"La segregación racial en la vivienda ... era un proyecto nacional del gobierno federal ... diseñado e implementado por sus líderes más liberales ... políticas racialmente explícitas de los gobiernos federal, estatal y local definían dónde deberían estar los blancos y los afroamericanos ... La política era tan sistemática y contundente que sus efectos perduran hasta el tiempo presente. "Estas citas son del prefacio a The Color of Law, un nuevo libro de Richard Rothstein.
La ignorancia general de la historia de la segregación de jure (por ley) es tan profunda que el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, pudo decir que la segregación residencial "es un producto no de la acción del Estado sino de elecciones privadas, no tiene implicaciones constitucionales". . "Rothstein también muestra cómo las leyes de vivienda racistas contribuyeron a la educación segregada, las diferencias de ingresos,
El intolerante racista Woodrow Wilson fue elegido en 1912. Supervisó la segregación total en cada área de trabajo, desde baños hasta cafeterías. La primera vivienda federal fue construida para los trabajadores de defensa durante la Primera Guerra Mundial, exclusivamente para familias blancas. Los trabajadores negros fueron forzados a barrios marginales segregados a menudo lejos de sus trabajos.
Los municipios locales comenzaron a desarrollar leyes de zonificación que requerían viviendas con lotes que los hicieran inaccesibles para la mayoría de las familias negras. El asesor del presidente Hoover, Frederick Olmsted, declaró: "en cualquier urbanización que vaya a tener éxito ... se deben tener en cuenta las divisiones raciales ...".
Las leyes de zonificación no podían excluir completamente a los negros de ingresos medios o altos. Esto fue abordado por las prácticas de préstamos de exclusión. Desde la Revolución Rusa, Washington estaba aterrorizado por la atracción que podía tener el comunismo y buscaba alentar la propiedad de una sola casa como una forma de dar a las familias blancas un interés en el capitalismo. En 1933, Home Owners 'Loan Corporation (HOLC) comenzó a flexibilizar los términos de las hipotecas. Para excluir a los negros, HOLC trazó mapas codificados por colores de cada área urbana para definir las áreas de "riesgo", que se tiñeron de rojo e incluyeron todas las áreas negras. Este es el origen del término redlining. Los programas de vivienda del New Deal del presidente Roosevelt fueron segregados por raza o excluidos negros por completo.
La Administración de Obras Públicas (PWA) del New Deal se esforzó por aumentar la vivienda para la clase media y la clase trabajadora, pero se requirió que su vivienda siguiera la "composición del vecindario", manteniendo así los patrones de separación. En 1937, la Autoridad de Vivienda de los EE. UU., Que continuó con las mismas políticas, reemplazó a la PWA; en 1940, la Ley Lanham creó viviendas para trabajadores de defensa solo para blancos.
La Autoridad Federal de Vivienda (FHA), creada en 1934, requería segregación racial absoluta. La FHA también desalentó préstamos en barrios urbanos y los alentó en suburbios recién construidos. Los negros solo podían obtener préstamos hipotecarios privados, con tasas de interés más altas.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la FHA permitió a las autoridades locales continuar construyendo viviendas públicas segregadas. Los evaluadores de préstamos de VA estaban financiando la mayoría de las viviendas en 1948, todos en desarrollos segregados. Solo el 2% de los compradores eran Black GIs. En 1954, la administración de Eisenhower declaró que la invalidación de "separados pero iguales" en educación no se aplicaba a la vivienda. Todavía en 1984, 10 millones de inquilinos de vivienda financiados con fondos federales en 47 áreas metropolitanas estaban casi todos segregados por raza y cada proyecto predominantemente blanco tenía instalaciones, servicios y comodidades superiores. En 1973, la Comisión de Derechos Civiles de los EE. UU. Concluyó que "la industria de la vivienda, con la ayuda e instigación del gobierno, debe asumir la responsabilidad principal del legado de la vivienda segregada".
El autor también discute cómo los vecindarios negros estaban más cerca de las áreas industriales y contaminadas, y tenían escuelas y transporte inferiores. Rothstein critica la segregación y desigualdad a largo plazo que se ha creado, viéndolo como un mal moral y una pérdida para la sociedad en general. Él propone algunas soluciones, pero reconoce que es poco probable que se promulguen.
