Para la clase trabajadora internacional, las propuestas de Barack Obama y Vladimir Putin para deshacerse de las armas químicas en Siria parecen huecas. Ningún testaferro capitalista quiere honestamente terminar con la masacre de nuestros hermanos y hermanas en siria. Aun si las armas químicas fueran eliminadas – algo dudoso – la guerra en Siria no terminaría. Muchos miles de trabajadores seguirán muriendo. Hasta ahora dos millones de personas han sido forzadas a dejar sus hogares. Más de dos millones viven en extrema pobreza, con menos de $2 por persona, por día.
A Obama y Putin no les importan los trabajadores, ni siquiera los 1,400 que fueron asesinados en el ataque del mes pasado. Ambas marionetas de estos imperialistas están aprovechando los ataques para tener ventaja en una rivalidad que se dirige hacia una guerra global más letal. Obama trato de usar los ataques de gas como una oportunidad de lanzar sus sofisticados misiles y asesinar a más trabajadores, y así proyectar la masiva fuerza militar de EEUU en cualquier lugar sobre la tierra. Una capacidad inigualable para asesinar apuntala el imperio global de EEUU. Asegura protección a sus aliados y clientes y destrucción a sus enemigos.
Pero Putin fue más astuto que Obama. Se aprovechó de los problemas del presidente de EEUU – específicamente la división dentro de la clase dominante – cuando trataba de organizar un golpe contra Siria, aliado de Rusia (y China). El resultado fue que Putin ahora parece ser el “chico bueno.” (¡Quizás el premio Nobel de la Paz no este muy lejos!) Putin tuvo éxito cuando al lograr un acuerdo para frenar las acciones de EEUU, al menos por ahora. Pero Putin no es menos hipócrita que Obama. Putin espera usar la situación para aumentar el Poder de Rusia en la batalla por las reservas y oleoductos de petróleo y gas de la región.
Se Aproxima Guerra Regional mas Amplia
Reiterando la influencia de Moscú, Putin ha puesto en duda la capacidad del imperialismo de EEUU de defender sus intereses con fuerza letal. Si lo logra, podría habilitar a otros para proyectar su capacidad nuclear. Muy lejos de establecer la paz, el regateo de Obama-Putin sobre Siria acerca aun mas que antes los extensos conflictos regionales.
Semanas antes del golpe de Putin, Stratfor (27/8/13) grupo que provee inteligencia geoestratégica a corporaciones estadounidenses, declaro, “Esto ya no es simplemente sobre Siria. Los Estados Unidos ha expresado una condición que lo compromete a una intervención. Si no actúa cuando existe una clara violación a esta condición, Obama aumenta la posibilidad de guerra con otros países como Corea del Norte e Irán.”
Obama no cometió un error cuando pinto su “línea roja” a las armas químicas en Siria, un año atrás. El imperialismo estadounidense necesita poner estas trampas para justificar su uso de la fuerza militar. Pero ahora que no pudo acabar con lo que empezó, la credibilidad de la maquinaria de guerra de EEUU esta en juego. Esta secuencia de eventos solo pueden envalentonar a otros adversarios a construir armas contra los deseos de Washington.
Los aliados de EEUU, también tienen de que preocuparse. Arabia Saudita e Israel, los pilares del imperialismo estadounidense en el Medio Oriente, contaban con el paraguas militar que señalaba abrir Obama contra Siria. Estos temores son compartidos por los doce países del antiguo bloque soviético que pertenecen a la OTAN pero que están cerca de las fronteras rusas. En el Pacifico, Corea del Sur, Japón y Filipinas deben estar preguntándose que tanto pueden contar con la incondicional protección de EEUU contra la agresión china.
En el 2008, Putin dejo bien claras sus intenciones anti estadounidenses cuando invadió lo que fuera la antigua Georgia Soviética. El mundo vio “tanques rusos entrar en un estado socio de EEUU, derrotando su ejercito y permaneciendo ahí hasta que estuvieran dispuestos a irse.” (Stratfor 10/9/13) En ese entonces, EEUU estaba empantanado en Irak y Afganistán. Pero aun cuando han salido de estos países, estas guerras han tenido un precio para EEUU en el frente nacional.
