Covid-19: continúa el genocidio capitalista
El domingo, 18 de septiembre el Presidente Biden declaro que la pandemia termino, y que EE.UU. ahora puede volver a lo “normal”. Aun así, el CDC informa que más de 98 por ciento de la población de EE.UU. vive en áreas de altas tasas de trasmisión (pcdc.org, 9/19). The Lancet, la revista médica británica, confirmo que la reacción mundial del Covid-19 es “una falla global masiva” (Washington Post, 9/18).
¿Ha termina el Covid-19? Si usted en una de las 400-500 personas en EE.UU. que mueren cada día, o una de cada cinco viviendo con Covid largo, o una persona viviendo en un país previamente colonizado donde solo un siete por ciento están vacunados por completo, o una de millones con enfermedad crónica o edad avanzada, Covid no ha terminado.
El volver a lo “normal” es atractivo igual que el “volver América grandiosa de nuevo” de Trump. Normal es billones sin cuidado médico, sin días de enfermedad, vivienda, trabajo, comida, seguridad, justicia racial y de género, energía, aire limpio, educación, conexión social, y otros componentes críticos para una buena vida. Mientras todos los obreros experimentan estos problemas, los obreros negros, latinos e indígenas alrededor del mundo sufren en números desproporcionados. Todos estamos conectados. El negar vacunas a gente pobre pone a todo el mundo en peligro sus vidas al igual que las nuestras mientras se desarrollan variantes y viajan por fronteras.
Podemos prevenir enfermedades futuras parando el cambio climático, deforestaciones, y practicas granjeras peligrosas. Podemos mitigar el Covid-19 con máscaras, ventilación, vacunación universal gratuita y cuidado de salud, pruebas gratis, medicaciones como Paxlovid y acomodaciones para gente deshabilitada.
Esto llevara una lucha concentrada a priorizar la salud y crear un normalización mejor alrededor del mundo. Y tomara una sociedad comunista organizada por la clase obrera sin ganancias.
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Los adultos mayores rojos son bibliotecas vivientes de historia antirracista
Sintiéndome un poco deprimido durante el largo período de noche oscura de Covid-19, la destrucción del clima capitalista, la guerra, la violencia racista y sexista y, debido a la sugerencia de un camarada, escribo sobre desarrollos positivos en mi centro para personas mayores en la ciudad de Nueva York. Debido a Covid y al miedo, nuestro centro perdió a la mayoría de los adultos mayores que formaron discusiones regulares en las que pude discutir ideas comunistas y mostré DESAFÍO a algunos.
Recientemente conseguí que el director del programa proporcionara una mesa de discusión semanal (con máscaras y galletas) que produjo ocho personas mayores que hablaron sobre las personas sin hogar en el vecindario y el alcalde Adams. La segunda reunión incluyó a dos adultos mayores negros y la discusión fue tiroteos racistas.
Un anciano negro dijo que apoyaba a Malcolm X y su grupo musulmán anti-blanco porque eran los únicos trabajadores negros que se defendían. Otro trabajador de mantenimiento negro dijo que asistió a muchos mítines de Malcolm X y de Martin Luther King. Pude decir que era miembro de un grupo de trabajadores de tránsito que era en su mayoría negro. Se unió a los piquetes del Centro de Desempleo de Harlem para apoyar la contratación de trabajadores negros en todos los trabajos de construcción blancos en Harlem. El Centro de Desempleo estaba al otro lado de la calle desde donde Malcolm celebraba sus mítines. Nuestro grupo de tránsito fue a escuchar a Malcolm. Cuando me vio, la única persona blanca, dijo: “Lleva a ese honky a la vuelta de la esquina y rómpele la cabeza”. Por suerte, mis compañeros de tránsito convencieron a la multitud de que no era policía y sobreviví. Le dije a mi grupo de personas mayores que después de que Malcolm fue a La Meca y habló con muchos musulmanes blancos, se dio cuenta de que el racismo era un invento capitalista usado para enfrentar a los trabajadores entre sí para proteger las ganancias de los patrones. Tuvimos una discusión animada y la directora del programa dijo más tarde que no se había dado cuenta de que los adultos mayores tenían una historia tan rica y que eran “bibliotecas vivientes”.
