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Cuomo, sirviente de patrones liberales imperialistas
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- 17 Abril 2020 97 visitas
El gobernador del Estado de Nueva York Andrew Cuomo ha emergido como un portavoz nacional por su respuesta racional a la pandemia del Covid-19. Pero los hechos importan más que el comportamiento. Como gobernador, retorció el sistema de salud y retraso su respuesta a la pandemia. Su liderazgo ha llevado a más muertes en Nueva York que en cualquier otro estado. Esto era prevenible y previsto.
Pero los capitalistas financieros de Wall Street, las corporaciones imperialistas que tienen un imperio mundial para defender, no les importa la vida de los obreros. Les importa construir una unidad patriótica de clase para confrontar a China y sus otros rivales. Cuomo, y los políticos como el, están creando una unidad nacionalista liberal, que le servirá al ala imperialista de la clase patronal en las guerras por venir. Cuando tiene que ver en defender su imperio los grandes patrones fascistas liberales no confían en un Trump caótico y auto-servicial. Ellos prefieren a alguien como Cuomo. La popularidad nacional creciente de Cuomo es un vistazo de como el ala principal del capital financiero de los patrones se posesionara después del desastre de Trump para recuperar el control del estado e imponer fascismo y guerra a la clase obrera.
Pero políticos mentirosos que promueven el fascismo liberal no son la solución. Son los obreros de la salud, transito, Amazon, de servicio, de a domicilio, y muchos otros obreros que han dado todo durante esta crisis. Necesitamos un sistema donde los obreros controlen la sociedad, no las ganancias capitalistas pero para las necesidades de la clase obrera mundial. Eso es el comunismo. Eso significa una revolución donde los billonarios y sus políticos títeres como Cuomo están afuera y la clase obrera controla el mundo.
Respuesta a la pandemia: racista y tardía
Una mujer el primero de marzo fue la primera en la Ciudad de Nueva York de tener un resultado positivo del Covid-19, había recientemente llegado de Irán. El próximo día Cuomo prometio rastrear a todos del vuelo de esa mujer. No sucedió. El próximo día un abogado suburbano que trabajaba en Manhattan tuvo un resultado positivo. Oficiales estatales se enfocaron en los esfuerzos en los suburbios, no en la Ciudad de Nueva York. Eso no fue solamente tonto, como el mismo Cuomo le gusta mostrarse a sí mismo; fue racistas. El enfoque fue mayormente en el enclave blanco, no en una ciudad mayormente negra y latina.
“Dr. Frieden [ex jefe de los Centros de Control de Enfermedades y Prevención] dijo que si el estado y la ciudad hubiesen adoptado medidas extensas de distancia social una o dos semanas antes, incluyendo el cierre de escuelas, tiendas y restaurantes, entonces la cuota de muertes del brote se podría haber reducido por un 50 o 80 porciento” (New York Times, 8/4).
Ordenes de quedarse en casa también llegaron tarde en el Estado de Nueva York. Los dueños de Cuomo son los de bienes raíces y billonarios de construcción e incluso declaro los obreros de construcción “esenciales” hasta que fue forzado a retroceder. El 19 de marzo, Gavin Newsome emitió una orden estatal de quedarse en casa, aunque California solo tenía una fracción pequeña de los casos confirmados en Nueva York.
Cuomo dijo, “estamos combatiendo el virus y estamos combatiendo el miedo y pánico. El miedo y el pánico es, si acaso, peor que el virus” (The Today Show 19/3). Tal vez estaba hablando del miedo y pánico de sus amigos en construcción que estaban aterrorizados de perder ganancias.
Después de descartar el llamado del Alcalde Bill De Blasio de quedarse en casa para la Ciudad de Nueva York, Cuomo ordeno un cierre estatal la noche del 22 de marzo. En un momento donde el número de casos de Covid-19 se estaba doblando cada dos días o más, un retraso de tres o seis días se traduce a miles de muertes innecesarias por el beneficio de las ganancias capitalistas.
Pre-pandemia: cortes racistas
En enero 2011 Cuomo empezó como gobernante haciendo recortes racistas a Medicaid y ayuda escolar y uso sus habilidades políticas para proteger la riqueza de sus donadores billonarios. Durante los últimos 20 años el Estado de Nueva York ha perdido 20,000 camas de hospitales. Cuomo fue gobernador casi la mitad del tiempo. El personalmente ayudo a negociar el cierre de Long Island College Hospital en Brooklyn y su venta a un desarrollador de bienes raíces. También se quedó con el dinero que la corte ordeno para escuelas de barrios pobres de la ciudad que era para reversar algo de la desigualdad racista en financiamiento escolar en el estado. También recorto financiamiento a localidades forzando recortes en el cuidado de salud, vivienda y educación (Gotham Gazette, 1/16).
Mientras tanto, Cuomo elimino un impuesto a bancos, recorto impuestos a yates, jets privados y mansiones y paro un impuesto propuesta a apartamentos no primarios (public-accountability.org, 12-4-2019). Ahora Nueva York encara un colapso totalmente racista de su sistema de cuidado de salud. Los hospitales están dándole la vuelta a obreros desesperadamente enfermos, muchos muriendo en sus casas, y cientos están siendo enterrados “sin ser reclamados” en fosas comunes en el campo de Potter. Es un asesinato criminal, racista.
