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Tulsa masacre: Los trabajadores se unen y luchan, los gobernantes saquean y aterrorizan
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- 23 Julio 2020 105 visitas
Tulsa es la historia del saqueo y el despojo. Es una de las innumerables masacres en la historia de los Estados Unidos, a menudo omitida en la clase de historia. Dejó un sufrimiento incalculable ya que miles de residentes negros quedaron sin hogar después de 3 días de terror y violencia racista. Mientras los jefes de los Estados Unidos celebran su Día de la Independencia, el discurso de Frederick Douglass en 1852” “¿Qué es para el esclavo el cuatro de julio (fecha de independencia de los EE. UU.)? sonará aún más cierto este año: “por su repugnante barbarie y su descarada hipocresía, Estados Unidos reina sin un rival”.
Primeros contratiempos para la unidad blanco y negro
Tulsa, Oklahoma, fue una de las ciudades de más rápido crecimiento durante el auge petrolero de principios de 1900. Las leyes de Jim Crow fueron uno de los primeros actos legales de Oklahoma después de la captación estatal y la segregación fue más completa en Tulsa que en la mayoría de las otras ciudades estadounidenses (ver Muerte en la tierra prometida por Scott Ellsworth).
Tanto los Trabajadores Industriales del Mundo (IWW) como el Partido Socialista de Oklahoma tenían secciones activas en Tulsa. Ambos tenían miembros negros y pedían la unidad multirracial. Su eslogan era “aumentar nuestros salarios”. El IWW había liderado huelgas en Texas y había intentado organizarse en los campos petroleros de Tulsa. Fueron claramente una amenaza para los jefes y políticos locales. Pero, en 1917, la policía allanó la sala sindical local, arrestando a 17 miembros de IWW que luego fueron acusados de varios cargos falsos. En un editorial de la prensa de los jefes locales, The World, el consejo fue “Todo lo que se necesita es la evidencia y un pelotón de fusilamiento”.
Encontrados culpables después de un breve juicio, los miembros de IWW fueron atacados en su camino a la cárcel del condado, por un grupo tipo Klan, Caballeros de la Libertad. Con la ayuda de la policía, los hombres del sindicato fueron atados a un árbol, azotados y torturados. Esa noche se colocaron carteles: Aviso para IWW ‘s No permitan que el sol se ponga sobre usted en Tulsa. El Klan de Tulsa se jactó de una “sección próspera” en 1921 con divisiones para hombres, mujeres e incluso niños. En el condado de Tulsa, los candidatos republicanos y demócratas para el fiscal del condado eran Klansmen (Ku Klux Klan en el suroeste de Charles Alexander). No iban a tener organizadores sindicales que creyeran en la unidad de la clase trabajadora blanca y negra entre ellos.
Los jefes desatan un reino de terror
Del 31 de mayo al 1° de junio de 1921, la comunidad negra en Tulsa experimentó lo que solo puede describirse como un reino de terror. Después de rumores de que un hombre negro de 19 años, Dick Rowland, había intentado agredir a una mujer blanca de 17 años, Sarah Paige en un elevador se publicaron en el Tulsa Tribune, miles de hombres blancos, con la ayuda y dirección de la policía y líderes de la ciudad, fueron diputados y armados. En el transcurso de un día incendiaron una milla cuadrada de un suburbio llamado Greenwood, más tarde conocido por su apodo “Bolsa de Valores Negra”. Casas y tiendas fueron destruidas. Los residentes negros fueron abatidos en la calle. Tanto la Guardia Nacional como los policías locales se unieron al ataque, arrojando cartuchos de dinamita y disparando ametralladoras. Los pueblos negros locales quedaron bajo la vigilancia del “reconocimiento aéreo”. Una valiente pero infructuosa defensa armada de la comunidad fue liderada por veteranos negros de la Primera Guerra Mundial. Como WEB DuBois escribió: “Fuimos a pelear. Volvimos luchando “.
Miles de residentes negros pasaron los inviernos de 1921/1922 en carpas endebles. Según una investigación de la Comisión de Disturbios Raciales de Tulsa, casi 300 personas negras fueron asesinadas y 6.000 hombres negros estaban en la cárcel. Algunos hombres permanecieron en la cárcel por hasta 8 días. Se declaró la ley marcial, los negros fueron detenidos a punta de pistola y llevados a campos de refugiados. Solo podrían viajar si se les otorga un pase verde (Tulsa Race War por R Haliburton, Jr)
Conclusión
El uso de la violencia contra la clase trabajadora, especialmente los trabajadores negros y latinos es continuo y constante. Hay cientos de ejemplos de masacres por parte del gobierno de los EE. UU. que datan de 1700. Enseñar sobre Tulsa, Rosewood o Red Summer 1919 obliga a preguntar: ¿bajo qué tipo de sistema vivimos?
