Que los trabajadores blancos se vean perjudicados por el racismo es un principio clave del análisis comunista. La diatriba liberal estándar es que las personas blancas, independientemente de su clase, se benefician de la “supremacía blanca”. La única base para que los blancos participen en la lucha antirracista es, por lo tanto, la simpatía o la culpa misionera; pueden ser, en el mejor de los casos, “aliados” en luchas en las que, por así decirlo, “no tienen pellejo en el juego”. La realidad es muy diferente.
 
La verdad es que todos los miembros de la clase trabajadora en todo el mundo están heridos por la superexplotación racista y la división de los trabajadores negros y no blancos. Mientras que los trabajadores de piel más oscura experimentan mayores niveles de pobreza y violencia patrocinada por el estado, muchas personas de la clase trabajadora designadas como “blancas” sufren salarios bajos, viviendas deficientes, atención médica inadecuada, desempleo y hambre. En la medida en que las divisiones raciales deprimen los salarios de todos los trabajadores, y evitan que los trabajadores de todos los colores de piel y nacionalidades se unan en su interés de clase compartido, los patrones se ríen todo el camino hasta el banco.

Legado de unidad multirracial
Pero tales divisiones también han sido combatidas y superadas. En los EE. UU., hay un rico legado de literatura proletaria de autores blancos que da fe de una historia a menudo oscurecida de unidad multirracial militante. Las novelas de Myra Page— The Gathering Storm (La Tormenta que se Avecina) (1932), Daughter of the Hills (Hija de las Colinas) (1950)—presentan organizadores blancos y negros entre aparceros y mineros. Su novela Moscow Yankee (Yankee de Moscú) de 1935, ambientada entre trabajadores automotrices estadounidenses desempleados que encuentran empleo en la URSS de principios de la década de 1930, presenta la conciencia de clase antirracista como una medida clave de si los trabajadores blancos abrazan o no el socialismo de la era soviética. Que un trabajador negro expatriado tome la iniciativa para salvar una fábrica de tractores del sabotaje anticomunista atestigua la conexión integral entre la unidad multirracial y el internacionalismo comunista.

Especialmente significativo es un grupo de novelas, todas escritas por mujeres blancas, centradas en la huelga de trabajadores textiles de 1929 en Gastonia, Carolina del Norte: Mary Heaton Vorse’s Strike! (¡Huelga!) (1929); To Make My Bread (Para Hacer Mi Pan) (1932) y A Sign for Cain (Una Señal para Caín) (1935) de Grace Lumpkin ; Call Home the Heart (Llamar a Casa el Corazón)(1932) y A Stone Came Rolling (Una Piedra Vino Rodando) (1935) de Fielding Burke. Si bien finalmente fue brutalmente aplastada por el brazo del estado, la huelga dejó muchas lecciones: sobre el papel clave de las mujeres en la lucha de clases, sobre la necesidad de la solidaridad multirracial.
 
Las versiones ficticias de Ella Mae Wiggins, una inspiradora cantante, compositora y líder de la huelga que fue asesinada por los vigilantes de los patrones, aparecen en varias novelas. Según Vera Buch, organizadora comunista, Wiggins fue destacada por su compromiso con la igualdad racial (Kristina Horton, Mártir de Loray Mill: Ella May y la huelga de trabajadores textiles de 1929 en Gastonia, Carolina del Norte, McFarland, 2015). En To Make My Bread (Para Hacer Mi Pan), Wiggins aparece como Bonnie McClure, una montañesa convertida en obrera cuya estrecha amistad con un compañero de trabajo negro establece un modelo para otros trabajadores blancos que al principio dudan en abandonar su socialización racista. En A Sign for Cain (Una Señal Para Caín), las relaciones multirraciales se solidifican, uniéndose a las luchas de los aparceros y trabajadores industriales que enfrentan la intensificación de la violencia estatal frente a la militancia laboral.
De ninguna manera la solidaridad multirracial siempre se retrata en términos utópicos en este cuerpo de literatura. En Call Home the Heart (Llamar a Casa el Corazón), Burke confronta honestamente la intensa batalla emocional que experimenta internamente su protagonista blanca al ser abrazada por una mujer negra cuyo esposo acaba de ser salvado de un linchamiento. Aunque la secuela de 1935 muestra que las dos mujeres se han convertido en buenas amigas, su vínculo es claramente el fruto personal de la lucha de clases más amplia.

