"Las burguesías de todos los países encubren sus metas depredadoras con la ideología “nacional”, creando, inevitablemente…sentimientos revolucionarios en las masas. Nuestro deber es, hacer consientes estos sentimientos."
--Vladimir Lenin, “Convertir la Guerra Imperialista en Guerra Civil” (1915)
La concentración de tropas rusas en la frontera de Ucrania, es otro paso hacia la tercera guerra mundial. A pesar de la video conferencia entre Joe Biden y Vladimir Putin, “esforzándose por atenuar una crisis militar” (New York Times, 7/12), EE.UU. y Rusia siguen camino al enfrentamiento. Detrás de ellos, los políticos que representa los intereses de la clase gobernante y los grandes bancos y corporaciones. Debido a que los mercados por controlar son limitados, recursos limitados y menos trabajadores que explotar, las pandillas capitalistas estadounidenses y rusas constantemente mantienen una competencia letal.
EE.UU. ha dado las ordenes en el viejo mundo liberal por 75 años, pero, con una China que surge y una Rusia que resurge, y EE.UU. debilitado por la profunda división dentro de sus filas, sus días de supremacía podrían estar numerados. Como sucedió antes de la primera guerra mundial, la decadencia de un orden establecido crea volatilidad extrema. El capital financiero, el ala dominante dentro de la patronal estadounidense, tiene menos control sobre los eventos mundiales. Cualquier pequeña confrontación podría ser la chispa para un conflicto sangriento y una guerra nuclear.
Solo una revolución comunista puede frenar estas devastadoras rivalidades imperialistas; acabando con el nacionalismo y remplazándolo con el internacionalismo obrero. Solo una sociedad comunista, donde el dinero y la ganancia sean abolidas y la producción sea generada para llenar las necesidades de los trabajadores, solo esa sociedad puede satisfacer los intereses de nuestra clase.
Rusia Contraataca
La concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania podría ser una advertencia para frenar la adherencia de Ucrania y Georgia a la alianza militar de la OTAN, liderada por EE.UU. Rusia también responde a los “planes de algunos miembros de la OTAN de crear centros de entrenamiento militar en Ucrania” (AP 24/11) y ejercicios militares estadounidenses unas 12 millas de la frontera rusa (The Sun, 26/11). Ucrania es un corredor critico de exportación hacia Europa para el petróleo y gas, la principal fuente de riqueza de los capitalistas rusos.
A principios de la década de 1990, después del colapso de la antigua Unión Soviética y de un corto periodo de cooperación, los gobernantes estadounidenses adoptaron una política de “contención” para rodear Rusia y evitar que resurja como súper poder global. EE.UU. presiono a la OTAN a absorber los antiguos estados del Pacto de Varsovia; Polonia y Hungría, y, en 2004, la antigua Republica Soviética de Letonia, Lituania, y Estonia. Estratégicamente ubicando a Ucrania como el eje de la estrategia estadounidense.
Pero, los gobernantes rusos contraatacaron. Junto a una serie de victorias militares, desde Georgia y Siria a la toma de Crimea de Ucrania en 2014, Rusia ha cortejado agresivamente a Irán y Venezuela, antagonistas de EE.UU. Ha construido el masivo gaseoducto Nord Stream 2, para exportar su petróleo y gas a Europa a través del Mar Báltico, evitando Ucrania – ¡que gran contención! Sin embargo, los patrones estadounidenses continúan apoyando a la clase nacionalista gobernante de Ucrania, enviando $2.5 mil millones en ayuda militar desde 2014, cuando el gobierno de Ucrania estaba lleno de ministros del partido abiertamente Nazi Svoboda (Reuters, 18/3/14). Junto a una docena de otras naciones de la OTAN, EE.UU. tiene un significante numero de consejeros militares en Ucrania.
Conforme Rusia amenaza con una invasión, la limitada respuesta estadounidense – posibles sanciones económicas – demuestra su posición cada vez mas debilitada. Claro, decenas de miles de vidas ya han perecido en la guerra con los separatistas, apoyados por Rusia, en el este de Ucrania. Conforme este conflicto se extienda, la clase trabajadora estará luchando y muriendo por las ganancias de los patrones.