Más ataques racistas a los obreros
Durante la crisis, propuso recortes a Medicaid. Los criticaron, ya que esto le costaría $6.7 billones en ayuda federal al estado. No desistio. Solo retraso recortes de $2.5 billones, incluyendo $400 millones a hospitales. Y convenientemente olvido una reforma de arriendos, por la cual muchos obreros lucharon.
Pero si recordó deshacer aspectos de una reforma que paso recientemente de fianza. Esto le hubiera “permitido a la gente acusada de crimines a mantener sus trabajos… en vez de sufrir en la cárcel…el lugar mas peligroso de Estados Unidos cuando tiene que ver con el coronavirus. El miércoles… casi 180 personas encarceladas en Rikers y 141 personal de corrección estaban infectadas con el coronavirus”(Slate , 4/1). La propuesta de Cuomo le permitiría a los jueces de revocar fianza incluso por un delito menor. Los líderes policías estaban felices. Era probable que la encarcelación aumentaría, añadiendo a la población de las cárceles y aumentando la propagación de Covid-19.
Exención tributaria para los capitalistas
Pero los ataques racistas hacia la clase obrera solo son la mitad de la historia. Pero hay regalos masivos para los amigos billonarios de Cuomo. Uno de estos amigos es James Dolan, propietario de Madison Square Garden y un gran donante de Cuomo. Madison Square Garden no ha pagado impuestos en 37 años. Cuomo ha bloqueado todos los intentos para parar estos regalos (gothamist.com, 1-22). “Nueva York le da a corporaciones más en exención tributaria que cualquier otro estado” dice el titular de (Gothamist, 4/10/2017). La última escama fue la exención de impuestos para Amazon y el propietario billonario Jeff Bezos. Se prometieron más trabajos, pero las investigaciones dicen que eso es falso. Corporaciones cosechan billones, pagan los contribuyentes, y no se crean trabajos de mas (NY Post, 1/8). Así es como funciona el capitalismo. El gobierno le sirve a la clase capitalista y engaña a la clase obrera con políticos mentirosos o ataques a la clase obrera con policías racistas. No es un accidente que de los billonarios de Nueva York que fueron parte de la lista de los principales 400 de Forbes más de la mitad son donantes de las campañas de Cuomo (public-accountability.org, 12/4/2019).
Así es con los capitalistas en Estados Unidos. Si queremos un mundo mejor, no dependamos de políticos. Únete al Partido Laboral Progresista y lucha por un mundo comunista igualitario controlado por y para la clase obrera.
Las condiciones racistas de tránsito
En este momento de la pandemia de Covid-19, quiero describir lo que los encargados de mantenimiento de la MTA de Nueva York enfrentan en nuestro lugar de trabajo. En nuestra sección, hay más de 200 trabajadores. La mayoría son inmigrantes negros del Caribe, y algunos otros inmigrantes de Europa del Este.
En medio de esta pandemia en la que se recomienda el distanciamiento social, los jefes del superintendente continuaron convocando reuniones diariamente, que atiborraron a más de 200 personas en una sala. Hace dos meses, un trabajador comenzó a toser y lo llamaron a la oficina del supervisor que lo envió a un centro médico para someterse a pruebas. Después de un período de 10 días, supimos que nuestro compañero de trabajo fue diagnosticado positivo con coronavirus. Otros dos trabajadores que se sintieron enfermos en la tienda también dieron positivo más tarde. Irónicamente, uno de los supervisores que entró en contacto en la oficina con el primer trabajador también contrajo el virus.
Desde entonces, nuestro equipo de trabajadores de mantenimiento básicamente ha estado solo. Nunca vemos a ningún delegado sindical en el lugar de trabajo. Muchos supervisores ni siquiera aparecen. Posteriormente, muchos otros trabajadores en nuestra tienda se han enfermado y confirmado que están infectados con el virus. Un trabajador me dijo que era positivo y que ya le había transmitido el virus a su esposa e hija. La noticia más triste y difícil para mí fue saber que uno de los miembros de nuestro equipo murió a causa de Covid-19. Era un tipo muy bueno y siempre nos habíamos cuidado cuando trabajábamos juntos en la pista. Después de eso, realmente no sabemos cuántos de nosotros nos hemos enfermado y quién no lo hará. Muchos de nosotros sentimos que nuestra tienda es una trampa mortal.
Nosotros en la MTA enfrentamos condiciones que amenazan la vida. En el Ferrocarril de Long Island (LIRR), un trabajador fue positivo y cerró todo el taller para asegurarse de que todos los demás estuvieran bien antes de que fuera seguro regresar. Debido al racismo, recibimos un trato inferior a nuestros hermanos y hermanas en el LIRR. Se ha vuelto más claro que el liderazgo sindical de la MTA no nos protegerá.
Los trabajadores de la MTA deben comenzar a organizarse juntos para luchar ahora. Finalmente, necesitaremos deshacernos de todo este sistema racista de ganancias si queremos un mundo que sea seguro para nosotros y nuestras familias.
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Cuidado con el lobo capitalista con piel de cordero
Durante la pandemia de Covid 19, la mayoría de nuestros estudiantes que trabajaron perdieron sus empleos, llega la noticia de que la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) abordará el tema de la “inseguridad alimentaria” para los aproximadamente 1500 estudiantes de colegios comunitarios que necesitan ayuda. Pero cuando los jefes de CUNY y el estado parecen ayudar, ten cuidado, porque seguramente decepcionará. Los líderes liberales del Ayuntamiento intentaron parecer héroes al otorgar $ 400 millones para expandir los servicios de despensa de alimentos de CUNY a los estudiantes que enfrentan necesidades financieras.