Ahora como entonces, son los que habitan en las “grandes casas” (¡y los grandes bancos!) los que se benefician de la división racista, ya sea que sus representantes sean los liberales de mayor peligro que lanzan sonrisas liberales y predican la “inclusión” (para la guerra) o son los fascistas más pequeños. Camisetas sin mangas Proud Boy y predican la “teoría del reemplazo”.

No es casualidad que casi todos los escritores asociados con el movimiento literario proletario de las décadas de 1930 y 1940 fueran comunistas o procomunistas. Los miembros y amigos del Partido Laboral Progresista, así como las multitudes multirraciales de millones que se oponen al racismo, tienen un legado rojo del que estamos orgullosos. Los luchadores de la clase trabajadora son todos camaradas, no aliados, en la lucha por un mundo antirracista mejor.

Cómo el racismo daña a los trabajadores
El siguiente es un extracto del artículo principal de PL Magazine (2019. VOL 16. no. 1), “Liderazgo de los trabajadores negros: fuerza revolucionaria clave”. Lea el texto completo en plp.org o vaya directamente a www.tinyurl.com/blackworkersleadership

El racismo debilita a la clase trabajadora de dos maneras. Al convertir en arma el mito de la “raza”, fomentar la segregación y enfrentar a los trabajadores entre sí, el racismo socava nuestra fuerza en las luchas de reforma contra los capitalistas. Más dañino aún, bloquea el desarrollo de la conciencia de clase revolucionaria. Como escribió Karl Marx en 1867, “El trabajo en una piel blanca no puede emanciparse donde está marcado en una piel negra”. Como señaló “Black Workers” [publicado originalmente en febrero de 1969] un siglo después: “El racismo es la principal herramienta que tiene la clase dominante para dividir a la clase trabajadora”.

El racismo obtiene superganancias de sus víctimas. Permite a los capitalistas pagar a los trabajadores negros y otros grupos superexplotados significativamente menos que el salario prevaleciente para los trabajadores blancos masculinos. Históricamente, los gobernantes han utilizado a estos trabajadores con salarios más bajos, junto con el “ejército de reserva” de los desempleados, como una cuña para desalentar la lucha por mejores salarios y condiciones de trabajo.

El capitalismo depende absolutamente de las superganancias racistas, por un lado, y de una clase trabajadora dividida, por el otro. Para construir un movimiento revolucionario de masas, el Partido Laboral Progresista debe dar prioridad a la lucha antirracista en todas las luchas políticas. Como señala “Black Workers”, “[L]a opresión especial de los negros agudiza las contradicciones para toda la población”. El racismo es tanto un aspecto esencial del sistema de ganancias como, potencialmente, su punto de mayor vulnerabilidad. Dondequiera que el racismo prolifere, todos los trabajadores perderán. Dondequiera que el racismo se ve obligado a retroceder, todos los trabajadores pueden avanzar...

Cuando los trabajadores negros y blancos, con latinos, musulmanes, inmigrantes y otros trabajadores, se unen en la lucha contra el racismo y confrontan el capitalismo en su núcleo podrido, se unen al más alto nivel...

Dividir es vencer. La derrota del viejo movimiento comunista y el veneno del racismo han devastado a la clase trabajadora blanca... [L]a tasa de participación de la fuerza laboral de EE. UU. se ha estancado por debajo del 63 por ciento [en 2016], o alrededor de tres puntos porcentuales menos que en 2008, en el punto álgido de la Gran Recesión. Millones de trabajadores blancos han caído en la alienación, la desesperación, la adicción a los opiáceos y el suicidio. Su esperanza de vida está cayendo. Sus hijos millennials están enterrados por deudas estudiantiles y ganan un 20 por ciento menos que sus padres a la misma edad. El sistema de ganancias les ha fallado a todos, en todo momento, en todos los sentidos.