Nacionalismo: callejón sin salida para los trabajadores
En una tercera parte del mundo los trabajadores fueron liberados de la explotación capitalista después de las grandes revoluciones comunistas en Rusia y China. Por un tiempo el viejo movimiento comunista promovió el internacionalismo proletario. Pero, debido a las concesiones a las podridas ideas del sistema capitalista como; mejores salarios para los “expertos” y un énfasis a la producción sobre la política, dejaron a la clase trabajadora internacional abierta a la ideología nacionalista. El nacionalismo es una herramienta esencial para los gobernantes, para convencer a los trabajadores a dejarse sacrificar en las guerras imperialistas por “su patria”. Los patrones del mundo, una minoría pequeña de la población, deben confiar que la clase trabajadora gane sus batallas por ellos. Siguiendo el ejemplo de los soldados rusos durante la primera guerra mundial, la consciencia internacionalista de clase puede liderar a los soldados y marinos de la clase trabajadora a voltear las armas – ¡y disparar a los guerreristas de la clase dominante!
Desde que termino la Guerra Fría y se desmantelo la Unión Soviética, la amenaza de una alianza imperialista entre Rusia y China ha petrificado a la clase gobernante estadounidense. Los patrones estadounidenses tendrían una desventaja numérica en tropas, tanques, y buques de guerra, además de las armas nucleares (Sun, 26/11). En la ultima década, los gobernantes capitalistas chinos han visto las crecientes tensiones entre EE.UU. y Rusia como una oportunidad para forjar un acercamiento con los patrones rusos. El mes pasado tuvieron ejercicios conjuntos navales y aéreos, incluyendo “peleas de bombarderos en zonas de espacio aéreo japonés y surcoreano”, llevando a “un nuevo pacto para profundizar los lazos de defensa” (Al Jazeera, 25/11). Rusia es el exportador numero dos de petróleo a China, después de Arabia Saudita, mientras que China ha sido un inversor principal en los proyectos de gas natural ruso en Siberia (Al Jazeera, 25/11).
“Democracia” estadounidense, un fraude
El 9 de diciembre, Joe Biden auspicio una “Cumbre por la Democracia” virtual para tratar de movilizar a sus aliados contra las llamadas “autocracias” (o dictaduras) en Rusia y China. En realidad, todas las “democracias” capitalistas son dictaduras de los patrones capitalistas, quienes se pelearán entre si para conseguir el máximo de ganancias. Como reconoció el Concilio en Relaciones Exteriores, principal instituto de investigación y estrategia de los patrones; las clases gobernantes capitalistas “tienen poca opción para competir por el poder en lo que es un juego estrictamente competitivo” (Foreign Affairs, noviembre-diciembre 2021).
Si el pasado es una muestra, la clase dominante estadounidense desencadenara un frenesí mediático de nacionalismo y patriotismo (y probablemente una provocación como la del 11/9) para ganar a los trabajadores a morir por JPMorgan Chase y ExxonMobil. Pero, los patrones estadounidenses tienen una ardua batalla para lograr su visión de la unidad de todas las clases. Su feroz división entre los patrones demócratas liberales racistas y los racistas de alcantarilla republicanos también ha dividido a los trabajadores. Para los gobernantes estadounidenses seria difícil prevalecer sobre los mas disciplinados gobernantes rusos y chinos sin unas fuerzas armadas unidas, multirraciales y la aceptación masiva al reclutamiento forzado.
¡La única solución; la revolución comunista!
La implosión de regreso al capitalismo de la Unión Soviética y China, fue el resultado directo del veneno del nacionalismo. Solo con el internacionalismo – acabando con todas las fronteras, patriotismo, racismo y sexismo – pueden los trabajadores ser realmente libres. El Partido Laboral Progresista necesita luchar con mas ahínco y creatividad para ganar las masas de trabajadores a nuestras ideas sobre la rivalidad inter-imperialista y la inevitabilidad de la guerra bajo el capitalismo – debemos hacerlo en las organizaciones de masas, el trabajo, con nuestros vecinos, y especialmente en el ejercito. Mientras que la clase gobernante se prepara para la tercera guerra mundial, nosotros debemos organizar para convertir sus guerras imperialistas en guerras por nuestra liberación comunista del salvajismo capitalista. ¡Únetenos!
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EDITORIAL: Ucrania: ¿Punto álgido de la guerra interimperialista?
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- 26 Diciembre 2021 169 visitas