Tengo esperanza después de la discusión y espero que la lucha continúe.
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Haití: Escuela de cuadros lucha por las ideas comunistas
‘enriqueció mis ideas’
Durante la escuela de cuadros pude aprender muchas cosas que no solo me ayudarán a crecer como persona sino que me serán útiles como luchador de mi clase. Aprendí a comprender mejor a las personas sin subestimarlas: tener confianza en nuestra clase. La capacitación me enseñó algunas de las diferencias entre el comunismo y el capitalismo. Entiendo mejor cómo funciona el capitalismo, a través de la corrupción, el abuso de la confianza de la gente y el individualismo. Y entiendo mejor cómo funcionará el comunismo, ayudándonos unos a otros a superar los problemas, mostrando solidaridad y demás.
También aprendí un poco de historia de revoluciones anteriores y cómo evaluar por qué fracasaron, y qué lecciones podemos aprender de esos fracasos, y qué cosas buenas lograron (incluso si no duraron tanto como nos gustaría).
También aprendí sobre la diferencia entre reformar una sociedad, lo que significa solo hacer algunos cambios superficiales, y revolucionar la sociedad, lo que significa cambiarla desde la raíz, darle la vuelta, en interés de nuestra clase. Lo más importante para mí es que la escuela de cuadros enriqueció mis pensamientos e ideas sobre casi todo.
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“me encontré dentro de un mundo comunista”
Para ser honesto, lo que aprendí de la escuela de cuadros son más palabras como materialismo, idealismo, reforma y revolución. Y gracias a estas palabras, me encontré más dentro de un mundo comunista. Lo que más me impactó fue la conciencia y la solidaridad que tiene cada persona en un mundo comunista que se ha vuelto más humano, en comparación con la sociedad capitalista. Bajo el comunismo, aboliríamos la propiedad privada y reclamaríamos no solo la libertad sino también el derecho de cada miembro de la sociedad a realizarse sirviendo a esa sociedad. Cuando trato de entender estas dos formas diferentes de vivir, veo que una sociedad comunista, donde cooperamos en lugar de competir entre nosotros, nos hace más sociales y más sensibles con cualquiera.
Me gustaría agradecer al PLP por invitarme a esta escuela de cuadros y espero asistir más y ser más activo en la lucha por la liberación de la clase trabajadora.
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“a medida que crecemos, el movimiento también crecerá”
La escuela de cuadros del PLP me enseñó muchas cosas. Aprendí qué es una revolución comunista, cómo puede ocurrir una revolución comunista y en qué se diferencia de otras supuestas revoluciones. La escuela me enseñó qué es el sistema capitalista y cómo funciona mediante la explotación y el racismo. Aprendí a ver mi posición en el mundo de acuerdo a mi clase. Y por último, me enseñó a respetar a los que luchan por la clase obrera, a amar y compartir por igual según la necesidad. Por eso creo que es realmente importante tener escuelas de cuadros, para que podamos profundizar nuestra comprensión de cómo funciona la sociedad y qué necesitamos saber y hacer para cambiarla. A medida que crecemos en nuestras experiencias, nuestro movimiento también crecerá.
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“Me gustó el objetivo comunista de abolir la propiedad privada”
La escuela de cuadros fue una experiencia muy especial para mí. Aprendí mucho sobre el materialismo histórico, el comunismo y la revolución. Durante los debates, aprendí a entender el mundo desde un punto de vista materialista, en lugar del idealismo que aprendemos en las escuelas y en la iglesia. Me gustaron especialmente nuestras discusiones sobre el objetivo comunista de abolir la propiedad privada y reemplazarla por propiedad colectiva, de modo que el colectivo, la gran mayoría, tome el relevo del individuo y tome decisiones basadas en las necesidades e intereses de la mayoría. He visto en mi vida cómo la propiedad privada otorga todos los derechos y el control a unos pocos para pisotear a la mayoría, y la gran mayoría, que trabaja para los dueños de la propiedad privada y crea la riqueza, tiene poco o nada para alimentarse, vestirse, albergarse y educarse a sí mismos y a sus familias. ¡Ese tipo de sistema tiene que desaparecer!
