Cuando los policías rabiosos de los patrones asesinaron a Michael Brown y Eric Garner, la causa de la muerte fue el capitalismo.
A Brown, el policía racista Darren Wilson, le disparo seis veces, mientras caminaba en una calle de Ferguson, Missouri.  Después que Garner tratara de evitar una pelea en Staten Island, Nueva York, el policía racista Daniel Pantaleo le aplico una llave de ahorcamiento asesinándolo.  Estos son solo dos de los muchos asesinatos, en el país, de jóvenes negros y latinos de la clase trabajadora.  Estas ejecuciones racistas representan el crecimiento del fascismo, un reflejo de la crisis del capitalismo.  Los patrones se enfocan en jóvenes obreros negros y latinos para aterrorizar y súper explotarlos – y a su vez intensificar la explotación de todos los trabajadores.  
Cuando las masas multirraciales de trabajadores luchan en rebeliones antirracistas y protestan en 90 ciudades, los capitalistas hacen todo lo posible para desviar la culpa lejos del sistema de ganancias.  Los políticos liberales, los editorialistas y académicos enmascaran el problema haciendo un llamado a reformas en la policía.  Pero, aun con cualquier cambio superficial que hagan, los patrones seguirán teniendo el poder estatal.  La policía y las cortes les servirán a ellos.  Un aparato brutal y coercitivo mantendrá el flujo de ganancias.  Con más de dos millones de personas encarceladas, y otros cinco millones a prueba o en libertad condicional, el sistema carcelario de Estados Unidos es “el más grande del mundo” (National Research Council, 2014) El índice de encarcelamiento en EEUU es 50% más alto que en Rusia y seis veces más que en China (International Centre for Prison Studies, 2013).
El racismo son las paredes y pisos de las prisiones en EEUU.  Colectivamente, el 30% de la población En Estados Unidos está compuesta por gente negra y latina, sin embargo son el 70% de la población carcelaria en EEUU – no porque cometen más crímenes, sino porque ellos son “blanco del sistema criminal de justicia de EEUU” (Psychology Today, 2/3/14).
El Racismo Oprime a TODOS los Trabajadores
Los patrones reciben billones de dólares en ganancias manteniendo los salarios y estándar de vida de los trabajadores negros, latinos e inmigrantes especialmente bajo.   Estas diferencias racistas constituyen una “carrera hacia el fondo.”  Los usan como amenaza sobre la cabeza de los trabajadores blancos y así, bajan el estándar de vida de todos los trabajadores mientras aumentan sus ganancias capitalistas.  Un solo ejemplo: mientras despedían a masas de trabajadores blancos del auto los patrones trasladaban sus fábricas a áreas con mano de obra barata en EEUU y América Latina.  
La policía ayuda a los patrones a romper huelgas.  Segregación, terror racista y deportación de trabajadores indocumentados ayudan a perpetuar la mano de obra barata, el desempleo y las escuelas y viviendas en descomposición.   La opresión sexista de las mujeres obreras disminuye aún más los salarios.  Mientras tanto los capitalistas hacen una guerra imperialista por petróleo tras otra, asesinando a millones en el mundo para proteger sus ganancias.  Los capitalistas también necesitan a la policía para aplastar el sentimiento en contra de la guerra y mantener a la clase trabajadora dócil mientras repican tambores de nacionalismo, ideología anti-obrera asesina.  
El Comunismo es la Respuesta
Necesitamos una revolución comunista para destruir el capitalismo y racismo de una vez por todas.  Ninguna clase dominante jamás ha entregado su poder pasivamente.  La violencia sin cesar de los patrones contra la clase trabajadora debe ser enfrentada con violencia revolucionaria.  El poder obrero eliminara a los patrones y las ganancias robadas del valor producido por la clase trabajadora.  Una sociedad comunista será dirigida por y para los trabajadores.  Esta es la meta del Partido Laboral Progresista, y estamos organizando a nuestra clase en más de veinte países.  
Para frustrar la revolución y su deposición del poder, los patrones liberales nos dicen que la solución es emplear a más policías negros y elegir más oficiales negros.  Pero esos policías y oficiales servirán a la misma apestosa clase dominante.  
