FAISALABAD, PAKISTAN, 11 de noviembre 11 —  Los trabajadores aquí están hacienda un llamado a la solidaridad y apoyo de los seis líderes sindicales que han sido sentenciados a 490 años de cárcel.  Ellos fueron arrestados en julio del 2010 durante una huelga militante de trabajadores de la costura con cargos bajo las leyes anti terroristas.  Hasta ahora 13 de los líderes enfrentan cargos de “terrorismo”.
El gobierno pakistaní, apoyado por EEUU, usa cada vez más las amenazas de “terrorismo” para tratar de silenciar a la clase trabajadora, con la esperanza de aplastar el movimiento obrero.  Pero los trabajadores están luchando, en las fábricas y los campos, en el sector público y privado. (ver DESAFIO, 5/9)
Los trabajadores de las tejedoras se fueron a la huelga en el 2010 después de que se rompieran las negociaciones con los patrones, demandaban un aumento al salario mínimo que ya había sido anunciado para el presupuesto del 2010-2011 por el gobierno.  Cuando oficiales del gobierno, políticos locales, dueños de fábricas, y la prensa etiquetaban a los huelguistas de “terroristas” enardeció tanto a otros trabajadores que ignoraron la prohibición de no hacer reuniones públicas y se unieron a las líneas de piquete.
Más de 100,000 trabajadores marcharon por las calles, parando la tercera ciudad más grande de Pakistán, a pesar de que la policía les disparaba y matones armados fueron contratados por los patrones textiles.  
Conforme trabajamos para construir acciones de huelga y solidaridad de otros trabajadores, nosotros presentamos las ideas del PLP en nuestra lucha.  Los trabajadores son receptivos a nuestras ideas, de que la reforma militante no es suficiente, que nosotros no podemos eliminar esta explotación sin deshacernos de los patrones y su sistema de ganancias capitalista.  Nosotros estamos construyendo un Partido internacional para luchar por una revolución comunista y una sociedad comunista donde la producción será para el beneficio de la clase trabajadora no para las ganancias de los patrones. 

Hammond, Indiana, 10 de noviembre —  La universidad cerca de la ciudad de Chicago que en otros tiempos habría estado tranquila se estremeció con el eco de la consigna “Racismo significa lucha.”  Unos cien estudiantes han tenido plantones todos los días en Purdue University Calumet.  Los comentarios racistas y sexistas del profesor Maurice Eisenstein sobre los negros, mexicanos las mujeres y especialmente los musulmanes han pasado ya del marco “de libertad académica” para convertirse en ideas que son controversiales, que en realidad es intimidación racista y sexista y el uso del poder que le da la universidad para abusar a estudiantes.  
La universidad dice que el profesor tiene derecho a hacerlo, pero las protestas, iniciadas por estudiantes musulmanes y que incluyen a estudiantes internacionales además de estudiantes latinos y negros, con un fuerte liderato de las mujeres ha estado protestando en contra del profesor y el apoyo que la universidad le da para abusar de los estudiantes
La unidad multirracial, internacional y anti-sexista ha inspirado y creado un clima maravilloso de unidad en el campus.    El racismo viene del capitalismo y el próximo paso es llevar ese entendimiento a estos estudiantes valerosos.  Luchar contra el racismo es grandioso – pero destruir el racismo con la revolución internacional comunista es la única manera de acabarlo ¡para siempre!  Más sobre esta lucha en la próxima edición.

El sábado, miembros del PLP organizaron una lección Anti-Capitalista en Ocupa DC para agudizar el debate de como la gente en el emplazamiento de Ocupa DC analiza la sociedad y sus estrategias de como cambiarla. Tres ocupantes de largo tiempo habían atendido una reunión de grupo de estudio-acción del PLP y nos animaron a hacer esto. Alrededor de 50 ocupantes y amigos atendieron este evento, y casi todos ya habían recibido un DESAFIO antes.    