La decisión de la Corte Suprema de EE.UU. de anular la ley Roe v. Wade, abatiendo el derecho a un aborto, es un ataque brutalmente sexista contra las trabajadoras, particularmente trabajadoras negras, latinas e inmigrantes. Apoyados por republicanos sexistas y la facción orientada a lo domestico de la clase dominante, los pequeños fascistas, la Corte se prepara para aumentar sus ataques a trabajadoras y borrar décadas de reformas ganadas a través de las luchas dentro de los confines del sistema de ganancias.

Mientras tanto el ala dominante imperialista, los liberales grandes fascistas del capital financiero, pierden lucha tras lucha: en aborto y armas, en derechos de votantes y el cambio climático – sin mencionar la creciente debacle en Ucrania. Hemos entrado en un periodo de extrema inestabilidad conforme el capitalismo estadounidense se tambalea, y las divisiones entre sus filas se profundizan. Para mantener el poder y sus ganancias, los grandes fascistas no pararan – incluyendo el fascismo. Trataran de usar la reacción de trabajadoras contra la decisión de la Suprema Corte para movilizar a trabajadores y defender su imperio de sus rivales imperialistas como China y Rusia. Ellos saben que no pueden pelear en una guerra imperialista, sin que las trabajadoras estén comprometidas con su sistema asesino.

Después de la anulación de Roe v. Wade, decenas de miles de trabajadores se tomaron las calles enfurecidas. Así como ocurrió después del asesinato de George Floyd, estos manifestantes muestran el potencial de una enfurecida y militante clase trabajadora. Estas trabajadoras y millones como ellas tienen que romper las ataduras del reformismo para acabar con los patrones chupa sangre y crear una nueva sociedad dirigida por y para nuestra clase - ¡eso es el comunismo! El PLP hace un llamado para construir un movimiento masivo, multirracial, obrero para luchar por un mundo comunista que acabara el racismo y sexismo de una vez por todas.

SIEMBRA VIENTOS, COSECHA TEMPESTADES
Donald Trump y otros políticos patrocinados por los pequeños fascistas, son abiertamente sexistas y racistas - de cuello blanco. Pero debemos tener cuidado con los liberales del partido demócrata, quienes juran que están comprometidos con los derechos de las trabajadoras – y nos traicionan a nuestras espaldas. La estrategia a largo plazo de los liberales es pacificar a trabajadores escondiendo la verdadera y horrible cara del capitalismo, lo cual los hace aún más peligrosos para la clase trabajadora internacional. Lideres pro capitalismo del histórico segregado racista movimiento feminista, no son menos traicioneras, como Gloria Steinem quien admitió ser agente de la CIA y promociono la idea que los hombres negros eran enemigos de las mujeres negras (Moguldom Nation, 29/6/21). Igual que el movimiento pro-choice [pro elección] cuyo icono fundador Margaret Sanger, promotora de la eugenesia, una ideología racista (adoptada después por los Nazis) que llevo a esterilizaciones forzadas de miles de mujeres negras, mexicanas, puertorriqueñas, e inmigrantes (pbs.org, 29/1/16). La base legal para esta práctica barbárica fue establecida por la Corte Suprema estadounidense en 1927, en Buck v. Bell (npr.org, 27/3/16).

Acechan las consecuencias de la falta de unidad y disciplina de los grandes fascistas, Joe Biden, cuando fue presidente del Senate Judiciary Committee en 1991 rechazo el testimonio de Anita Hill sobre el acoso sexual por parte del sexista Clarence Thomas, abriéndole la puerta a su confirmación como juez de la Suprema Corte. Recientemente, Ruth Bader Ginsburg, rehusó retirarse durante la presidencia de Barack Obama, cuando los demócratas pudieron haber escogido una sucesora pro-elección. (en 2019, un año antes de morir, a los 87, Ginsburg elogio a su colega antiaborto Brett Kavanaough – otro depredador sexual – y a Neil Gorsuch como “muy decentes y muy inteligentes” (cnn.com, 26/7/19), y señaló individualmente a Kavanaugh por emplear mujeres como ayudantes legales.

