LOS ÁNGELES, 18 de noviembre—El titular casi lo dice todo. “Se registró en un hospital de UCLA mientras sufría de una enfermedad mental, y un alguacil le disparó nueve veces mientras intentaba usar el baño (LA Taco, 16/11)”.
El 6 de octubre, Nick Burgos, de 38 años, fue baleado por los alguaciles del condado de Los Ángeles mientras estaba hospitalizado en el hospital Harbor UCLA. Ni siquiera dentro de una institución llamada “salud” están los trabajadores a salvo de estos policías asesinos. Una organización de masas de salud, de la que forma parte un PLero, respondió con protestas. Una familia, sobreviviente del terror policial, se unió a las protestas. Su amado Rubén Herrera fue asesinado en el mismo hospital por los mismos alguaciles racistas seis años antes.
Lo que LA Taco no dijo fue que la única forma de vivir en un sistema inhabitable es construir uno nuevo. El propósito del Partido Laborista Progresista es construir un movimiento para la revolución comunista. Entre las opciones de un sistema racista en plena crisis y la ambición de un sistema antirracista construido sobre la base de la necesidad y la colectividad, debemos intensificar el lado que queremos ganar.
Matar a un trabajador con un goteo intravenoso en su brazo
Padecía una enfermedad mental y fue al hospital voluntariamente. De hecho, Nick ya estaba en su tercera semana en el hospital y por eso el personal médico y los alguaciles lo conocían. Se había inquietado por la prohibición de ir al baño. Todavía estaba tirando de su tubo intravenoso con la vía en el brazo cuando el policía cobarde afirmó “miedo” a un “objeto metálico”. Le dispararon 9 veces. Nick no murió de inmediato. Fue sometido a nueve cirugías, con grandes heridas abdominales abiertas y una pierna parcialmente amputada. Después de tres semanas de sufrimiento, sucumbió. Mientras el forense dictaminó que el asesinato fue un homicidio, estos policías asesinos siguen deambulando por nuestras salas médicas.
Mi organización de masas de atención médica respondió rápidamente después de enterarse del tiroteo. La primera protesta que organizamos atrajo a más de 100 trabajadores de la salud y estudiantes. Nos reunimos frente al hospital y pedimos que los alguaciles fueran retirados de inmediato de todos los espacios de atención médica. Celebramos nuestra segunda marcha y protesta el 22 de octubre en el Hospital USC del condado de Los Ángeles, el más grande de los hospitales del condado y hogar de una subestación del sheriff, que atrajo a unos 50 trabajadores de la salud y estudiantes.
Familia dejada en la oscuridad
En este punto, el nombre de Nick no se dio a conocer a la prensa y aún no nos habíamos contactado con la familia. De hecho, la familia de Nick estuvo desinformada durante más de una semana.
En las semanas anteriores, Nick recibió visitas regulares de su madre. Como dijo su hermano Benjamín, durante semanas, mientras Nick luchaba por sobrevivir, el personal médico no le proporcionó la traducción adecuada al español a su madre. Además, como su cuerpo yacía acribillado a balazos y con heridas quirúrgicas abiertas, permaneció esposado a la cama.
¡Su único crimen fue ser un joven latino que sufría de una enfermedad mental y quería ir al baño! Nick Burgos se une a los miles de nuestros hermanos y hermanas robados por este sistema racista podrido y el hecho de que esto sucedió en un hospital de «red de seguridad» es una acusación más de todo este sistema capitalista.
Si este período de casi nueve meses viviendo dentro de esta pandemia ha revelado algo, es que el racismo sistémico es parte integral del capitalismo que no deja a ninguna institución a salvo. De George Floyd y Breonna Taylor, así como la policía ataca a nuestras comunidades negras, latinas, indígenas y de clase trabajadora pobre, también lo hace este virus que nos infecta y nos mata de manera desproporcionada. De hecho, todos los días, millones de nuestros hermanos y hermanas de nuestra clase sufren enfermedades prevenibles causadas por el estrés de vivir bajo el capitalismo. Casi todas las enfermedades crónicas o las principales causas de muerte pueden atribuirse a la desigualdad y el terror que genera la necesidad del capitalismo de dividir a nuestra clase para obtener los máximos beneficios. Las instituciones patronales de salud pública, como Harbor UCLA, están diseñadas para mantener solo la cantidad mínima de salud para que los trabajadores sigan trabajando y sean rentables, e históricamente no han contado con fondos ni recursos suficientes.
Mahajan, jefe de carnicería
Dado que Nick Burgos es el segundo trabajador en ser asesinado a tiros mientras estaba siendo atendido en este hospital en los últimos seis años, el actual director médico, el Dr. Anish Mahajan, ha dejado en claro que tiene la intención de continuar con esta vigilancia fascista y “atención médica” en contraposición a los métodos bien establecidos de personal médico que interviene con pacientes en una crisis de salud mental. Creó un grupo de trabajo que debe “pensar realmente, dentro de los límites de la ley existente que permite a las fuerzas del orden portar armas en el hospital, ¿cómo podemos colaborar mejor con nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley cuando surgen situaciones en las que los pacientes se vuelven violentos?”
Está claro que pretende no cumplir con las demandas de los trabajadores y familias que quieren que estos asesinos salgan de nuestras calles y de nuestros espacios de salud. Continuaremos trabajando dentro de nuestras organizaciones de masas no solo para señalar los límites de la lucha por la reforma, sino también para exponer todo el sistema de salud pública como parte de un aparato estatal más grande que sirve a las necesidades del capitalismo. Ya hemos comenzado a tener estas conversaciones y dos amigos se han estado reuniendo regularmente en un grupo de estudio del Partido durante más de seis meses y también se han unido a las protestas que hemos estado teniendo con familias como Alex Flores, quien fue asesinado por LAPD el año pasado.
¿Qué conecta a Nick y Alex?
Hace un par de días, la cuñada de Nick encontró la página de redes sociales de Alex Flores y nos envió un mensaje. (Los lectores de CHALLENGE pueden recordar que Alex Flores fue asesinado por LAPD hace casi 1 año el 19 de noviembre de 2019). ¡Bien, nos informaron que Alex y Nick crecieron juntos y eran muy buenos amigos!
Esto es más que una historia de “pequeño mundo”. ¡Es un caso y un punto de cuán extendido está el terror policial racista! De hecho, hay innumerables historias que hemos escuchado de familias que describen a otros miembros de la familia asesinados o brutalizados por la policía. También refleja cómo el racismo es el talón de Aquiles del capitalismo. Como dice el refrán comunista y antifascista: “¡Nos mataron y mataron hasta que fuimos millones!”
Conecta los puntos, dibuja un espíritu de lucha
Ya estamos en el proceso de conectar a las dos familias y mientras conmemoramos el “Ángel-versario” de Alex Flores esta semana. Continuaremos esta lucha, dentro de nuestras organizaciones de masas, en el trabajo, con las muchas familias que estamos reuniendo, y expandiremos esta lucha contra los policías asesinos racistas y todo el sistema capitalista en el que sirven. Ayúdanos a intensificar este lado compartiendo esta lucha con tus seres queridos.