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EDITORIAL: ¡La Reina esta muerta! ¡Que viva la clase trabajadora!
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- 25 Septiembre 2022 174 visitas
La larga línea de nueve millas para llorar a la Reina Isabel II, figurón monstruosa de una pandilla de patrones multimillonarios degenerados racistas y crueles capitalistas, nos muestra que la clase trabajadora aun lucha por salir de la noche oscura de una falsa unidad y una débil consciencia de clases. Durante los setenta años de reinado de Isabell II, parasito principal de la familia real, el imperialismo británico exploto, esclavizo, torturo y masacro un sin número de trabajadores en todo el mundo.
La reina “paso toda su vida sonriendo y saludando a nativos vitoreando, alrededor del mundo, como un fantasma viviente de un sistema rapaz y de extracción sanguinaria” (New York Times, 11/9). Mientras la monarquía robaba aproximadamente $28 mil millones de la clase trabajadora internacional, más del 20% de la población británica se hundía en la pobreza (House of Commons Library, abril 2022).
Pero, aun cuando muchos en nuestra clase parecen cautivados por la familia real y sus miserables excesos y lujosa vida, incluyendo los $9 millones que se gastaron en el funeral de Isabel, un ajuste de cuentas llegara. Desde el 1º de septiembre, una semana antes de la muerte de la reina, más de 150,000 trabajadoresente ellos; carteros, trabajadores de comunicaciones, recolectores de basura, y abogados, se fueron a la huelga, protestando por los salarios estancados, destrozados por la inflación de doble digito. A pesar que el partido del trabajo casi no los apoyo, 45,000 trabajadores del transporte salieron de sus empleos, paralizando por varios días a trenes y autobuses en todo el país. Maestros, enfermeras y doctores pronto harán su propia huelga, y los dos sindicatos más grandes del país están presionando por huelgas coordinadas en “una de las olas más significativas de agitación industrial en el Reino Unido desde el “invierno de descontento” a finales de 1970” (cnn.com 1/9) ¡Los trabajadores siempre lucharan!
Así como la creciente rivalidad inter-imperialista lleva a la guerra mundial, la esencia asesina de la monarquía británica y todas las clases gobernantes del mundo serán desenmascaradas. Cuando ese día llegue, lo que el Partido Laboral Progresista hace para organizar hoy en día, hará la diferencia. Determinará si los millones que lloran por la reina muerta seguirán hacia los hornos el fascismo y la guerra imperialista, o si se unirán al PLP y nuestro ejército rojo en la lucha por una sociedad sin clases – por el comunismo.
Desigualdad: tan capitalista como la reina y la patria
Después de la segunda guerra mundial, Bretaña, como la mayoría de Europa, instalo una red de seguridad para contrarrestar lo ganado bajo el socialismo en la Unión Soviética. Pero con cada década que pasaba, mientras el imperio británico menguaba y después expiraba, los gobernantes no recibían las super ganancias imperialistas para mantener su fallido sistema de ganancias local. Los sueldos, servicios y estándar de vida fueron recortados al mínimo.
En los últimos años, un sin número de miles en Bretaña ha muerto por la negligencia de un destripado servicio de salud nacional (independent.co.uk., 28/1/17). Casi una quinta parte de los niños vive en hogares donde la gente está hambrienta regularmente (borgenproject.org). Los inmigrantes super explotados son quienes más sufren de estos ataques racistas. Dentro de esta miseria, la reina, sentada plácidamente en su trono con su montón de joyas robadas, escupe suavemente la gran mentira que la corona británica si se preocupaba por sus leales súbditos. En realidad, a Isabel solo le importaban sus caballos, sus perros gordos, su esposo, simpatizante nazi, sus espantosos hijos (incluyendo el príncipe violador Andrew y el famoso racista corrupto príncipe Carlos, quien finalmente fue promovido a rey), y los capitalistas financieros que dirigen el país, como socios menores al imperialismo estadounidense.