Masas se Oponen a la Guerra de Obama
Aunque la invasión “shock-and-awe” (conmoción y asombro) de George W. Bush en Afganistán e Irak logro un cierto apoyo popular en EEUU. (Aun con todo y las manifestaciones masivas de oposición), el caso no es el mismo hoy. Los sondeos muestran que casi dos terceras partes de la población estadounidense se oponen al ataque de Obama a Siria. Estudiantes y facultativos del sistema Universitario de la ciudad de Nueva York hacen una campaña para sacar al antes director de la CIA y general de crímenes de guerra David Petraeus de su puesto como profesor honorario. Resistencia masiva popular a los propuestos golpes de guerra en Siria de Obama han crecido en Gran Bretaña, Alemania y el resto de la Unión Europea. En Francia, el apoyo del presidente Francois Hollande a Obama enfrenta diseminadas protestas. Las encuestan muestran que una mayoría de la población se oponen a la política Siria de Hollande.
Obama trato de compartir la responsabilidad por los ataques en Siria pidiendo aprobación del Congreso, argumentando que el Congreso representa la “voluntad de los americanos.” ¡Tonterías! El Senado y la Cámara de Representantes de EEUU rutinariamente endosan políticas que oprimen a la clase trabajadora. Mientras recortan todo lo que parezca servicio social, aprueban presupuestos de guerra de cientos de miles de millones para financiar más de mil bases militares en el mundo. Estos gastos han sido autorizados por cada presidente desde la Segunda Guerra Mundial.
Obama ha tratado de debilitar la oposición de la clase obrera a su plan de guerra con la premisa que las condiciones están “mejorando” en EEUU. Es mas, el desempleo y sub empleo sigue en mas de 20 millones. Uno de cada cinco niños vive en la pobreza. Asesinatos racistas por la policía es común. Y el 95% de la recuperación de la Gran Recesión ha caído en los bolsillos del 10% más rico.
Los liberales que se oponen a las aventuras de guerra de Obama dicen que el acuerdo de Putin puede reditar un “dividendo de paz” para financiar servicios sociales para la clase trabajadora. Pero el capitalismo no funciona así. Los trabajadores solo tienen que ver el dividendo de la guerra de Vietnam o de cualquier otro conflicto desde entonces. Los salarios se han estancado por lo menos unos 50 años. El poder adquisitivo del salario mínimo de hoy es menos de lo que era en la década de los 70. Los patrones siempre buscan el máximo de ganancias y siempre lo harán, mientras exista el capitalismo. ¡Esa es la naturaleza de la bestia!
Obreros Luchan
Ahora, como siempre, la clase trabajadora esta luchando contra este sistema loco por ganancias. Los trabajadores en la industria de comida rápida, entre los peores pagados en el país, han involucrado a miles en huelgas en 60 ciudades exigiendo que su salario mínimo sea duplicado. En México, 80,000 maestros se fueron a la huelga y se manifestaron en ciudades de todo el país. En Francia, 80% de la clase trabajadora se opone a otra reforma de pensión que podría disminuir el estándar de vida aun más. Muchos de ellos luchan en las calles, en manifestaciones masivas.
Manifestaciones, huelgas y protestas masivas son un buen comienzo. Pero no podrán sobreponerse al hecho que los patrones controlan los medios de producción y también tienen el poder estatal a través de sus leyes, cortes, policías y ejercito. El uso de su poder fortalece su sistema y controla la prensa en general. Sus políticos quieren distraer a nuestra clase para que aceptemos reformas sin salida.
Es por eso que el Partido Laboral Progresista esta organizando por una revolución comunista para acabar todo el sistema patronal, sus guerras, desempleo, pobreza, racismo y sexismo. Esto solo lo podemos lograr en una sociedad que elimine a los patrones y las ganancias y que la clase trabajadora tenga el control. Construir un masivo PLP en todas las organizaciones de masas de la clase dominante es nuestra meta. ¡Únetenos!
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Acuerdo Putin-Obama Significa Muerte para Los Trabajadores
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- 20 Septiembre 2013 91 visitas