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¡Desde Atlanta hasta Oaxaca, acabemos con la política de identidad!
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- 11 Julio 2020 101 visitas
El siguiente editorial fue escrito por camaradas de México para advertir a la clase trabajadora internacional sobre los peligros de la política de identidad y el liberalismo.
Desde Atlanta a Oaxaca, México, los patrones capitalistas utilizan la política de identidad y a los lideres vendidos para tratar de pacificar a las enfurecidas masas. Pero, conforme millones se rebelan alrededor del mundo, mas se dan cuenta que el problema no es “unos cuantos policías malos”. La violencia racista es parte fundamental del sistema racista de ganancias de los capitalistas. Un aparato de estado que protege las ganancias que los patrones obtienen explotando, dividiendo, y aterrorizando a la clase trabajadora internacional.
Muchos manifestantes acogen las ideas comunistas en medio de una pandemia y una depresión económica, mientras que la horrenda avaricia y la debilidad de los patrones se hace aparente. Empiezan a ver que todos los políticos y policías son nuestros enemigos de clase, sin importar el color de la piel. Y que solo una organización multirracial masiva, dirigida por la política comunista y los trabajadores negros y latinos mas militantes puede acabar con el sistema capitalista, fuente de todo el racismo y la desigualdad. ¡La peor pesadilla de los patrones es nuestra inspiradora unidad y lucha!
Linchamiento en Atlanta
El 15 de junio la policía racista de Atlanta asesino a Rayshard Brooks, un hombre negro de 27 años. ¿Su crimen? Se quedo dormido esperando en la fila de servicio al auto de Wendy’s. Este nuevo linchamiento por la policía reavivo la ira de los trabajadores negros, latinos, asiáticos y blancos, quienes quemaron el restaurante.
Los grandes fascistas del capital financiero estadounidense tratan, desesperadamente, de apagar las revueltas encaminándolas hacia la política electorera y promocionando a políticos negros al servicio de los patrones y su sistema. En Atlanta los lideres vendidos mas prominentes son: la alcaldesa Keisha Lance Bottoms, el congresista John Lewis, y el anterior alcalde Andrew Young, quien recientemente invoco la consigna racista “todas las vidas importan” y se acordó de cuando intento una “reconciliación” con miembros del Ku Klux Klan (New York Times, 19/6).
Estas marionetas patronales, son igual que los políticos negros en Sudáfrica, quienes trabajan de la mano de la blanca y vieja clase dominante del apartheid, quienes siguen explotando y asesinando a trabajadores negros. Ellos siguen promocionando la mentira que la clase trabajadora puede luchar contra el racismo patronal eligiendo a políticos que “se parezcan a mi”.
Este oportunismo de los políticos no es nuevo. Poco después que se prendieran las ultimas rebeliones ocasionadas por el asesinato, el 25 de mayo, de George Floyd, un grupo masivo e integrado de jóvenes se tomo las calles de Atlanta. Quemaron patrullas, una estación de policía y atacaron las oficinas de CNN, cuyo fundador, Ted Turner, es un multimillonario que poya a Bottoms. En vez de culpar a la policía por atacar brutalmente a los manifestantes, la alcaldesa regaño a los jóvenes negros culpándolos por la violencia, como lo hiciera expresidente Barack Obama, quien ataco a los rebeldes de Baltimore, tachándolos de “matones” después que la policía ejecutara a Freddie Gray un joven negro de 25 años, en 2015.
Cuando los jóvenes rebeldes en Atlanta ignoraron a Bottoms y las manifestaciones seguían creciendo, ella se vio forzada a despedir a seis policías que habían sido filmados disparando con pistolas eléctricas y arrastrando a dos jóvenes negros de su auto. Después, un fiscal local negro presento cargos de asesinato contra el policía racista Garrett Rolfe, quien le disparo dos veces por la espalda a Brooks. En respuesta, docenas de “policías buenos” de Atlanta, protestaron quedándose en casa “por enfermedad”.