Veamos que paso en Sudáfrica, en donde los liberales acabaron con el apartheid en los 90s.  Hoy los negros ocupan casi todas las posiciones de gobierno, son voceros de los grandes bancos e industriales.  El desempleo es aún más alto que bajo el apartheid.  La vivienda y la salud están peor.  Los patrones negros ejecutan el sistema de ganancias para proteger su pedazo del pastel.  En el 2012, una fuerza policial  multirracial masacro a muchos mineros negros en huelga.  
Veamos a Israel, en donde los gobernantes fascistas han establecido el apartheid para oprimir a los trabajadores palestinos.  No es una coincidencia que los patrones israelitas entrenaron a la policía de Sudáfrica – junto al capitán de policía negro que salió al frente para calmar las cosas en Ferguson.  El racismo en un fenómeno capitalista internacional.  
Lacayos Negros y el Terror Fascista
Desde Obama hacia abajo, los patrones de EEUU utilizan una constelación de lacayos negros, incluyendo el informante del FBI, Al Sharpton.  Ellos trabajan junto con la Casa Blanca para distraer a las masas;  Jesse Jackson, quien fue abucheado en Ferguson, y el procurador general Eric Holder, quien permitió a los policías racistas asesinos pasearse felices cuando era jefe de la fuerza en Washington, DC (Ver Red Eye, pg. 7).   Mientras tanto, el terror fascista racista sigue aumentando.  
Obama, maestro del engaño, nos dice que la lección más importante en Ferguson es que la policía no debe usar armamento de guerra del pentágono en los barrios de EEUU.  “El presidente Obama ha ordenado una revisión completa de la estrategia gubernamental de proveer a los departamentos de policía con armadura militar, camiones resistentes a minas, silenciadores y rifles automáticos” ” (New York Times, 24/8/14).
Es más, Obama y los capitalistas financieros a quienes representa, no están preocupados de poner en peligro a los trabajadores.   Los equipos de SWAT invaden los hogares de los trabajadores – algunas veces asesinando a inocentes – ¡unas 45,000 veces al año! (Ver, “The War Comes Home,” pg. 8).   Pero como lo demostró Ferguson, el militarismo salvaje de los gobernantes puede hacer que las protestas obreras sean más violentas – una posible amenaza a sus ganancias.  En todo caso, bajar el poder armamentista (por ahora) no cambiara nada.  Como servidores de la clase que tiene el poder, la policía posee licencia para matar.  El policía Wilson baleo a Michael Brown con su arma oficial.  El policía Pantaleo estrangulo a Eric Garner con sus propias manos.
Atrocidades Racistas Estadounidenses: Combustible para Enemigos
Aunque los patrones de EEUU parecen haber pacificado temporalmente a los trabajadores en Missouri y Nueva York, los asesinatos racistas de Michael Brown y Eric Garner aún les preocupa.   Con la intensificación del conflicto global desde Ucrania a Irak y Siria, estas atrocidades entorpecen las preparaciones para las guerras globales de los imperialistas estadounidenses.  Ellos necesitan desesperadamente el apoyo de sus aliados en el extranjero.  Pero mientras que sus enemigos son más osados, a ellos se les dificulta el apoyo.  
En “Ferguson Desde Lejos” (21/8/14), Foreign Affairs, el diario de política más importante del capital financiero en EEUU, señalo: “La flagrante discriminación…minimiza los esfuerzos de EEUU para llegar a las mentes y corazones de la gente en el mundo.”  El diario recuerda como el racismo patrocinado por EEUU en los 60s le dio ventaja a sus rivales imperialistas rusos en África.  Ahora los enemigos de EEUU, Rusia, China e Irán – y hasta los supuestos amigos en Arabia Saudita, Europa y Sudamérica – usan sus medios masivos para recalcar las últimas atrocidades racistas y exponer la hipocresía estadounidense.   Para la mayor parte del mundo, los decapitantes  de ISIS no parecen peores que los policías carniceros de los gobernantes de EEUU.
Construyamos al Partido Laboral Progresista
A veces los capitalistas amordazan a sus policías asesinos en nombre de la reforma.  Pero para poder deshacernos del terror policial, los trabajadores debemos deshacernos de la clase especuladora que lo crea.  Esto solo ocurrirá cuando se construya el Partido Laboral Progresista en un partido revolucionario de la clase trabajadora.  Solo ocurrirá cuando tengamos suficiente fuerza para derrocar al capitalismo y establecer el comunismo: El poder de los trabajadores.  ¡Únete y construye el PLP ahora!