En Estados Unidos los patrones y sus lacayos politiqueros discuten como presentar su propuesta de salud a la clase trabajadora. Por un lado, están la mayoría de republicanos y los demócratas apodados “perros azules”, quienes quieren, a toda costa, proteger las ganancias de las aseguradoras y compañías de fármacos. Por el otro lado, están los demócratas liberales, que ven la situación del servicio de salud actual como una amenaza para que los patrones de EEUU mantengan su posición contra los imperialistas rivales. Para la clase trabajadora el parecido entre estos dos lados es más importante que las diferencias.
Ninguno tiene una solución real para todos los trabajadores: Servicio de salud accesible y gratis, como sucedió después de las revoluciones en la Unión Soviética y China. Había clínicas por doquier y montones de trabajadores de la salud fueron enviados a las áreas rurales para servir a los campesinos y agricultores. El PLP cree que esta historia demuestra que los trabajadores tienen el poder de proveer un ambiente saludable, así como aprendimos lo que pasó cuando estas revoluciones se revirtieron al capitalismo. En las que fueran las repúblicas soviéticas, las expectativas de vida aumentaron dramáticamente en los 30 años después de la revolución, pero han decaído desde finales de la década de 1960. En China la schistosomiasis, una enfermedad causada por un parasito devastaba las áreas rurales, pero fue controlado gracias a la acción social iniciada después de la revolución; ahora ha vuelto. El resultado del experimento socialista fue el regreso al capitalismo y nuevos ataque a la salud de la clase trabajadora. Es por eso que el PLP pregona la lucha directa por el comunismo y por una sociedad en donde todos los aspectos de la salud de los trabajadores tomen precedente.
Mejorar la salud de los trabajadores no es una prioridad en la agenda patronal, pero el enfoque de la facción que ahora controla la Casa Blanca y el Congreso es de mantener el dominio de los Estados Unidos en el mundo y por eso tienen dos metas en su reforma al servicio de salud: 1) Forzar a la clase trabajadora de EEUU a aceptar servicio de salud de baja calidad y 2) disciplinar a los sectores de la clase dominante que solo les interesan las ganancias a corto plazo y minimizan la capacidad de EEUU para oponer a sus rivales. Ambas metas representan un avance hacia un más fuerte control fascista.
Estos son los planes patronales y un análisis comunista:
- Requiere que todos tengan seguro médico o pagarán una multa. Esto es un ataque directo a los trabajadores a quienes, por la caída de los sueldos, se les hace cada vez más difícil pagar todas sus cuentas. Este ataque racista afectará más a trabajadores negros y latinos quienes generalmente tienen sueldos más bajos y másdesempleo.
- Requiere que compañías pequeñas provean el “mínimo seguro médico”. Este “mínimo seguro médico” tratará de asegurar que la clase trabajadora esté lo suficientemente saludable para ser explotada por ganancias y para morir en sus guerras petroleras. Es decir, los servicios de salud serán racionados para los trabajadores que no son “productivos” (en el capitalismo, significa los que no producen plusvalía), como los ancianos y gente con enfermedades terminales.
- Extender el Medicaid para todos aquellos que no pueden comprar seguro médico. Si ahora Medicaid no provee un servicio de salud decente y se tendrá que extender para dar servicio a los que ya utilizan sus servicios. La crisis financiera ha aumentado el número de desempleados (agregándose a los casi 50 millones sin seguro médico), trabajadores negros y latinos los mas afectados. Eso quiere decir que cada vez más trabajadores tendrán que pedir Medicaid. Si logran forzarnos a aceptar estas condiciones racistas demostrará el poder que tienen para prepararnos para futuros ataques.
- Aumentar las regulaciones a las compañías de seguros de salud. El aumento en las regulaciones solo refleja las divisiones entre la clase dominante y muestra que Obama y compañía tratan de disciplinar a esos capitalistas que solo les importa las ganancias a corto plazo. Falta ver si los patrones de las aseguradoras se adhieren a esta disciplina, pero la clase trabajadora no tiene vela en este entierro. No importa cual grupo de capitalistas sea “director de orquesta”, nuestra salud siempre estará detrás de las ganancias. Claro que se siente bien ver a los gerentes ser “amonestados” en público, pero eso no significa que a Obama y los demócratas les importe nuestra salud.
- Poner impuestos sobre los seguros de salud generosos. Como legado de las reformas militantes sindicales de las décadas de 1930 y 40, existen sectores de la clase trabajadora que tienen un seguro de salud decente, especialmente los trabajadores industriales y del gobierno. Obama aun no ha terminado de ayudar a destruir los beneficios ganados que desaparecieron junto con los empleos en la industria del automóvil. Ahora quiere imponer un impuesto a los seguros de salud decentes. Este plan de imponer un impuesto a aquellos trabajadores que han podido aferrarse a sus beneficios de salud solamente demuestra la esencia de este tipo de reforma: Este aumento de impuesto afectará a los trabajadores y creará un solo nivel de salud, de baja calidad, para la clase trabajadora; esto permitirá más control y disciplina gubernamental o sea fascismo.
Apoyar cualquiera de las facciones es un error para la clase trabajadora. Ninguna facción nos apoya en verdad, eso nos queda bien claro cuando consideramos que no se ha mencionado a una sección súper explotada de la clase trabajadora y que son los que tienen el papel más importante en este debate: trabajadores de la salud. En su mayoría mujeres, muchas son inmigrantes, quienes sufren la racista doble explotación. Las pésimas condiciones de trabajo especialmente para los que trabajan en los hogares, a quienes se les paga los sueldos más bajos y además tienen que pagar su transporte para ir a ver a los pacientes y los que trabajan en los asilos que reciben sueldos bajos, largas horas y muchos pacientes. Mejorar la salud de la clase trabajadora debería empezar mejorando la salud de aquellos que nos cuidan a nosotros.
Cuando nos dicen que un trabajador murió de una enfermedad nosotros casi siempre escuchamos “Nuestra madre murió de tuberculosis”, o “Mi hermana murió de SIDA” o “Mi hijo murió de Colera”. Estas enfermedades son solo los métodos específicos que causaron la muerte. El punto es que la causa de muerte es el capitalismo que crea las condiciones en las que ciertos patógenos matan a alguien. Agua potable y un alcantarillado adecuado, se le niega a millones de trabajadores en lo países mas pobres y a millones en el corazón del imperio, sin embargo estos serian las mejoras de salud mas importantes que existen.
Sea lo que sea lo que nos enferma, desde enfermedades tratables hasta la guerra imperialista, desde la brutalidad racista policiaca hasta el estrés de tener dos empleos, es el capitalismo la verdadera enfermedad. Afortunadamente existe una cura: la revolución comunista y una sociedad de los trabajadores.