Dhaka, Bangladesh, 6 de abril — Decenas de miles de trabajadores y agricultores han estado librando una lucha por  seis años para detener exploracion de una de las mayores minas de carbón del mundo a cielo abierto – financiada por EE.UU. y los imperialistas británicos - que desalojaría a 50.000 habitantes de 23 grupos indígenas y que directamente afectaría a la agricultura y el acceso de agua para un cuarto de millón de habitantes.
El 28 de febrero, más de 2000 manifestantes bloquearon vías férreas y carreteras, interrumpiendo el tráfico en todo el país, exigiendo al gobierno detener el proyecto carbonífero Phulbari y la expulsión de sus patrocinadores británicos y norteamericanos: Recursos Carboníferos Globales (GCM) Un cable diplomático, con fecha de julio 2009  publicado por Wikileaks, informó que el embajador de EE.UU. en Bangladesh, James Moriarity, instó al gobierno a autorizar el proyecto como “el mejor camino a seguir”, enfatizando que el 60% las inversiones corporativas de GCM son de EE.UU. otro cable en diciembre 2010, de nuevo instó al gobierno a impulsar el proyecto.
Además de forzar el desalojo de 50.000 habitantes de la región, un Comité de Expertos gubernamental en 2006 concluyó que 130.000 habitantes se verían directamente afectados y 220.000 sufrirían una reducción de agua potable. Además, reduciría el riego para la agricultura. La minera descubrió metales pesados tóxicos (mercurio y sulfuros) que pueden contaminar el suelo, el agua y el aire.
El ochenta por ciento de la superficie afectada por el proyecto son tierras de cultivo. Y debido a su altitud, es una de las pocas regiones en Bangladesh a salvo de inundaciones. Su destrucción podría empeorar el hambre en un país donde la mitad de la población no tiene alimentos suficientes. La vida útil de la mina sería de 36 años extrayendo 16 millones de toneladas de carbón al año, dos tercios de los cuales se exportarían y “sus beneficios irían a los bolsillos de unos pocos gerentes y banqueros. Mientras localmente se empobrecerían miles” (Joanna Levitt, director ejecutivo del Proyecto de Responsabilidad Internacional; página web Truthout, 4 / 8)
Cuando inicialmente decenas de miles de personas protestaron el 26 de agosto de 2006, los paramilitares respaldados por el gobierno dispararon indiscriminadamente contra la multitud, matando a tres e hiriendo a más de 200, lo que provocó una huelga general de cuatro días, obligando al gobierno a un acuerdo para expulsar a GCM y la prohibición del proyecto minero. La empresa suspendió sus operaciones y su personal con escolta policial huyó tras el incendio de sus oficinas.
Dos meses más tarde, “A pesar de la violencia e intimidación para silenciar a los opositores, unos 100.000 manifestantes se congregaron en un mitin” después de marchar 250 kilómetros durante una semana, de Dacca la capital hacia Phulbari. “La fuente de la violencia en esta campaña de seis años es el tristemente célebre Batallón de Acción Rápida (RAB) verdaderos escuadrones de la muerte del gobierno, entrenados por el Reino Unido en” técnicas de investigación “- tortura en lenguaje común.
El cacaraqueo  que “Occidente” defiende “la democracia” en Oriente Medio, terminan cuando sus ganancias están en juego. Su “democracia” no es otra cosa que explotación imperialista, es lo que intentan imponer a los trabajadores, campesinos e indígenas de Bangladesh. Debemos apoyar a estos trabajadores y campesinos en lucha, de cualquier forma que podamos. Protestando en las embajadas de los distintos gobiernos. Dejándole saber a los manifestantes en Bangladesh que nos solidarizamos con ellos. Su lucha es un ejemplo más de por qué una sociedad comunista controlada y dirigida por los trabajadores, es la única solución a los horrores del sistema capitalista de ganancias.