En Colombia en días pasados se revivieron las marchas y protestas de la clase trabajadora, debido a los asesinatos racistas de más de 150 líderes sociales, durante el presente año, y a los ataques, recurrentes por parte de la policía y el terrorismo de estado que, se suman a  las  (66) masacres de los últimos meses, los cuales dieron pie a las manifestaciones de rechazo y al enfrentamiento con la policía por parte de la ciudadanía, dejando un saldo de quince (15) muertos y trecientos (300) heridos, de los cuales cien (100) son policías. Este saldo se debe al empleo de armas de fuego contra los manifestantes quienes se armaron de piedras, palos y pancartas.
Como represalias a la beligerancia de las masas obreras, las mafias gobernantes y burguesía dan como solución más recursos económicos y armas, reforzando  la policía con (2000) hombres más  para reprimir las nuevas protestas. Programadas por los comités de paro, colectivos de  mujeres, mingas indígenas,  cooperativas campesinas, sindicatos de trabajadores, asociaciones de estudiantes y de artistas,  parches deportivos, vecinos solidarios y partidos políticos. Quienes se organizan para seguir en la lucha y a través de sus programas y pliegos de peticiones exigen a los gobernantes solucionar sus reivindicaciones más inmediatas.
 El actual sistema  de gobierno, y los revisionistas  quiere acallar  la creciente lucha de los trabajadores y sus familias  utilizando las políticas de identidad nacional sacado provecho de  las divisiones de los trabajadores, llamándonos a que  nos unamos a ellos  en torno a la defensa de la institucionalidad y democracia y a que culpemos a los manifestantes  como fuerzas desestabilizadoras,  infiltrados de la guerrilla y  bandidos desadaptados que deben ser  derrotados a punta de cárcel y bala. Militantes y amigos   del plp participamos en estas  protestas para  ganar a los trabajadores para que rechacen   estos ataques patronales, llevándoles más de 300 ejemplares de nuestro periódico desafío y organizando     junto a ellos construimos en estas  luchas, nuestra identidad  de clase revolucionaria internacionalista.

Es evidente que el panorama es oscuro para nuestra clase que, bajo el yugo de la  dictadura capitalista, solo recibirá represión y muerte, hasta que le pongamos fin con la  demolición del capitalismo, y  dictadura del proletariado bajo las ideas del PLP y su línea comunista.   Para esto en Haití, México, india, Estados Unidos, Colombia y en otras áreas del planeta, Nuestro partido lucha para construir el movimiento de masas comunista. No podemos confiar en el movimiento espontaneo por esto trabajamos en  muchas de estas organizaciones  ganando trabajadores a romper con el  liderato putrefacto de  reformistas, liberales,guerreristas, sexistas y nacionalistas.
Por esto, todo lo que tú haces cuenta. Únetenos.

24 DE OCTUBRE—“Tenemos que cambiar la parte superior, la central y la inferior. Tenemos que deshacernos de toda la cosa.” Este fue el sentimiento expresado por amigos y miembros en la sexta conferencia anual de universidades del Partido Laborista Progresista, titulada “Comunismo, COVID-19 y la lucha contra el racismo”. La conferencia del 24 de octubre atrajo la participación internacional y nacional con oradores que elaboraron estrategias sobre las luchas de lucha en los campus de CUNY y unieron las luchas de estudiantes y trabajadores.
El orador de apertura expuso el estado del mundo: la creciente rivalidad entre Estados Unidos y sus enemigos imperialistas como China y Rusia está creando más volatilidad y la necesidad de un mayor control fascista. Los recortes en el campus son parte de esta tendencia, ya que los jefes locales preparan a los trabajadores y estudiantes para aceptar el empeoramiento de las condiciones. El discurso terminó con una nota positiva, ya que se destacaron las muchas luchas en las que los trabajadores y estudiantes han participado, y se vincularon a la necesidad de un liderazgo comunista para convertir estas luchas en escuelas por el comunismo.
