Algo más se esconde detrás del escándalo y amonestación del Gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, sobre los carriles cerrados en el Puente George Washington para crear caos como pago a los políticos que se opusieron a su re-elección.  Ese mas no es lo que se sigue revelando sobre detener los fondos de ayuda para los afectados por Sandy y de otros trucos.  
Los comunistas y otros que luchamos contra el sistema capitalista detrás de Christie y todos los políticos, le debemos a la clase trabajadora algo más que esta respuesta superficial.  Seria fácil para los trabajadores y estudiantes que han estado recibiendo los hachazos presupuestarios de Christie, o su repugnante brutalidad contra quienes seriamente lo desafiaron que simplemente estuviéremos agradecidos de que “lo que se siembra se cosecha” o estar contentos por sus problemas.  
Primero, la prensa, incluyendo los liberales que lo denuncian ahora, ha engrandecido a Christie.  Fue presentado como la voz de la cordura en un partido dirigido por extremistas del Partido del Té.  El Star-Ledger; el periódico demócrata más grande en este estado, lo endoso en la elección del 2013.  Después del huracán Sandy, Christie aparece con Obama durante la limpieza, la televisión nacional le dio a Christie una gran plataforma, y ayudo a promocionar su candidatura presidencial.  
Hasta ahora, esto ha asegurado su reputación como un negociador duro, quien, al final de cuentas, “hace las cosas” trabajando con los demócratas.  Pero, ¿Qué se ha hecho? Los demócratas han aceptado 90% de sus demandas de recortes.  Christie mismo, ha elogiado su capacidad de “acercarse al otro lado,” consiguiendo que los demócratas se unan a sus feroces ataques, del 2010 al 2011, contra los maestros y otros trabajadores no sindicalizados.   
Segundo, aunque parece estar “visible”, Christie no invento la política de represalia o vengativa en Nueva Jersey o cualquier otro lado.  Los maestros en esta política son líderes demócratas como Steve Adubato, Donald Norcross, Steve Sweeney y Sheila Oliver.  Recientemente, estos agentes del poder apuñalaron por la espalda a su propia candidata gubernamental demócrata del 2013, Barbara Buono,  después que se presentara independiente de ellos.  
Claro que Buono no hubiera sido muy buena para la clase trabajadora.  Aunque se presenta como “izquierdista” o “progresista”,  su plataforma tenía muy poco que ofrecer a los trabajadores,  entre sus propuestas, un miserable dólar por hora en aumento al salario minimo.  Bajo el capitalismo cualquier político de NJ elegido tiene que responder a la Prudential Insurance Co. Y otros grandes patrones de Nueva Jersey.
Pero, el verdadero significado no es local.  La sección más poderosa de la clase dominante de EEUU está tratando de asegurar que los candidatos principales en las próximas elecciones trabajen en de forma “bipartita.”  El disfuncional estado del Congreso y la presidencia, lastima su reputación como el “súper-poder mundial” y ellos no pueden seguir con su reparación masiva y mejoramiento de la infraestructura que necesitan para prepararse para la próxima gran guerra.  Sus planes de proyectar poder militar estadounidense para contrarrestar la creciente influencia económica y política de China en el Sur de Asia y el Pacifico, esta varado.  
Lo menos que necesitan es un candidato presidencial importante que no va de acuerdo con el programa, o cuyos trucos sucios van muy lejos.  Un buen golpe a la conocida arrogancia y egotismo de Christie era necesario.  No necesariamente para presionarlo, sino para mantenerlo “dentro de los limites.”  La “disculpa” publica de Christie, es para asegurarle a los gobernantes que, aun a pesar de la histeria de la prensa sobre “Bidgegate,” sigue siendo un jugador de equipo por los intereses de la clase capitalista.  Si le creen o deciden sacarlo de la escena nacional no nos corresponde predecir  
De lo que si deben estar seguros los trabajadores es: El Partido Laboral Progresista no será engañado por políticos “menos malos” o patrones que se presentan como amigos de la clase trabajadora.  La lección de Bridgegate es: los trabajadores tenemos que mantenernos al tanto de la rivalidad imperialista, las preparativos de guerra, el creciente fascismo y el miedo a las rebeliones y revolución que guía los movimientos políticos de los gobernantes.  Solo la revolución comunista puede cambiar esto, no los políticos.