En estos momentos, parece que el aparato estatal patronal está en juego. Los pequeños fascistas tienen a la Corte Suprema y han paralizado el Congreso. Han movilizado su base en los estados “rojos” para controlar casi todas las legislaturas estatales, las cuales, ahora, están pasando remas de leyes antiaborto mientras se rehúsan a extender Madicaid o cualquier otra reforma que beneficie la salud de la clase trabajadora. La anulación de Roe - a pesar que una gran mayoría de trabajadoras apoyan los derechos de aborto – es la línea divisoria en una época volátil. Socaba la legitimidad de la dictadura capitalista patronal, también conocida como democracia liberal. Complica los planes de los grandes fascistas de ganar a trabajadoras a pelear en la próxima guerra mundial. Los gobernantes liberales utilizaran el movimiento pro elección para mantener a las trabajadoras dentro de su sistema sin salida, votando por demócratas en las elecciones de este otoño 2022. Los comunistas también tenemos que estar en ese movimiento para dirigir a los trabajadores hacia la lucha por el comunismo, la única manera de abortar este sistema sexista y racista.

SALUD PUBLICA CAPITALISTA: RACISTA Y SEXISTA HASTA LA MEDULA
Así como el racismo, el sexismo es esencial para el capitalismo. Los patrones utilizan ambos para dividir a trabajadores y para super explotarlos. Internacionalmente, las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que gana un hombre, y menos si tienen hijos (UN Women). Los mentirosos grandes fascistas, promocionando constantemente que EE.UU. es el “mejor país del mundo”, presiden sobre un sistema de salud racista y sexista, excepcional solo en su inhabilidad de servir las necesidades de los trabajadores o proteger sus vidas. EE.UU. es el numero 55 después de otros países en mortalidad materna; su tasa es cuatro veces más alta que Japón y diez veces más alta que Italia. Debido a las desigualdades racistas, es tres veces más alta para las mujeres negras, comparada con mujeres blancas. La tasa de mortalidad infantil en EE.UU. muestra patrones similares – ¡viva el “derecho a la vida”!(CDC & CIA World Factbook). Un sistema capitalista que no puede proveer servicio de salud decente a la clase trabajadora no merece existir. Debe ser destruido con una revolución comunista.

EL COMUNISMO LIBERARA A TRABAJADORAS
Hace más de un siglo una revolución dirigida por comunistas en Rusia revelo que el poder de la clase trabajadora romperá las cadenas y reconstruirá la historia de la humanidad (ver recuadro). Aunque el PLP apoya el derecho al aborto bajo el capitalismo, sabemos que la verdadera liberación de las trabajadoras solo se pude lograr con el derrocamiento violento de la clase dominante sexista capitalista. Bajo el comunismo, como parte del compromiso con la salud de las mujeres, ellas tendrán acceso al aborto. Pero, las condiciones que hacen que el aborto sea necesario para muchas trabajadoras hoy – desde la pobreza hasta la falta de guarderías decentes para el cuidado infantil – no existirán. Con la eliminación de la moneda y el sistema salarial, el servicio de salud será gratis y disponible para todos. El cuidado infantil, gratis y colectivo será la norma. ¡Ese es el mundo por el que todos los trabajadores necesitamos luchar!

Y así comienza: el 27 de junio, ocho kkkops de Akron, Ohio, dispararon al menos 90 balas contra un joven negro, Jay Land Walker, y le perforaron el cuerpo más de 60 veces. Jay Land, de solo 25 años, es una de las 528 personas asesinadas por la policía este año hasta el momento (Statist Research Department, 7/5). La policía estadounidense, descendiente de protectores de esclavistas, funciona para aterrorizar a la clase trabajadora y proteger a la clase dominante. A medida que el sistema de los patrones gira más hacia el caos y hacia la guerra imperialista, el principal peligro de nuestra clase son los patrones liberales, también conocidos como los Grandes Fascistas.

Las siguientes son algunas de las luchas que el Partido Laboral Progresista busca conectar durante el Proyecto de Verano. Las ciudades destacadas, Chicago, Newark, la ciudad de Nueva York y Los Ángeles reflejan áreas de lucha en las que está involucrado el PLP, incluso durante la pandemia. Cuando los patrones matan a uno de los nuestros, están sembrando las semillas de su propia destrucción. Cada ejemplo que está a punto de leer resultó en contraataques masivos. Las trabajadoras, principalmente negras y latinas, que lideran estas campañas desafían los roles de género sexistas que el capitalismo impone a nuestra clase.

