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Francia: Huelga de Inmigrantes necesita paro masivo de todos los trabajadores

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18 Marzo 2010 188 visitas

PARIS, 11 de marzo — Protestas y negociaciones se alternan mientras que 6,000 trabajadores indocumentados en huelga luchan por su “legalización”. Esta lucha es marcadamente anti-racista dado que los huelguistas son africanos que luchan contra la súper-explotación racista de sus patrones. Mientras que el objetivo inmediato de los trabajadores es su “legalización”, la clave para una victoria real sería convencer a las masas de trabajadores que a largo plazo tenemos que destruir el capitalismo — la fuente de toda la explotación — y las fronteras de los patrones. Sólo la revolución comunista puede lograr este objetivo eliminando a los patrones y su sistema de lucro.

Ayer, 1,000 trabajadores indocumentados marcharon en Créteil, a ocho millas al sudoeste de Paris, demandando legalización. Una enorme manta demandaba derechos de igualdad para los inmigrantes. Recientemente se organizaron manifestaciones en los suburbios parisinos de Nanterre, Evry y Bobigny. La geografía urbana francesa es diferente de la de EEUU. Aquí, los ricos viven en el centro de la ciudad con los pobres relegados a los proyectos en la periferia. Durante varios meses, los huelguistas han estado ocupando la oficina de impuestos municipales en el suburbio parisino de Vitry-sur-Seine.

El 8 de marzo, los patrones de las compañías que emplean a miles de trabajadores indocumentados y cinco sindicatos presentaron el texto de su acuerdo común al Ministerio de Trabajo, con la intención de presionar al gobierno para que legalice a los trabajadores inmigrantes. Esta estrategia es marcadamente diferente de la acción de los trabajadores en las bases: huelgas, marchas y ocupación de edificios gubernamentales.

Los huelguistas, sin embargo, confrontan serios problemas. Su lucha ya va en el sexto mes y a pesar de las donaciones de otros trabajadores y sindicatos, su situación financiera se vuelve desesperada. Dada la división entre los patrones pequeños (que no pueden darse el lujo de perder hasta un pequeño grupo de trabajadores inmigrantes) y los grandes (que pueden más fácilmente tolerar la ausencia de algunos trabajadores), se está tratando de forjar un acuerdo entre el sindicato y las compañías en huelga. 

Se hace necesaria una huelga masiva de TODOS los trabajadores

 El “acuerdo común” quizás produzca un “compromiso” en el cual, a cambio de la parcial “legalización” para algunos trabajadores, congelaría a otros en el “mercado negro”, a quienes se les paga en efectivo, así como a los que hacen cuidados de salud, en su mayoría mujeres. Para luchar contra estas concesiones y fortalecer su situación, los huelguistas necesitan que una movilización masiva de los trabajadores ciudadanos en los cinco sindicatos abandonen las plantas y cesen la producción en defensa de los trabajadores inmigrantes. Esto uniría — y beneficiaria — a toda la clase trabajadora ya que reduciría la posibilidad de que los patrones utilicen a un grupo contra otro.

Los patrones nunca van a aceptar acabar con la súper-explotación de los inmigrantes, porque va en contra de sus máximas ganancias. Los patrones y los políticos están del mismo lado. Y los lideres sindicales, la buscar un “acuerdo común” con los patrones, en vez de organizar a los trabajadores ciudadanos sindicalizados para que se unan a los inmigrantes en los piquetes, terminan defendiendo las “negociaciones” capitalistas y las concesiones que esto produce. Están diciendo que los trabajadores y los patrones tienen intereses comunes, escondiendo el hecho que este es un gobierno de los patrones. 

 ‘¡Aquí estoy, Aquí me quedo, No me voy!’

 El 6 de marzo, 6,000 personas marcharon de la Plaza de la Républica hasta el Ministerio de Inmigración demandando legalización. Las pancartas anunciaban, No a la exclusión, abolición de las leyes racistas y xenófobas y Por la legalización de los indocumentados. Las consignas en las camisetas incluían ¡Aquí estoy, Aquí me quedo, No me voy! Se coreaba, “¡Documentos para todos!. Ese mismo día, 50 personas marchaban en Nîmes, al sur de Francia.

El 5 de marzo, los trabajadores indocumentados y sus aliados marcharon en Bordeaux, demandando la extensión del proceso de legalización para todos los trabajadores inmigrantes. Según la ley francesa, los que están en Francia por cierto tiempo, con aprobación de su patrón, trabajando donde hay escasez crónica de mano de obra, pueden legalizarse.  En Bordeaux esto permitiría que se legalicen trabajadores de la construcción y restaurantes pero no las asistentes de salud, a pesar que la oficina de empleo tiene trabajos vacantes. El colectivo de trabajadores condena la exclusión de los algerianos y tunecinos, quienes supuestamente se benefician de una ley especifica pero cuyo trato es aun más arbitrario.      

 ‘TODOS SOMOS INMIGRANTES’

El 1 de marzo, 3,000 personas marcharon al municipio de Paris, como parte del día sin inmigrantes. Los organizadores hicieron un llamado a los inmigrantes para que dejen de trabajar y comprar ese día, para demostrar que las compañías, tiendas, oficinas de gobierno y escuelas no pueden funcionar en Francia sin la primera y segunda generación de inmigrantes. Hubo protestas similares en Lyon, Marseilles, Rennes, Rouen, Strasburg y Toulouse, reflejando el hecho de que este movimiento no esta limitado a Paris.

Los manifestantes en Paris llevaban una manta que decía ¡Todos somos inmigrantes!. Estas protestas son una preparación para una gran marcha en Nice en la Riviera Francesa, durante la cima Francia-Africa, programada para el 31 de mayo al 1 de junio.

Esta huelga de cinco meses de los trabajadores indocumentados resalta la consigna de PLP de ¡Eliminar todas las fronteras! Históricamente, todos los patrones usan sus fuerzas militares para establecer sus fronteras. Después explotan a los trabajadores en los países pobres, forzándolos a inmigrar a los países ricos, donde los patrones pueden extraer ganancias extremas, usando el racismo y las amenazas de deportación, y reduciendo las condiciones de todos los trabajadores.

Sólo con liderazgo comunista — denunciando el fraude de la “nacionalidad” — se pueden unir los trabajadores al margen de las fronteras capitalistas, desafiando la estrategia patronal de dividir y conquistar internacionalmente. Esto prepara las bases para la revolución comunista, destruir el capitalismo y liberar a todos los trabajadores del sistema de opresión en una sociedad liderada por los trabajadores.