OAK LAWN, 6 de septiembre—Esta noche se reunió un grupo multirracial e intergeneracional de combatientes antirracistas, incluyendo miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) para denunciar el Departamento de Policía racista de Oak Lawn de nuevo. Consignas de “Justicia para Hadi”, y “Justicia para Murod,” resonaron por todo el barrio. En Junio pasado un conductor borracho atropello y asesino a Murod Kurdi, un obrero árabe de 28 años de edad. Los policías racistas que habían golpeado y casi asesinado a Hadi Abuatelah el año pasado le dieron una multa de tráfico a su asesino y lo liberaron. (Véase DESAFIO, 9/20). La policía de Oak Lawn es un ejemplo del creciente movimiento fascista que marginaliza y ataca mayormente a comunidades de clase obrera negra y  obreros inmigrantes mientras oprime a todos los obreros.

La madre de Murod Kurdi habló dentro de la estación de policía de como su hijo fue asesinado y como el conductor borracho llamo a su abogado, en vez del 911 para pedir ayuda por el hombre que había acabado de atropellar a toda velocidad. Pararon su testimonio abruptamente después de tres minutos, y la junta de los policías racistas no le permitía terminar su testimonio. De hecho, pararon cualquier otro comentario público y ordenaron que los policías racistas nos escoltaran a fuera del edificio. La valentía de la madre de Murod es incluso más conmovedora al frente de estos lacayos escogidos quienes actuaron con malicia y perjuicio. Asistiremos la próxima audición de la corte en octubre del asesino de Murod en solidaridad con sus familiares y amigos.

Hay una conexión completamente clara entre el terror racista anti-árabe y anti-musulmán desencadenada en contra de los obreros aquí y en un nivel internacional. Los patrones imperialistas en los Estados Unidos y por toda Europa por generaciones han asesinado y desplazado obreros por todo el Medio Oriente rico de petróleo para consolidar su poder por recursos, mercado y labor. Para alcanzar esto, han necesitado promover un racismo vicioso en contra de los obreros en esa parte del mundo, para mantenernos divididos en contra de nuestros explotadores comunes. Ahora que los imperialistas rusos y chinos están infringiendo en lo que era la esfera de influencia de los patrones de EE.UU. y Europa, necesitan aumentar el terror racista en contra de los obreros árabes y musulmanes incluso más para tratar de mantener su poder.

Para los patrones imperialista pelean por recursos, terreno, petróleo y fuerza industrial de América Latina y el Medio Oriente, la vida de los obreros son baratas, acá y allá. No caigamos por sus tácticas racistas, así sean de los racistas de MAGA de Trump o los liberales quienes defienden el Partido Demócrata Racista que son incluso más culpables de causar que los obreros estén desplazados por todo el mundo.

Bajo el capitalismo, no hay justicia para la clase obrera. La justicia vendrá cuando los obreros se rebelen y aplasten los patrones y establezcan una sociedad comunista libre de racismo y explotación. El comunismo significa que la clase obrera y su partido comunista ilegalizaran el racismo, sexismo y explotación. Únetenos.

A lo que se le llama “la primera huelga contra las ‘Big 3’” y “la huelga del automóvil más grande en décadas”; 13,000 trabajadores de la GM, Ford y Stellantis, están en huelga. Sin embargo, hasta ahora solo el 10% de los trabajadores están en huelga, 90% siguen trabajando sin contrato (el contrato expirado no se ha extendido).  

Con el trasfondo de 100,000 trabajadores en huelga de la TV, escritores y actores en los sindicatos WGA y SAG-AFTRA, aumentaron las huelgas y organización alrededor de EE.UU. El ánimo de los trabajadores está cambiando.  Después de las “huelgas veraniegas”, los líderes pro-capitalistas ¡tienen a un tigre por la cola! En las recientes luchas de contratos, Biden y los seudo líderes sindicales pudieron acabar las huelgas de 120,000 ferroviarios y 350,000 trabajadores del UPS ¡antes que comenzaran!  Los trabajadores aún no han podido romper con los políticos liberales ni los seudo líderes sindicales.  

