Después de un mes de cierre de escuelas debido a Covid-19, la educación capitalista está cada vez más expuesta como un ejercicio de negligencia racista, donde sembrar obediencia y usar calificaciones para clasificar a nuestros hijos en “ganadores y perdedores” son los objetivos, no el aprendizaje.
Los estudiantes, padres y trabajadores de la educación de hoy deben rechazar este régimen de escolarización. Ahora es el momento de proporcionar a los jóvenes de la clase trabajadora una educación emancipadora y con conciencia de clase. Los maestros comunistas en el PLP están luchando para estar a la vanguardia de tal esfuerzo.
En todas las áreas temáticas, luchemos por una comprensión de esta crisis a través de un programa de ciencias, matemáticas, historia y lenguaje más consciente de clase para que nuestros jóvenes y sus familias puedan ver con nuestro ejemplo que solo nosotros, la clase trabajadora, tenemos la clave para un futuro más saludable: el comunismo.
Covid-19 pone al descubierto el racismo de la educación capitalista
La respuesta de los sistemas escolares de los patrones a Covid-19 es un desastre racista cada vez mayor. La segregación y el imperialismo canalizan los peores ataques hacia los miembros más explotados de nuestra clase. Para el 4 de marzo, las escuelas en 188 países estaban cerradas, afectando a 1.500 millones de estudiantes (WaPost 4/6), más del 90% de los estudiantes del mundo.
El tiempo perdido y el aprendizaje que sufren los jóvenes de la clase trabajadora nunca se recuperarán. Al igual que aquellos que murieron en su hogar en Nueva York (NYT 4/10), las pérdidas sufridas por los niños de nuestra clase nunca se contabilizarán por completo. En todo el mundo, muchos de nuestros hermanos y hermanas de clase que son refugiados y desplazados internos (especialmente las adolescentes que asisten a la escuela a tasas más bajas que los niños) nunca volverán a la escuela (UNESCO.org 4/10).
Aun cuando su sistema educativo, al igual que su sistema de atención médica se ha derrumbado, los jefes todavía buscan clasificar a los niños en categorías que moldeen sus vidas. En una encuesta a jefes de educación de 84 países, 22 respondieron que sus sistemas educativos estaban avanzando con exámenes de alto riesgo según lo planeado, mientras que 11 los cancelaron y 23 avanzaron con versiones modificadas / en línea. La clasificación de la población sigue siendo una función esencial de la escolarización capitalista.
Los jefes abandonan a los niños de la clase trabajadora
En el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, las escuelas se cerraron sin que se estableciera ningún tipo de educación a distancia, y el PLP está organizando maestros para servir a la clase trabajadora frente a la negligencia racista de los patrones.
En lugar de descubrir cómo dar a cada estudiante la oportunidad de aprender, la clase dominante en Filadelfia canceló cínicamente el aprendizaje a distancia citando “preocupaciones de equidad” (Philadelphia Tribune, 3/18). Haciéndose pasar por antirracistas, los jefes de las escuelas liberales en Boston y el área de Seattle han tomado decisiones racistas similares (Time, 15/3).
En la ciudad de Nueva York, el epicentro viral del capitalismo estadounidense en decadencia, la clase dominante adoptó un programa de distribución de computadoras portátiles y envío de iPads por correo, pero solo DESPUÉS de dejar las escuelas abiertas tanto tiempo que se desarrollaron puntos críticos virales conocidos en edificios escolares de toda la ciudad ( Gothamist.com 3/29). Un encubrimiento determinado de la propagación de Covid-19 en las escuelas está en marcha. Mientras tanto, el envío de tecnología no ha podido llegar a unos 240.000 estudiantes (conferencia de prensa de DeBlasio, 4/11). Desde el cierre, hemos visto a directores anti-estudiantes presionar a los maestros para que simplemente realicen tareas mientras hacen CERO esfuerzos para ver cómo les va a los estudiantes durante esta crisis. Todos los maestros, especialmente los maestros más nuevos con menos protección laboral deben recurrir a la clase trabajadora al comunicarse con los estudiantes y los padres para asegurarse de que el trabajo escolar no se convierta en una nueva fuente de opresión y estrés.