Las horribles desigualdades son parte integral del capitalismo, un sistema donde la humanidad toma segundo lugar después del lucro y ganancias. En 2020, una niña nacida en una de “las áreas más marginadas” de Inglaterra puede esperar unos 52 años de vida saludable – comparado a “las áreas menos marginadas”, de 71 años (thegurdian.com, 25/4/22). El hecho que la reina Isabel se mantuviera robusta y saludable hasta más de 90 años, no es algo que debería celebrarse. Es la historia de un vampiro, cuyos privilegios e incentivos fueron sacados de la sangre y trabajo de la clase trabajadora.
La única realeza buena….
No todos fueron engañados por “probablemente la persona más famosa del planeta” Vanity Fair,8/9). Cuando Carlos fue coronado como rey, algunos trabajadores fueron arrestados por portar pancartas que leían “No Es Mi Rey”, que nos recordaron las protestas anti-trump que decían “No Es Mi Presidente”, en EE.UU. El problema con la oposición reformista es que acepta las estructuras políticas del capitalismo, sean estas la “democracia” electoral o una monarquía “constitucional”. En cualquiera de estos casos, los trabajadores se mantienen amarrados a patrones considerados el menor de los males y amarrados por el sistema de ganancias.
Muchos trabajadores negros e inmigrantes de las antiguas colonias británicas utilizaron las redes sociales para criticar el historial sangriento y racista del colonialismo británico. Aunque eso es mejor que llorar por una reina muerta, la política de la liberación nacional no busca aplastar la sociedad de clase; quiere que sus trabajadores sean gobernados por patrones iguales a ellos. Este pensamiento colaboracionista de clase alimenta la trampa letal del nacionalismo. Al final sirve para que los gobernantes liberales dominantes puedan ganar a la clase trabajadora a poyar la tercera guerra mundial.
El futuro está en la lucha de los trabajadores
No tenemos un futuro decente bajo el capitalismo, aunque los patrones utilicen monarcas o presidentes o generales para controlar y pacificar a la clase trabajadora. Cualquier borona de reformas que nos den, nos serán arrebatadas cuando llegue la inevitable próxima crisis de un sistema caótico. Dentro del lodazal y estiércol de este sumidero político, el trabajo del Partido es desafiar las ideas letales que solo nos pueden llevar al fascismo y la guerra mundial.
Los trabajadores de la Unión Soviética y China tuvieron una pequeña vision de lo que es posible en una sociedad construida por y para los trabajadores. Las necesidades básicas – alimentación, vivienda, salud, alfabetismo – eran primero. El racismo y sexismo fueron atacados como ideas podridas que dividen a la clase trabajadora. Aun cuando estas sociedades socialistas se revirtieron al capitalismo, nos señalaron el camino hacia lo que podría ser el comunismo. Para nuestro Partido, el primer paso es continuar inmersos en la lucha de clases, donde podremos aplastar la “unidad de todas las clases” que los patrones están desesperadamente tratando de construir. El PLP tiene una visión diferente. Nosotros vemos un futuro donde los trabajadores voltearan las armas y acabaran con el capitalismo para siempre, ¡con una revolución comunista! ¡UNETENOS!
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Justicia para Raymond: ¿Como se deletrea Racismo? ¡NYPD!
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- 25 Septiembre 2022 194 visitas
El Bronx, Nueva York, 10 de septiembre—Hoy, miembros y amigos del Partido Laborista Progresista (PLP) se unieron a la familia y amigos de Raymond Chaluisant para manifestarse por justicia para Raymond, quien fue asesinado por el racista KKKop Dion Middleton (ver DESAFIO, 8/24). En la manifestación, los jóvenes encabezaron cánticos exigiendo justicia que incluían “¿Cómo se escribe racista? Policía de Nueva York”, “Si no lo conseguimos (justicia) ciérrenlo” y “policía blanco, policía negro de todos modos; el terror racista es el nombre de su juego”.