Joe Biden, quien se autodenomina; “presidente pro sindicato como ninguno”, fue uno de los arquitectos del rescate del 2008 que cosechó $250 mil millones en ganancias para los patrones del auto, mientras los trabajadores recibían un 20% de reducción a sus salarios.  Estas concesiones ayudaron a que la GM, Ford, y Stellatis se embolsaron $250 mil millones en ganancias durante la última década, mientras sus ejecutivos [CEOs] aumentaban sus salarios en un 40%, cada uno recibe entre $25-$29 millones anualmente (Economics Policy Institute).

Recientemente, Biden forzó un contrato nacional a los trabajadores ferroviarios, que ellos ya habían rechazado, y rápidamente envió a la Ministra del Trabajo Julie Su a Detroit para resolver la huelga, mostrando que existe un asunto más grande en juego. Uno, es la transición a los vehículos eléctricos (VE). El otro es ganar la lealtad de la fuerza laboral industrial conforme EE.UU. aumenta su guerra delegada con Rusia en Ucrania y se prepara para un posible conflicto con China.  

La huelga ocurre mientras los patrones invierten miles de millones para desarrollar VE y se enfrentan a la competencia con Tesla y otros desafiantes internacionales.  China es el primer productor de VE en el mundo, y Hyundai pronto construirá vehículos eléctricos en su nueva fábrica en Georgia, John Casesa, quien anteriormente fuera estratega de la Ford dijo, “La transición a los VE está dominando toda la discusión”. (NYT, 16/9).

La transición de motores de gasolina a eléctricos podría afectar millones de empleos, conforme fábricas que producen motores, mofles, convertidores catalíticos, inyectores de combustible y otros componentes tendrán que ser remodeladas o cerradas.  Una de las principales metas del sindicato UAW es que los patrones del auto acuerden que las fábricas de baterías y VE, muchas de las cuales son en conjunto con compañías más pequeñas, sean cubiertas por el contrato laboral nacional. El sindicato también quiere recuperar el derecho a la huelga por el cierre de fábricas.  

El nuevo liderato “reformista” del UAW, elegido sin mucho entusiasmo por el 10% de la membresía, tiene una lista de demandas que no tienen la más mínima intención de ganar, entre ellas un aumento salarial de 40%, una semana laboral más corta, abolición del sistema de salarios dual, revertir concesiones que el viejo liderato permitió en las últimas décadas para mantener los patrones del auto competitivos con sus rivales internacionales. Las compañías han propuesto un 20% de aumento en un lapso de 4 años.  

En 2019, el UAW dirigió una huelga de 40 días contra la GM mientras que su presidente internacional y un grupo de oficiales nacionales estaban bajo investigación federal o camino a prisión por coimas y con cargos de corrupción.  Entonces, como ahora, la huelga en parte es un intento por consolidar la membresía alrededor del liderato.

Para los militantes y amigos del PLP, la lección principal de este actual brote es que no debemos dejarlo pasar.  Estamos viendo muchas de estas batallas desde afuera.  Eso debe cambiar.  Hacemos un llamado a que más camaradas y lectores del DESAFÍO busquen trabajo en las fábricas automotrices y Amazon, UPS y en transporte público, para que podamos estar mejor posicionados para luchar por el liderato político de los trabajadores. Esta lucha, en su centro, es la lucha por la reforma o la revolución.

Como señaló Marx en “Valor, Precio y Ganancia”, no podemos limitarnos a luchar por contratos y quejas, a lo que  llamó las “inevitables luchas guerrilleras”, que surgen de la constante guerra de clases.  “En vez del lema conservador, ‘Un día de salario justo por un día de justo trabajo’, [nosotros] debemos llevar en [nuestra] bandera las palabras revolucionarias, ‘¡Abolir el sistema de salarios!’”

Nuevamente se evidenció la caída en espiral del imperialismo estadounidense en la reunión del grupo de los 20 (G20) en Nueva Delhi, India.  Los patrones europeos, junto a los patrones latinoamericanos, asiáticos y africanos, rehusaron apoyar el pronunciamiento que culpa a Rusia por la guerra en Ucrania (Político, 14/9).   Mientras tanto los jefes de estado de Rusia y China desairaron la cumbre enviando oficiales menores en reemplazo.  Están muy ocupados reclutando regímenes capitalistas, hostiles al clima, pero ricos en petróleo, a su alianza BRICS (siglas en inglés), que es una creciente amenaza al dominio estadounidense.  