El sistema fallido de los jefes intenta echarles la culpa a los padres
La mayoría de nuestros estudiantes son jóvenes negros y latinos. Una encuesta generada por los maestros del PLP muestra que sus obligaciones de cuidar a los hermanos menores han crecido, que muchos viven en apartamentos estrechos y se turnan en una sola computadora portátil a través de un servicio de Internet débil sin un buen lugar tranquilo para trabajar. La pérdida de trabajo de un proveedor atormenta a casi la mitad de nuestros estudiantes, mientras que la otra mitad con un padre que todavía trabaja sufre el estrés de ver a su madre o padre salir de casa y exponerse a riesgos diariamente para ganar su salario.
Las tareas relacionadas con lo que sucede a nuestro alrededor y que apuntan a formas en que los estudiantes, padres y maestros pueden luchar juntos a través de esta crisis nos ayudarán a todos.
El compromiso de los estudiantes de secundaria con el aprendizaje a distancia en Nueva York ha disminuido cada semana, lo que refleja el descontento masivo con las lecciones enlatadas que no son relevantes para los problemas urgentes del presente. Para los estudiantes más jóvenes atrapados en casa, la situación no es mejor. Los trabajadores deben rechazar los llamados huecos de “responsabilidad de los padres” para el aprendizaje a distancia que está divorciado de la realidad a medida que millones de trabajos se evaporan y los restantes se convierten en trampas de muerte plagadas de virus.
La clase trabajadora puede educar a nuestros hijos
Los trabajadores de educación con conciencia de clase y los padres deben luchar por la atención de cada mente joven y centrar la investigación juvenil en el uso del lenguaje, la ciencia, la historia y las matemáticas para descubrir la verdad sobre cómo el capitalismo creó la crisis de Covid-19 y cómo recurrirán las clases dominantes para intensificar el fascismo en su respuesta mal formada mientras que nuestros seres queridos se enferman y mueren a nuestro alrededor.
A medida que las clases dominantes discuten sobre qué clase obrera vive y cuáles no, los estudiantes, padres y maestros deben aferrarse al único programa político que hace de la supervivencia de la clase obrera internacional la única prioridad: la revolución comunista. “Medicina roja: atención médica socializada en la Rusia soviética” está disponible en línea y ofrece una idea de los tipos de avances en atención médica y educación que son posibles cuando la clase trabajadora tiene el poder. Vemos que la atención médica y la educación se organizan de forma antisexista, donde el bienestar de cada trabajador y niño es lo primero. Las lecturas de este libro de 1933 y las preguntas de discusión para el aprendizaje a distancia y el uso de grupos de estudio se publicarán en el sitio web del PLP en el próximo período.
Hacemos un llamado a los trabajadores de la educación y a los padres que participan en el trabajo de educar a sus hijos en el hogar para enviar al Desafío todas las lecciones que desarrollen una comprensión materialista de Covid-19. Los medios de comunicación de los patrones apestan al hedor del sistema de ganancias y muchos trabajadores tienen el buen sentido de mantenerlo al alcance de la mano. Sin embargo, nuestra clase no puede quedar a merced de la superstición y los rumores que llenan el vacío en la búsqueda de respuestas.
Todo trabajador con conciencia de clase debe tener conocimiento sobre la atención médica y estar más preocupado que nunca por las ideas que absorben nuestros hijos. Con la cancelación de los exámenes estatales en Nueva York y en otros lugares, los trabajadores de la educación tienen una mayor oportunidad de enseñar lo que realmente importa. La última decisión de Nueva York: dejar las escuelas cerradas hasta el final del año en junio es un desafío y una oportunidad para construir una unidad multirracial con nuestros estudiantes y sus familias sobre la base de la lucha de clases por una educación decente y un futuro comunista.