Se utilizó un sistema de sonido para que los vecinos pudieran escuchar los discursos y cánticos. Un piquete con carteles llamó la atención de la gente. Los participantes se acercaron para informar a las personas que pasaban sobre el asesinato racista y la necesidad de que todos los estudiantes y trabajadores se unan a la lucha contra el racismo y el sistema capitalista. La gente del vecindario dio la bienvenida a nuestros volantes y nuestro periódico, DESAFÍO. De hecho nos quedamos sin ambos, distribuyéndose 200 ejemplares.
El 21 de julio, el kkkop fuera de servicio Dion Middleton le robó a la clase trabajadora al adolescente latino de 18 años Raymond Chaluisant disparándole en la cara por jugar con una pistola de agua de juguete. El asesino luego huyó de la escena, dejando a Raymond muerto en un charco de sangre. El asesinato de Raymond no fue un accidente. NYPD y todos los departamentos de policía enseñan a los policías a ver a los jóvenes y trabajadores negros, latinos e inmigrantes como criminales que pueden ser asesinados con impunidad.
Todo este sistema capitalista depende y construye el racismo para mantener a los trabajadores divididos y obtiene aún más ganancias pagando a los trabajadores que no son blancos aún menos por su trabajo mientras mantiene la vivienda digna y otras necesidades fuera de su alcance. El terror racista de la policía es una herramienta importante del sistema; es fundamental para sofocar la lucha antirracista. Incluso después de ser acusado de asesinato en segundo grado, homicidio involuntario en primer grado y homicidio involuntario en segundo grado, a Middleton se le otorgó la libertad bajo fianza y la oportunidad de salir libre mientras muchos jóvenes están encerrados durante años en la cárcel de Rikers Island sin siquiera un juicio.
INCLUSO SI Middleton es condenado y enviado a prisión, la justicia nunca existirá bajo este sistema racista. El papel real de los políticos y el gobierno es engañar o aterrorizar a la clase trabajadora para que “obedezca las reglas” del capitalismo, “reglas” hechas para y por el puñado de superricos que viven de la sangre, el sudor y las lágrimas de los clase obrera.
Por eso el PLP lucha por el comunismo, un sistema dirigido por y para toda la clase trabajadora, donde el racismo y el sexismo serán proscritos. Todos los niños del mundo serán criados como hermanos, hermanas e hijos de la clase trabajadora. Esto no sucederá mañana. Pero podemos luchar y ganar un futuro comunista donde sea una realidad.
¡Únase a nosotros en la lucha por la justicia para raymond y un mundo comunista para todos nuestros niños!
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CRITICA: MIRANDO HACIA ATRÁS, UNA VENTANA AL MUNDO DESPUES DEL CAPITALISMO
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- 25 Septiembre 2022 172 visitas
No solamente hay decenas de millones de personas en todo el mundo que odian el capitalismo y quieren verlo reemplazado con el comunismo, sino lo han sentido por muchas generaciones. Hace 125 años atrás que Edward Bellamy escribió la novela Mirando Hacia Atrás, 2000-1887, un poderoso e inteligente crítica del capitalismo, un sistema que Bellamy consideraba cruel y despilfarrador. Pero Mirando Hacia Atrás también contiene una vívida descripción de unos aspectos de una sociedad igualitaria que pueda reemplazar el capitalismo.
El libro comienza con el carácter principal, Julian West, que padece del insomnio, se va a dormir bajo la hipnosis en 1887 en Boston en una cámara fortificada. Un incendio destruye su casa pero no la cámara, y Julian despierta en el año 2000 y descubre que la vida como él lo recordaba, ha cambiado dramáticamente.
La lucha individual del capitalismo para los medios de por vida (comida, ropa, vivienda) bajo el capitalismo ha sido reemplazado con un sistema cooperativo que pone a disposición de todos – hombres, mujeres, niños – con una parte igual del excedente de la sociedad, en forma de una tarjeta de crédito. No hay dinero. Bellamy preveo una sociedad nueva donde la propiedad privada de los medios de producción y distribución ha sido reemplazada por la propiedad pública.
