Mientras el ejército de Myanmar continúa su ataque violento genocida- asesinando niños, violando mujeres, quemando aldeas enteras- en contra de la gente de Rohingya, los medios de los patrones de EE.UU. se han enfocado en las diferencias religiosas del pequeño país en Sudeste de Asia. Realmente, las atrocidades masivas y el desplazamiento en Myanmar son productos de la gula capitalista y la rivalidad inter-imperialista. Los patrones de EE.UU., China y locales están compitiendo por control sobre las reservas ricas de petróleo y gas natural en el estado de Rakhine, la casa de los Rohingyas. Incluso más crítico, los patrones de EE.UU. están explotando el apuro de la minoría musulmana de Myanmar en un esfuerzo desesperante a chequear el subimiento de China como poder dominante en Asia- y más allá.
El “Dilema Malaca” de China
El camino ambicioso de China Un Sendero de Una Cadena (OBOR) (también conocido como el Nuevo Sendero de Seda) se fija en controlar Eurasia y África del Este por tierra y mar basado en una cadena de comercio. Este proyecto de un multi-trillon de dólares crearía caminos, puertos, y ferrocarriles por Asia Central y del Sur, agrandando el acceso de China al Medio Oriente y mercados europeos (véase DESAFIO 3/9/16).
Uno de los seis pasillos del OBOR conectaría a China con India vía Myanmar y Bangladesh. Además, Myanmar es “un eslabón vital en la estrategia de China…a evitar su dilema Malaca” (Huffington Post, 9/23).Ahora, 25 porciento del petróleo del mundo – y la mayoría del suministro de energía de China- se transporta por medio del Estrecho de Malaca, un punto de chequeo entre la Península Malay y la Isla Indonesia de Sumatra.
Para reducir su vulnerabilidad, garantizar que las importaciones de petróleo de Arabia Saudita fluyan libremente, y fortalezcan su militar en pie en la región, los patrones chinos establecieron un oleoducto de $10 billones Sino-Myanmar, conectando la bahía de Bengala a la provincia interior de China Yunnan (Strator, 9/14). China también esta construyendo un puerto de agua profundo en Rakhine en Kyaukphyu, que “le dará a china un acceso apreciado al Océano Indico” (New York Times 7/20) y se “espera que contribuya grandes ganancias a los negocios Chinos conglomerados como Citic Group” (Huffington Post, 9/23).
Mientras el presidente de EE.UU. Donald Trump abandona seguir la obertura de Barack Obama en la nueva “democrática” Myanmar, ahora liderada por apologista genocida (y ganador del Premio Nobel de Paz) Aung San Suu Kyi, China esta ejerciendo más poder en su patio trasero:
Por toda Asia Sudeste, China esta energéticamente trayendo las naciones en orbita, seduciendo amigos estadounidenses y aliados con herramientas militares, contratos de infraestructura y atención diplomática…A penas sea completado, ‘Kyaukpyu será una base naval China’ dijo el Sr. Maung Aung Myoe, el analista militar. ‘China desesperadamente necesita acceso en el lado oriental del Océano Indico.’ China ya esta creando puerto en el Océano Indico en Paquistán y Ceylán, y esta buscando aprobación para uno mas en Bangladesh (NYT, 7/20).
Inestabilidad en Rakhine es un problema para los imperialistas chinos” “China tiene un interés en particular en presionar los rebeldes de Arakan a la mesa de paz… manteniendo a RAkhine libre agitación tal vez haya sido un factor en China haber bloqueado las Naciones Unidas de dar una declaración en las alegaciones de las atrocidades cometidas por el ejercito de Myanmar allí.” (NYT, 7/20).
Pero la limpieza étnica de los imperialistas de EE.UU. en Rakhine podría ser un pretexto por una intervención militar potencial en la región. Bajo la cortina de humo de “derechos humanos” EE.UU. espera destabilizar Myanmar e impedir la supremacía regional que se acerca: “Los generales en el Pentágono ven al [pasillo de Myanmar] como una línea de suministración enemiga. Con EE.UU. flexionando su musculo militar en El Mar de China… el poner el estado de Rakhine bajo la protección de la ONU/EE.UU. seria una manera obvia de sabotear este proyecto” (Global Research, 9/15).
Por esto es que la crisis de Rohingya esta recibiendo más atención de los medios del Occidente. Mientras los imperialistas de EE.UU. ignoran la matanza de obreros yemenís por sus aliados bañados en petróleo en Arabia Saudita, lloran lágrimas de cocodrilo por Rohingya. Las guerras criminales de Irak, Afganistán, y Siria nos ensenarían de ser precavidos cuando sea que los patrones asesinos de EE.UU. expresan su preocupación.
Myanmar: Así es Como Se Ve el Capitalismo
Con la tasa de pobreza al 37.5 porciento, Myanmar es uno de los países mas pobres en Asia; en Rakhine, la tasa de pobreza es del 78 porciento (CFR, 9/13). El país tiene la expectativa de vida mas baja de Asia Sudeste y la segunda tasa de mortalidad infantil mas alta (World Bank, 2014).
Para mantener a los obreros de organizarse a derrocar este fallido sistema capitalista, estos patrones los ahogan en religión y nacionalismo. En Myanmar, el budismo representa 87 porciento de la población. Los patrones budistas han perseguido a la gente Rohingya que es mayormente musulmana por siglos. Desde la toma militar de 1962, el gobierno excluyo a los Rohingya de ciudadanía. Necesitan permiso oficial a casarse y tienen acceso limitado a la educación, trabajos, y residencia. En algunas partes del país solo pueden tener dos niños (CFR 9/13). Estas restricciones se parecen a las reglas racistas impuestas por los Nazis en contra de la gente judía en Alemania.
Atentados por la gente Rhingya a combatir han tenido poco éxito, debido a sus números limitados y línea política débil. El Ejercito de Salvación de Arakan Rohingya (ARSA) financiado por los patrones en Arabia Saudita y Pakistán (International Crisis Group 12/15/16), esta impulsado por política nacionalista. Después de los ataques recientes de ARSA a edificios del gobierno, el gobierno despiadado de Myanmar respondo asesinando miles y forzando a casi medio millón (incluyendo 240,000 niños) a dejar el país. Aung San Suu Kyi defiende estas atrocidades bajo la guisa de “seguridad nacional.”
Mientras tanto, su administración reconoció que manejara el re-desarrollo de las aldeas arrasadas, una mina de oro potencial para los capitalistas. El plan del gobierno “probablemente dará preocupaciones para el regreso de 480,000 refugiados, y amontona miedo de limpieza étnica” (Reuters, 9/27).
Larga Lucha Adelante
Hay muchas lecciones de aprender de este desarrollo trágico en Myanmar. Una en particular es el papel de los imperialistas grandes en los asuntos aparentemente “internos”. Cuando sea que los medios de los patrones le ponen mucha atención a los crímenes en contra de los patrones, al ver un poco mas profundo revelara los intereses económicos y políticos de los patrones – que nunca son para servirle a la clase obrera. Solo una revolución comunista liderada por el Partido Laboral Progresista, puede aplastar el sistema de ganancias asesino y acabar con el genocidio racista de una vez por todas. ¡Únetenos!
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Crisis de Rohingya: guerra indirecta EE.UU.-China
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- 29 Septiembre 2017 75 visitas