Sin embargo, una mirada más cercana a los criterios de elegibilidad reveló que los estudiantes sin un requisito satisfactorio de GPA, que tienen menos de 9 créditos o que están en programas de posgrado no califican para la despensa de alimentos. En 2019, la GAO (Oficina de Responsabilidad del Gobierno) publicó un informe sobre la inseguridad alimentaria en los EE. UU. Según el informe, “millones de estudiantes universitarios pueden pasar hambre. Sabiendo esto, puede agregar la despensa de comida simulada CUNY a la larga lista de ataques contra estudiantes
Otro ejemplo evidente de esto fue cuando, el Gobernador Cuomo ofreció el Programa Excelsior en 2017, prometiendo que habría “matrícula gratuita”, pero pronto se hizo evidente que la gran mayoría de nuestros estudiantes no eran elegibles a pesar de demostrar una necesidad financiera significativa.
Esto muestra que cuando los jefes ofrecen cualquier tipo de asistencia, siempre tienen condiciones racistas y fascistas. Entonces, aunque CUNY decidirá “quién califica” para comer, debemos hacer lo mejor y lo mejor que podamos en estas circunstancias.
Este semestre, nuestro club de estudiantes planeaba mostrar el documental Hungry to Learn en nuestros campus. Estábamos haciendo planes para unirnos con otros campus para luchar contra diferentes campañas.
Los estudiantes y profesores universitarios del PLP continúan comunicándose con nuestros amigos para discutir las ideas en Challenge. Hemos estado haciendo todo, desde hacer nuestras propias máscaras el uno para el otro hasta unirnos al movimiento Free CUNY y ser voluntarios para ayudar donde podamos, pero lo más importante es compartir en este momento crucial, que si no matamos al capitalismo este nos continuará matándonos.
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Envía una caja de provisiones comunista
Muchos trabajadores en los EE. UU. y otros países se ven obligados a volver a trabajar en medio de una pandemia, por lo que el todopoderoso motor de la economía capitalista pueda seguir funcionando. La mayoría de las veces, nos vemos obligados a volver a los trabajos de servicio, a menudo superpoblados, con poco o ningún equipo de protección para mantenernos mínimamente seguros de un virus contagioso y mortal.
Son abrumadoramente los trabajadores de servicios de bajos ingresos, especialmente los trabajadores negros y latinos, quienes están siendo arrojados a estas condiciones de trabajo racistas y potencialmente fatales. Trabajadores de supermercados, minoristas y trabajadores de servicios de alimentos, trabajadores de tránsito y de atención médica, muchas veces no trabajan sin máscaras ni guantes y se acercan a cientos, si no miles de otros trabajadores en cada turno.
Muchos trabajadores se han negado a dejar que los patrones pongan en peligro sus vidas, y han organizado audaces huelgas; lecciones de las que todos debemos tratar de aprender y construir. En nuestra propia forma modesta, los camaradas en el PLP han estado encontrando formas de difundir nuestras ideas comunistas revolucionarias a nuestros pares de la clase trabajadora mientras mostramos solidaridad inmediata.
Por ejemplo, otros trabajadores han donado máscaras y guantes a nuestro colectivo, que a su vez hemos utilizado para crear “paquetes de atención comunista” para otros trabajadores. Ponemos los guantes en bolsas Ziploc (las máscaras están preempaquetadas) y grapamos volantes del Partido personalizados y DESAFÍO en el empaque. Esperamos ofrecer asistencia material básica a los trabajadores en la primera línea mientras ofrecemos simultáneamente el tipo de ideas políticas que destruirán las condiciones capitalistas que alimentan esta crisis.
Es alentador ver cómo nosotros, como el Partido y la clase trabajadora en general, nos estamos adaptando a esta crisis a medida que se desarrolla y empujando la lucha hacia adelante. Incluso en este período peligroso e incierto, sigo inspirado por la capacidad de nuestra clase para luchar por crear un mundo mejor.
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Los Cuatro de Midway resisten las ordenes racistas patronales
He estado retirado por un par de años, pero he estado manteniendo lazos con mis amigos y ex compañeros de trabajo en la Autoridad de Tránsito de Chicago (CTA). Recientemente, cuatro compañeros de servicio recibieron la orden directa de limpiar un tren contaminado con el coronavirus por un compañero de trabajo. Los Midway Four (como se les conoce ahora) se negaron a limpiar el tren, afirmando que no tenían el equipo o entrenamiento adecuados. El gerente le dijo que lo limpiara o que se fuera a casa, ¡así que salieron y se fueron a casa! Desde entonces, cientos de operadores de autobuses y trenes, mecánicos, técnicos de pista y conserjes se han dado cuenta del ejemplo que han dado y el apoyo para la huelga inicial ha crecido.
En medio de la pandemia de Covid-19, el sindicato no nos ha dicho cuántos compañeros de trabajo han dado positivo, pero a través de Facebook y llamadas telefónicas, los miembros se hacen saber lo más que podemos. Al día siguiente, cuando los funcionarios sindicales se reunieron con los gerentes y los Midway Four, uno de los funcionarios sindicales anunció que había dado positivo por Covid-19. Todos los gerentes que estaban en esa habitación se fueron a casa con paga y en cuarentena. Los dirigentes sindicales cerraron la oficina, dijeron que sería limpiada a fondo y que también entraron en cuarentena con sueldo. PERO a los Midway Four no se les permitió entrar en cuarentena con paga y el sindicato no ha dado un paso para ayudarlos.
