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Unidad obrera-estudiantil. Huelga de mineros de carbón en Alabama: solidaridad, lucha, revolución
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- 23 Septiembre 2021 155 visitas
Brookwood, Alabama—Estudiantes de la Universidad de Nueva York y Maestros en el Partido Laboral Progresista (PLP) revolucionario comunista concluyeron una semana de solidaridad en el condado de Tuscaloosa, Alabama, animando a 1,100 mineros negros y blancos en huelga en la compañía de Carbón Warrior Met. Los mineros han estado en huelga desde el 1 de abril por violaciones inaceptables de seguridad, profundos recortes de salario, y recortes de beneficios, entre ganancias de carbón históricas. Han hecho historia como la huelga más larga de Alabama.
Miles de mineros, obreros cerca de Amazon, y obreros de ferrocarril en CSX (véase la nota) están mirando la huelga. Los mineros de Warrior Met pueden potencialmente propagar rebelión de clase obrera por todo el Sur. El PLP apoya a estos mineros quienes han sido expuestos a la “democracia” como una dictadura capitalista. Estamos aprendiendo de estas luchas militantes y camaderismo de nuestros nuevos amigos, mientras creamos un Partido masivo por el comunismo, donde los obreros como los mineros de Alabama controlan el mundo.
A pesar de las mentiras sobre el comunismo, muchos mineros ya tienen idea de comunismo por medio de la solidaridad. El comunismo significa aplastar el racismo, sexismo, imperialismo, dinero, y nacionalismo. La clase obrera controlara la sociedad, sin Warrior Met, Wall Street, o cualquier capitalista. En Alabama, mineros negros y blancos y sus familias están experimentando una vista del comunismo, mientras la solidaridad antirracista caracteriza su huelga.
Solidaridad antirracista establece el tono
En Alabama, conducimos en las montañas a la entrada de la mina, encontramos un mapa. Los mineros mantienen turnos de 24/7 en cada portal de la mina. Recibimos dos respuestas contradictorias. Primero los anticomunistas: con un minero que nos dijo, antes de que habláramos, que nos tomáramos nuestras “agenda” y nos fuéramos. Ignoramos la hostilidad y nos presentamos a cada minero. La segunda repuesta estableció el tono por la semana: solidaridad. La mayoría de mineros nos dieron la bienvenida, nos ofrecieron comida y sombra. Nos invitaron a su línea de piquete por deberes anti- esquiroles durante el cambio de turno.
El anticomunismo inicial vino parcialmente del papel venenoso jugado por los revisionistas (grupos falsos izquierdistas). Habían aterrizado a la huelga como parásitos, gritando eslóganes vacíos políticos, dando discursos de madera, y actuando como patrones. Nos agradecieron por primero escuchar, aprender, y ayudar con cualquier trabajo requiriera la huelga.
En lo que hacíamos amigos y hablábamos del poder de los obreros y la revolución, marchamos y nos pusimos de voluntarios con el sindicado de Auxilio a las Mujeres. Estas mujeres obreras fuertes mantenían los mineros y sus familias alimentadas y con suplementos. Pronto, éramos “parte de la familia” y nos dieron tareas importantes como llevar suplementos a la línea de piquete y salones del sindicato en las montañas.
El gobierno de los patrones y revolución
El poder del estado capitalista de EE.UU. (gobierno) en el Condado de Tuscaloosa es palpable. Todos el aparato del estado está en los bolsillos de los patrones, del juez del condado al gobernador; de la policía a la Junta de Relaciones de trabajo en Washington; Partido Republicano a Partido Demócrata.
Requerimientos de la corte emitidas por el juez local le prohíbe a los mineros bloquear a esquiroles. El juez dijo que la palabra esquirol era “ofensiva” y se puede constituir como discurso de odio. En Alabama, un estado con virtualmente no regulaciones de armas, a los huelguistas se les prohíbe cargar armas en la línea de piquete. Mientras tanto los esquiroles y propietarios han abiertamente disparado a los mineros y han atropellado a bastantes con sus autos mientras la policía volteaba la cara. Las tropas del estado no dijeron que no podían hacer nada si nos disparaban.
