Tamaulipas, México — El capitalismo asesinó a través de una de sus bandas criminales a 72 trabajadores inmigrantes. El racismo, el sexismo y el nacionalismo fueron el marco ideológico para el cuadro de la matanza. Solo a través de una revolución comunista que destruya las fronteras e integre a toda nuestra clase, pondremos fin a éste infierno para los trabajadores. La muerte de nuestros hermanos nos llena de coraje para luchar con más vigor contra este sistema asesino.
Las fronteras son una barrera para dividir a los trabajadores y para que los patrones delimiten los recursos de su propiedad. Cada año cruzan a través de México con destino a los Estados Unidos, alrededor de 600 mil inmigrantes que proceden principalmente de Centro y Sudamérica, de los cuales casi 20 mil son víctimas de secuestro. Desesperadamente intentan escapar a la miseria, el crimen y el desempleo que existe en sus países, pero de manera cruda descubren que bajo el capitalismo no hay escapatoria, muchos encuentran la muerte, mientras que el resto consiguen más explotación y pobreza. La esencia de este sistema en cualquier rincón del mundo es extraer el máximo de ganancias del sudor de los trabajadores, la única salida es la revolución.
Desde que los trabajadores inmigrantes cruzan México son hostigados y extorsionados por las autoridades de migración, las bandas criminales y la policía. Amparados en el racismo y nacionalismo les roban el dinero o los secuestran para que el inmigrante pida a sus familiares en EEUU que pague rescates que van de los $1500 a los $5000. Otros son forzados a trabajar como esclavos en fábricas clandestinas, campos de droga, en la prostitución o como servidumbre en los refugios de los criminales. Los que se resisten son brutalmente asesinados, como ocurrió en Tamaulipas. Otros mueren aplastados por el tren o son mutilados al caer vencidos por el sueño o huyendo de la migra o los pandilleros. ¡Es un verdadero infierno!
La reciente crisis del capitalismo incrementó la migración, el número de pobres en Latinoamérica creció, solo en México se incrementaron en 7 millones más. La migración es una salida desesperada para todos estos trabajadores, pero destruye sus vidas y las de sus familias. Cada vez más, el capitalismo a nivel local tiende a concentrar la riqueza en pocas manos, Latinoamérica es una de las regiones del mundo con mayor desigualdad. En esta etapa del imperialismo, la riqueza mundial se concentra en algunos países, como Estados Unidos, esa es la razón por la cual nuestros hermanos a pesar de todos los riesgos se ven obligados a migrar.
El gobierno mexicano reaccionó hipócritamente ante el crimen, culpando a las bandas narcotraficantes y aprobó un plan hueco para la protección de los inmigrantes. El negocio de la droga es uno de los más rentables en México, solamente en los dos últimos años se hicieron transacciones financiera por aproximadamente 24 mil millones de dólares. Eso no podría ocurrir si en verdad se combatiera al narco, en realidad el propósito de esta guerra es aterrorizar a los trabajadores y favorecer a las bandas criminales afines al gobierno. Cuando personas inocentes mueren en los enfrentamientos, Calderón y sus cómplices dicen burlonamente: “son daños colaterales”. ¡Eso significa la vida de los trabajadores para ellos!.
La prensa patronal vociferó sobre la masacre los primeros días como parte de su propaganda de terror, racismo y nacionalismo. Derraman lágrimas de cocodrilo por las condiciones de esclavitud a la que son sometidos muchos de los inmigrantes, pero ocultan y niegan la esclavitud asalariada a la que estamos sometidos millones de trabajadores en el país y en el mundo.
En algunas comunidades, principalmente en la zona sur de México, las personas se han organizado para ofrecer comida y alojamiento a los inmigrantes. Es una muestra de la solidaridad de los trabajadores y que es posible derrotar al racismo y nacionalismo que nos divide. Esta alianza es lo único que el gobierno tratará de destruir a través de los acuerdos (recientemente aprobados) de protección al inmigrante.
Debemos llevar las ideas comunistas del Desafío a esas comunidades y ayudar a transformar esa solidaridad en lucha, para destruir las causas del problema. También debemos mostrar a los inmigrantes que la única salida a éste infierno es la revolución comunista para barrer con la miseria, las fronteras y el racismo. Es la mejor forma de honrar la muerte de nuestros 72 hermanos. ¡Hasta la victoria! ¡Muerte al capitalismo! ¡Que viva, que viva, que viva el comunismo!
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NECESITAMOS UNIDAD DE CLASE TRABAJADORA INTERNACIONAL RACISMO ANTI INMIGRANTE ASESINA 72 TRABAJADORES
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- 23 Septiembre 2010 138 visitas