La dictadura de los patrones al descubierto
Un participante sugirió que al deshacerse de los principales racistas de Nueva York, el alcalde Bill DeBlasio y el gobernador Andrew Cuomo, las cosas mejorarían para los trabajadores aquí. Pero independientemente de quién ocupe el ayuntamiento, la oficina del gobernador o la Presidencia, los recortes en los campus universitarios, las continuas muertes innecesarias por COVID-19 y los ataques racistas contra las personas sin hogar continuarán. En cambio, los casi 90 asistentes pasaron cuatro horas discutiendo otro enfoque: organizar a los estudiantes y trabajadores en el revolucionario PLP para destruir el sistema por completo.
En dos sesiones paralelas, los participantes discutieron la teoría del estado de Lenin en relación con las elecciones: que no importa qué partido capitalista esté a cargo, siempre es la dictadura de los jefes bajo el capitalismo. También desacreditamos el uso capitalista de la falsa ideología del “privilegio de la piel blanca” como un medio de cooptar y mercantilizar las luchas militantes multirraciales antirracistas de los trabajadores. Finalmente, Da Homeless Hero, líder de la lucha contra los ataques racistas de DeBlasio contra los trabajadores sin hogar, cerró la conferencia con un enérgico llamado para que todos los trabajadores se unan y luchen contra el ataque capitalista contra los trabajadores en la era COVID.
Estudiantes: ¡a las armas y la revolución!
Dado que los estudiantes universitarios se enfrentan a un aumento de la falta de vivienda (más del 25 por ciento de los estudiantes de las universidades comunitarias se enfrentan a la falta de vivienda y un tercio completo se enfrenta a la escasez de alimentos) es aún más importante que los amigos y miembros de PLP estén en las calles y pasillos de los campus universitarios, uniendo a estudiantes y trabajadores para luchar por el comunismo. Esta es la única forma en que obtendremos lo que queremos y necesitamos como clase trabajadora internacional.
Un aspecto central de la perspectiva del PLP es dar prioridad a la práctica sobre la teoría, por lo que nuestro llamamiento final fue que cada asistente aumentara su participación en las luchas en el campus o en el trabajo. Invitamos a todos a participar en las demostraciones del día de las elecciones y las ventas de DESAFÍO para llevar las ideas de la conferencia a las masas de estudiantes y trabajadores.

New York City, 18 de octubre—“¡Alcalde de Blasio, has cometido un crimen, una gran injusticia contra la gente negra y de color, en particular contra los hombres en el hotel Lucerne…eres un racista, peor que el hombre que esta en la Casa Blanca!” es lo que dijo un líder de indigentes durante el plantón en la casa del alcalde en Gracie Mansion. Ahí, los manifestantes de tres albergues temporales y sus amigos le presentaron a Bill de Blasio el premio “Cuento de dos Ciudades”.
Mientras luchamos para apoyar a quienes se encuentran sin techo, albergados en el hotel Lucerne, debemos recordar que la indigencia y el racismo siempre han estado conectadas al capitalismo. Mientras luchamos contra la indigencia, organicémonos para deshacernos de todo el maldito sistema capitalista. Únete al Partido Laboral Progresista (PLP) y construyamos un futuro comunista, donde no existirá la indigencia, y la clase trabajadora dirija la sociedad.
Debido a la presión de la organización racista; West Side Community Organization (WSCO), el alcalde quiere enviar a los 240 indigentes, casi todos hombres negros y latinos, quienes tienen en el hotel Lucerne, un albergue con distanciamiento social, a un hotel en el área de Wall St., haciendo gala de su servilismo a un puñado de ricos negociantes y de bienes raíces, apoyado por el anterior alcalde Rudy Giuliani, hoy hombre de confianza de Trump.
WSCO dice tener a 10,000 seguidores en Facebook, pero no han podido movilizar a mas de un puñado en las calles, ni tampoco han demandado como amenazaron hacer. Al doblegarse a estos racistas, de Blasio abrió la puerta para que otro grupo de ricos racistas en el área de Wall St. Pusiera una demanda para evitar que los indigentes sean llevados al hotel en el distrito financiero. Otro grupo se ha formado en Hell’s Kitchen. Los políticos liberales como de Blasio dicen que apoyan a la clase trabajadora, pero en realidad, ellos sirven a los multimillonarios capitalistas. Son “lobos disfrazados de ovejas”. Y eso los hace “peores que el hombre en la Casa Blanca”. Todo el sistema de ganancias tiene que ser destruido.
