Conforme el imperio estadounidense se desmorona por fuera y por dentro, el ala principal de imperialistas de la clase dominante estadounidense parece estar lista para tomar medidas enérgicas contra los patrones de America Primero, representados por Donald Trump. Comparando la insurrección del 6 de enero en el Capitolio al 11/9, Nancy Pelosi, presidente de la Cámara llamo la insurrección un asalto “interno” (Guardian, 17/9), mientras que el ex presidente George W. Bush, exhorto a los estadounidenses a confrontar a los “extremistas violentos en casa” (Washington Post, 11/9).
Enfrentando la pandemia de covid-19 aun fuera de control, la debacle militar en Afganistán, y una infraestructura decrepita, estos Grandes Fascistas del capital financiero están heridos y desesperados – lo que los hace aun mas peligrosos. No han podido controlar a los mas abiertamente racistas, Pequeños Fascistas, quienes se han tomado el partido republicano y la Suprema Corte estadounidense, y han tenido mas serios avances dentro de la base militar. No han querido disciplinar a sus propias filas de multimillonarios avariciosos. Estas divisiones dan una gran apertura a sus rivales inter-imperialistas; China y Rusia. Ahora que los grandes patrones ya no pueden gobernar con las viejas reglas de democracia liberal, se mueven rápidamente hacia el fascismo y la tercera guerra mundial.
Conforme los capitalistas batallan para proteger sus ganancias, esperan que la clase trabajadora pague el precio, se trague las mentiras, y derrame su sangre. Pero, ¡el Partido Laboral Progresista tiene otros planes! Nosotros hacemos un llamado a la clase trabajadora internacional a rechazar el llamado de patriotismo de los patrones – y que respondan con el internacionalismo comunista. ¡Únetenos y ayuda a erradicar el virus mas letal del mundo – el capitalismo!
Build Back Better
[Mejor Reconstrucción]: Fraude a la clase trabajadora
El dominio de los Grandes Fascistas se encuentra en los poderes financieros y militares estadounidenses, su control estratégico en el Medio Oriente, y el flujo de petróleo a Europa, Asia, y África. Conforme pierden terreno a China, económica y militarmente, los patrones estadounidenses necesitan ganar la lealtad patriótica de las masas de trabajadores para que pelen y mueran en el conflicto global por venir.
Es ahí donde entra Joe Biden, con su proyecto de ley de $3.5 Trillones “Build Back Better”. Prometiendo financiar energía verde, banda ancha, carreteras, vivienda, y nuevos empleos, la propuesta es esencialmente una coima para ganar a los trabajadores a apoyar la agenda de los Grandes Fascistas. Lo que esta por verse es si los patrones, dirigidos por Biden, pueden crear la unidad y disciplina necesaria para pasar ese proyecto de ley.
Los Pequeños Fascistas republicanos han prometido luchar contra los aumentos de impuestos necesarios para financiar el proyecto de ley de Biden. El principal problema de los Grandes Fascistas es que sus propias filas no están dispuestas a hacer los sacrificios necesarios. El senador Joe Manchin, demócrata de West Virginia, quiere que el proyecto se corte a la mitad – y retrasar la transición a la energía limpia. No es coincidencia que Manchin “personalmente ha recibido mas de $4.5 millones” de las compañías de carbón que fundo en la década de 1980 (The Intercept, 3/9).
Grupos de negocios dominantes – La Cámara de Comercio, la Mesa Redonda Empresarial, y la Asociación Nacional de Manufactureros – también están en contra de los aumentos a los impuestos corporativos (aun si son modestos) que Biden y el ala principal necesita para pagar por el proyecto de ley (Business Insider, 31/3).
Esta lucha demuestra la falta de visión y disciplina dentro de la clase dominante. Pero, ningún imperio cae sin pelear, y los patrones liberales probablemente se muevan hacia el fascismo mas abierto, mas temprano que tarde. No tienen opción – tienen que unir a su propia clase para prepararse para la guerra.

Preparaciones de Guerra
El plan de Biden también pide $180 mil millones para investigaciones y desarrollo de tecnologías emergentes para el ejercito. Si no aumentan sus inversiones e innovaciones para masacres masivas, EE.UU. se arriesga a quedarse rezagado ante China, poniendo en peligro el “futuro económico y competitividad y . . . seguridad nacional” de los patrones (C4ISRNET, 31/3).