Los mineros están enfrentando a todo el estado capitalista. Warrior Met y su inversor más grande Wall Street, BlackRock, quieren aplastar la mina sindicalizada más grande de Alabama. El PLP lucha para organizar los obreros a romper las leyes de los patrones que solo les sirven a los capitalistas. Invitamos a los mineros a unirse al PLP y organizarse a derrocar todo este estado capitalista con revolución comunista y crear nuestro propio estado de obreros.
Obreros negros: clave para la revolución comunista
Los lazos de camaderismo entre los mineros negros y blancos reflejaron una vibrante unidad multirracial. No como la basura de identidad de política de los falsos liberales despiertos, estos liberales muestran por que la unidad es tan asesina para el capitalismo y vital para la clase obrera.
El circo electoral de los patrones no les ofrece nada a los obreros. El Partido Demócrata promueve fascismo liberal de política de identidad. Han abandonado a obreros blancos al racista de alcantarilla Donald Trump, quien acabo de tener una manifestación en Alabama y nunca menciono la huelga.
Los mineros negros vienen de la sección más brutalmente atacada de la clase obrera. Como un minero negro y nuevo lector del DESAFIO nos confió, los mineros negros conocen a enemigos de amigos, y nuestra política comunista son una amenaza para los patrones. Comparten su análisis agudo del estado de los patrones con sus hermanas y hermanos blancos. Tienen claro de cómo el racismo divide y lastima a los obreros.
Poder de obreros industriales
Los patrones nos dividen para mantener su sistema de ganancia racista. Los mineros de Warrior Met saben mejor que nadie cuantas ganancias hacen los patrones. Los mineros de carbón, como todos los obreros en industrias básicas, están más cercano al corazón de producción capitalista. También están la más cerca a acabar con todo su sistema capitalista. Los capitalistas a nivel mundial dependen la cualidad de los mineros de Alabama, de carbón de azufre alto de toda construcción de armas, y obreros de ferrocarril en CSX transportan $2 millones por día de carbón al puerto de Mobile. Bajo el liderazgo de los obreros industriales como los mineros de Warrior Met, a combate masivo el PLP puede transformar la guerra imperialista por venir a guerra de clase para el poder de los obreros.
Mientras tanto, por medio de nuestros sindicatos, grupos estudiantiles, y organizaciones masivas, estamos marchando a mandar alivio a los mineros. De nuestros días al principio de nuestros Partido con la Campaña de Solidaridad de Harzard Miners de 1962 (véase DESAFIO 5/7/15) a hoy, la solidaridad esta profunda en la historia de nuestro Partido. Con dos docenas de contactos y ocho subscripciones de DESAFIO, la solidaridad de clase multirracial como esta llevara al mundo incluso más cerca al comunismo.*
PLPistas se ofrecieron como voluntarios con el Auxiliar de Mujeres de los mineros. Las mujeres organizan y lideran los desafíos logísticos de mantener abastecidas varias líneas de piquete 24 horas al día, 7 días a la semana, y alimentar y vestir a 1.100 familias de mineros.
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Brooklyn: protesta antirracista por el terremoto de Haití
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- 23 Septiembre 2021 129 visitas
BROOKLYN, 4 de septiembre—”¡Mismo enemigo, misma lucha! ¡Trabajadores del mundo, unidos!”, sonaron por las calles del barrio de Flatbush. A medida que los ataques racistas de los patrones contra los trabajadores en Haití continúan sin cesar, más de 30 miembros y amigos del Partido Laborista Progresista desplegaron pancartas en solidaridad con nuestras hermanas y hermanos de la clase trabajadora en Haití hoy. Expresamos políticas antiimperialistas e internacionalistas y trajimos un mensaje de esperanza revolucionaria. ¡No falsas esperanzas a través de elecciones o falsos líderes izquierdistas, sino a través de la confianza en la clase obrera internacional para algún día derrocar este vicioso sistema imperialista racista con el comunismo, desde Colombia hasta Alabama y Palestina!
Aprender a luchar colectivamente
Un club PLP con sede en la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY), con poca experiencia colectiva, planeó una manifestación exitosa y aprendió ricas lecciones. Comenzamos a llegar durante el verano a nuestra base entre estudiantes, personal y profesores de varios campus de CUNY y amigos hechos en el movimiento #SOSColombia (ver DESAFIO, 8/9). También tuvimos varios grupos de estudio que establecieron conexiones entre el imperialismo estadounidense y el racismo en Israel-Palestina, Colombia y Haití, utilizando artículos de DESAFIO para anclar cada discusión.