Los residentes del hotel Lucerne han ganado una orden de restricción temporal (TRO, siglas en ingles) para frenar el traslado, al menos hasta la audiencia programada para el 16 de noviembre. Mas de 50 residentes del Upper West Side (UWS) están presentes, en apoyo a sus hermanos indigentes, y para que la ciudad no los traslade antes de la audiencia. Los abogados de la ciudad argumentaban que los indigentes no tienen derecho a quedarse en Lucerne ni de decidir a donde los lleven. Por ahora el juez ha rechazado ambos argumentos.
Son como 700 indigentes albergados en hoteles en UWS, y miles mas en mas de 60 hoteles alrededor de la ciudad. En mayo 2020 había 13,523 familias indigentes con 20,044 niños y niñas indigentes en el sistema de albergues de la ciudad de Nueva York, mas de dos terceras partes de la población indigente, y el 90% son negros y latinos. Miles de indigentes duermen en las calles, en el subterráneo o en otros espacios públicos diariamente (CoalitionfortheHomeless.org).
Mientras tanto 188 multimillonarios aumentaron su fortuna con $77 mil millones durante la pandemia, pero, el gobernador demócrata, el alcalde, el Consejo Municipal, ni la legislatura estatal los tocan. En Nueva York, mas de un millón están sin empleo, decenas de miles de familias enfrentan desalojos, para enero próximo, la indigencia se habrá extendido mucho mas rápido que el covid-19. La ayuda de todos los candidatos demócratas, los miembros del consejo, y todos los oficiales electos que vinieron a hablar en los plantones y conferencias de prensa, ha sido ¡NULA! Mientras tanto la crisis de pobreza racista e indigencia se extiende. Es fácil hablar…
La iniciativa del Upper West Side Open Hearts Iniciative (UWS OHI) surgió de las revueltas antirracistas del verano para defender a los residentes de Lucerne. Se han organizado protestas, marchas a la casa del alcalde, y en todos los niveles, para apoyar con ropa, clases, y mas, sobre todo, a un grupo de residentes que sufren de abuso de substancias y/o tienen problemas mentales. El PLP ha estado involucrado en estas luchas desde su comienzo, tenemos amigos dentro y fuera de los albergues. Estamos en esta lucha para dar la pelea a los ataques racistas contra nuestros hermanos mas vulnerables y para construir un movimiento por la revolución comunista, para acabar, para siempre, con la desigualdad racista y la indigencia.

Ahora que una de las elecciones mas divisorias de la historia estadounidense esta tan cercana, los trabajadores debemos tener en claro lo mas importante: Sin importar quien sea elegido, nuestra clase pierde. Las carreras políticas de Donald Trump y Joe Biden han sido construidas con ataques racistas contra la clase trabajadora. Sabemos que tienen diferencias estratégicas y tácticas; son frentes de dos alas diferentes de los sanguinarios patrones capitalistas. No importa cual candidato termine en lo alto de la mierda patronal el 3 de noviembre, los trabajadores enfrentaran una lucha de vida o muerte. El fascismo seguirá creciendo, el terror racista por la policía y otros vigilantes racistas también. Masacres imperialistas seguirán ocurriendo. Ningún patrón es bueno, demócrata o republicano. Votar por el “menos” malo no nos dará el futuro que necesitamos. Así como el capitalismo y el racismo crecieron juntos, con las atrocidades del comercio de esclavos en África, ¡juntos morirán con la revolución comunista!