Lo que el autor no considera es que el sistema capitalista estadounidense depende del racismo para sobrevivir. Las diferencias salariales solo entre los hombres negros y los trabajadores blancos suman aproximadamente la mitad de las ganancias corporativas totales. No solo los salarios y servicios más bajos ahorran grandes cantidades de dinero, sino que la segregación asegura que los negros y blancos vivirán y serán educados aparte, manteniendo vivo el racismo. El racismo divide a las personas que trabajan entre sí. Cuando los negros ganan salarios más bajos y tienen un mayor desempleo, los salarios y las condiciones de trabajo para todos sufren. Cuando se libran guerras imperialistas, se necesita el racismo para marcar al enemigo como temible e inferior. Cuando aumenta la rebelión cuando las condiciones empeoran, la represión fascista se basa en el racismo y el nacionalismo.
Nosotros en el Partido Laborista Progresista consideramos que luchar contra el racismo, el nacionalismo y la política de identidad es esencial para construir un movimiento que pueda limpiar el flagelo del capitalismo de la tierra y construir un movimiento comunista internacional. Vivir juntos nos ayudaría a luchar juntos por un mundo comunista igualitario.

TEXAS, 8 de septiembre—La semana pasada, trabajadores y estudiantes antirracistas analizaron la crisis internacional de refugiados, y explicaron que la rivalidad imperialista entre las principales potencias capitalistas está causando caos y que solo la unidad multirracial puede ponerle fin. Convirtieron ese análisis en un volante y comenzaron a repartirlo en las estaciones de autobuses de una importante ciudad del sudoeste. Cientos de conductores bajaron sus ventanas para tomarlo. Mucha gente tomó copias adicionales para sus amigos. Dos conductores de autobús invitaron a una persona que distribuía el volante a bordo para que se los entregara a los pasajeros. Un conductor permaneció en una parada hasta que todos recibieron una copia.
El volante explicó que la lucha de los gobernantes de Estados Unidos por las menguantes ganancias contra los patrones europeos, rusos y chinos usa el racismo como su filo. El caos provocado por Estados Unidos del Oriente Medio hasta Guatemala y Venezuela está desestabilizando y destruyendo millones de vidas de la clase trabajadora. Las principales naciones capitalistas están colocando el costo de su crisis económica y rivalidades sobre las espaldas de los trabajadores de los países más pequeños mediante ataques con drones, asesinatos masivos utilizando bombas proporcionadas por los EE. UU., hambruna masiva causada por “sanciones”, privándolas de suministros médicos, educación y más. Muchos trabajadores negros, latinos y blancos que leyeron el análisis vieron su propia explotación reflejada en el infierno por el que atraviesan los refugiados. El racismo es una herramienta mundial y la base del capitalismo.
También explicamos detalladamente a Venezuela y Yemen: 15,000 víctimas y un millón de casos de cólera en Yemen; decenas de miles de personas huyen de Venezuela todos los días debido a la escasez de alimentos causada por las sanciones de los EE. UU. El futuro del mundo bajo el capitalismo es más desplazamiento de trabajadores y racismo vicioso para justificarlo. La basura racista es lo mismo dentro de los Estados Unidos. Los ricos tratan de hacer creer a los pobres que los inmigrantes latinos y los trabajadores negros están causando todos los problemas, en vez de culpar a los patrones que solo sobreviven enfrentando a los trabajadores entre sí para que todos puedan pagar abajo.
La solución no es votar por un mal menor o confiar en ningún político. En cambio, los trabajadores deben unirse como clase a través de todas las fronteras. Las fronteras solo benefician a la clase dominante y deben ser abolidas. Todos debemos librar esta lucha en nuestros trabajos, en nuestros vecindarios y escuelas. Como trabajadores, tenemos el poder de cerrar la máquina de ganancias de los patrones. Solo a través de nuestro trabajo obtienen ganancias. Eso significa que tenemos el poder, pero solo si nos organizamos y luchamos organizando y creando una revolución comunista.

Este verano, la audiencia tendrá la oportunidad de contrastar dos películas de directores negros narrando el papel de la policía. Una; Sorry to Bother You (Siento Molestarte), del director primerizo Boots Riley, quien orgullosamente se dice comunista, muestra a la policía atacando a trabajadores en huelga que tratan de parar a los esquiroles. La policía es amiga de la compañía no de los trabajadores. El discurso de esta sátira social es la alienación y la esclavitud asalariada, la colectividad contra el avance individual, la necesidad de huelgas militantes y la unidad multirracial, el papel del estado (especialmente la policía) en la protección de las ganancias de los capitalistas. Esto es arte comunista, arte que nos ayuda a comprender y luchar contra la explotación capitalista.