Entre reuniones, el uso de un escuadrón de la muerte colombiano para asesinar al presidente de Haití ilustró otro ejemplo flagrante de la relación entre el imperialismo estadounidense y el fascismo en Colombia y Haití. La construcción de la solidaridad internacional de la clase trabajadora ha sido un punto focal de nuestras discusiones y acciones, que se ha puesto en marcha aún más después del devastador terremoto y huracán.
Días antes de la manifestación, dos camaradas publicaron 200 volantes a lo largo de Flatbush Avenue y Church Avenue. Algunos compradores y transeúntes dieron un apoyo entusiasta. Hicimos nuevos contactos, vimos viejos amigos y vendimos CHALLENGE en el camino.
El internacionalismo y la alimentación alimentan nuestro movimiento
La noche antes de la manifestación, miembros del partido y amigos celebraron una fiesta de pancartas. Compartimos una deliciosa variedad de pizza y comida casera que incluye pasta al estilo haitiano y pikliz. Esto alimentó un debate sobre las elecciones, la reforma versus la revolución comunista y las conexiones entre los trabajadores en Colombia y Haití.
Si bien persisten muchos desacuerdos, estuvimos de acuerdo en la necesidad urgente de aplastar el racismo y luchar por el internacionalismo. Nuestra discusión política ayudó a decidir los lemas de nuestras pancartas y letreros pintados, y comenzamos a pintar con la música de Joe Arroyo de Colombia y Emeline Michel de Haití. Las pancartas decían: “Smash Imperialism fro: U.S. to China to Russia” y “Solidaridad con los trabajos en Haití: ¡Aplastar el racismo!”
Haití significa ¡CONTRAATA, LUCHA!
Cuando desplegamos nuestras pancartas en una esquina de este barrio caribeño de clase trabajadora, algunos autos tocaron la bocina y los trabajadores levantaron los puños en apoyo. Pl’ers y amigos también llevaron carteles caseros con demandas pidiendo vacunas COVID-19 y ayuda inmediata enviada a Haití, y construyendo infraestructura hídrica. Otros llevaban carteles que conectaba a los trabajadores en la lucha de Haití con los mineros en huelga de Alabama, ampliando los vínculos de nuestros grupos de estudio entre la lucha de los mineros en Alabama con los mineros en Colombia y Haití.
Distribuimos 500 CHALLENGEs. Para concluir nuestro mitin, marchamos por las aceras y finalmente tomamos un carril de la calle con cánticos de “¡Asiático, latino, negro y blanco! ¡Los trabajadores del mundo se unen!” y “¡Koupe tèt, boule kay!” (cortaron la cabeza de sus [jefes], quemaron sus casas en Kreyol).
Lecciones aprendidas
Estamos aprendiendo a luchar por la solidaridad y revelar las conexiones internacionales de la clase trabajadora bajo el capitalismo mientras exponemos a nuestro enemigo común, el imperialismo. Estamos aprendiendo cómo construir hacia la revolución desde la base, a través de grupos de estudio regulares, eventos sociales y protestas.
Sobre todo, aprendimos que a medida que el imperialismo estadounidense declina y marcha nuestra clase hacia la Tercera Guerra Mundial, debemos ser más audaces al llevar nuestra política a la clase obrera internacional. Los trabajadores están buscando respuestas. Estamos construyendo la revolución comunista a través de la práctica, cometiendo errores y creciendo.*
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Estudiantes, trabajadores, padres- ¡escuelas enfermizas significan luchar!
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- 23 Septiembre 2021 125 visitas
CIUDAD DE NUEVA YORK, Septiembre 8—A medida que comienza un nuevo año escolar, los estudiantes y las familias de la clase trabajadora se enfrentan nuevamente a las peligrosas condiciones de solo pérdidas creadas por el capitalismo en crisis. El creciente número de casos de Covid-19, los edificios escolares a punto de derrumbarse y la demanda de volver a la normalidad, amenazan la vida de los estudiantes, sus familias y los trabajadores de la educación. Esto se está desarrollando a medida que las deficiencias del imperialismo estadounidense en Afganistán, vecino de su principal rival, China, se muestran al mundo entero (Ver Editorial, página 2). Este año escolar, continuemos construyendo la solidaridad entre estudiantes, trabajadores y padres y convirtamos las crisis en oportunidades para construir una cultura de lucha por las ideas y la cultura comunista.