En una situación potencialmente mortal como esta, los piratas sindicales muestran más de su carácter real a medida que los trabajadores se ven obligados a arriesgar sus vidas. Esto crea una oportunidad para PLP. Seguimos vendiendo DESAFÍO y distribuyendo folletos a los trabajadores de tránsito aquí en Chicago. La lucha por las ideas comunistas está creciendo aquí.
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¿Cómo pueden 16 millones de desempleados convertirse en 32 millones?
Las calculadoras falsas vuelven a funcionar. El New York Times (4/4) reportó cifras de desempleo del gobierno durante un período de 3 semanas en marzo en 16,6 millones. Pero eso omite a decenas de millones de personas sin trabajo y / o buscando trabajo.
Anteriormente, el Times había informado que “el verdadero número de personas que no tienen trabajo puede ser mucho mayor”. Además, informó que desde el 28 de marzo “es probable que otros cuatro millones de personas hayan perdido sus empleos”. Las oficinas de desempleo están tan sobrecargadas de demandantes y con poco personal debido al despido de empleados que millones ni siquiera pueden presentarla. ¿Cuántos? ¿Al menos varios millones? Además, hay al menos cinco millones de personas que el Times llama “desempleados ocultos”, es decir, aquellos que trabajan a tiempo parcial pero que no pudieron encontrar trabajo a tiempo completo.
Sin embargo, todavía hay otros incontables millones de graduados de la escuela secundaria y la universidad que buscan trabajo por primera vez y están en apuros para encontrar trabajo en medio de los despidos de millones, pero no se consideran desempleados. Y finalmente, están aquellos clasificados como “contratistas independientes”, como los conductores de Uber y Lyft, que no son elegibles para beneficios de desempleo, que no forman parte de las cifras de desempleo, “perdedores de empleo”, que el Times estima en 1,5 millones. Entonces, si uno suma todo eso, al menos duplica esos 16.6 millones ahora sin trabajo. ¿Cómo? Eso es capitalismo.
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Covid-19 acelera aproximación patronal hacia fascismo y guerra
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- 04 Abril 2020 95 visitas
Con todo y el distanciamiento social, podemos ver claramente los horrores creados por la enfermedad del capitalismo. En solo semanas, el covid-19 ha destrozado las economías patronales y mostrado que el sistema de salud es una farsa racista. La pandemia nos ha revelado – otra vez – la incompetencia y negligencia criminal del capitalismo. Cuando los trabajadores son mas vulnerables, ellos convierten la medicina en una mercancía racionada. Nos ofrecen solo ataúdes y eutanasia.
Solo la clase trabajadora internacional tiene la capacidad y humanidad para reconstruir un mundo decente sobre este cataclismo. Solo el comunismo, una sociedad dirigida por y para los trabajadores puede llenar las necesidades vitales de toda nuestra clase.
Mientras los trabajadores luchan por sus vidas y las de sus familias, por su seguridad y empleos, los gobernantes capitalistas apresuran sus planes hacia el fascismo y la guerra inter-imperialista. Países mas abiertamente fascistas, como China y Rusia aprovechan la oportunidad para alinear a sus aliados y remplazar a EE.UU. como primer poder mundial. Mientras tanto, los patrones de EE.UU. y la Unión Europea (UE) se encuentran divididos y peleando entre si. Pero no importa cual grupo de estos monstruos chupasangre prevalezca, y no importa cuando acabe la pandemia, los trabajadores seguiremos enfermándonos con el contagio de la explotación capitalista. Nuestra clase aun seguirá siendo enfermada por el racismo, la desigualdad sexista, por la pobreza y la falta de refugio. La infección mas letal hasta ahora es el propio sistema de ganancias.
Pero los patrones no son los únicos que pueden impulsar este periodo. También la clase trabajadora lo puede hacer. El Partido Laboral Progresista, aunque pequeño y limitado por ahora, continuara organizando y crecerá hasta que seamos millones y convirtamos las guerras patronales en una revolución comunista.
Las migajas de los patrones no son suficientes
Mientras que el coronavirus muestra la fragilidad de la vida bajo el capitalismo, los patrones estadounidenses tratan de esconder ese horror. Prestamos estudiantiles congelados, seguro de desempleo extendido, suspensión de desalojos, y un cheque de $1,200 son solo migajas para mantener cojeando a la economía de consumo patronal – y tratar de frenar las rebeliones en las calles. Pero, pronto, cuando lo peor de esta ultima crisis haya pasado, las aplastantes deudas, los desalojos, volverán. Bajo el capitalismo, aumentar las ganancias – a toda costa, no importa cuantos estén sufriendo en sus hogares, o en los campos de muerte de los hospitales.
La respuesta de los gobernantes al covid-19 ha sido confusa debido a sus divisiones internas, la falta de disciplina, y la anarquía de su sistema. En EE.UU. la discrepancia principal esta entre los grandes fascistas del capital financiero, representados por el partido demócrata y los aislantes pequeños fascistas dirigidos por la familia Koch y representados por el presidente Donald Trump. Los grandes fascistas, quienes también luchan con sus discrepancias, esta enfocados en construir un extenso movimiento patriótico para su próxima guerra con China – ellos demandan “sacrificio” de los trabajadores y otros capitalistas. Utilizando a Nancy Pelosi, presidenta de la cámara de representantes, presionan a Trump a poner en marcha la ley Defense Production Act para obligar al sector privado a producir millones de mascarillas y decenas de miles de respiradores, el equipo necesario para salvar a los pacientes con coronavirus.