El desorden y división en EE.UU. hoy, refleja el relativo declive de la clase dominante y el imperialismo estadounidense. Cada vez mas trabajadores ven esta sociedad tal cual es – un apestoso estofado de policía asesina, racismo, sexismo, y desempleo masivo. El capitalismo jamás funcionara para los trabajadores. No se puede corregir. La única alternativa es el comunismo, un mundo dirigido por y para la clase trabajadora internacional.

El Desastre Covid
El covid-19 ha sido un desastre para los patrones capitalistas y es la muestra de porque ellos no son aptos para dirigir la sociedad. Con la variante Delta arrasando y las muertes, debido a la pandemia, nuevamente excediendo los 2,000 por día, la prensa de los Grandes Fascistas, como el New York Times culpa a los gobernadores republicanos Pequeños Fascistas, que han rechazado los mandatos de mascarillas y otras medidas se salud publica con sentido común.
Pero, el problema mas grande de los capitalistas financieros es la incompetencia y los mensajes contradictorios de sus propias instituciones, como los Centros del Control de Enfermedades y la Administracion de Drogas y Comidas, los cuales sucumbieron a los intereses políticos y empresariales para “hacer que EE.UU. vuelva a trabajar”. Mientras tanto, los políticos liberales como el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, imprudentemente presionan a millones de estudiantes a regresar a las escuelas, en edificios sobrepoblados, un personal aun no completamente vacunado y protocolos de seguridad ambiguos (Chalkbeat, 21/8, Pix11 19/8).
Los mandatos de vacunación y uso de mascarillas, es la forma como los Grandes Fascistas intentan disciplinar a su clase y ganar a los trabajadores – pero su estrategia no esta funcionando. Sin el personal o instalaciones para clases mas pequeñas, los maestros y estudiantes saben que el distanciamiento social de los gobernantes es una burla. Al mismo tiempo, muchos trabajadores han sido persuadidos por la retorica anti-científica – además de la justa desconfianza en el gobierno – y rehúsan vacunarse.
Como resultado, la pandemia sigue avanzando. Millones de trabajadores en todo el mundo han perdido sus trabajos y se enfrentan a quedarse sin techo, desalojos, y hasta hambrunas. Muchos no tienen acceso a los servicios mas básicos de salud, mucho menos a las pruebas, o las vacunas. La pandemia global no es un desastre “natural”. Es prueba definitiva que el capitalismo tiene que ser aplastado con la revolución comunista.
Bajo el comunismo, los trabajadores tendrán asegurado su acceso a las vacunas, tratamiento y la prevención que pudo haber contenido la pandemia mucho antes que matara a millones alrededor del mundo. Sin la motivación de lucro, los científicos trabajaran para el bien de la humanidad, en vez de depender en el financiamiento corporativo. Los trabajadores se tomarían sus días de enfermedad sin temor a perder sus trabajos o proveer para sus familias. Todos los trabajadores – sobretodo los trabajadores de la salud – tendrían todo el equipo protector necesario para hacer su trabajo con seguridad.
Conforme crece la desestabilización del mundo capitalista, la clase trabajadora entra en un periodo de gran peligro y oportunidad. El peligro es la amenaza de una guerra mundial cada vez mas cercana ya que el imperio estadounidense se acerca al borde del colapso. La oportunidad es que podemos convertir la guerra imperialista en una guerra de clases. El capitalismo es la verdadera pandemia, y el comunismo es la única cura. ¡Únete al PLP y pongamos otro clavo en el ataúd de los patrones!

Inglewood, Ca., 17 de septiembre—Hoy, un grupo de derechos proiinquilinos y otros activistas aprendieron una lección sobre la crueldad del sistema capitalista. Ocurrió durante un plantón protesta y conferencia de prensa donde se presentaba el terreno de un nuevo estadio para el equipo de básquetbol LA Clippers. Mientras que el dueño de los Clippers; el multimillonario Steve Ballmer, el alcalde de Inglewood; James Butts y otros celebraban el próximo gigante estadio en este barrio mayoritariamente obrero, negro y latino, la policía de Inglewood cuidaba la conferencia de prensa y a los trabajadores municipales, quienes, a una cuadra, desalojaban a la gente de un refugio para personas sin hogar. Solo la revolución comunista puede eliminar a estos policías racistas y los multimillonarios a quienes sirven y protegen.
Como ocurre en las grandes áreas urbanas, los dueños de los equipos deportivos capitalistas, sus banqueros millonarios, y patrocinadores corporativos, se dieron cuenta la cantidad de dinero que pueden hacer si trasladan sus equipos a nuevas localidades. Para poder hacer que sus programas lucrativos funcionen, tienen que aprovechar las pésimas condiciones de vida de los trabajadores en estos lugares prometiendo miles de nuevos empleos a cambio del visto bueno a sus planes. Se aseguran de usar políticos locales, como Butts, quienes muchas veces son negros o latinos, para que estén entusiásticamente de acuerdo en convertirse en los mas grandes porristas de estos proyectos.