Una clase dominante estadounidense dividida, unida en el desprecio por la vida de los trabajadores
Liderados por el presidente Joe Biden, los grandes fascistas del capitalismo financiero están tratando de crear un enfoque más unificado de la educación. Los pequeños republicanos fascistas tienen una orientación más doméstica y son aislacionistas. En estados como Florida y Tennessee, los gobernadores atacaron a los gobiernos de las ciudades más pequeñas que presionaron por más vacunas y el uso de máscaras en las escuelas. En respuesta, el Departamento de Educación de EE. UU. Inició investigaciones y demandas de derechos civiles para bloquear los ataques.
Es un error mortal pensar que Biden, los tribunales federales o los políticos demócratas locales en ciudades como Nueva York y Los Ángeles están motivados para proteger la seguridad de la clase trabajadora. Como grupo dominante desde la Segunda Guerra Mundial, estos grandes fascistas fueron los arquitectos del orden mundial liberal con los jefes estadounidenses en la cima. Su dominio se basa en el poder financiero y militar de Estados Unidos y su control estratégico de Oriente Medio y el flujo de petróleo a Europa, Asia y África. Para mantener este dominio contra sus rivales, los grandes fascistas necesitan una futura generación de trabajadores, soldados y gerentes que estén dispuestos a luchar y morir por este sistema desigual.
Una "generación perdida" desilusionada y no apta para esta tarea obstaculizará su capacidad para librar una guerra de este tipo. Los falsos Liberales de “lengua plateada” apelan a los trabajadores con que "estamos todos juntos en esto" y las garantías huecas de que "estamos listos" muestran que el ala liberal es el principal peligro para la clase trabajadora. Ellos están listos para hacer que los trabajadores mueran tanto de Covid-19 como en una Tercera Guerra Mundial por sus ganancias a largo plazo.
El desprecio descarado por la vida de los trabajadores que muestran ambas alas de la clase dominante estadounidense es un sello distintivo del creciente fascismo. Los capitalistas de cualquier tipo son enemigos de los trabajadores.
Lucha para aprender, aprende a luchar
La educación capitalista nos entrena para tratar a la clase trabajadora como prescindible. Se nos enseña a aceptar que algunos trabajadores y jóvenes se quedarán sin hogar, desempleados, encarcelados o asesinados. Los trabajadores de la educación están acostumbrados a aceptar algunos abandonos, suspensiones y fracasos como inevitables. Las escuelas capitalistas también enseñan patriotismo y fomentan la lealtad al imperialismo estadounidense. Si millones de jóvenes cuestionan el capitalismo, mientras se derrumba la fachada de la estabilidad, los imperialistas tendrán más dificultades para ganar trabajadores para librar una guerra contra China. Por lo tanto, mientras los estudiantes y los trabajadores de la educación luchan por aprender, también deben aprender a luchar contra un sistema capitalista que le falla a nuestra clase a diario.
Incluso antes de la pandemia, las escuelas capitalistas eran inseguras: suspensiones, paredes derrumbadas llenas de tóxicos, comida en la cafetería poco saludable, policías racistas que criminalizaban a los estudiantes negros y latinos. La pandemia de Covid-19 ha causado estragos adicionales en el aprendizaje de los estudiantes. Los estudiantes han aprendido aún menos bajo estas condiciones y los planes de los jefes para alcanzar a los estudiantes estarán plagados de grietas y agujeros para que los estudiantes de la clase trabajadora caigan.
Los comunistas y muchos trabajadores de la educación antirracistas se niegan a aceptar este destino. Sabemos que la clase trabajadora está llena de luchadores y que, ya sea a distancia o en persona, los trabajadores de la educación y los estudiantes deben utilizar el estudio agudo de las matemáticas, la ciencia, la historia y el lenguaje para comprender el veneno racista del capitalismo y la necesidad de una nueva, sociedad comunista.