No solo es Trump, es el capitalismo
Trump, a regañadientes, decidió no implementar su plan para que “EE.UU. regrese a trabajar” el domingo de Pascua, lo cual garantizaría una masacre de millones y no le ayudaría para la re-elección en noviembre. Trump sigue el plan trazado por los pequeños fascistas de limitar el papel del gobierno federal y proteger “la libre empresa” – es decir, la libertad para que los patrones roben todas las ganancias que puedan en un corto tiempo, mientras los trabajadores se mueren. Después de atacar las restricciones impuestas por los estados de “quedarse en casa”, Americans for Prosperity, controlada por los Koch, instaron a Peolsi y Mitch McConnell, líder republicano del Senado, a “evitar aprobar medidas que usurparían inapropiadamente el papel que los estados y gobiernos locales, el sector privado y nuestras comunidades, pudieran hacer mas apropiadamente” (americansforprosperity.org, 17/3).
Trump ha cumplido al no centralizar la compra y distribución de equipamiento medico, y permitiendo que seis estados – entre ellos Florida y Texas – desafíen las urgentes recomendaciones de todo científico honesto; no permitir reuniones publicas. Lo que causara la muerte de miles de trabajadores.
Pero, no nos equivoquemos, los grandes fascistas y sus lacayos políticos, desde Barack Obama a Joe Biden, Andrew Cuomo, son igual de asesinos y quienes ponen en peligro a los trabajadores. Por décadas, los capitalistas financieros en el mundo han destrozado la infraestructura de salud, una desinversión que se acelero después de la crisis financiero del 2008. Estos liberales del ala principal han cerrado hospitales no rentables, recortado medicaid, y con alevosía y ventaja han utilizado el “triage” con enfermos críticos – permitiendo que los estados decidan cuales trabajadores son desechables. Varios hospitales en la ciudad de Nueva York han “tomado el paso, sin precedentes, de permitir que los doctores no resuciten a la gente con covid-19 para evitar que trabajadores de la salud se expongan a este virus altamente contagioso (Washington Post, 31/3).
EE.UU. y la UE en retirada
Los patrones estadounidenses ya no lideran el escenario internacional. No pudieron convencer a sus aliados sauditas de parar la guerra petrolera con Rusia, la cual ha devastado los precios y amenaza la industria de fractura hidráulica estadounidense (CNBC, 25/3). En una reciente reunión del G7, después que el departamento de estado estadounidense redactara un comunicado que pedía llamar al covid-19 el “virus Wuhan”, los lideres europeos se rehusaron a firmar – reflejando la creciente influencia china.
Mientras tanto, la UE esta fracturada internamente. La reticencia de Angela Markel, canciller alemana, a ayudar a los países europeos mas pobres fue criticada por el presidente francés Emmanuel Macron (Reuters, 27/3). En Italia, un país que desafío, el año pasado, a la Unión Europea al unirse a la iniciativa china Cinturón de Seda, recibió miles de mascaras y a nueve doctores chinos (FP,31/3). Serbia, después de recibir, de China, su paquete de ayuda para la pandemia, dijo que “La solidaridad europea no existe. Era un cuento de hadas” (Wall Street Journal, 18/3).
Llegan los patrones chinos
Durante la segunda mitad del siglo 20, el imperialismo estadounidense dominaba el mundo y controlaba los eventos mundiales. Pero después de su derrota en Vietnam y recientemente en el Medio Oriente, y ahora maniatado por Trump y la desvinculación de su Fortaleza América, su estatus de jefe mayor esta en peligro. La clase dominante china esta mas unida, eso les permitió contener el covid-19 con un brutal encierro de 60 millones de trabajadores. Lo que les ha dado la ventaja de levantar su decadente economía.
China exporto miles de respiradores a Europa (South China Morning Post, 31/3). Produce la mitad de las mascarillas en el mundo; el multimillonario Jack Ma envió juegos de pruebas y mascarillas a mas de 50 países africanos y 50,000 pruebas a México (El Universal, 31/3). El Consejo de Relaciones Exteriores, principal grupo de expertos del capital financiero estadounidense, sonó la alarma: “Mientras Washington flaquea, Beijing se mueve rápidamente para llenar le vacío y posicionarse como el líder global que responde a la pandemia” (18/3)
Crece la lucha de los trabajadores
La pandemia ha incrementado las desigualdades del capitalismo y despertado la consciencia de la clase trabajadora. ¡Los trabajadores están contraatacando! En Italia, cerraron el país al hacer un llamado a la huelga nacional de los trabajadores no-esenciales (Político, 15/3). En EE.UU., trabajadores de Instacart y Whole Foods se fueron a la huelga contra las letales condiciones laborales. Trabajadores de automóviles en Michigan, choferes en Alabama, trabajadores sanitarios en Pittsburgh, trabajadores en fabricas de pollos en Georgia, trabajadores de Amazon en Nueva York – todos han dejado sus empleos para protestar contra la insensible desatención patronal por la salud y seguridad de los trabajadores.