TRABAJADORES LUCHAN CONTRA LA GENTRIFICACIÓN RACISTA
Muchos autos sonaban sus bocinas en solidaridad mientras nuestras consignas resonaban en las calles: “Ciudadanos, inmigrantes, negros, latinos, blancos; contra los desalojos debemos luchar” y “Paremos la gentrificación racista, creada por corporaciones corruptas”. Un grupo multirracial de unas 25 personas, dirigido por jóvenes latinas se unió a nuestro plantón, también se escucho un discurso de un inquilino de Inglewood Gardens (IG), un complejo de apartamentos frente al nuevo estadio de los LA Rams/Chargers So-Fi. Este estadio esta a menos de una milla de donde el nuevo “Domo” de los Clippers se construirá. Hablo de como su casero se rehúsa reparar las condiciones peligrosas del apartamento donde él y su esposa habitan. También hablo de la complicidad del departamento Inglewood Code Enforcement (CE). Cuando puso una querella, el inspector de CE le llamo y le dijo que no podía obligar al rentero a reparar nada, forzándolos a vivir en esa miseria.
En cuanto supimos que la policía estaba supervisando el desalojo de otra persona en Inglewood, marchamos hacia allá. El grupo se enfrento ruidosamente y abucheando a los trabajadores municipales y la policía cuando estos tiraban las pertenencias de la persona sin hogar. Sabiendo que esa persona no estaba, y que cuando regresara todas sus pertenencias habrían desaparecido, demandamos que la policía y la ciudad les proveyera de servicios de alojamiento. Pero ellos respondieron alejándose de ahí.
Inglewood, que tiene frontera con South Los Ángeles, se convirtió en un centro industrial durante y después de la segunda guerra mundial, particularmente de producción aeroespacial y militar. Cuando los patrones comenzaron a sacar los empleos de la ciudad, en las décadas de 1960 y 1970, los trabajadores blancos también comenzaron a salir, la población se convirtió en una población trabajadora negra primero, y latina después. El desempleo racista empezó a aumentar en los 1970 y 1980, lo cual llevo a la pobreza y el desamparo. Esto, combinado con el deterioro de las condiciones en las escuelas y la falta de servicios debido a los recortes presupuestarios racistas, dieron como resultado las condiciones infra humanas de los trabajadores aquí.
Los políticos, lacayos de Ballmer, han pregonado que los nuevos estadios son “creadores de empleos”. Pero los trabajadores nunca reciben los beneficios. Todos los nuevos “desarrollos” han aumentado los valores de la propiedad, por lo tanto, las rentas están muy por encima de lo que muchos de la clase trabajadora pueden pagar, además han atraído a buitres de compañías inversionistas, las cuales se toman las propiedades “problemáticas” forzando a sus dueños a salir. En Inglewood, resistencia a estos ataques anti obreros han aumentado. El sindicato Lennox/Inglewood Tenant’s Union (LITU) ha estado al frente de la lucha. Militantes del PLP han trabajado con LITU dando liderato político y táctico a sus campañas, incluyendo renteros de IG. Una nota positiva; varios miembros de LITU, independientemente del PLP, tomaron la iniciativa de organizarse y ayudar a dar liderato al plantón de hoy.

COMUNISMO: VIVIENDA DECENTE PARA TODOS LOS TRABAJADORES SEGÚN SU NECESIDAD
Steve Ballmer tiene una fortuna de $96.1 mil millones. Cuando el plantón estaba por terminar, un PLPeista activo en LITU dio un pequeño discurso contra Ballmer, los capitalistas y su sistema de ganancias, los señaló como los culpables de las atrocidades de las que fuimos testigos. Hizo un llamado por un cambio revolucionario, como única respuesta a los problemas de gentrificación de la clase trabajadora, el racismo, los desalojos y la falta de vivienda. Señaló que todos los trabajadores tenemos intereses en común, incluyendo quienes son dueños de sus casas, renteros y quienes no tienen hogar, e hizo un llamado a la unidad en la lucha.
Los patrones capitalistas de “deportes/entretenimiento”, como Ballmer, son parte de la pandilla de policías, caseros, multimillonarios, y banqueros plagando a nuestra clase. El comunismo eliminara a estos parásitos y eliminara la vivienda como mercancía de compra y venta. Construiremos y produciremos vivienda colectivamente, para todos los trabajadores basándonos en la necesidad. ¡Únete al PLP hoy y lucha por el comunismo!