Los trabajadores de la educación deben luchar junto a sus estudiantes y padres contra el sistema de los patrones, que ha hecho que nuestra clase fracase en lo que sin duda será un año escolar difícil. Cada aspecto podrido de las escuelas capitalistas refuerza la misma lección para nosotros: un sistema que no puede educar y cuidar a su juventud no merece existir, y debemos aprender juntos lo que se necesita para acabarlo. ¡Únete a la lucha con el PLP!*
¿Qué harían los comunistas?
En una sociedad comunista, nuestro sistema educativo se centraría en las necesidades de la sociedad.
Libres de las cadenas del lucro, todos los sectores de la sociedad se movilizarían para combatir
colectivamente una crisis como Covid-19. Invertiríamos rápida y masivamente mano de obra y
materiales para modernizar los edificios escolares, mejorar los sistemas de ventilación y saneamiento
y convertir los espacios para el aprendizaje. ¡Por supuesto, las escuelas se habrían construido y mantenido en primer lugar por el interés de la salud y la
seguridad de los estudiantes!
Además, la educación bajo el comunismo seguramente no se limitaría a los edificios escolares. Ante una pandemia, los trabajadores y los jóvenes aprenderían en medio de la lucha desde una edad temprana. Podríamos capacitar a miles para crear y administrar vacunas, pruebas de Covid-19, así como para distribuir alimentos y suministros. Emprenderíamos campañas como lo hizo la Unión Soviética para capacitar a los jóvenes para que asuman el liderazgo en el trabajo práctico y creativo en las granjas y fábricas, o como hizo China enviando estudiantes al campo durante la Revolución Cultural.
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Estudiantes, trabajadores, padres- ¡escuelas enfermizas significan luchar!
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- 23 Septiembre 2021 126 visitas
CIUDAD DE NUEVA YORK, Septiembre 8—A medida que comienza un nuevo año escolar, los estudiantes y las familias de la clase trabajadora se enfrentan nuevamente a las peligrosas condiciones de solo pérdidas creadas por el capitalismo en crisis. El creciente número de casos de Covid-19, los edificios escolares a punto de derrumbarse y la demanda de volver a la normalidad, amenazan la vida de los estudiantes, sus familias y los trabajadores de la educación. Esto se está desarrollando a medida que las deficiencias del imperialismo estadounidense en Afganistán, vecino de su principal rival, China, se muestran al mundo entero (Ver Editorial, página 2). Este año escolar, continuemos construyendo la solidaridad entre estudiantes, trabajadores y padres y convirtamos las crisis en oportunidades para construir una cultura de lucha por las ideas y la cultura comunista.
Una clase dominante estadounidense dividida, unida en el desprecio por la vida de los trabajadores
Liderados por el presidente Joe Biden, los grandes fascistas del capitalismo financiero están tratando de crear un enfoque más unificado de la educación. Los pequeños republicanos fascistas tienen una orientación más doméstica y son aislacionistas. En estados como Florida y Tennessee, los gobernadores atacaron a los gobiernos de las ciudades más pequeñas que presionaron por más vacunas y el uso de máscaras en las escuelas. En respuesta, el Departamento de Educación de EE. UU. Inició investigaciones y demandas de derechos civiles para bloquear los ataques.
Es un error mortal pensar que Biden, los tribunales federales o los políticos demócratas locales en ciudades como Nueva York y Los Ángeles están motivados para proteger la seguridad de la clase trabajadora. Como grupo dominante desde la Segunda Guerra Mundial, estos grandes fascistas fueron los arquitectos del orden mundial liberal con los jefes estadounidenses en la cima. Su dominio se basa en el poder financiero y militar de Estados Unidos y su control estratégico de Oriente Medio y el flujo de petróleo a Europa, Asia y África. Para mantener este dominio contra sus rivales, los grandes fascistas necesitan una futura generación de trabajadores, soldados y gerentes que estén dispuestos a luchar y morir por este sistema desigual.
Una "generación perdida" desilusionada y no apta para esta tarea obstaculizará su capacidad para librar una guerra de este tipo. Los falsos Liberales de “lengua plateada” apelan a los trabajadores con que "estamos todos juntos en esto" y las garantías huecas de que "estamos listos" muestran que el ala liberal es el principal peligro para la clase trabajadora. Ellos están listos para hacer que los trabajadores mueran tanto de Covid-19 como en una Tercera Guerra Mundial por sus ganancias a largo plazo.