El año pasado, cuando aun no estaban los trabajadores en las calles, Bottoms demostró su verdadera lealtad cuando un oficial negro en su propio grupo de seguridad asesino a D’Ettrick Griffin, joven negro de 18 años, por sentarse en un vehículo desocupado en una estación de gasolina. Apoyado por la alcaldesa, el fiscal del distrito dejo libre al asesino Oliver Simmons. Aun cuando en Atlanta se prohíbe, específicamente, dispararle a la gente desarmada, aunque estén huyendo. (AJC, 8/2/19). Poco después, Bottoms le otorgo a la policía un aumento de sueldo para “permitirles vivir en la ciudad de Atlanta” (CBS News, 18/6). ¡Claro, estaremos mas a salvo con asesinos como vecinos!
Atlanta es una ciudad con una mayoría negra, y a tenido una ininterrumpida línea de alcaldes negros desde 1974. Todos ellos han abierto el paso a la gentrificación, sacando a trabajadores negros pobres (AJC, 9/5/2019). Aunque la ciudad es conocida por sus capitalistas negros, tiene el mas alto nivel de desigualdad racista de cualquier otra ciudad en EE.UU. En 2018 “el 20% mas bajo en Atlanta ganaba un promedio de $9.400, mientras que el 20% mas alto recibía mas de $256,000”. La mayor parte de la clase trabajadora negra local vive en la pobreza (Statista.com 27/11/2019).
AMLO golpea con su derecha
En México, los patrones han utilizado la política de identidad para minimizar la ira y rebeliones de los trabajadores contra la extrema pobreza y los ataques racistas a nuestra clase. En las ultimas semanas hemos visto como la policía asesina a Giovanni López en Jalisco, por no utilizar mascarilla, y a Alexander Martínez, un joven de 16 años de Oaxaca. En la ciudad de México, la policía antimotines golpeo a una joven de 16 años, dejándola sin sentido en un hospital. Esos ataques son parte de la guerra de clases entre, por un lado, el oprimido, excluido y lleno de deudas, y por el otro, aquellos que protegen a los patrones y escriben las leyes que garantizan que los patrones consigan el máximo de ganancias.
La lucha contra estos asesinos y sus cómplices en el gobierno ha sido mitigada por la popularidad del partido “izquierdista” Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador. Comercializando con su identidad como mestizo, persona con mezcla de ancestros indígenas y europeos, AMLO ha explotado la desesperación de la población mas pobre que vive día a día con la violencia de los carteles, los brutales patrones y compañías mineras. El presidente ha desplegado la Guardia Nacional (GN) con una falsa promesa de “seguridad publica” contra los políticos corruptos y la policía federal quienes están confabulados con los traficantes de drogas. La GN salió del Departamento de Defensa, la Armada, y la policía federal, es una fuerza de batallón de guerra que por décadas ha cometido abusos contra la población y ha sofocado las protestas sociales.
Al igual que su contraparte, el terrorista en jefe estadounidense Donald Trump, el mal manejo de la crisis del Covid-19 y las desigualdades racistas del capitalismo en México han empeorado. Con sus amagos de golpes de izquierda AMLO golpea a la clase trabajadora con su derecha. Su fachada de hombre “común”, basado en parte en su identidad de mestizo, ha engañado a un gran sector de la clase trabajadora, quienes apoyan sus grandes proyectos millonarios – como el Corredor Transístmico y su Tren Maya.
Una masacre en Oaxaca
En 2006, en Oaxaca, la clase trabajadora experimento en carne propia los peligros que representa confiar en políticos mestizos. Después que los maestros lideraron una masiva rebelión para mejorar las condiciones laborales en todo el Valle Central, al tomar control de la ciudad de Oaxaca, fueron violentamente reprimidos por una intervención militar disfrazada de policía. En realidad, la fatal debilidad del movimiento fue la influencia de traidores de clase como Santiago Chepi y Flavio Sosa, quienes asumieron el liderato dentro del movimiento de maestros y desviaron la rebelión hacia negociaciones con el gobierno (https://tinyurl.com/y9dnamro). Como la mayoría de los maestros en Oaxaca, Chepi y Sosa, son de familias mestizas de la clase trabajadora.
Después de traicionar al movimiento y devolverle el control a los patrones, Chepi y Sosa prometieron reformas al convertirse en representantes electos en el gobierno municipal de Oaxaca. Sin lograr nada, Chepi y Sosa seguían creando falsas esperanzas lo cual después crea una gran desconfianza durante la elección de vendidos liberales como Gabino Cue como gobernador del estado de Oaxaca. Cue aumenta los ataques patronales contra los maestros culminando en la masacre de 2016 en Nochixtlan. Después que maestros y padres de los estudiantes bloquearan las carreteras, la policía masacro por lo menos seis trabajadores e hirió a cientos mas (La Jornada, 19/12/16).
