es una trampa fatal. Los trabajadores no tenemos nada en común con los patrones que se puedan parecer a nosotros. Solo tenemos una verdadera identidad: como miembros de la clase trabajadora internacional.

Liberales son el principal peligro
Después de la última debacle de los Tory, solo es cuestión de tiempo para que el llamado partido laborista regrese al poder – más malas noticias para la clase trabajadora. Como el partido demócrata en EE.UU., los patrones liberales británicos son el principal peligro. En apariencia, parecerá que se preocupan por los trabajadores. Pero debajo de esa mascara de compasión se encuentra un grupo de patrones que están dispuestos a sacrificar trabajadores para proteger sus cochinas ganancias. El partido laborista ha probado ser un poso vergonzoso, racista, sexista, anti-inmigrante y guerrerista.

En 2003, Tony Blair, anterior primer ministro laborista (1997-2007), se unió a George W. Bush, fabricando el mito de armas de destrucción masiva para justificar la invasión EE.UU./RU a Irak. Bajo el liderato de Blair, las prisiones en Bretaña duplicaron su población a pesar del declive en el crimen. Un sin número de trabajadores luchando con la enfermedad del capitalismo, incluyendo drogas, y salud mental, fueron canalizados hacia las cárceles (Independent, julio 2009). Ahora, liderando las encuestas por más de 30%, el partido laborista ha sido acusado de ignorar reportes de sexismo y racismo anti-musulmán y anti-negro por miembros mayoritarios del partido (Guardian, 2/10). Estos hipócritas liberales están puestos a intensificar los ataques británicos contra los trabajadores inmigrantes: “La apuesta Laborista no es por fronteras abiertas, sino hacer leyes más inteligentes y mejorar la vigilancia fronteriza” (New York Times, 26/10).

Ningún político capitalista puede servir a los intereses de nuestra clase. No hay un “mal menor” entre los patrones asesinos rapaces. Solo un partido está junto a la clase trabajadora internacional: el revolucionario comunista Partido Laboral Progresista. Los trabajadores debemos unirnos para derrocar el sistema de ganancias que nos esclaviza. ¡Únetenos! ¡No tenemos nada que perder, más que nuestras cadenas!