El G20, fundado en 1999 al comienzo de la crisis económica en Asia, es un grupo de las economías capitalistas más poderosas.  Se dedica a estabilizar el sistema de ganancias global para la clase capitalista.  Pero, estaba destinado a fallar desde un principio, pues todo sistema que busca el mayor lucro al más corto plazo es intrínsecamente inestable.  En un periodo de creciente rivalidad inter-imperialista y proximidad a la guerra mundial, coaliciones “multilaterales” como el G20 no sirven para resolver las crisis internacionales, ya sea por COVID o clima o guerras delegadas en Ucrania.  Los trabajadores en todos lados debemos rechazar a todos los imperialistas.  ¡El único lado que nuestra clase puede tomar es el lado comunista!

El retroceso del G20 sobre Rusia es un golpe para EE.UU.
Al abordar la guerra delegada EE.UU.-Rusia en Ucrania, los líderes mundiales terminaron haciendo un llamado a la “integridad territorial” y “paz y estabilidad” – un gran retroceso del G20 del año pasado el cual “deploraba” la “agresión” rusa contra Ucrania.  Los patrones ucranianos rechazaron la resolución.

La realidad es que los patrones estadounidenses ya no tienen la ventaja de usar al G20 para atacar a Rusia (Le Monde, 10/9).  Mientras la contraofensiva militar de Ucrania se alarga, los patrones rusos evaden las sanciones traficando el petróleo en los mercados internacionales del Mar del Norte.  Anteponiendo las ganancias petroleras a los intereses de los trabajadores, usan tanqueros que no son para aguas heladas, en aguas heladas, aumentando el riesgo de un desastre ambiental (FR, 15/9).

Imperialistas compiten por influir
Tratando de consolidar la confianza de los líderes mundiales en EE.UU., Narendra Modi, primer ministro de India fue requerido para presentar el acuerdo ferroviario y portuario que conectaría India con el Medio Oriente y de allí a Europa.  Este corredor económico de Medio Oriente – Europa es un desafío directo a la Franja y Ruta (BRI, siglas en inglés) de los patrones chinos (Economic Times, 12/9).

La clase dominante china, jugando con su fortaleza como la segunda economía más grande, creó el BRI para presentar una alternativa a capitalistas emergentes a las deudas occidentales.  Provee inversión directa en caminos, puertos, hospitales, industrias, y otros sectores.  Los patrones de los estados deudores, llevados por su propia necesidad de ganancias, están más interesados en asegurar los préstamos de capital chinos que completar proyectos de infraestructura (The Print, 27/1).  Con más de diez años, invirtiendo $240 mil millones y en 22 países, el BRI ha montado estas economías con enormes deudas y aún no ha construido muchos “caminos” o “puentes”.

Guerra y refugiados climáticos
Conforme el G20 pregonaba la inclusión de la Unión Africana como socio pleno, miles de trabajadores son asesinados por inundaciones masivas en Libia.  En América Latina, África subsahariana y Asia sur oriental, podrían obtener 143 millones más de migrantes climáticos para el 2050 (Brookings, 25/7/19).  Corporaciones capitalistas confabuladas con naciones del G20 son responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero, a pesar de un verano lleno de desastres climáticos globales, el G20 asesinó una resolución por un abandono gradual de combustibles fósiles (MSN, 11/9).

William Ruto, presidente de Kenia, acuso a los tres emisores más grandes: China, EE.UU. y la Unión Europea.  “Quienes producen toda la basura” dijo Ruto, “rehúsan pagar la cuenta” (PBS, 5/9).  Pero, el presidente francés Emmanuel Macron contesto golpeándolo con esto; “esta creciente mentalidad” que “el cambio climático es solo la responsabilidad de occidente” (TIME,10/9).  Seguro que el capitalismo no tiene soluciones al calentamiento global ya que sus grandes emisores son adictos al lucro a corto plazo de sus combustibles fósiles.