Se requiere que cada persona capaz de trabajar lo haga, pero solamente de la edad de 21 – 45. Después de la jubilación de 45 años, la gente está libre para definir por sí mismo pasatiempos, educación adicional o viajar. Los jóvenes tienen una buena educación y son animados y ayudados en encontrar los trabajos en que están más interesados y capaces de cumplir. Los trabajos más duros tienen horas cortas en “el ejército industrial” de la sociedad.
Cada vecindario en Boston – y cada ciudad y pueblo – tiene comedores, bibliotecas, facilidades de recreación, teatros y centros de distribución de ropa de gran calidad donde la gente puede seleccionar lo que quieren usando catálogos y pagando con sus tarjetas de crédito. No hay pobreza y el crimen se ha reducido considerablemente. La nueva sociedad tiene más riqueza porque ha eliminado el desperdicio, falta de planear, la competencia (incluyendo la publicidad innecesario) y el costo de un extensivo aparato estatal (incluyendo la policía y un ejército que fue usado para proteger la propiedad de los ricos, para suprimir las rebeliones de la clase obrera y en tratando con el crimen causado por la pobreza.)
La nueva sociedad de Bellamy es más que el socialismo. El dinero ha sido eliminado y desde que todos, trabajando y no trabajando – esposos, esposas y niños – reciben una tarjeta de crédito con la misma cantidad, la gente recibiendo según el principio comunista de “a cada uno según sus necesidades” en vez del principio socialista de “a cada uno según su trabajo.”
Mirando Hacia Atrás fue una novela superventas en el último centenario diez y nueve, tercero en popularidad después de La cabaña del Tío Tom por Harriet Beecher Stowe y Ben Hur por Lew Wallace. Clubs Bellamy surgieron alrededor del país para discutir de cómo organizar para obtener ese cambio describió en el libro. Y Bellamy escribió una continuación, Igualdad, para describir una nueva sociedad estilo comunista en más grande detalle.
Mirando Hacia Atrás es muy persuasivo en su insistencia de que el nuevo sistema al estilo comunista es superior al viejo despiadado mundo capitalista. Aún la novela tiene sus imperfecciones.
Bellamy tuvo aversión a la lucha de clases. Pues, en la novel la nueva sociedad ocurre en los principios del centenario 20 cuando suficiente gente estaba horrorizados por el caos, la pobreza, la violencia y miseria del capitalismo y colectivamente decidieron en reemplazarlo. Una revolución no fue necesario, solamente la realización generalizada de que las corporaciones grandes necesitaban de ser nacionalizadas, el dinero eliminado y que cada persona fuera provisto con una parte igual de la abundancia de la sociedad. Bellamy era un creyente en el gradual ismo y el socialismo evolucionario, algo que la clase gobernante nunca aceptará - ya sea 1887 o hoy en día.
Las fábricas en Nueva Inglaterra, donde la novela está ubicada, fueron pobladas en gran parte por trabajadores inmigrantes, pero los inmigrantes y gente negra eran virtualmente invisibles en el libro, y no hay ninguna mención del racismo.
No hay ninguna indicación de que la nueva sociedad cambió la naturaleza del trabajo. El “ejército industrial” parece funcionar en la misma manera igual al capitalismo, excepto los salarios son los mismos – un doctor y trabajador de fábrica recibe el mismo pago, aunque el último seria menos satisfecho con su trabajo. La nueva sociedad evidentemente ha abolido la división entre el labor mental y manual, un aspecto crucial de las sociedades clasistas.
La novela sí demuestra como la nueva sociedad mejora las condiciones de la mujer, muchos dependiente de sus maridos por dinero. Pero lo hace en una manera estilo victoriano, con mujeres (como Edith, una de los caracteres principales) representadas como delicadas y femeninas, en lo cual es un poco diferente de su prototipo en el centenario 19.