El oleaje de trabajadores buscando entrada a los EE. UU debajo del puente internacional en Del Rio, Texas, ha sobrepasado a 12,000 personas (CNN.com, 20/9). Allí padecen el hacinamiento, calor extremo, enfermedad, falta de alimentos y condiciones insalubres todo porque el caos de la crisis capitalista degrada la búsqueda de trabajo y mejores condiciones de vida a un problema político y convierte a los trabajadores en recurso desechable. De ambos lados de la frontera los obreros padecen la brutalidad e incapacidad del capitalismo, el racismo, y el desprecio a la vida de los obreros. La imagen terrible de la policía persiguiendo a caballo, con látigos en la mano a obreros de Haití (Washington Post 20/9) junto con las condiciones miserables en los campamentos empiecen a evocar el resurgimiento de la reclusión fascista. Solamente el comunismo, un sistema basado en las necesidades de la clase trabajadora internacional, es capaz de abolir a las fronteras y organizarse por el bien de las masas obreras.
En el campamento de Reynosa, en Tamaulipas frente a Hidalgo Texas, se concentra entre 2 mil y 5 mil personas, pero solo cuenta con 18 baños públicos, a los migrantes se les cobra $10 pesos mexicanos, por usar las regaderas o los lavabos (NYT 30/8). La situación en Tijuana no es tan distinta. Los trabajadores en campamentos allí, han denunciado las condiciones de hacinamiento y violencia que padecen día con día, decenas de ellos han denunciado extorciones, robos y secuestros, muchos de ellos devueltos de EEUU con sus papeles de solicitud de asilo en un sobre transparente, sin agujetas en los zapatos, evidente señal de haber estado en alguno de los centros de deportación; es así que son fáciles de distinguir para los delincuentes quienes los toman y los llevan a casas de seguridad hasta que sus familiares en EEUU pagan sumas cercanas a los 2 mil dólares para que sean liberados (hrw.org 2/6/2020). En definitiva, estas condiciones son inhumanas.
El capitalismo es criminal y anti obrero, no importa que sus lacayos sean abiertamente fascistas y antiinmigrante como Trump o liberales como Biden o AMLO. Esencialmente su política capitalista y fascista condena a morir a millones en la pobreza cerrándoles el paso o aniquilándolos en su intento de cruzar la frontera.
La situación actual en la frontera entre México y EE. UU., comenzó con un acuerdo entre AMLO y Trump, a finales de 2018, el gobierno de México aceptó colaborar con el plan que durante 2019 se constituyó como Protocolos de Protección de Migrantes (PPM) o Remain in Mexico, bajo la presión de EEUU, que amenazaba con aumentar la cantidad de impuestos a los productos mexicanos que se exportan a su territorio. Desde entonces, se recibe a solicitantes de asilo no mexicanos para que esperen en México mientras sus solicitudes se evalúan en las cortes estadounidenses.
Sin embargo, a pesar de que Biden aseguro durante su campaña electoral, que se acabaría con estas medidas, el programa “Quédate en México” mantiene a miles de trabajadores hacinados en la frontera de México con California y Texas.
Mientras Trump buscaba el apoyo de su base para promover la política antiinmigrante y los Demócratas buscaban el apoyo de su base por condenar a Trump, la crisis capitalista – exacerbado por la pandemia y las divisiones paralizantes dentro de la clase dirigente – se ha intensificado. Justo en un momento en que a las empresas les falta mano de obra y trabajadores viajan miles de millas buscando trabajo, la clase capitalista no puede salirse de sus luchas internas ni para satisfacer las necesidades de su propia clase – mucho menos las necesidades de la clase trabajadora.
Lo que viven los trabajadores migrantes son consecuencias de la crisis del capitalismo y una demuestra del fascismo - la forma que toma el capitalismo en crisis. La concentración de miles de trabajadores, condenados de vivir y morir en campos de detención recuerda al pasado fascismo y predice el futuro bajo este sistema. Ningún gobierno, ni partido político capitalista, puede garantizar la satisfacción de las necesidades de la clase trabajadora, la situación de los migrantes demuestra que durante sus crisis su única salida es el fascismo, esto es, tratar a la clase trabajadora como desechable, sin importarles si viven o mueren en las condiciones que sean.
