Washington, D.C., 15 de marzo—El personal y los médicos de Unity Health Clinic encabezaron la consigna “Unidos por nuestros pacientes” en una manifestación en el ayuntamiento del centro de Washington, D.C. Estos trabajadores de la salud exigieron más personal y una programación realista de los pacientes. Casi el 40 % de sus trabajadores han renunciado en los últimos años debido a las condiciones laborales pésimas e insostenibles. Hace un año, se unieron al Sindicato de Médicos y Dentistas Estadounidenses y salieron a la calle para exigir un cambio en la programación irreal de los pacientes, que continúa hasta el día de hoy. Unity Health se fundó para atender a trabajadores sin hogar y previamente encarcelados, brindándoles servicios que van más allá de la atención médica. La falta de personal es un ataque racista contra los trabajadores, principalmente negros y latinos, que dependen de las clínicas para su atención médica. Un médico que había protestado contra condiciones laborales pésimas similares años antes se unió a la manifestación, compartiendo el análisis comunista de DESAFIO y del Partido Laboral Progresista.
Los asistentes médicos (PA) y los médicos nos comentaron que sus pacientes hablan principalmente español y que, si bien muchos proveedores son bilingües, algunos no lo son. La pobreza, el temor a la inmigración y los problemas médicos complejos, así como la barrera del idioma, impulsan los desafíos que enfrentan estos pacientes. Los médicos tienen agendados 24 pacientes al día y los asistentes médicos 20, lo que imposibilita el manejo adecuado de estos problemas de salud. “Es agotador para mí hablar español todo el día y gestionar asuntos médicos y sociales”, dijo uno de los nuevos PA. Otro médico que no es bilingüe dijo: “Utilizo traducción telefónica, pero consume mucho tiempo, a veces falla, y sé que no puedo atender bien a mis pacientes”. Además de la falta de personal y la sobrecarga de trabajo, la continuidad de la atención también es deficiente, lo que significa que los pacientes no pueden ver al mismo PA o médico en cada visita sin esperar meses por una cita.
Hablamos sobre la atención médica capitalista, los abogados antisindicales que la ciudad preferiría pagar en lugar de a los trabajadores de la salud, y la necesidad de un sistema totalmente nuevo que sirva a los intereses de los trabajadores, no a las ganancias. Compartir el DESAFÍO con varios proveedores profundizó la discusión sobre la necesidad de un cambio revolucionario en este momento crítico. Como reflejo de la creciente lucha que nos rodea, otra trabajadora de la salud, que acababa de verse obligada a regresar de Malawi cuando Trump abolió la USAID, ¡descubrió al día siguiente que la habían despedido! Unity Health es una clínica financiada con fondos federales, muchas de las cuales enfrentan desafíos por la congelación de fondos de Trump y los recortes a Medicaid y Medicare. Además, el presupuesto municipal de Washington, D.C. está siendo tomado como rehén por el Congreso, con mil millones de dólares en recortes de gastos a servicios municipales, incluyendo clínicas comunitarias (Washington Post, 04/07). Estos son ataques racistas y sexistas flagrantes contra los trabajadores que necesitan estos programas para sobrevivir. Solo la destrucción total y absoluta del atroz sistema capitalista servirá. El capitalismo impulsa recortes fascistas en programas que sirven a los trabajadores de todo el mundo. ¡El comunismo, a través de la colectividad y la empatía, satisfará las necesidades de los trabajadores del mundo!