Los lectores del DESAFIO están conscientes de la insistencia del Partido Laboral Progresista que el centro de la de la lucha en contra al racismo y la lucha por la liberación de la clase obrera. La historia de este énfasis estratégico comunista revela la importancia del internacionalismo proletariado (eso es, la clase obrera) en ambas teoría y práctica.
Aunque el Partido Comunista de los Estados Unidos de América (PCUSA) se le acredita ampliamente (incluso los historiadores anticomunistas) con liderar la lucha en contra del racismo durante los años de la Depresión, durante la mayoría de la última década PCUSA – siguiendo la tradición del Partido Socialista de EE.UU. antes de la guerra – insistió que la opresión negra (en ese entonces llamada “la cuestión negra”) era exclusivamente un hecho económico. Énfasis indebido sobre la violencia, pobreza, y condiciones duras de trabajo desproporcionalmente sufrido por la clase obrera negra, se argumentó, aislaría los obreros blancos. Naturalmente la membrecía negra en PCUSA se mantuvo baja en los 1920s: para 1929, habían menos de 300 miembros negros en una membrecía total de más de 15,000 (Zumoff).
La ley contradictoria de la liberación negra
Fue la intervención del Comintern (la asociación mundial de partidos comunistas formada en 1919 después de la revolución bolchevique) que capacito al PCUSA a poner la lucha del racismo al frente y al centro. En el Sexto Congreso Mundial de 1928 de Comintern, había un debate intenso sobre la raza, clase y nación. (1) ¿Se deberían ver los obreros negros en EE.UU. como “gente” o “raza” o una “nación”? (2) ¿ Las divisiones de clase en la población negra hacían imposible el hablar sobre material de interés comúnmente compartido? (3) ¿El llamado de “determinación propia” de la gente y naciones oprimidas – una proposición clave de los escritos de Lenin y Stalin sobre la “cuestión nacional” – se refería a los obreros negros de EE.UU., y si, como? (4) ¿ Los obreros negros de EE.UU., por virtud de un grado más alto de opresión y explotación, particularmente posicionado para guiar la lucha global en contra del capitalismo?
Notablemente, comunistas negros de la delegación de EE.UU. al Sexto Congreso Mundial estaban – mientras fueron reclutados activamente para hacer un papel prominente en estos debates – ellos mismos divididos en estos temas (Haywood). Fueron mayormente delegados de otros países – especialmente de Japón, Finlandia, y URSS quienes presionaron por la posición que apoyaría la ley de PCUSA durante el periodo por venir (Solomon). Esta ley fue compleja y contradictoria.
Por una parte, acertaba que los negros campesinos, localizados mayormente en el “cinturón negro” del sur rural, constituían una nación oprimida en necesidad de determinación propia, comparable a la gente separada que se habían unido a formar URSS (Unión de Republicas Soviéticas Socialistas) después de la revolución bolchevique. Por otra parte, particularmente en el norte, la ley de Comintern llamaba por una lucha intensificada en contra del racismo en todos los esferos de la vida, expresado en el eslogan, “¡Negros y blancos, Unidos y luchando!”
El nacionalismo negro es una estrategia fallida
Se suponía que el Cinturón Negro – en lograr determinación propia por medio de la revolución “democrática burguesa” que le ayudaría a sobrepasar su desarrollo engendrado desigual capitalista- se unirían entonces a la clase obrera multirracial en el movimiento unificado revolucionario necesario para abolir el capitalismo.
Esta estrategia fue entonces y ahora tema de una critica seria. El llamado por una Republica Negra, mientras pretendía beneficiar la gente de la clase obrera de todas las razas y etnicidades, incluso en el tiempo lleno de nacionalismo y separatismo negro.
La historia después de la Segunda Guerra Mundial de los movimientos de liberación nacional premisa de determinación propia, además, ha mostrado que la teoría de revolución de dos etapas (primero la revolución democrática-burguesa, y después la revolución socialista) solo llevo a decepción y traición, particularmente en esas partes de Asia, África y Latinoamérica donde se acogió mas fervientemente.
El Partido Laboral Progresista acierta que las teorizaciones de principios del siglo veinte de la “cuestión nacional” aunque plausibles en su tiempo, han probado ser obstáculos envés de estímulos para la liberación de la clase obrera. Lo vemos como una falla desarrollada hasta hoy. Por eso es que el PLP lucha por nada menos que la unidad racial y una lucha internacional en contra del capitalismo. Tenemos un enemigo común y un mundo por ganar.
El comunismo combate el racismo
No obstante, en las secuelas de las luchas agudas tomadas en el Sexto Congreso Mundial, el CPUSA grandemente intensifico su compromiso en la lucha en contra del racismo. Enfocándose ambos en la opresión especial de los obreros no blancos y del impacto destructivo y divisivo del racismo sobre toda la clase obrera, CPUSA tomo el liderazgo en crear un movimiento de conciencia de clase multirracial, un legado que vive hasta hoy, especialmente en la base del PLP.
No hubiese habido la campaña de Scottsboro, no organización de aparceros, no sindicatos multirraciales, no protestas de evicciones masivas por todo USA sin los debates tomados en las reuniones del Comintern en el otro lado del mundo (Kelley; Naison). Además, donde el racismo (“chauvinismo blanco”) dentro del Partido mostro su horrible cara, se enfrentó de una, igual que en el así llamado juicio de Yokinen de 1931 (Hudson).
Una de mis patrañas historiografías favoritas anticomunistas es la afirmación de que el Comintern – a menudo igualado con una construcción demonizada designada como “Stalin” – nunca tuvo el interés de los obreros del mundo: que solo busco defender la URSS y sus círculos de patrones. La historia de la lucha sobre la “Cuestión Negra en los Estados Unidos muestra completamente lo opuesto.
De hecho, cualquiera de sus limitaciones nacionalistas vistas retrospectivamente, fueron los comunistas alrededor del mundo con su intervención quienes ayudaron a los comunistas en EE.UU. a reestablecer sus prioridades. Por este gesto de internacionalismo proletario revolucionarios antirracistas continúan endeudados hasta este día.
Obreros negros la clave
El PLP internacional comunista está luchando por la idea de que los patrones y políticos liberales son el peligro principal y el fascismo se está exponiendo mas agudamente ahora en las luchas dentro de la clase patronal de cómo se alinearan a sí mismos o responderán a la realidad del declive del imperialismo en EE.UU.
También luchamos por la idea del liderazgo de los obreros negros es la clase única para la victoria global del comunismo. Únete a la lucha.
Más lectura:
Haywood, Harry. Black Bolshevik: Autobiography of an Afro-American Communist.
Hudson, Hosea. The Narrative of Hosea Hudson: The Life and Times of a Black Radical.
Kelley, Robin D.G. Hammer and Hoe: Alabama Communists during the Depression.
Naison, Mark. Communists in Harlem during the Depression.
Solomon, Mark. The Cry Was Unity: Communists and African Americans, 1917-1936.
Zumoff, Jacob. The Communist International and U.S. Communism, 1919 – 1929.