¡Si estamos inmersos con estas familias y luchadores a largo plazo, estos luchadores de toda la vida se convertirán en los sepultureros de este sistema capitalista racista, sexista y asesino!

Cuatro ciudades en lucha LOS ÁNGELES, CA
Alex Flores: El 19 de noviembre de 2019, LAPD disparó y asesinó a Alex, de 34 años, cerca de South Central Avenue y East 28th Street. A través de este trabajo, más personas entienden el verdadero papel de la policía en una sociedad capitalista y ven al PLP como líder en la lucha contra sus asesinatos.

Por ejemplo, el PLP y otros organizadores se reunieron con la familia Flores para una parrillada y una fiesta de fabricación de pancartas para prepararse para una protesta durante el punto álgido de la pandemia. Al final de la discusión, la familia decidió que iban a encontrar formas creativas de defenderse independientemente de las tácticas de represión utilizadas por los jefes. También discutieron la importancia de mantenerse seguros unos a otros. Durante la protesta unos días después, todos los presentes se esforzaron por mantenerse socialmente distantes y tomar precauciones de salud seguras.

La familia Flores se mantiene valiente y no ha permitido que su lucha disminuya los dos años y medio desde que Alex Flores fue asesinado. El PLP ha trabajado junto a la familia y dejó en claro que nuestro apoyo no se va a ir a ninguna parte. Esta fuerte unidad de la clase trabajadora ha empoderado a la comunidad para ser implacable contra el terror policial.

BROOKLYN, NY
Shantel Davis: En junio de 2012, cuando el “chico malo” Phillip Atkins del Departamento de Policía de Nueva York le disparó a Shantel Davis en E. 38 St. y Church Avenue, miembros y amigos del Partido Laboral Progresista respondieron de inmediato a la escena del crimen donde una multitud de trabajadores y jóvenes negros enojados había reunido. Las marchas a la comisaría 67, marchas de carácter muy militante cortando el tránsito por períodos breves en la calle lateral donde se ubicaba la comisaría, se convirtieron en sucesos semanales. DESAFIO estuvo en esta lucha desde el principio. También hay un torneo anual de baloncesto en honor a Shantel y Kiki (ver más abajo). La familia y los PLPistas locales se han convertido en una parte integrada de la vida de cada uno.

Kimani “Kiki” Gray: Menos de un año después, el 9 de marzo de 2013, la policía en East Flatbush en East 52nd Street asesinó a esta estudiante de 16 años, no lejos de donde fue asesinada Shantel. Kiki acababa de salir de la fiesta de un amigo. La policía disparó once tiros al adolescente, golpeándolo siete veces, tres veces en la espalda. La ira justificada encendió la rebelión de East Flatbush, y los patrones instauraron un toque de queda, salieron con helicópteros y policías antidisturbios.

Kyam Livingston: Unos meses después, en julio de 2013, una madre de dos hijos de 37 años fue asesinada por negligencia médica en una celda de detención en la reserva central de Brooklyn en Schermerhorn St. para esperar la lectura de cargos con otras 15 mujeres. La policía la dejó sufrir con dolor durante siete horas, cada minuto pasó por una lenta tortura mientras su vida decaía y no recibía ayuda de los insensibles carceleros. Incluso tuvo convulsiones. A ella y a las otras mujeres en la celda con ella les dijeron: “¡cállate o perderemos tu papeleo!” Esto es lo que vale una vida humana en este sistema. Pudimos sostener mítines mensuales denunciando este sistema racista. La familia es una fuerte presencia el Primero de Mayo, y más.

Una lección de esta lucha es que la lucha es la mejor forma de autocuidado. Las fuerzas patronales vendían constantemente pasividad y aislamiento. La confianza inquebrantable del Partido en la capacidad de las trabajadoras para canalizar la ira hacia el liderazgo de nuestra clase se confirmó a través de nuestra lucha.