Han surgido espontáneamente organizaciones de ayuda mutua, en solidaridad con los trabajadores que los patrones han dejado a su suerte. En Paterson, Nueva Jersey, activistas llevaron comida a mas de 100 ancianos. Surgen huelgas de renteros. Militantes del PLP están en estos grupos, recordando el trabajo masivo del Partido Comunista durante la Gran Depresión de la década de 1930. Estas acciones hacen que los trabajadores tengan confianza en nuestra clase mientras que la infraestructura patronal se desmorona a nuestro al rededor.
No existe un privilegio ni deber mas grande que servir a nuestros compañeros trabajadores que necesitan ayuda. Pero también debemos avanzar políticamente, mas allá de lo que hiciera el viejo PC, ganando a masas de trabajadores al comunismo. En una sociedad comunista los trabajadores tomaran la responsabilidad colectiva de nuestra clase – por convencimiento, no por amenazas ni por la fuerza. ¡Luchemos por el comunismo! ¡Acabemos con los patrones! ¡Únete al PLP!
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Obreros van a la distancia para Flores y la lucha
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- 04 Abril 2020 90 visitas
LOS ÁNGELES—Mientras los jefes de General Motors y General Electric intentan liderar a nuestra clase en los esfuerzos de guerra internos para construir una unidad de toda clase (también conocida como fascismo) bajo el pretexto de luchar contra COVID-19, la familia del trabajador latino asesinado Alex Flores continúa inspirándonos en el Partido Laboral Progresista (PLP) y nos ofrece algunos destellos de poder de la clase trabajadora y luchas rojas contra el fascismo y el imperialismo.
Los jefes llaman constantemente a nuestra humanidad para que donemos sangre a la Cruz Roja y demos dinero a las numerosas agencias con fondos insuficientes que proporcionan alimentos y ropa a nuestra clase. Al igual que la Segunda Guerra Mundial, los jefes tienen como objetivo movilizar todos los aspectos de la sociedad para pasar de donar sangre y dinero a sacrificar “sangre y tesoros” en nombre del imperialismo estadounidense y la futura Tercera Guerra Mundial.
Nuestra pequeña pelea junto a la familia Flores no solo ofrece una solución a corto plazo, sino que brinda lecciones sobre cómo deberíamos luchar creativamente en este período de pandemias, fascismo y guerras futuras.
Obreros colectivamente hacen un plan…
Casi al mismo tiempo que el presidente de los Estados Unidos, Trump, invocó la Ley fascista de Stafford, teníamos la intención de reunirnos con la familia Flores para una fiesta de barbacoa y pancartas. Después de una breve discusión con la familia, decidimos convertir este convivio en una reunión de planificación de emergencia para discutir la naturaleza de nuestra lucha en caso de que las condiciones hagan que sea más difícil reunirse en grupos grandes.
Muchos trabajadores están comprensiblemente asustados por la situación actual, por lo que no estaba claro cómo respondería la familia Flores. Sin embargo, decidieron que ese día, independientemente de cómo los jefes intentaran restringir el movimiento en el próximo período, ¡querían encontrar formas creativas para continuar la lucha!
Tuvimos una rica discusión sobre cómo operar en condiciones fascistas y en estas circunstancias, la importancia de las precauciones de salud pública como la higiene de las manos y el distanciamiento social. Todavía no sabíamos en este momento qué implementaría la clase dominante en respuesta al virus, por lo que elaboramos tres niveles de planes en función de la limitación de la situación. La familia no solo quería continuar con las protestas del viernes, sino que acordaron expandir la lucha a las peticiones semanales en las tiendas de comestibles del vecindario y, por supuesto, ¡terminar la pancarta que no hicimos ese día!
…Y audazmente llevarlo a cabo
Un par de días después, el gobernador de California, Gavin Newsome, seguido por el alcalde de Los Ángeles, Garcetti, anunció las restricciones de “Más seguro en casa”. Esto significaba que solo se suponía que debíamos salir de la casa por “asuntos esenciales”, mantener seis pies de distancia y no estar en grupos mayores de diez. Pero según nuestra planificación, ¡estábamos listos!
Para la próxima marcha del viernes de Flores, tuvimos una estación de lavado de manos e hicimos un gran círculo espaciado para mantener una distancia adecuada. Le preguntamos a nuestros camaradas veteranos de edad avanzada y / o con otras afecciones de salud subyacentes que los pusieron en riesgo de quedarse en casa. También tuvimos un poco más de disciplina en la marcha con un miembro de la familia y un miembro del Partido discutiendo el plan con el grupo más grande y liderando la marcha.
Llevamos una copia impresa de la orden “Más seguro en el hogar” con alguien designado para interactuar con la policía en caso de que se nos acercaran. Luego marchamos en dos líneas que se mantenían a seis pies de distancia, aprovechando el tráfico hacia el sur, mostrando a la comunidad que nos tomamos muy en serio su salud, pero también que la lucha contra la brutalidad policial y el sistema más amplio del capitalismo no puede esperar. En todo momento, ¡el apoyo de la clase trabajadora no flaqueó!
Desde entonces, hemos presentado una solicitud en dos supermercados diferentes en el vecindario. Nos lavamos las manos y usamos guantes médicos de látex e hicimos nuestro mejor esfuerzo para tener breves pero conmovedoras discusiones con los trabajadores y pedirles que firmen una petición con demandas de justicia para Alex (obteniendo el informe de la autopsia y acusando al racista KKKop Steven Ruiz) pero también con demandas más amplias como exigir que se ponga fin a los asesinatos y ataques racistas de la policía contra nuestra clase.