El desprecio descarado por la vida de los trabajadores que muestran ambas alas de la clase dominante estadounidense es un sello distintivo del creciente fascismo. Los capitalistas de cualquier tipo son enemigos de los trabajadores.
Lucha para aprender, aprende a luchar
La educación capitalista nos entrena para tratar a la clase trabajadora como prescindible. Se nos enseña a aceptar que algunos trabajadores y jóvenes se quedarán sin hogar, desempleados, encarcelados o asesinados. Los trabajadores de la educación están acostumbrados a aceptar algunos abandonos, suspensiones y fracasos como inevitables. Las escuelas capitalistas también enseñan patriotismo y fomentan la lealtad al imperialismo estadounidense. Si millones de jóvenes cuestionan el capitalismo, mientras se derrumba la fachada de la estabilidad, los imperialistas tendrán más dificultades para ganar trabajadores para librar una guerra contra China. Por lo tanto, mientras los estudiantes y los trabajadores de la educación luchan por aprender, también deben aprender a luchar contra un sistema capitalista que le falla a nuestra clase a diario.
Incluso antes de la pandemia, las escuelas capitalistas eran inseguras: suspensiones, paredes derrumbadas llenas de tóxicos, comida en la cafetería poco saludable, policías racistas que criminalizaban a los estudiantes negros y latinos. La pandemia de Covid-19 ha causado estragos adicionales en el aprendizaje de los estudiantes. Los estudiantes han aprendido aún menos bajo estas condiciones y los planes de los jefes para alcanzar a los estudiantes estarán plagados de grietas y agujeros para que los estudiantes de la clase trabajadora caigan.
Los comunistas y muchos trabajadores de la educación antirracistas se niegan a aceptar este destino. Sabemos que la clase trabajadora está llena de luchadores y que, ya sea a distancia o en persona, los trabajadores de la educación y los estudiantes deben utilizar el estudio agudo de las matemáticas, la ciencia, la historia y el lenguaje para comprender el veneno racista del capitalismo y la necesidad de una nueva, sociedad comunista.
Los trabajadores de la educación deben luchar junto a sus estudiantes y padres contra el sistema de los patrones, que ha hecho que nuestra clase fracase en lo que sin duda será un año escolar difícil. Cada aspecto podrido de las escuelas capitalistas refuerza la misma lección para nosotros: un sistema que no puede educar y cuidar a su juventud no merece existir, y debemos aprender juntos lo que se necesita para acabarlo. ¡Únete a la lucha con el PLP!
¿Qué harían los comunistas?
En una sociedad comunista, nuestro sistema educativo se centraría en las necesidades de la sociedad. Libres de las cadenas del lucro, todos los sectores de la sociedad se movilizarían para combatir colectivamente una crisis como Covid-19. Invertiríamos rápida y masivamente mano de obra y materiales para modernizar los edificios escolares, mejorar los sistemas de ventilación y saneamiento y convertir los espacios para el aprendizaje. ¡Por supuesto, las escuelas se habrían construido y mantenido en primer lugar por el interés de la salud y la seguridad de los estudiantes!
Además, la educación bajo el comunismo seguramente no se limitaría a los edificios escolares. Ante una pandemia, los trabajadores y los jóvenes aprenderían en medio de la lucha desde una edad temprana. Podríamos capacitar a miles para crear y administrar vacunas, pruebas de Covid-19, así como para distribuir alimentos y suministros. Emprenderíamos campañas como lo hizo la Unión Soviética para capacitar a los jóvenes para que asuman el liderazgo en el trabajo práctico y creativo en las granjas y fábricas, o como hizo China enviando estudiantes al campo durante la Revolución Cultural.
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PLPista ayuda a un compañero de trabajo despedido a vencer a los patrones racistas
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- 23 Septiembre 2021 123 visitas
CIUDAD DE NUEVA YORK, 5 de septiembre—Una lucha del Partido Laboral Progresista (PLP) en la división NYCT de la MTA (Agencia de Transporte Metropolitano/Tránsito de la Ciudad de Nueva York) para ayudar a una operadora de tren con una demanda por despido injustificado ha resultado en que la agencia la vuelva a contratar con pago atrasado. Un año y medio después de que los jefes racistas del tránsito permitieran que sus trabajadores, en su mayoría negros y latinos, murieran a causa de Covid-19 (The Guardian, 21/4/20), este es un desarrollo crítico. Si bien una victoria en el sistema legal de los patrones está lejos de la verdadera justicia de la clase trabajadora, coloca nuestra lucha en el transporte público en el camino correcto para organizar a los trabajadores para la revolución comunista.