Es gracias a la solidaridad de la clase trabajadora, que los campamentos de migrantes reciben algún apoyo, llevando agua y comida, así como ropa, colchones, medicinas y carpas (la mayoría solo son varios metros de hule para paliar las lluvias y los fríos extremos de la zona). Solamente el poderío de la clase trabajadora, organizada en la lucha por el comunismo puede proveer para los obreros del mundo.

LANGLEY PARK, MD, 13 de septiembre— “Obreros, unidos, jamas seren vencidos” sonó entre las voces de 25 residentes de Bedford Station, organizadores antirracistas y el Partido Laboral Progresista. “Los trabajadores unidos nunca serán derrotados”.
La manifestación está en contra del plan racista de desarrollo y rezonificación del nuevo ferrocarril de tránsito Purple Line. Los planes de rezonificación permitirán la construcción de edificios exorbitantes y de alta densidad que desplazarán a los residentes de toda la vida, miles de los cuales son trabajadores inmigrantes de Centroamérica. Los políticos liberales aquí demuestran una vez más que no son amigos de la clase trabajadora.
Los residentes mayoritariamente latinos (84 por ciento) han librado una huelga de alquileres de un año y han demandado a los propietarios que están dejando que sus casas se deterioren mientras esperan una gran recompensa con nuevos edificios. Los miembros del PLP se han unido a ellos para presentar una petición a HUD (Vivienda y Desarrollo Urbano) en Washington DC, ayudaron a las personas a solicitar asistencia para el alquiler de emergencia y trajeron simpatizantes junto con materiales de arte, DESAFÍOS y entusiasmo revolucionario a las manifestaciones. A pesar de la lucha audaz y sostenida de estos trabajadores, conformarse con reformas es una rutina sin fin. Unirse al movimiento comunista revolucionario, el PLP, es el siguiente paso necesario en la lucha.
Conducir con fines de lucro
La Purple Line es una línea de tren ligero de 16 millas que se extenderá desde Bethesda en el condado de Montgomery hasta New Carrollton en el condado de Prince George. La empresa privada que lo está construyendo ya ha absorbido $ 3 millones más de lo planeado originalmente del presupuesto estatal. Las negociaciones con el estado de Maryland han retrasado la construcción, pero ahora el trabajo avanza en serio y los desarrolladores están salivando para convencer al gobierno del condado de que cree nuevas regulaciones de zonificación.
El proyecto de reglamento no garantiza ninguna vivienda asequible. Los aumentos de alquiler desplazarán a los residentes. Tres residentes que han estado en estos apartamentos durante 30 años explicaron cómo la zonificación los afectará a ellos y a sus familias. Las áreas comerciales cercanas y el transporte cambiarán drásticamente para los nuevos residentes adinerados.
Ningún lugar seguro bajo el capitalism
Las condiciones miserables y racistas en los apartamentos de Langley Park solo empeoraron con la pandemia de Covid-19, que aún se desata. Los inquilinos se habían estado quejando de techos viejos y deteriorados durante años. Un edificio fue declarado inhabitable por el departamento de bomberos. “Cuando llegó el COVID-19, muchos residentes perdieron sus trabajos y no pudieron pagar el alquiler. Al menos 14 hogares [en un edificio] han recibido avisos de desalojo ”(NPR Station WAMU 88.5, 4/1). Todo esto está bajo el liderazgo del Partido Demócrata de la ejecutiva del condado Angela D. Alsobrooks, una fiscal mujer negra. Los racistas liberales se posicionan como el mal menor cuando funcionan como el mayor peligro para la victoria de la clase trabajadora.
Según esta organización local sin fines de lucro, Langley Park tiene una de las concentraciones más altas de trabajadores indocumentados en el condado. Estos trabajadores intentaron escapar de los horrores de los horrores inducidos por los imperialistas en Centroamérica solo para ser recibidos con más desprecio racista por parte de los mismos patrones. La lista de horrores de Estados Unidos incluye dominar las economías para generar más ganancias a partir de la superexplotación de los trabajadores, financiar golpes de estado para derrocar a gobiernos que amenazan sus intereses, mantener la mano de obra explotadora y más. Estas condiciones racistas demuestran que no hay lugar seguro bajo el capitalismo.
Límites de la legislación
Esta organización sin fines de lucro también se organizó para revocar el veto del gobernador Hogan a la nueva legislación que habría ayudado marginalmente a los miembros de la comunidad. Los miembros del PL discutieron cómo los juegos legislativos de los patrones mantienen a la gente alejada de la necesidad de construir un movimiento comunista revolucionario para eliminar el capitalismo y sus reglas lucrativas. A medida que aumentamos nuestra distribución de DESAFÍOS a los residentes, ¡esperamos que este mensaje suene cierto!