ANAHEIM, CA, 27 de julio – Las consignas comenzaron con “¡Déjennos entrar! ¡Déjennos entrar!” pero pronto cambiaron a “¡La policía dice Retirarse, Nosotros decimos Resistir!” y “¡No hay Paz Sin Justicia, No a la Policía Racista!”, mientras más y más gente entraba a la pequeña antesala frente a las cámaras del Municipio de Anaheim el 24 de julio. Comenzaba una audiencia sobre el reciente asesinato policial y PLP y miembros de la comunidad se juntaron con los afligidos familiares de Manuel Díaz y Joel Acevedo, ambos asesinados por la policía de Anaheim el fin de semana anterior.
El sábado, 21 de julio, inmediatamente después que a Díaz le dispararan por la espalda, sus amigos del vecindario y familiares confrontaron a la policía. La policía atacó a la multitud militante – que incluía a familias enteras, con chicos y niños en cochecitos – usando balas de goma y perros policías.
Después, el Martes, ¡los trabajadores de Anaheim y los jóvenes resistieron! El PLP se unió a los trabajadores y estudiantes que se negaron a “pedirle” permiso a la policía para expresar su frustración y más bien demandaron el encarcelamiento de los policías asesinos, saliendo a las calles y enfrentándose valerosamente a la policía. La gente se precipitó sobre el municipio y confrontó a la policía y a los concejales de Anaheim, marchando después a la estación de policía de Anaheim, bloqueando el tráfico y tomándose las calles.
La gente golpeó los coches de la policía y se congregó desafiantemente en las bocacalles. Mientras tanto, en el municipio otros les gritaban en la cara a la policía y algunos jóvenes enfurecidos se chocaban contra la línea policial. Los policías usaron sus porras para golpear a los adolescentes, algunos menores de 13 años, que se protegían con sus patines.
Un policía respondió contra los jóvenes que le tiraban terrones apuntándole a uno de ellos con su pistola antes de que la muchedumbre avanzara y saliera por la calle. Una joven, familiar de uno de los jóvenes asesinados a mansalva, iba de un lado al otro de la línea de policías y enojada los acusaba de asesinos en sus caras y les hundía el dedo en el pecho.
La multitud multirracial creció hasta contar con cerca de 1,000 personas y continuaron gritando consignas y desafiando a la policía hasta bien entrada la noche. Estos trabajadores no tenían miedo al enfrentarse con estos criminales policías racistas.
Las familias de clase trabajadora tienen mucho de que estar enojadas en Anaheim. La ciudad, diversa racialmente, es 53% Latina, sufre la misma alta tasa de desempleo, exorbitante costo de la vivienda y viciosas medidas de austeridad que afectan la educación y otros servicios sociales en el resto de California. Mientras que Disneylandia y otras corporaciones siguen recibiendo grandes subsidios y fondos públicos, las familias de clase trabajadora empleadas en “El lugar más feliz del mundo” reciben salarios de hambre, aterrorizadas por policías listos a apretar el gatillo. Como en el resto del mundo, el capitalismo en crisis solo tiene una consigna: “¡Salvar a los patrones, bancos y corporaciones – y que se jodan los trabajadores!”
Atrapados detrás de una conservadora “Cortina Anaranjada” de racismo anti-inmigrante y terror fascista, las comunidades de clase trabajadora como Anaheim viven bajo ordenanzas represivas que usan el miedo y la violencia directa para silenciar el odio de clase de los residentes. No es accidental que Anaheim fue la zona de prueba en California del programa racista del gobierno federal “Comunidades Seguras”.
Como en el resto de EEUU, los jóvenes Latinos de California tienen el doble de posibilidades que los blancos que los encarcelen. Los Afro-americanos tienen seis veces más posibilidades que los encarcelen.  En Anaheim, los hombres Latinos no sólo van a la cárcel – a las prisiones del sistema estatal y a los centros de detención de inmigrantes – pero a menudo la policía los asesina en la calle.
Desde el 2007, los policías fascistas de Anaheim han asesinado a 16 personas; nueve fueron Latinas. Con la profundización de la crisis capitalista aquí, esta tendencia racista aumenta rápidamente: el asesinato de Diaz y Acevedo elevó el número de ataques de la policia de Anaheim en el 2012 a seis, con cinco asesinatos, todos Latinos.
Mucha gente nos preguntó por nuestra pancarta, una foto agrandada de la primera plana de DESAFIO que dice “SE BUSCA POR ASESINATO” que condena los recientes asesinatos racistas en todo el país. La gente fácilmente acepta que los departamentos de policía sistemáticamente terrorizan a las comunidades de color y criticaron las alegaciones del municipio que estos trágicos hechos recientes son el producto de “unas cuantas manzanas podridas”. Mucha gente se llevó DESAFIOS, abiertos a la idea que el capitalismo es la raíz de estos asesinatos racistas de la policía.
Al final de la noche del martes, 24 personas estaban encarceladas y cantidades tenían heridas. Al conducir por los muchos bloqueos policiales en toda la ciudad, se olía el humo y se veían las fogatas. Hablamos con algunos jóvenes que se levantaban la camisa para mostrarnos las heridas que les dejaron las balas de goma en sus cuerpos. Nos dijeron que la policía les disparó sin prevenirlos. Si hubiesen tenido dudas previas sobre el fascismo de la policía y las cortes capitalistas, estos jóvenes ahora no tienen más ilusiones; ahora saben que la policia de Anaheim no esta para “proteger y servir” su comunidad, pero sólo sirven los intereses de los patrones y su lucro.
En California, sindicatos y políticos promocionan la “Iniciativa sobre Impuestos” del Gobernador Brown, como una manera de apaciguar la resistencia de la clase trabajadora en nuestras escuelas y trabajos enfocándonos en las votaciones. Igualmente, en Anaheim, los políticos y religiosos locales están tratando de ganarse a los residentes con promesas de una investigación federal, cambios legislativos o la elección de Latinos al Consejo Municipal. Muchos de estos personajes condenan la “violencia” de las protestas.
PLP va a continuar apoyando y poniéndose del lado de nuestras militantes hermanas y hermanos de clase en Anaheim que demuestran que no tienen miedo de luchar contra el fascismo capitalista y los asesinos policías racistas. Seguiremos distribuyendo el DESAFIO y forjando relaciones, explicándole a nuestros amigos que el capitalismo siempre necesita racismo y violencia de estado (aquí y en el resto del mundo) para defender su poder y lucro que saca de súper explotar a las victimas del racismo y mantiene dividiendo a la clase trabajadora.
De Brooklyn al Bronx, en NY, hasta Sanford en Florida y Anaheim, los trabajadores deben salir a las calles y luchar contra el racismo patronal y la policía. PLP siempre va a luchar a su lado, en las calles, en las escuelas y en nuestros trabajos – fortaleciendo nuestro odio de clase y construyendo nuestro partido, señalando el camino a seguir en la lucha por la revolución comunista. Esto es lo único que puede destruir el sistema que oprime a nuestra clase y permitirnos construir una sociedad gobernada por los trabajadores, los que creamos todo lo que tiene valor.