Los presentadores explicaron como el capitalismo está basado en explotación y racismo, y que sus propias contradicciones internas, especialmente la tendencia hacia la sobreproducción relativa (debida al empobrecimiento de los obreros combinada con el empuje absurdo por ganancias de los jefes) crea depresiones periódicas. Ellos también discutieron que el estado (el gobierno) es la herramienta del entero sistema capitalista y se debe destruir, no reformar.  
El capitalismo debe ser remplazado, expusieron, con un sistema comunista donde los obreros colectivamente manejan todo, planean la producción de acuerdo con las necesidades de los obreros del mundo, y liberan la creatividad de billones de esclavos de salario del planeta. Los presentadores notaron que los comunistas trabajan estratégicamente en todo tipo de organizaciones de masa para traerle estas ideas a diferentes grupos de personas y para luchar agudamente contra los jefes, pero ponen énfasis especial a los obreros de la industria (como los obreros de transporte de DC). El cierre temporal del puerto de Oakland, por ejemplo, no habría sucedido sin los obreros estibadores.  
Hay muchos puntos de vistas diferentes entre los ocupadores, y esto salió en la discusión después de las presentaciones. Algunos discutieron que la campaña de reforma, especialmente la enmienda constitucional para impedir contribuciones de corporaciones a campañas, dejaría que los representantes elegidos genuinamente representaran a la gente. PLPistas respondieron que el estado es parte del sistema capitalista y que ninguna reforma lo cambiaría en ser una herramienta de los jefes. Otros discutieron que apartarse de una economía capitalista y organizar comunidades alternativas, como los sitios de Ocupar, era una buena estrategia para crear una nueva sociedad.    
Los PlPistas expusieron que es mejor organizarse en el trabajo para confrontar los jefes y hacer una revolución. Estos debates continuaron por algún tiempo, y ciertamente continuarán en Ocupa DC. La validez de nuestro análisis y línea política ya está ganando un poco de agarre entre algunos de los ocupantes, y seguramente se demostrará en el próximo periodo de tiempo mientras la crisis capitalista se profundiza y la represión y el racismo de parte del estado se intensifica.
Rojo de DC  

Aunque el movimiento Occupy Wall Street ayuda a serruchar la ira masiva contra los multimillonarios, el ala liberal de la clase dominante estadounidense trabaja fuertemente para asegurarse que no se les salga de control.  El 12 de octubre, un grupo de unos 50 manifestantes iban por el Upper East Side de Manhattan, protestando frente a las casas de los más grandes millonarios de la clase dominante: Rupert Murdoch, David Koch, Howard Milstein (jefe ejecutivo del banco Emigrant Savings), y Jamie Dimon ejecutivo de JP Morgan Chase.  Su parada final fue en la casa de John Paulson.  
La marcha fue disciplinada con consignas de: “¡A ellos los salvaron, a nosotros nos vendieron!”  Dirigida por Michael Kink, un veterano del  Partido Demócrata, y cargando una docena de cheques gigantes con la cantidad de cinco mil millones de dólares, “pagables al 1% más rico y sacado del 99%”(Según Kink y su Coalición para una Economía más Fuerte, los $5 mil millones se regresara a los ricos si el estado de Nueva York deja que se cancele el impuesto a los millonarios a fines de este año)  Antes abogado de ayuda legal, Kink es ahora principal asesor político y abogado de los demócratas en la legislatura del estado de Nueva York.  Los patrones pueden confiar que dirija una manifestación en su territorio residencial, sabiendo que mantendrá la protesta dentro de los límites legales.  Kink no los decepciono, dijo que la presencia de la policía durante toda la marcha “era positiva” -- menos de una semana después que cientos fueron arrestados en el puente Brooklyn, golpeados indiscriminadamente y rociados con gas pimienta.   Kink es un lacayo de los patrones liberales.  
