La “Eurocrisis” está atada, ante todo, a la rivalidad inter-imperialista. Los patrones franceses y alemanes están luchando para asegurarse que sus propios banqueros no carguen con pérdidas provenientes de la incapacidad de los gobiernos europeos para pagar sus deudas. Los patrones chinos están buscando oportunidades para ganar una mayor influencia económica en el continente europeo. Y los patrones de EEUU están preocupados por la posibilidad de que la Eurocrisis dará lugar a una segunda crisis financiera mundial.
Entonces, ¿Qué curso tendrá esta crisis? Una alianza entre Alemania y Francia enemigos desde hacía mucho tiempo, nació de la destrucción masiva de la Segunda Guerra Mundial, en parte como respuesta política de los patrones de EEUU a la influencia comunista de la posguerra en una Europa devastada. De acuerdo con el General Lucius Clay, Vicegobernador de la ocupación Norteamericana en Alemania: “No hay posibilidad de elegir entre ser un comunista con 1500 calorías al día que un creyente en la democracia con mil.”
Aunque crudamente anti-comunista, esta cita muestra por qué, en 1946, EEUU cambió su política, y apoyó el resurgimiento de lo que era entonces la economía de Alemania Occidental. Los patrones franceses al principio se opusieron a esta medida, pero en 1950, bajo la presión de EEUU aceptaron el cambio.
En 1952, Stalin escribió en “Problemas económicos del socialismo”: “Para eliminar la inevitabilidad de la guerra, es necesario la liquidación del imperialismo.” El análisis marxista del capitalismo explica cómo grandes crisis económicas llevan a la destrucción masiva de las fuerzas productivas en las guerras imperialistas. Pero los políticos liberales y socialdemócratas sostienen que las diferentes clases dominantes nacionales podrían resolver sus diferencias pacíficamente. Por lo tanto, uniones económicas europeas como la Comunidad del Carbón y del Acero (fundada en 1951) fueron promovidas como una manera de evitar que los países sufrieran las terribles consecuencias de la guerra. Sin embargo, estas uniones se mantuvieron en el contexto de la dominación de EEUU.
Después de la caída de la Unión Soviética y la reunificación alemana, los patrones europeos comenzaron a afirmar su propia independencia. La Unión Europea (UE) se formó en 1993. En 1999, 11 países de la UE, liderados por Francia y Alemania, establecieron una moneda común, el Euro, en esa parte de la UE, conocida como la zona del euro. Ahora la mayoría de los países de la UE utilizan el euro. El Banco de la UE se llama Banco Central Europeo (BCE)
El BCE se supone que representa los intereses de todos los 17 países miembros de la UE. Pero, en realidad, Alemania y Francia ejercen una gran poder en el BCE. Alemania aporta la mayor parte del capital del BCE y posee los mayores bancos de Europa. Las políticas del BCE de elevar las tasas de interés en medio de una fuerte desaceleración económica afectó a los países más pequeños de la UE beneficiando a los países más ricos, como Alemania.
Sedientos de la máxima rentabilidad de sus inversiones, los bancos europeos pusieron una cantidad enorme de capital en la industria inmobiliaria de EEUU antes de su caída en 2007. Cuando el mercado
inmobiliario de EEUU se desplomó, los bancos con fines de lucro invirtieron dinero en la compra de bonos “soberanos”, es decir, bonos emitidos por los distintos gobiernos de la UE. Entre el Segundo trimestre de 2007 y el tercer trimestre de 2009, los bancos de la UE desplazaron $ 827 mil millones en bonos emitidos por los gobiernos de Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España (NY Times, 11/11/11) Los bancos cosecharon enormes cantidades de interés e hicieron decenas de millones suscribiendo esos mismos bonos.
En 2009, un nuevo Gobierno griego admitió que los gobiernos anteriores habían mentido acerca de la inmensidad del déficit presupuestario del país. Esta admisión fue utilizada por los patrones alemanes y franceses como pretexto para imponer un vicioso régimen de austeridad a los trabajadores griegos como condición para cualquier rescate de la UE. La mayor parte del “rescate” de dinero enviado a Grecia terminó en los bolsillos de los banqueros franceses, alemanes y de otros que compraron bonos “soberanos” griegos.
Pero, la economía capitalista mundial no se está “recuperando” de las caídas de 2007-2008. La única “solución” capitalista en corto es la guerra, para que los banqueros y los empresarios trasladen la carga de las pérdidas sobre la clase obrera. Esto es esencialmente lo que está sucediendo en Grecia, Italia y otros países.
Después de Grecia, los tenedores de bonos en todo el mundo (incluyendo algunos de los bancos más grandes) olieron sangre, y vieron la oportunidad de convertir la crisis de deuda soberana en ganancia neta, reduciendo el nivel de vida de los trabajadores en toda Europa. Así que ahora las tasas de interés de bonos se han disparado en Italia, España, Irlanda y Portugal. Esto a su vez ha obligado a los patrones locales en Italia y Grecia instalar “tecnócratas” (servidores directos de los banqueros), como jefes de gobierno y han traído un conservador pro-régimen de austeridad al poder en España. Todos estos patrones atacarán a “sus” trabajadores aún más.
Sin embargo, los regímenes de austeridad no resuelven los problemas del sistema capitalista, sino que los empeoran. Las economías europeas pronostican ahora una profunda recesión el próximo año. Esto a su vez hará que la “devolución” de la deuda a los banqueros será más difícil. Las exposiciones de los banco en los cinco países cuya deuda soberana total ha sido degradada $ 2,170,000,000,000 (NY Times, 22/10/11) Bancos alemanes, franceses, y de EEUU sufriría algunas de las mayores pérdidas. De acuerdo con el multimillonario George Soros, esta “trampa de deuda deflacionaria” llevará a un “proceso de auto-refuerzo de desintegración” - a un colapso financiero mundial (Huffington Post 5/12/11) Los patrones chinos están, básicamente, esperando sentados, con la esperanza de recoger los pedazos después de la caída.
Al igual que ocurrió antes de la última guerra mundial, los capitalistas y sus títeres políticos podrían llevar al mundo a una segunda gran depresión. En última instancia, la única solución de estos sangrientos especuladores es la guerra imperialista para destruir la capacidad productiva y re-dividir los mercados del mundo y sus recursos. Para la clase obrera internacional, la única solución a las guerras de los patrones causadas por las crisis inevitables de su sistema es una revolución comunista.
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Euro crisis Podría Desencadenar Caída Global y Tercera Guerra Mundial
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- 05 Enero 2012 131 visitas