Unámonos en solidaridad comunista
Para el futuro de nuestra clase, los trabajadores en los actuales movimientos antirracistas tenemos que rechazar las políticas de identidad que nos llevan al pacifismo, al fascismo liberal, y la guerra inter-imperialista contra nuestras hermanas y hermanos de clase. Tenemos una alternativa mejor: Únete al Partido Laboral Progresista y utiliza toda tu ira y energía para construir un partido multirracial, multi-generacional de mujeres y hombres, negros, latinos, asiáticos y blancos. Para construir un partido comunista internacional que nos alíe contra un sistema que nos oprime y asesina por los intereses del capital.
Nosotras nos dedicamos a luchar por la clase trabajadora internacional. A través de nuestra prensa, DESAFIO, nuestros grupos de estudio, escuelas de cuadros, pero mas que nada por nuestro liderato político en la lucha de masas con trabajadores antirracistas, el PLP mantiene viva la flama de las ideas comunistas desde Oaxaca a Atlanta, de Bogotá a la ciudad de México y el mundo.
¡No votes, rebélate! ¡Únete al Partido laboral Progresista!
NEWARK, NJ, 12 de junio—«¡Asiáticos, latinos, negros y blancos, trabajadores del mundo unidos!» Por primera vez en décadas, un grupo multirracial de trabajadores coreó la línea del Partido Laborista Progresista (PLP) por Clinton Avenue en Newark, un barrio predominantemente negro de clase trabajadora con fuertes lazos con el alcalde. A lo largo de la marcha, los trabajadores y estudiantes fueron atacados y bloqueados por funcionarios de la ciudad negra que trabajan para el Alcalde Gran Fascista Ras Baraka mientras marchaban colina abajo para protestar fuera del Recinto de los 5tos Cerdos.
Esta marcha es una afirmación de la política del PLP de que los gobernantes liberales son el principal peligro para la clase trabajadora. Es nuestra responsabilidad como comunistas derribar el velo y desafiar tanto el nacionalismo como la política de identidad mientras presionamos por un liderazgo multirracial, internacionalista, comunista y de clase trabajadora bajo el PLP.
El sistema es violento, no estaremos en silencio
Los alcaldes y los políticos de todo el mundo están armando sus identidades como negros, latinos, lesbianas, homosexuales y mujeres por igual, mientras manipulan la lucha mundial inspirada por los trabajadores en la respuesta de Minneapolis al asesinato de George Floyd. Las protestas pacíficas que muestran solidaridad entre los políticos liberales y los trabajadores son un encubrimiento para impulsar una agenda de los grandes fascistas hacia una guerra contra la clase obrera internacional. Los mismos trabajadores que los políticos reclutan para convertirse en policías, jueces y oficiales militares se convertirán en peones para aplastar la lucha revolucionaria de la clase trabajadora.
El alcalde Ras Baraka, hijo del fallecido poeta nacionalista negro Amiri Baraka, está usando sus lazos comunitarios en Newark para atacar a los trabajadores y estudiantes que desafían su complicidad en el racismo, el sexismo y el liderazgo anti-obrero. Desde la “protesta” en mayo dirigida por el campo del candidato al Senado de Nueva Jersey, Larry Hamm (People Organizing for Progress), Newark ha sido aclamado por el New York Times como una ciudad que se ha mantenido “relativamente tranquila” (NYT, 6/1).
Los principales medios de comunicación siempre han utilizado el tema de “protesta pacífica” para “calmar” el potencial de la ira revolucionaria organizada y la violencia dirigida tácticamente contra los patrones y sus compinches. Para alejar a la gente del callejón sin salida de los políticos y votar por un enfoque más revolucionario, DEBEMOS construir una base más grande.
Construyendo una base para el comunismo
Los líderes de la Newark Water Coalition (NWC), un grupo multirracial de trabajadores y estudiantes que se organizan para obtener agua limpia en Newark, han sido lo suficientemente valientes como para identificar y hablar en contra de las políticas del alcalde Ras. Sin embargo, el alcance de su crítica se detuvo allí. Si bien también criticamos a Baraka, el objetivo del PLP es lograr que los trabajadores comprendan que el sistema capitalista les falla a los trabajadores, sin importar qué político esté en su lugar. Para hacer eso construimos con la clase trabajadora y ganamos que comprendan los límites del trabajo de reforma bajo el capitalismo.