Cada parada frente a la casa de un pez gordo durante la marcha de Kink el mequetrefe, los manifestantes dejaban un cheque simbólico en la entrada de la casa del millonario.  La justicia revolucionaria los hubiera sacado arrastrando de sus casas y puesto frente a un tribunal de trabajadores por sus crímenes: creación de una economía basada en el desempleo racista; hacer guerras imperialistas; destrucción del ambiente global por ganancias.  En las revueltas masivas tan antiguas como la sociedad de clases, los patrones han sido eliminados sin misericordia; en el siglo 20, los trabajadores rusos y chinos se deshicieron de sus clases dominantes bajo el liderato comunista.  
El movimiento Occupy Wall Street está muy lejos de llegar a eso, pero la clase dominante se está poniendo nerviosa por la ira de masas contra su sistema corrupto.  Ellos quieren controlar el nuevo fenómeno político y mantenernos bajo sus garras.  Mientras tanto, el Nueva York Times enaltece debates inútiles entre los reformistas del OWS y los nacionalistas latinos.  Sus reportajes estrechos muestran cuan arduamente trabajan los patrones para minar la unidad de los trabajadores.  Los reporteros son también mequetrefes.   
Nada amenaza más a los patrones que la unidad multirracial contra la súper explotación racista.  Tanto que la mayoría de trabajadores latinos, negros e inmigrantes se han mantenido alejados de las protestas de OWS en todo el país, de esta manera el movimiento es menos peligroso para el capitalismo.  El manifiesto del OWS empieza con estas palabras; “Como gente, antes dividida por el color de su piel, nosotros reconocemos la realidad: solo hay una raza, la raza humana.”  Esta es una declaración positiva e importante, pero la falla del liderato del OWS es no haber ido más allá de la declaración.  Michael Kink y su sequito de reformistas están interesados en mantener el estatus quo.  Ellos apuntan a los excesos y corrupción del capitalismo, pero no acusan al sistema mismo.  A ellos les falta algo fundamental: el análisis de clases del racismo y la desigualdad.  
La historia ha demostrado que el racismo es esencial para la existencia del capitalismo.  La fortuna de la clase dominante de EEUU está enraizada en el genocidio de los nativos americanos y el holocausto del comercio Atlántico de la esclavitud, seguido por la segregación legal.  Es industrializado por el empleo masivo de la violencia de estado contra una mano de obra de nuevos inmigrantes.  Consolidado en su dominio global durante la Segunda Guerra Mundial, culminando en la incineración racista de trabajadores japoneses y sus hijos por bombas incindiarias y nucleares.  
Pero, el poder de los patrones no es absoluto.  Bajo el liderato antirracista y comunista, los trabajadores han librado luchas épicas contra el racismo y fascismo, desde la campaña de Scottsboro para defender a nueve jóvenes negros que eran acusados injustamente de violación durante la época de las leyes Jim Crow en el sur hasta la aniquilación de la maquinaria de guerra nazi por los comunistas soviéticos.  Más reciente, el PL ha librado sus propias luchas exitosas contra el Ku Klux Klan y los nazis.   
“Una Economía más Fuerte para Todos” de Kink, tiene tres demandas: extensión del impuesto estatal a los millonarios; “crecimiento laboral real” a través de proyectos de infraestructura, y la restauración de financiamiento a la educación y otros servicios sociales.  Estas reformas probablemente serán planteamientos centrales que el Partido Demócrata presentara para retener la Casa Blanca y apuntalar  los intereses de EEUU en un periodo de agudización de rivalidades internacionales.  Conforme la guerra imperialista emigra e inevitablemente se extiende en todo el Oriente Medio y más allá, un tambaleante imperio estadounidense necesitara un entusiasta apoyo ciudadano para su reclutamiento y que estén dispuestos a morir o matar por los patrones.  Solo un mordaz análisis de clase sobre la verdadera naturaleza del “1%” podrá llevar a las masas a la única conclusión que los patrones no podrán tomarse o re-empaquetar: que “el 99%” necesita el comunismo.