Sistema enfermo no se preocupa por el tiempo de enfermedad
Cuando el PLPista recibió por primera vez la noticia de que los jefes de la MTA habían despedido a María, se puso en contacto con sus compañeros de tránsito para pedirle consejo. Una trabajadora, que se postuló para la presidencia del sindicato, nos puso en contacto con un abogado del servicio civil con experiencia en la lucha contra la MTA. Ella y el PLPista ayudaron a lanzar un GoFundMe para recaudar fondos legales, después de que María dijera que quería luchar por su trabajo.
Lo promocionaron en las redes sociales y una estación de noticias local publicó una historia sobre el despido.
Los jefes desalmados habían despedido a María debido al uso “excesivo” del tiempo de enfermedad y las ausencias mientras estaba en su periodo de prueba (comenzó a entrenar en 2019 con su compañero PLPista), pero eso no cuenta toda la historia. En febrero de 2020, los funcionarios le ordenaron que se quedara en casa durante cuatro días cuando mencionó que tenía fiebre.
Ese junio, cuando un operador de tren con más experiencia que la entrenaba tuvo un incidente en el que le hicieron una prueba de detección de drogas, también María, y los jefes la mantuvieron alejada durante días adicionales. Estos días también contaban injustamente en su contra.
Los jefes utilizaron el total de días perdidos como justificación para extender su libertad condicional seis meses. Más tarde ese año, tuvo que tomar cuatro días más para cuidar a su madre, que había sufrido un derrame cerebral. En lugar de tener compasión, el sistema de tránsito la despidió el pasado mes de enero.
Patrones racistas muestran sus colmillos
El caso de María mostró perfectamente la insensibilidad racista y sexista de los jefes de la MTA hacia su fuerza laboral.
Esta joven trabajadora latina, venía a trabajar todos los días, tenía un historial operativo impecable y arriesgó su vida durante la pandemia para transportar trabajadores esenciales mientras los patrones se acobardaban en sus casas. ¡La terminación fue como recompensaron sus esfuerzos!
En especial, mostró cuán despiadada es la MTA contra los empleados en período de prueba, quienes virtualmente no pueden faltar por enfermedad durante todo un año o enfrentar sanciones similares.
Sindicato inservible servidores de los patrones
Como es habitual, la unión resultó inútil. Su representante sindical ni siquiera devolvió sus llamadas telefónicas. Más tarde, el PLPista fue a una reunión sindical y criticó a los representantes del Local 100 del Sindicato de Trabajadores de Tránsito (TWU) por su negligencia racista.
En repetidas ocasiones le dijeron que, dado que María estaba en libertad condicional, no podían hacer nada por ella (por supuesto, no tenían ningún problema en aceptar el dinero de sus cuotas todo este tiempo). La inacción de la TWU no debería sorprender, dado lo poco que lucharon para mantener seguros a los trabajadores durante COVID. El caso de María muestra que bajo el capitalismo, los sindicatos son servidores desdentados de la clase dominante.
Avanzando a pesar del anticomunismo
Inicialmente, el PLPista tenía dudas de que esto funcionara. Sus temores anticomunistas lo hicieron preguntarse cuántos donarían a la recaudación de fondos. Pero la gente llegó con donaciones, desde compañeros de trabajo hasta supervisores e incluso compañeros fuera del trabajo. Esto demostró que, en los momentos más críticos, los trabajadores siempre se respaldarán mutuamente.
Recuperar a María su trabajo es una victoria, pero nuestra lucha está lejos de terminar. El PLPista sigue reuniéndose con María con regularidad, le da un DESAFÍO y lucha con ella para ver que no se trata solo del sindicato o de los jefes de tránsito, ¡todo este maldito sistema tiene que desaparecer! Esperamos continuar esta lucha con nuestros compañeros de trabajo en la MTA, sentando las vías que llevarán a nuestra clase al mundo comunista que nos merecemos.J