Trump es un despreciable y vil monstruo racista y sexista. La línea de presidentes estadounidenses es una malvada galería entre violadores esclavistas racistas (mas conocidos como los Padres Fundadores) y racistas “progresistas” (Lincoln, Teddy Roosevelt, Woodrow Wilson) además de criminales de guerra asesinos (FDR, JFK, LBJ, los Bush, y Obama, entre otros). Aun así, Trump sobresale como la horrible cara de la decadencia y declive del capitalismo estadounidense. Sin duda, millones de nuestras hermanas y hermanos de la clase trabajadora están aterrorizados de otros cuatro años del fascista #45 y corren a votar para sacarlo. Pero también están desilusionados con la política electorera, como escribió Thomas Edsall en el New York Times “Ningún partido ha podido imponer una confianza duradera por parte de los votantes estadounidenses desde 1980. En ese sentido, ambos partidos son fundamentalmente partidos minoritarios” (21/10).
Pero, no nos equivoquemos. Aun con lo despreciable que es Trump y los insignificantes patrones Fortress América a quienes sirve, ellos no son el peor peligro para nuestra clase.
Votar jamás ha protegido los “derechos” de los trabajadores
Las elecciones son una herramienta que los capitalistas utilizan para saldar cuentas mientras desvían la ira de los trabajadores, para que no veamos la raíz de todos nuestros problemas – el sistema de ganancias. Votar nunca ha creado un cambio sustancial a largo plazo. Los seudo lideres del partido demócrata se están esforzando mucho para asustar a los trabajadores, quieren que votemos por el racista Joe y la policía Kamala Harris y preservar la ley Affordable Care Act (la cual deja a decenas de millones sin seguro) y los derechos de aborto para las mujeres (que ha sido desmantelado ya, en casi todo el país). En realidad, el servicio medico de nuestra clase ha sido eviscerado por décadas por tipos como Andrew Cuomo, el rey de los recortes, y por los republicanos. El año pasado, un poco antes de la pandemia, las ciudades dirigidas por demócratas estaban cerrando ¡casi 30 hospitales al mes! El impacto letal recaía en las comunidades negras y latinas pobres. (US News, 10 de julio,2019).
El debate sobre el derecho de la mujer a “escoger” esta estrechamente ligado al racismo. Aun cuando la tasa de abortos a bajado en los últimos 15 años, las desigualdades racistas del capitalismo son las que llevan a que las mujeres negras tengan una tasa mas alta de abortos. Es mas, “desde las encarcelaciones masivas a la mortalidad infantil…la mejor manera de reducir abortos es abordando las circunstancias difíciles que llevan a muchas mujeres negras a terminar sus embarazos” (NYT, 6/7/2019). Sabemos que el racismo y sexismo es innato al capitalismo y la sociedad de clases. ¡A ningún capitalista, vendido, o lacayo le importa nuestro bienestar ni el futuro de nuestros hijos!
El pánico de los liberales porque los trabajadores negros pierdan su “derecho” a votar, oculta mas historia racista. En 1865, la 13ª Enmienda acabo con la esclavitud mientras permitía la esclavitud de trabajadores negros en las prisiones e ignoraba el terror racista de las leyes anti-negras y Jim Crow. Cien años mas tarde, el Congreso estadounidense paso las leyes Voting Rights y Law Enforcement Assistence, de Lyndon Johnson, el primer paso hacia la militarización de la policía local y las encarcelaciones masivas. En estas elecciones, mas de 5 millones de trabajadores no podrán votar por ser convictos de una felonía dentro del sistema de injusticia criminal. Los trabajadores negros tienen cuatro veces menos oportunidad de escoger a su próximo explotador (sentencingproject.org).
Enemigo de clase #1 – Joe Biden
Mientras servía los intereses del capital financiero, Biden ha sido protagonista en la construcción del racismo, sexismo, y la guerra, por casi medio siglo. La carrera del racista Joe empezó en la década de 1970, en el Senado estadounidense, donde se opuso al “busing” [transporte de niños negros] para la integración de las escuelas. A principios de 1980, Biden estaba muy ocupado legislando el terror policial racista y las encarcelaciones masivas, legalizo, junto al racista segregacionista Strom Thurmond, el decomiso de propiedad de trabajadores negros y la uso para comprar armas estilo militar para la policía.