NEWARK, NJ
Hermanos Rodwell-Spivey: Esta es una historia de 4 hermanos atacados por respirar mientras ser negros. Dos hermanos estaban mirando ropa de un vendedor ambulante frente a su casa cuando dos policías racistas encubiertos los atacaron. Los policías racistas asesinos luego afirmaron que estaban buscando a un hombre negro que vestía una camiseta blanca con rastas, pero nada en este sistema capitalista es una coincidencia o un error cuando los trabajadores negros en todo el mundo son superexplotados y encarcelados a gran escala.

Cuando los policías atacaron, sus otros 2 hermanos salieron corriendo preocupados. Ahora, cuatro hermanos, Justin Rodwell, Branden K. Rodwell, Jaykill Rodwell y Jasper Spivey, enfrentan una posible pena de cárcel. Justin, quien salió a defender a sus hermanos menores, todavía está detenido mientras espera el juicio en la cárcel del condado de Essex. En el exterior, la familia es constantemente vigilada y hostigada por la policía.

Desde protestas y reuniones hasta barbacoas en el patio trasero, el PLP está trabajando para construir relaciones con la familia y los antirracistas.

CHICAGO, IL
Jeremey “Mohawk” Johnson: El 15 de agosto de 2020, los racistas de uniformes azules atacaron brutalmente a los manifestantes en una protesta que pedía desfinanciar al Departamento de Policía de Chicago y abolir el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. Mohawk se vio envuelto en la refriega y arrestado. Incluso después de pagar la fianza, estuvo recluido tres días en la cárcel antes de ser puesto en libertad bajo arresto domiciliario con un monitor de tobillo. Ha sido acusado de supuestamente golpear a un policía.

El terror contra Mohawk por parte de los patrones de Chicago puede haber sido una herramienta para pacificar a la clase trabajadora. En cambio, esto se ha convertido en una campaña para Liberar a Mohawk y exponer aún más el sistema inherentemente violento que es el capitalismo.

Grandes Fascistas, el peligro mayor
Qué insidioso es que esto esté ocurriendo bajo la atenta mirada de los políticos liberales. El alcalde de cada ciudad: Ras Baraka de Newark (negro), Lori Lightfoot de Chicago (mujer negra gay), Eric Garcetti de Los Ángeles (blanco, liberal) y el anterior Bill de Blasio de la ciudad de Nueva York (blanco, falso de izquierda) y el actual Eric Adams (negro). )—representan a los grandes fascistas.

Tras los levantamientos masivos de George Floyd, los jefes hablaron de “desfinanciar a la policía”. Pero ahora, con la bendición del presidente ‘Jim Crow’ Joe Biden, todas estas ciudades lideradas por los demócratas han aumentado su presupuesto policial y han recortado los fondos para necesidades como la educación y la atención médica (Quartz, 25/1).

Desde el levantamiento antirracista mundial de Ferguson de 2014 bajo el expresidente liberal Gran Fascista Barack Obama, y los levantamientos de George Floyd de 2020, bajo la presidencia racista de Donald Trump, el ala liberal Gran Fascista de la clase dominante ha dado paso al liderazgo municipal negro para aplastar rebelión de la clase obrera. Alimentan a los trabajadores con rostros radicales falsos en lugares altos como una victoria, y engañan a muchos haciéndoles creer que una porción del pastel estadounidense en descomposición es lo mejor que nuestra clase puede hacer para sobrevivir.

Los Grandes Fascistas son la facción capitalista financiera dominante de la clase dominante estadounidense. Representan a los jefes más ricos y poderosos de los EE. UU., incluidos bancos, compañías petroleras, medios e industria: Chase y Citibank, ExxonMobil, Boeing, Amazon, The New York Times y más. Como grupo dominante desde la Segunda Guerra Mundial, los Grandes Fascistas fueron los arquitectos del orden mundial liberal con los patrones estadounidenses a la cabeza. Su dominio se basa en el poder financiero y militar de los EE. UU. y su control estratégico del Medio Oriente y el flujo de petróleo a Europa, Asia y África. Para mantener este dominio, necesitan reconstruir un enorme ejército multirracial para la guerra interimperialista, muy probablemente con China.

Los Grandes Fascistas se enfrentan a una gran contradicción. Por un lado, necesitan terror policial racista para mantener a las masas bajo control; por el otro, necesitan a esa misma juventud negra y latina para pelear en sus interminables guerras imperialistas. Los patrones nunca pueden resolver su contradicción. El trabajo de los comunistas y amigos del PLP es agudizar la contradicción—y finalmente aplastar a los patrones—ganando a los trabajadores para que luchen en unidad multirracial.