Incluso con el menor tráfico peatonal por el miedo alrededor de COVID-19, los compradores,
los trabajadores de las tiendas de comestibles y su seguridad también se involucraron, recolectando más de 150 firmas en solo dos visitas. Una trabajadora de una tienda de comestibles compartió con nosotros que su hermano fue asesinado por la policía en la ciudad de Gardena frente a su hijo el año pasado. Le presentamos a la hermana, hermano y padre de Alex Flores. Ella firmó nuestra petición, pero también pidió ser contactada. Esperamos unir a estas dos familias y estas dos luchas y esperamos fortalecer nuestra única lucha contra todo este sistema capitalista racista.
Capitalismo es el virus, construir comunismo
Ya sea el COVID-19 o el asesinato policial, los trabajadores saben que el capitalismo no está aquí para servir a nuestra clase. Todos los días este sistema expone su verdadera naturaleza, matando personas por falta de ventiladores en un hospital o por la mano de los policías asesinos. La urgencia de la familia Flores para luchar contra este sistema podrido existe en cada miembro de nuestra clase cuando se cultiva a través de las ideas del PLP.
A medida que los patrones aumenten el fascismo, debemos continuar aprendiendo a superar los límites que establecen y al mismo tiempo operar de nuevas maneras. Con la crisis de COVID-19 cerca de su fin, debemos estar listos para ajustar las tácticas si se implementan órdenes para bloqueos más serios. Valoramos la salud y el bienestar de cada trabajador. No podemos ser imprudentes y poner en riesgo la vida de los trabajadores. Pero cuando esta crisis de salud disminuya, el capitalismo seguirá matando a miembros de nuestra clase, por lo que tampoco podemos escondernos en este momento. ¡Nadie está a salvo en casa si los jefes manejan el mundo! ¡Los trabajadores necesitan el comunismo ahora más que nunca! ¡¡Únete a la pelea!!
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Crisis Covid-19 Patrones terrorizan, obreros organizan
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- 04 Abril 2020 92 visitas
Es un suicidio que la clase obrera se dependa de que el estado capitalista nos cuide. Tenemos que hacerlo de sí mismos. Mientras la pandemia del coronavirus se propaga por todos los continentes, el estado de los patrones esta designado solo para proteger los propios intereses capitalistas. Es más claro que nunca que la “unidad nacional”, la idea de que los capitalistas del mundo y obreros comparten los mismos intereses, es un mito peligroso. No hay un “nosotros” aquí- solo es un nosotros y ellos, nuestra clase versus la de los patrones, la gente que produce valor en contra de la gente que posee el valor. Los patrones están desatando su aparato estatal, de policías locales al Centro de Control de Enfermedades federal, a que venga a ayudar a su clase. Fascistas pequeños y grandes por todo el globo están soltando recursos ilimitados para levantar sus economías que fallan. Tal vez tengan éxito. Pero una cosa es clara: el estado de los patrones nunca le puede servir a las necesidades de los obreros.
El PLP está llamando a todos los obreros a que tomen responsabilidad por la clase obrera internacional durante este periodo urgente. Al mismo tiempo, tenemos que respetar los límites del momento. Nuestro desafío es de luchar por las necesidades de nuestra clase y una sociedad comunista mientras toma las precauciones necesarias para cuidar la salud de nuestros miembros, amigos, familias y clase.
El estado que les sirve a los patrones mismos
El costo de mantener el capitalismo a flote drena los recursos de gran importancia de la sociedad. En cuidar a los obreros más vulnerables, el estado no se ve. La responsabilidad le queda a las caridades, los sin fines de lucro, y miembros de nuestra propia clase.
Mientras entramos en el ojo de la pandemia, en vez de asegurar de que la gente reciba un cuidado de salud decente, suficiente comida, y un lugar seguro para vivir, los patrones están enfocados en préstamos de negocios, exención tributaria, y ganancias. A la clase obrera se le pasan migajas mientras que el sistema de salud roto de los patrones construye morgues.
¿Tienen suficientes respiradores o incluso suficientes mascarillas respiradoras de un dólar? No. El Presidente Donald Trump y el Gobernador de Nueva York Andrew Cuomo están ocupados culpándose el uno al otro por los recortes que están matando los obreros de la salud y forzando formularios de “No Resucite”(DNRs) involuntariamente. Pero el hecho es que cada presidente y cada gobernador por los últimos 20 años ha advertido sobre estas faltas. En vez de invertir en arsenal adecuado para la pandemia que sabían que venía, decidieron dejar más bien que la gente muriera (Intercept, 3/24).
¿Tienen suficientes camillas en las Unidades de Cuidado Intensivo en el hospital? No. Para preservar las ganancias capitalistas, gobernadores liberales como Cuomo cortan camillas sin venganza. En la Ciudad de Nueva York, ahora el epicentro mundial del coronavirus, se han cerrado 20 hospitales desde el 2003.
Esencialmente, los patrones le están dando a los patrones dos opciones: quédense en casa y pierdan su trabajo y posiblemente mueran solo, o ignoren la pandemia y arriesguen su vida para seguir trabajando.