La otra película, BlacKkKlansman (titulo en español Infiltrado del KKKlan), por el veterano director Spike Lee, a quien el departamento de policía de Nueva York acaba de pagarle $219,000 dólares para desarrollar un programa que acercaría mas a la policía de Nueva York con los residentes negros y latinos, quienes recuerdan perfectamente los asesinatos racistas por parte de la policía: Eric Garner, Amadou Diallo, Ramarley Graham, Patrick Dorismond, Sean Bell, Eleanor Bumpurs, Shantel Davis, Kimani Gray, Saheed Vassell y muchos mas. Lee distorsiona la realidad y nos ofrece un óptica mítica de la policía, en donde la policía arriesga sus vidas infiltrando y alterando grupos blancos supremacistas.
Policía racista investiga al PLP
Supuestamente la película de Lee se basa en la autobiografía de Ron Stallworth, antiguo detective de Colorado Springs, quien infiltro grupos radicales negros y comunistas, incluyendo el Partido Laboral Progresista. Stallworth dijo recientemente en una entrevista: “En realidad manejaba dos investigaciones al mismo tiempo; la investigación del Klan y una investigación encubierta del Partido Laboral Progresista. Saltando de una investigación a otra.” (Time 9/8/18)
Stallworth fue parte del Programa de Contra Inteligencia (Cointelpro) del FBI. Boots Riley ha escrito una critica de tres paginas de BlacKkKlansman, en la cual, acertadamente reporta:
“Los objetivos de Cointelpro eran, destruir organizaciones radicales, especialmente organizaciones radicales negras. Los documentos de Cointelpro también nos muestran que cuandia blanca eran infiltradas por el FBI y la policía, no era para desestabilizarlos, era para usarlos para amenazar y/o atacar físicamente a organizaciones radicales…En algunos casos, eran los policías encubiertos quienes creaban los planes y literalmente jalaban el gatillo en los asesinatos…Era con eso con lo que Ron Stallworth ayudaba.”
Unas cuantas mentiras mas:
Riley muestra que la película BlacKkKlansman esta llena de distorsiones y hasta escenas invetadas:
• Stallworth y la policía de Colorado Springs jamás impidieron un bombardeo del KKK.  Esto fue agregado para crear suspenso y presentar a la policía como heroica.
• La escena en la cual un policía blanco borracho con un historial de abuso racista es grabado secretamente y después arrestado es completamente fabricado. Lee quiere que creamos que a la policía le importa el racismo. Pero en el mundo real, la policía mantiene el “blue wall of silence” (Muro azul del silencio) que protege a los policías que regularmente degradan a trabajadores negros, latinos y blancos.
• Stallworth hablaba por teléfono con lideres del KKK, pero al ser negro obviamente no podía ir a las reuniones del Klan. Un policía blanco, (Adam Driver) iba en su lugar. En la película, su compañero es judío y casi lo descubren un desconfiado miembro del Klan; nuevamente, Lee invento esto para exagerar el riesgo de la policía.  
• La película también inventa el personaje de Patrice, el líder del Sindicato de Estudiantes Negros de la universidad de Colorado. Ellas al principio se muestra horrorizada cuando descubre que Stallworth es un policía encubierto. Sin embargo en las escenas finales, Patrice y Ron caminan juntos, pistola en mano, para enfrentar una cruz en llamas. El mensaje en claro: policía y activistas antirracistas deben ser aliados en la lucha contra el racismo.
¿Hacer lo Correcto? Arte que Sirve a la Clase Dominante
Riley correctamente señala que Lee ha dedicado su talento narrativo a la alteración de los hechos, en una pieza de arte que defiende al estado capitalista racista, presentando a la policía como héroes y aliados antirracistas de la clase trabajadora. Para Riley, el engrandecimiento de la policía por Lee es “realmente decepcionante, por decirlo suavemente.”
Spike Lee en su película de 1989 Do the Right Thing, (Hacer lo Correcto) presenta la violencia policiaca de forma negativa, honrando a victimas de la policía como Eleanor Bumpers. Algunos trabajadores lo vieron como rebelde. Pero, la industria fílmica sirve para construir el capitalismo, no para criticarlo de manera significativa. Lee ha sido parte de la industria por mucho tiempo ya, y el dinero del departamento de policía de NY hace aun mas inevitable su producción de narrativas que ensalzan el estatus quo y tratan de ganar a la juventud y trabajadores negros a apoyar al aparato estatal. Debemos ver esta película como parte del acondicionamiento que el estado impone para que veamos a la policía como nuestros salvadores, comenzando con la visita del oficial amigo que llego a nuestra escuela cuando estábamos en el kínder.

Washington, DC, agosto 12—Un conteo patético de 24 blancos supremacistas aparecieron en la marcha de “Une la Derecha”. Miles de antirracistas vinieron a oponerse a ellos. Esta mañana fue el primer aniversario de la protesta supremacista blanca en Charlottesville donde un supremacista blanco asesino a Heather Heyer. El Partido Laboral Progresista y amigos suplementaron las masas de política liberal con ideas comunistas de “no libertad de expresión para racistas.” Muchos siguieron el liderato multirracial del Partido.