En 1988, Biden fue co-autor de la infame ley “100-1” cuyo blanco eran los trabajadores negros y latinos, esta ley imponía una sentencia obligatoria de 10 años por posesión de pequeñas cantidades de crack. En 1994 denuncio “depredadores en nuestras calles” y dirigió la envestida de la ley de Bill Clinton “Crime Bill”, la cual duplico la población carcelaria y encarcelo a generaciones de trabajadores negros y latinos. La consigna de Biden sonaba muy parecido a lo que dice Trump “Encarcelar al HdP” (NYT,25/6/19). Hasta hoy, después de otro año de linchamientos impunes por la policía racista, el candidato demócrata sigue apoyando mas financiamiento para la policía racista (The Hill, 5/8).
Como buen testaferro leal imperialista, Biden aplaudió los bombardeos de la OTAN en Kosovo, para asegurar un oleoducto para las refinerías estadounidenses. Apoyo la invasión estadounidense de Irak, donde asesinaron a cientos de miles de civiles. Como vice-presidente, apoyo las guerras con drones de Obama, asesinando un sin numero de familias y sus hijos.
Enemiga de clase #2 - Kamala Harris
Como fiscal en San Francisco y después como fiscal general del estado de California, la policía mayor, Kamala “lucho con uñas y dientes para mantener las condenas erróneas” (theguardia.com, 31/1/19). Los perfiles racistas de la policía hacia trabajadores negros florecieron bajo su mando. Cuando los asesinatos racistas por la policía estaban en lo mas alto, la oficina de Harris apoyaba reformas inservibles como cámaras corporales y mas “diversidad” en el cuerpo policial, además de no enjuiciar los casos mas notorios (NYT, 9/8).
Cuando tomo posesión como fiscal general, Harris amenazo a los padres de niños que faltaban a la escuela con “todo el peso y consecuencias de la ley” y después se reía de quienes la criticaban (theguardian.com, 30/1/19). En vez de crear programas en apoyo a los padres trabajadores, ella los criminalizo. Cuando, y si, se convierte en la primera mujer negra-asiática vicepresidenta, su vergonzoso historial como sirviente de la clase dominante racista y sexista demostrara que la política de identidad es el camino errado.
Biden y Harris dicen que restauraran el salario “progresista” y el aumento a los impuestos corporativos, para sacarle a los ricos el financiamiento para el próximo conflicto inter-imperialista, probablemente con China. Pero, aunque los patrones del capital financiero saben que necesitan disciplinar a su propia degenerada clase, al final de cuentas, será nuestra clase la que pague hasta las ultimas consecuencias, por el imperialismo estadounidense. Estos grandes fascistas gobernantes saben que necesitan un ejercito patriótico y comprometido de trabajadores negros, blancos, latinos y asiáticos, todos unidos detrás de las guerras sangrientas patronales por ganancias. Esa es una de las razones por las que los liberales están tan desesperados por sacar al aislacionista, nacionalista blanco Trump. Para ExxonMobil y JPMorgan Chase, la peor ofensa de Trump es haber rehusado invertir sangre y tesoro en defensa de su tambaleante imperio.
Necesitamos la revolución por el poder obrero
Aunque mucha de la militancia antirracista de las luchas en este verano ha sido desviada hacia la inutilidad de las votaciones, el Partido Laboral Progresista deberá continuar dirigiendo a nuestros compañeros de trabajo y amigos hacia la lucha de clases. Debemos sumergirnos en el movimiento de masas y las luchas de reforma mientras las convertimos en escuelas para el comunismo. No importa quien ocupe la Casa Blanca en enero, los patrones seguirán moviéndose hacia el fascismo y la guerra; la crisis de su sistema lo requiere. Ahora es el momento de plantar las semillas para la revolución comunista. Ahora es el momento de sobreponernos al miedo y escepticismo de los trabajadores –¡preparar a nuestra clase para que se muevan de las urnas a las barricadas! ¡Únete al Partido Laboral Progresista! ¡Lucha por el comunismo!