La sociedad igualitaria de Bellamy, aunque impresionante en muchas maneras, está presentado como terminado, con ninguna sugerencia de que la lucha sería necesario para mantener su naturaleza igualitaria y para prevenir el crecimiento de una nueva clase gobernante. En la novela, en la cima de la nueva sociedad, existe un gobierno paternal central que planea competentemente y controla la producción y distribución. No hay partido revolucionario y no más de la lucha política, porque la sociedad ya está representada como perfecta. Pero cada nueva sociedad es sujeto a tensiones entre esos líderes que quieren más privilegios y beneficios para ellos y sus amigos, y esos que quieren mantener las características igualitarias.
A pesar de estas reservas, Mirando Hacia Atrás es una bellamente escrito, y fuerte petición para un mundo nuevo, un mundo comunista. La novela desempeñó un papel clave en la radicalización de unos más importantes líderes laborales del día como el líder del Partido Socialista, Eugene Debs. Todavía puede desempeñar ese papel en nuestra época.
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Aplastando el terror racista contra los trabajadores haitianos
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- 25 Septiembre 2022 176 visitas
Washington, DC, 19 de septiembre— Hoy Miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) trajeron política comunista a la manifestación de 30 miembros de la Alianza Puente Haitiano a la Casa Blanca. Los manifestantes declararon que nada ha cambiado desde el ataque racista, horrorifico hacia los obreros haitianos, escapando del imperialismo estadounidense, por la Patrulla Fronteriza de EE.UU. hace un año (véase foto). La administración de Biden continúa aplicando la política Titulo 42 de la era de Trump para mantener inmigrantes fuera de EE.UU. Esta política represiva está basada en los miedos falsos de salud pública de enfermedad que incluso la CDC ha denunciado. Otro ejemplo de cómo los grandes Fascistas capitalistas financieros son igual de virulentamente racistas que los racistas putrefactos de Trump. Pero son más peligrosos porque no solo usan un aumento falso liberal gradual de ataques racistas hacia la clase obrera pero también tratan de crear unidad de clases y patriotismo para la guerra imperialista.
PLPistas activos en Salud Publica Despierta se unieron al evento, la primer semana de llamado de acción de EE.UU. para que siga sus propias reglas y le dé la bienvenida a haitianos que buscan asilo. En lo que luchamos junto nuestra clase, es imperativo señalar que el estado fue creado para proteger los intereses de la clase gobernante. El mismo imperio liderado por EE.UU. que creo condiciones invivibles para la clase obrera en Haití es el mismo imperio que se está reusando a proveerles asilo a los obreros a quienes les arruinaron la vida. El capitalismo crea condiciones de miseria, y después culpan la víctima.
Conversaciones en contra del racismo
Los manifestantes estaban emocionados de ver artículos sobre Haití en DESAFIO. Una expreso alegría de que el periódico estaba en español. Un obrero negro joven accedió el periódico por medio del Código QR en su teléfono.
Después nos unimos a la conversación con un obrero de Telemundo y otro orador que había denunciado racismo hacia la gente negra. El obrero de Telemundo de la Republica Dominicana (DR) que comparte la isla con Haití nos dijo de conductores de buses que se estaban reusando a recoger obreros de Haití en DR. Compartió que le había preguntado a un conductor de por qué no había recogido el joven. El conductor respondió, “porque es Negro.” El obrero se bajó del bus irado en solidaridad. El racismo es una criatura del capitalismo, diseñada por los patrones para dividir los obreros y cosechar sus súper ganancias. Es bueno para nuestra clase rechazar todas las formas de racismo, portada por los patrones o miembros de nuestra propia clase.
Esta participación de PLPista siguió la manifestación del año pasado de ataques racistas hacia los inmigrantes Haitianos publicada en el Washington Post. Mientras una crisis de capitalismo y guerra civil se expande en Haití, habrá mas obreros y familias buscando asilo.
¡Como miembros del PLP y amigos en la salud publica declaran, necesitamos unidad multirracial y revolución para aplastar este sistema racista sexista capitalista!