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Grandes Patrones Estadounidenses Apoyaron el Blitzkrieg y El Holocausto Nazi

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04 Noviembre 2013 108 visitas

Grandes Corporaciones de EEUU ayudaron en la Blitzkrieg (guerra relámpago) Nazi y el holocausto
En un libro corto del 2009 titulado el Nexo Nazi (Nazi Nexus): Las conexiones de las Corporaciones Americanas con el Holocausto de Hitler, del autor Edwin Black, describe como un grupo de patrones de las corporaciones más importantes de EEUU, colaboraron con los planes de Hitler de conquistar Europa y la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial (1936-1945).  Es más, Hitler admitió que sin los camiones de provisiones de la GM, el ejército alemán nunca hubiera podido desatar el blitzrkrieg contra Checoslovaquia, Polonia y otros países de Europa que cayeron bajo la bota de la maquinaria de guerra Nazi.
La lista de Black de dichos patrones incluye a Alfred Sloan de GM, Thomas Watson de IBM, Henry Ford y las fundaciones creadas por Andrew Carnegie, la familia Harriman, John D. Rockefeller, entre otros.  Esta es una lista verídica de los fundadores del capitalismo moderno de EEUU.  En esa época, Sloan y Ford estaban a la cabeza de la industria del auto, Carnagie había creado la U.S. Steel, Rockefeller y su familia no solo dominaban la industria del petróleo sino importantes bancos.  Harriman construyo uno de los más grandes imperios ferroviarios.  La IBM de Watson prácticamente creo la industria moderna de maquinas de oficina.  
Las primeras dos terceras partes del libro de Black se enfoca en el movimiento eugenésico de EEUU a principio del siglo 20.  El holocausto nazi asesino a millones de judíos, romaníes (gitanos) y otros.  No solo la ideología racista nazi apoyo esta “limpieza,” sino que la maquinaria de guerra nazi las uso para construir campos de mano de obra forzada para construir sus armas.  El holocausto tenía otro propósito también: encarcelar y asesinar a comunistas y otros líderes de la clase obrera, querían asegurar que la clase obrera no se revelara ni los derrocara.  Este terror sin atenuantes estaba firmemente basado en el movimiento eugenésico  de EEUU promovido por un sin número de intelectuales y grandes capitalistas que Hitler admiraba.  Ford, Carnegie, Harriman, y Rockefeller eran grandes capitalistas que fundaron y fomentaron este movimiento.
Fue un intento racista para excluir inmigrantes de un número de países o esterilizar o asesinar a aquellos que no se consideraban aptos, como aquellos que eran forzados a cometer crímenes menores para sobrevivir o quienes tenían enfermedades mentales.  El argumento era que a través de bodas y reproducción selectiva – apoyadas en leyes pasadas en muchos estados – una raza superior podría desarrollarse la cual acabaría con los débiles e impotentes del país, y en especial la clase trabajadora negra, latina y judía.  Además, inmigrantes de muchos países fueron etiquetados como inferiores por este movimiento, irlandeses, italianos y trabajadores del este de Europa, entre ellos.   El holocausto de Hitler se basó en el movimiento eugenésico, al cual muchos intelectuales alemanes contribuían y al cual Hitler alabo mucho.  
A principios de su carrera en la década de 1930, Hitler le dio un gran premio a Henry Ford, en especial por sus contribuciones a la denigración de judíos.  Decenas de millones de trabajadores y otros fueron asesinados durante  La Segunda Guerra Mundial.  La construcción del racismo a mediados del siglo 20 contribuyo en gran parte para que los nazis lograran esto a través del movimiento eugenésico en EEUU y Europa – el racismo ayudo a desarmar, dividir y debilitar a la clase trabajadora, en todo el mundo, excepto en la Unión Soviética.   
La última parte del libro describe el apoyo material a la maquinaria de guerra nazi por la GM, a través de su subsidiaria, OPEL.  Cuando la GM fue acusada de ayudar al enemigo, Sloan se defendió diciendo que eran las compañías alemanas las que proveían de camiones a la blitzkrieg, tratando de esconder que la GM era dueña de la OPEL.
El último capítulo de Black nos muestra la historia del desarrollo del sistema de estadísticas de la IBM que los nazis usaron para llevar un conteo de a quien habían asesinado y a quien tenían que asesinar en los campos de concentración de Auschwitz, Treblinka y muchos más.   Ellos admitieron que sin la ayuda de la IBM, no hubieran podido llevar a cabo tan sistemático y monumental plan de horrendos asesinatos.  Black ya antes había escrito un libro más extenso sobre este episodio, titulado IBM y el Holocausto: La Alianza Estratégica Entre Alemania Nazi y la Corporación Americana más Poderosa (2001).
Ninguno de estos capitalistas involucrados en ayudar al enemigo pagó por sus crímenes.  Y sus contrapartes actuales continúan las mismas acciones racistas y fascistas hoy, solo que no apoyan abiertamente la ideología nazi.  Ahora, al igual que entonces, solo la revolución comunista puede darle el poder a la clase trabajadora y acabar con este horror de una vez por todas.