BROOKLYN, 24 de marzo —“Vengo de Haití, un país que Donald Trump llama ‘shithole’. Lo que él deja fuera ... es que Haití era una isla rica y verde cuando llegó Cristóbal Colón”. Así habló un inmigrante haitiano en una Cena de recaudación de fondos de más de 100 invitados. “Pero después de que los españoles, franceses y los EE. UU. Entraron y salieron, Haití se veía totalmente diferente. Canalizando a Trump, tal vez lo que debería haber dicho es “después de que los imbéciles llegaron y se fueron”, Haití quedó endeudado y se le habían despojado de sus recursos naturales y se había quedado en la miseria. Ningún recurso fue más afectado que su cobertura forestal: 2-4% de Haití es verde hoy; compara eso con sus vecinos más cercanos, la República Dominicana al 28 por ciento y Cuba al 31 por ciento “.
Solidaridad desde 2010
Grupos de la comunidad haitiana y una iglesia local organizaron la cena de recaudación de fondos. Han pasado ocho años desde que el terremoto de 2010 devastó a la clase trabajadora en Haití. Cada año, desde entonces, partimos el pan y hablamos sobre la construcción de la solidaridad entre los trabajadores de Haití y los de los Estados Unidos. Todos los fondos recaudados se destinan a proyectos de reforestación en pequeñas comunidades de Haití.
Atacando con puntería los resultados racistas del imperialismo, éramos un grupo de negros, blancos, latinos, árabes, nacidos en Estados Unidos e inmigrantes de la clase trabajadora que se mezclaban, cantaban canciones inspiradoras en creole, inglés y francés, y se reían juntos, mostrando en palabras y de hecho, cómo la unidad multirracial e internacional puede luchar contra los planes de los patrones para nuestra clase.
Más similar que diferente
Un participante habló sobre la actual guerra en Yemen, respaldada financieramente por miles de millones de dólares estadounidenses en armas y pidió a la audiencia que se oponga a la visita del Príncipe saudita para obtener más dinero para las bombas (ver página 4). Un trabajador árabe habló conmovedoramente sobre la epidemia de cólera, mostrando cómo la gente de Yemen y Haití, dos países en diferentes partes del mundo se unen en su opresión común por el sistema de ganancias, ya sea por los desastres llamados “naturales” o expresamente por la guerra . “Hay más que nos une que nos separa”, dijo, prometiendo una donación adicional para combatir los efectos de la deforestación en Haití.
Este evento tuvo un carácter más político que en el pasado, en parte por la realidad de los acontecimientos mundiales y el racismo en jefe en la Casa Blanca de Estados Unidos, pero también por la influencia de las ideas del PLP dentro de estas organizaciones.
Hemos luchado para que nuestros amigos comprendan por qué los trabajadores haitianos y otros inmigrantes se ven obligados a abandonar sus países de origen en un intento de escapar de la superexplotación del sistema capitalista, ya sea buscando trabajo o escapando de las guerras, mientras los imperialistas luchan entre ellos mismos para dividir el mundo para sus propios intereses de clase.
Claramente somos una clase trabajadora, y no deberíamos ser fieles a nada más que nuestra clase, nuestra bandera y la Parte que la representa.
 ¡Al Primero de Mayo!