Respuesta a la crisis de los patrones: genocidio fascista
Mientras que tratan de salvar su sistema, los patrones están buscando abandonar o matar los segmentos de la clase obrera que no producen ganancias: niños, incapacitados, los ancianos. El amigo de Trump, Vice Gobernador de Texas Gobernador Dan Patrick, propuso que la gente en sus 70s y más deberían “tomarse un chance con su sobrevivencia a cambio de mantener el Estados Unidos que todo el Estados Unidos ama…” (vanityfair.com, 3/24). En otras palabras, la gente de mayor edad puede y se deberían sacrificar para restaurar la máquina de ganancia de los capitalistas y seguir todo como siempre.
Esta es la esencia del fascismo, la fórmula del Tercer Reich nazista: acoger solidaridad con los patrones a matar esos grupos de personas que los patrones ya no necesitan. Así fue como los obreros en Alemania voltearon la cara a los campos de concentración que se construyeron y se convirtieron en mataderos. Hoy, la tiendas de campañas de Franklin Graham se están instalando en el Parque Central de Nueva York para almacenar los enfermos y moribundos. Mañana, no es muy lejos imaginarlas como un prototipo de campos de muerte de EE.UU. La Solución Final de los fascistas alemanes no fue el producto de la locura de Hitler. Reflejo las necesidades frías y calculadoras de los capitalistas alemanes a preservar su sistema en una crisis económica existencial.
Si continuamos a seguir esta agenda genocida, eventualmente toda la clase obrera será consumida.
Los obreros se encuentran con confusión y violencia
Mientras el coronavirus se propaga, se están forzado los obreros a situaciones confusas y contradictorias. Aun se espera que muchos viajen al trabajo, paguen sus cuentas, y cuiden a sus familias, a pesar de la alta tasa de infección y mandados del gobierno de quedarse en casa o mantenerse socialmente distante.
En vez de tomarse la responsabilidad de las fallas de su sistema, los patrones desencadenan violencia en contra de nuestra clase. En la Ciudad de Nueva York, los subterráneos están llenos en barrios de clase obrera porque muchos no les pagan días de enfermedad y no pueden alimentar sus familias si se quedan en casa (New York Times, 3/30). En India, los policías armados con bastones están golpeando los obreros en la calle quienes violen el encierro del Primer Ministro Narendra Modi de 21 días (3/25, NY Post). Alrededor del globo, se les amenazan a los obreros con altas multas o tiempo en la cárcel para quienes no cumplan.
La clase obrera está luchando
Las noticias positivas es que la clase obrera se está rebelando en contra de que los patrones nos lancen a las llamas. Los obreros en Trader Joe’s se están uniendo después que les negaron guantes en el trabajo (Buzzfeed, 3/18). Los obreros de Instacart, Amazon, y Whole Foods están en huelga por las protecciones del coronavirus y pago de riesgo (USA Today, 3/30). Los obreros negros de saneamiento de Pittsburg se están reusando a seguir recogiendo sin mejor protección de seguridad (Vibe 3/25). Muchos de nosotros no tenemos opción pero que trabajar durante estos tiempos peligrosos, sea para pagar nuestras cuentas o servirle a otros obreros. Pero eso no significa que no podemos luchar por protección de seguridad o protestar en parte de nuestra clase.
Los capitalistas escogieron no prepararse para esta crisis que sabían que venía. Ahora nos están dando consejo – u órdenes en forzadas por la policía- que presumen que todos viven bajo una familia pequeña nuclear en una casa con espacio con una red amplia de seguridad financiera. “El quedarse en casa” es una sentencia de muerte para aquellos a quienes el sistema de ganancia ya les ha fallado: los sin techo, familias múltiples repletas en un apartamento pequeño, ancianos pobres viviendo solos o en ancianitos antihigiénicos, obreros de bajo salario que rentan cuartos dentro una casa, inmigrantes quienes temen deportación si buscan cuidado médico, obreros encarcelados enjaulados por un sistema criminal racista injusto. Los millones de refugiados y obreros migrantes alrededor del mundo quienes no tienen casa para nada están completamente abandonados. Para la clase obrera, el capitalismo realmente no tiene esperanza.
Como los comunistas manejarían una crisis de salud
Una sociedad comunista le sirve a las necesidades de la gente. Desarrolla su recurso más grande: poder y sabiduría de la clase obrera internacional. A penas se aplaste el sistema de ganancias, todos los recursos irán hacia las necesidades de los obreros.
En una sociedad comunista, el estado protegería los más vulnerables. En circunstancias extremas, la gente más saludable se enlistaría para cuidar a los enfermos. Cuidado infantil sería una tarea colectiva, junto con el distribuir comida y necesidades – sin costo.
Podemos hacer algunas de estas cosas ahora. Organizar amigos y vecinos a cuidar a los que lo necesitan. Organizar protestas en contra de las condiciones inseguras y ataques a la clase obrera. Pero mantengan la seguridad en mente todo el tiempo. Haga todo posiblemente remotamente. Si tiene que ir al trabajo o a servirle a nuestra clase, mantenga una distancia segura. Si no quédese dentro. Covid-19 es peligroso, y no se puede confiar en el sistema de salud de los patrones.
La clase obrera puede tomarse esta oportunidad de progreso hacia la revolución comunista y el estado de los obreros. Pero requerirá que pongamos más confianza en nuestra clase y nuestro Partido, y de romper con el estado de los patrones de una vez por todas. Nuestra opción es clara: o encarar muerte masiva bajo el capitalismo, o luchar por el comunismo.