El PLP advierte a los trabajadores que la creciente volatilidad entre los patrones imperialistas en China, Rusia y los EE. UU. continuará enconándose y estallando en una guerra mundial, y la juventud negra y latina será comida para misiles forzada a morir por las ganancias de los patrones. La única esperanza de la clase trabajadora es construir un movimiento multirracial con conciencia de clase para aplastar el capitalismo y luchar por el comunismo, liberando al mundo del hambre, la explotación, los políticos y sus policías racistas.

Construir el PLP
Cada vez que los trabajadores contraatacan, nuestro Partido pretende estar hombro con hombro en la lucha. Un punto fuerte del trabajo dentro de esta lucha contra el terror policial ha sido la construcción de bases: la participación del PL en la lucha es más que la agitación en las calles, ha sido el trabajo igualmente, si no más esencial, de acercar a estas familias al Partido. Construir relaciones sólidas es una muestra de nuestra seriedad, amor a la clase trabajadora y nuestro compromiso de luchar por un mundo comunista que nos impulse.

La clase obrera mundial, dirigida por el Partido Laboral Progresista, debe perseverar para construir un movimiento de masas, antirracista y antiimperialista. Debemos luchar contra la frustración y el cinismo. Debemos mantener el rumbo tanto con urgencia comunista como con paciencia comunista. No hay atajos para la revolución.

Los patrones nunca renunciarán voluntariamente al poder estatal. Necesitamos que millones se unan a nosotros en todo el mundo y se lo quiten. ¡Únase al PLP y contraataque! El futuro es brillante; debemos hacerlo así.

New York, junio—Los patrones liberales fascistas escolares, le devolvieron su empleo a una maestra después de reconocer su creciente apoyo. A mediados de mayo la PLeista fue despedida por supuesta falta de rendimiento y recortes al presupuesto. En una reunión de la comunidad para organizar la lucha, otra maestra dijo: “No hay otra maestra que los estudiantes y personal quieran más, y la administración odie más. ¡El antirracismo, pro estudiante, y solidaridad obrera que esta maestra representa en la escuela, envalentonaron a la comunidad para luchar por que le devuelvan su trabajo a esta luchadora comunista!

Estudiantes, Padres y Colegas Toman la Iniciativa
Conforme se corrió la voz del despido, muchos colegas y estudiantes estaban firmes en que la escuela necesitaba a esta camarada. Un antiguo estudiante quien recientemente recibió el DESAFIO/CHALLENGE, escribió una petición, recibiendo 44 firmas. Un colega tomo la iniciativa de alentar a varios de sus estudiantes, algunos habían sido estudiantes de la camarada en anteriores años, para que se inscriban a hablar en la reunión del consejo escolar a fines de mayo. Este camarada también animo a varios estudiantes y trabajadores de la educación en toda la ciudad a hacer lo mismo. Una madre quien ha puesto el DESAFIO en su escaparate desde comienzo de la pandemia, organizo una reunión donde un grupo multirracial de jóvenes, padres, colegas y miembros de la comunidad se presentaron para planear acciones futuras en la última semana de clases.

A través de esta lucha, mucha gente compartió su conocimiento sobre la forma en que la educación del capitalista los ha atacado en el pasado. Compartieron lecciones aprendidas en su lucha contra estos ataques. En respuesta a la creciente lucha, los patrones decidieron revertir su decisión y devolverle su empleo a la maestra. Aunque esto, temporalmente, pacifico un creciente movimiento de maestros, estudiantes y padres, los comunistas sabemos que os patrones nos darán suficientes motivos para lucha en el futuro.