Obreros de transito maldicen el Klan
Un contingente grande multirracial del PLP de 50 se encontró con varios Obreros del sindicato del Transito del Área Metropolitana de Washington (WMATA) al frente de la oficina central de AFL-CIO. Un obrero del transito del Sindicato del Transito Amalgamated (ATU) leyó una declaración atacando la ideología racista del Su Flux Clan. El obrero del sindicato del transito sabia que esta fuerza de trabajo mayormente negra no estaría, sin decir mas, dispuesta a transportar los supremacistas blancos. Entonces, el ATU publico una declaración oficial reusándose a darles a los racistas cualquier tipo de tratamiento especial y no conduciría ningún tren para llevarlos a la manifestación.
Sin embargo, forzaron a un miembro del sindicato a conducir el tren. El comandante de policía se tomo solo un vagón para los supremacistas blancos y la prensa. El conductor del tren era un miembro de ATU 689 y los oficiales presentes del sindicato no intervinieron. La policía del Metro protegieron y le permitieron a los racistas a tener un vagón del tren vacío seguro, protegido fuertemente. Muestra mucho del “liderazgo” del sindicato del Metro.
Hubo una protesta de seguimiento por ATU 689 después de la protesta del 12 de agosto demandando, “la terminación del Gerente General, Paul Wiedefeld por romper la fe publica y darle acomodaciones especiales a los supremacistas blancos el domingo.”
Solo un sindicato liderado por comunistas no permitiría que ocurriera este tipo de tratamiento y podría efectivamente parar los trenes y buses para asegurarse que ningún racista se monte en el transporte publico. La ciudad gasto más de dos millones de dólares protegiendo a estos fascistas y su libertad de expresión racista. Esto es el equivalente de promover expresión de odio y violencia racista. El PLP sabe que la expresión racista lleva a violencia racista.
No mas libertad de expresión a racistas
El contingente comunista marcho a la manifestación del Parque Lafayette, alfrente de la calle de la Casa Blanca. Barreras circundaban el parque, un espacio de 75 yardas en el medio para mantener la escoria racista segura y para mantener las protestas en contra lo suficientemente lejos para que no les pudieran lanzar ladrillos o botellas al blanco planeado. Esta gran distancia también mantuvo a los Nazis a que nadie los escuchara excepto los policías y los miembros de su propio grupo.
Bajo el sol radiante, distribuimos 600 DESAFIOS y nos dieron una bienvenida animadora. Cuando finalmente la escoria Nazi racista se presento, lideramos consignas y nos unimos a aquellos a nuestro alrededor. Hubo algo de resistencia durante nuestro coro “!policías, cortes, el Su Klux Klan, son todos parte del plan de los patrones!” Un liberal trato de tomarse el altavoz pero no tuvo éxito. Un manifestante negro tomo el liderato en confrontar algunos seguidores de Trump quienes estaban en contra de la “violencia del ala izquierda”. La manifestación siguió su liderato antirracista del PLP Los racistas eventualmente se fueron del parque, a pesar de que los protegieran un equipo de “desescalacion”, quienes creían que todos los puntos de vista (racistas o otros) se deberían permitir. El argumento de libertad de expresión es uno que permite, promueve, y protege a los racistas y fascistas. ¡ No libertad de expresión para racistas!
Después de mucho coreo y una lluvia a tiempo, PLP, amigos y muchos otros manifestadores se fueron, sabiendo que fuimos exitosos en rechazar el mensaje racista de los apoyadores de Trump.
Más luchas por venir
Por los últimos 40 años, DC nunca ha sido una base para los grupos racistas y fascistas. Esto es debido mayormente por la demografía de la ciudad, su historia de golpear, perseguir, y acallar los racistas cada vez que vienen. Muchos restaurantes se reusaron a servir a nacionalistas blancos. Conductores de Uber y Lyft también reusaron el servicio. Hay una historia clara de conciencia antirracista entre los obreros aquí. Es el deber de los comunistas convertir esas acciones antirracistas a conciencia de clase internacional.
Aun hay batallas por venir, debemos prepararnos para ellas. Tenemos bastante trabajo que hacer. Debemos oponernos cuando sea y donde sea que aparezca la horrible cara de un racista o fascista. Los acallaremos y los sacaremos. El combatir el racismo y fascismo no es una opción que se debe tomar ligeramente; se trata de la sobrevivencia y el bienestar de toda la clase obrera. ¡Luchemos por el comunismo, poder a los obreros!