Negros, latinos y mujeres indígenas, hombres y niños sienten más la devastación del cambio climático.  Los trabajadores no podemos esperar o sobrevivir con las promesas patronales.  La salvación para nuestra clase nunca vendrá de los gobernantes capitalistas, sino de la lucha militante y la revolución comunista.

Cooperación comunista es la única alternativa
Para enfrentar el cambio climático, el desplazamiento forzado, y todos los problemas que son creados por la acumulación y competencia capitalista, el Partido Laboral Progresista deberá aprovechar la única herramienta que puede resolver los problemas existentes por siglos y generados por el sistema de ganancias: La genialidad colectiva de la clase trabajadora. Una vez que la clase trabajadora haya tomado el poder estatal, lo primero en la agenda será la abolición de la moneda, la base material de la producción de mercancía y la desigualdad racista y sexista.

Cumbres globales comunistas serán “últimos primeros” asegurando que las regiones del mundo con abundantes tiendas alimenticias y bienes manufacturados los redistribuyan a los trabajadores que no tienen.  Tendremos un sin número de doctores, enfermeras, ingenieros, y maestros de todo el mundo al servicio – sin pago – para ayudar a empoderar a los trabajadores en cada rincón del mundo, y para extender el potencial humano para todas las edades, desde la infancia hasta la ancianidad.  Nuestras reuniones, conferencias, y discusiones hoy, son semillas para estas cumbres futuras por nuestra clase. ¡Únetenos!

NUEVA YORK, 17 de septiembre—“Eh, jefes, dejen de hacerlo: ¡ustedes contaminan el mundo para obtener ganancias! Poner fin al cambio climático, acabar con el reinado de los patrones: ¡Necesitamos el comunismo para detenerlo!” Estos cánticos y otros resonaron en las calles de la ciudad de Nueva York mientras más de 75.000 personas marchaban para protestar contra la crisis climática. En todo el mundo, más de un millón de personas participaron en más de 500 acciones en 54 países, la mayor protesta climática desde antes de la pandemia. El mensaje audaz, decisivo y valiente del PLP atravesó el desorden reformista que distrae: “¡La única solución es la revolución comunista!”

El PLP estaba con fuerza. Movilizamos un contingente militante multirracial de luchadores antirracistas y comunistas, y muchos de nuestros miembros marcharon dentro de los contingentes de otras organizaciones de masas y les dieron liderazgo. Vinimos preparados con nuevos cánticos que resaltan los orígenes sistémicos/capitalistas de la crisis climática. En total, distribuimos entre 700 y 800 periódicos y 500 folletos.

La reforma climática es otra gran mentira de los patrones
En una manifestación con cientos de patrocinadores y muchas ONG (Organizaciones No Gubernamentales) financiadas por la clase dominante—y copatrocinadas por las Naciones Unidas archimperialistas—la maquinaria del estado capitalista, específicamente el ala grande fascista de la clase dominante , estaba en plena exhibición.

Es a través de estas numerosas organizaciones y sus medios de comunicación que la clase dominante puede moldear la opinión pública y controlar la ira de la clase trabajadora. Como Challenge ha señalado repetidamente (ver editorial, 7/9), sus engañosas y patéticas promesas de reforma climática son como todas sus promesas: MENTIRAS.

Mientras se envuelven en la bandera ambiental, los patrones estadounidenses liderados por Biden y los grandes fascistas continúan aprobando cantidades récord de arrendamientos de combustibles fósiles, en gran parte para financiar el ejército más grande del mundo (más de 800 bases militares en 85 países) para defender su imperio de imperialistas rivales en ascenso liderados por China. Su último proyecto de ley de gastos militares incluye otros 24 mil millones de dólares para su guerra por poderes en Ucrania contra sus rivales rusos, que ya le ha costado a la clase trabajadora estadounidense 135 mil millones de dólares (sin mencionar su incalculable destrucción de vidas humanas y el medio ambiente).