¡Escuelas Capitalistas en Decadencia, Comunidades Necesitan Luchar!
Esta maestra en realidad fue despedida por insubordinación. No permitieron que los estudiantes estuvieran afuera en temperaturas de congelamiento mientras que llegaran los guardias de seguridad para procesarlos y entren al edificio. La maestra fue acusada de permitir posibles estudiantes peligrosos al edificio. Por lo tanto, puso la vida de todos en peligro. Nuestros estudiantes no son peligrosos – esa es una MENTIRA RACISTA que los patrones repiten una y otra vez…El verdadero peligro que amenaza las vidas en este y todos los edificios escolares es el capitalismo. Un sistema de lucro que obliga a patrones en competencia a abandonar escuelas y comunidades cuando estos estudiantes y familias ya no son los más lucrativos para explotar. La falta de recursos da como resultado que los patrones tengan que aumentar lo desconfianza racista y sexista entre el personal y los estudiantes, en vez de promover la compasión y construcción de comunidad.

Dejar que entren los estudiantes y escucharlo en las mañanas permitió que esta maestra profundizara su conocimiento de quienes son estos estudiantes y la construcción de la cultura de confianza obrera. La próxima vez, lo único que esta maestra pudo haber hecho mejor fue el tener más confianza en la comunidad conectada a su escuela para organizar alrededor de este tema en vez de tratar de arreglarlo solos. Es este tipo de comunista – cultura obrera – que la comunidad escolar quería defender y la administración quería contener.

Grandes Fascistas Engañan Escuelas Mejor Que Pequeños Fascistas
Las condiciones de la escuela que despidió a esta camarada reflejan la dirección principal que los grandes fascistas tienen para el futuro de la clase trabajadora internacional. Esta escuela es, en muchas ocasiones, la ultima parada para estudiantes negros, cuyas necesidades y tribulaciones han sido ignoradas por completo en otras escuelas en la ciudad. También es el lugar donde llegan muchos estudiantes indocumentados, desplazados en los campos de cacao en Ecuador, los campos arroceros en República Dominicana, y plantaciones de banano en Honduras, atrapadas por capitalistas estadounidenses en su búsqueda de mano de obra barata y ganancias imperialistas. Las familias de la población estudiantil, reciben un trato racista y sexista en vivienda, salud, y empleo. La super opresión que estos estudiantes y sus familias viven se traduce en más trabajo para los trabajadores de la educación, quienes luchan por educarlos, mientras que las necesidades materiales de estos estudiantes no están cubiertas. También resulta en la falta crónica de personal, desde maestros, consejeros, trabajadores sociales, guardias de seguridad, a asistentes de maestros que no pueden soportar la alienación.

La respuesta de los pequeños fascistas republicanos estadounidenses para contener las crisis del capitalismo que se reflejan en estas condiciones escolares es; borrar la historia del terror racista de la clase gobernante estadounidense y el heroísmo antirracista de la clase trabajadora, y criminalizar a trabajadores de la educación por animar a los jóvenes a aceptar la diversidad de la clase trabajadora. El liderato de los grandes fascistas demócratas, desde Biden a los alcaldes hasta llegar al director de esta escuela en particular, quien ataco a nuestra camarada, es mucho más peligroso para los trabajadores y jóvenes. Ser negra, latina, gay, o liberal, todo lo que predican es sobre el antirracismo y la necesidad de la diversidad, sin embargo, utilizan la política de la identidad como arma para engañarnos y para que pensemos que están de nuestro lado. Mienten cuando dicen “están haciendo lo que está a su alcance” tratando de pacificar nuestra ira y contenernos para que no nos organicemos contra el sistema al que sirven.

Lucha por Construir Conciencia Comunista
En todo el mundo, trabajadores y estudiantes en las escuelas bajo el capitalismo, tienen el potencial de ayudar a desenmascarar las afiladas divisiones que debilitan la capacidad que tienen los grandes y pequeños fascistas de esconder los ataques contra nuestra clase, y convertirlos en una revolución comunista. Convertir el potencial en una realidad depende del nivel de confianza que creamos en la clase trabajadora. Esto ocurre cuando luchamos, a pequeña y gran escala – como trabajadores y jóvenes con ideas comunistas – contra la racista y sexista super explotación, divisiones y ataques que debilitan a nuestra clase. La lucha consciente de la clase trabajadora envalentona a las masas quienes, cada vez más, enlazan su lucha con la visión del PLP y, a todos nos da más confianza en que algún día acabaremos con el capitalismo y lo remplazaremos con un sistema dirigido por y para nosotros: el comunismo.