Trabajadores y jóvenes atraídos por cantos comunistas abiertos
Como se ha vuelto frecuente en estas grandes manifestaciones, nuestro contingente del PLP atrajo una enorme atención. Nuestros cánticos resonantes eran rítmicos e implacables, con múltiples camaradas, liderados por mujeres, turnándose frente al micrófono. Tomamos la iniciativa en varios puntos de la marcha para liderar a un gran número de personas en cánticos antirracistas, anticapitalistas y abiertamente procomunistas. Muchos nos dieron el visto bueno y asintieron con la cabeza, y bastantes nos siguieron o se unieron a nuestro contingente. En un momento dado, lideramos una maratón antirracista/anticapitalista ¡CÁLLATE! canta durante 15 minutos completos, involucrando a cientos de personas.

A medida que el capitalismo se hunde aún más en la crisis, múltiples indicadores muestran un reciente repunte de la conciencia de clase en Estados Unidos. Como ha destacado Challenge (ver 23/7), las huelgas van en aumento. El apoyo a los sindicatos –incluso con su política reformista corrupta– está creciendo. La confianza en las grandes empresas está en su mínimo histórico del 15%. En la propia marcha, era más común escuchar hablar de trabajadores y de la clase trabajadora que en el pasado. Los jóvenes parecen mucho más cómodos adoptando una postura anticapitalista. (Incluso los organizadores de la marcha admitieron que solo esperaban 15.000 personas). Y las marchas climáticas se están volviendo decididamente más multirraciales a medida que los efectos racistas de la crisis climática se vuelven más evidentes cada día.

Sin embargo, seamos claros: 1) el aumento de la conciencia de clase se debe a los esfuerzos incansables de los comunistas y los líderes de la clase trabajadora durante décadas de lucha de clases (no a los falsos líderes liberales), y 2) no llegará a ninguna parte si no llevamos a otros al siguiente paso: unirse al PLP y comprometer sus vidas a construir el comunismo.

Nuestra tarea: ¡Agudizar la lucha en las organizaciones de masas y construir el partido!
Estamos activos en muchas organizaciones de masas. Ahora es el momento de mejorar nuestro juego. Prácticamente todas las organizaciones de masas ahora están conectadas con la crisis climática: desde las escuelas hasta las fábricas, los servicios sociales y el ejército, la atención médica y la inmigración…. Nuestro trabajo es hacer conexiones y mostrar que la crisis climática es otro aspecto más de la crisis capitalista que envuelve a nuestro mundo y amenaza la vida humana en este planeta. La urgencia de nuestro movimiento comunista nunca ha sido más clara. Es crucial que mantengamos nuestra línea antirracista y abiertamente comunista al frente y al centro de estas luchas, y que redoblemos nuestro esfuerzo con nuestra base y dentro de nuestras organizaciones tanto en los peligros como en las oportunidades para construir nuestro movimiento.

AOC: una herramienta para los grandes fascistas
Los organizadores de la marcha sacaron a relucir a la célebre política Alexandria Ocasio-Cortez (AOC) para que pronunciara el discurso inicial al final de la marcha. A pesar de todo su discurso que suena militante, AOC defiende a los grandes fascistas desarmando y pacificando a la clase trabajadora, canalizando nuestra justa ira en manifestaciones estrictamente controladas como ésta y en política electoral. Mientras intenta asegurarnos que “no vamos a pasar de barones del petróleo a barones de la energía solar”, eso es exactamente lo que está sucediendo, con capitalistas como el falso ambientalista Al Gore convirtiéndose en multimillonarios gracias a sus inversiones en energía renovable. Ella y sus compañeros grandes fascistas “pro-laboristas” son los mismos que votaron para romper la huelga de los trabajadores ferroviarios en diciembre pasado (ver C-D 4/1/23). Su “reformismo incremental” oculta y protege a los grandes patrones fascistas, quienes detrás de escena están llevando a cabo sus agendas imperialistas, preparándose para una inevitable guerra imperialista con sus rivales Rusia y especialmente China. Caer en sus falsos eslóganes revolucionarios deja a la clase trabajadora indefensa contra este fascismo creciente. No podemos permitir que esto suceda.