Cuando los camaradas y amigos de Nueva Jersey preguntaron qué deberíamos hacer como respuesta a los trabajadores del mundo que se unen para luchar contra el terrorismo y el racismo policial, lo primero que hicimos fue construir con algunos de los combatientes dedicados en el movimiento de reforma. Antes de la Marcha de la Ayuda Mutua, dos semanas antes, teníamos un plan para liderar una protesta a través de Nueva Jersey, pero nos dimos cuenta de que habíamos organizado incorrectamente. Los camaradas veteranos de PL advirtieron a los nuevos miembros que marchar por Clinton Avenue podría dejar a todos vulnerables a ser atacados físicamente por la policía y los matones del alcalde. Necesitábamos estar preparados con un plan y ser responsables de todos. También nos dimos cuenta de que no habíamos comunicado con otros amigos y camaradas. Tuvimos que pensar en otro plan. Compartimos esta misma advertencia con la Coalición del Agua de Newark de que probablemente podríamos ser atacados, no solo porque estábamos marchando hacia un recinto policial sino porque Ras Baraka y su familia habían estado construyendo bases en el área durante los últimos 50 años y habían ganado trabajadores sobre ideológicamente.
Al final, decidieron marchar en esa área.
No hay buenos alcaldes en un sistema racista
Desde el comienzo de la marcha, los trabajadores del vecindario gritaron “sabes que nadie te quiere aquí, ve a otro lado, tenemos poder político en nuestra ciudad”. Cuando los trabajadores que formaban parte de la marcha intentaron entregarles agua, verduras y pañales que los amigos de la Coalición del Agua de Newark donaron, muchos se negaron. Aún así, los camaradas de PLP pusieron la política más allá y corearon: “Cuando los trabajadores negros están bajo ataque, ¿qué hacemos? ¡Levántate, lucha!” para recordar a los trabajadores en las aceras y en los tejados que no importa lo que identifiquemos, todos somos parte de una clase trabajadora internacional.
Los cantos se usaron como una herramienta para avanzar y elevar la moral de la marcha cuando los amigos de Baraka nos antagonizaron. Mientras algunos de nosotros cantamos, otros PL distribuyeron DESAFÍO. Unos 20 propietarios de tiendas y trabajadores aceptaron el DESAFÍO. Antes de la marcha, nuestro objetivo era impulsar nuestra línea con cantos y ventas de DESAFÍO. El canto final fue “No hay buenos alcaldes en un sistema racista”.
Baraka cerró la marcha. Al hacerlo, envió dos mensajes a los manifestantes:
• A los trabajadores: no vengan a nuestro vecindario hasta que hayan construido una base entre la clase trabajadora y estén listos para luchar.
• Para Prudential, Goldman Sachs, Audible y el resto de la clase capitalista en Newark: quédese con nosotros como sus representantes políticos porque podemos controlar a la clase obrera mejor que nadie.
Es imposible apoyar a los explotadores y los explotados al mismo tiempo. Algunos amigos de la Coalición del Agua de Newark se postulan para la oficina local. Este es el mismo marco que los políticos como Baraka, el ex presidente Barack Obama y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez solían convertirse en líderes grandes fascistas.
¿Cómo construyes fuerza y poder en la clase trabajadora? De pie en solidaridad COMPLETA con los trabajadores y luchando por una revolución comunista donde lideren los trabajadores de todo el mundo. Cualquier cosa menos que eso es una herramienta para aplastar el poder y el potencial de la clase trabajadora. La historia y las lecciones de los trabajadores de todo el mundo nos enseñan eso. ¡Encuentre un grupo de estudio cerca de ti y únete a PLP hoy!
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Carta: De Alex Flores a George Floyd, ¡claro que sí! ¡Nos uniremos y lucharemos!
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- 11 Julio 2020 98 visitas
En estos ulitmos siete meses, hemos estado involucrados en la lucha para darle justicia a Alex Flores, asesinado por el Departamanento de Policía de Los Angeles (LAPD) el 19 de Noviembre, 2019. Por seis semanas hemos protestado todas las noches en frente de la comisaria de la policía conocida como “Shootin’ Newton,” o los que disparan. Después que Alex fue enterrado, hemos protestado todos los viernes por la noche y no hemos perdido ni un viernes.
La ira fue creciendo mientras que nos continuaron ignorando la policía, la fiscalía, y todos los que toman decisiones sobre el caso de Alex. Redondeamos patrullas que salían de la comisaria. Tomamos control de intersecciones. Por medio de nuestra presencia constante y proselitismo, la comunidad empezó a conocernos. Cuando los políticos querían que todos se quedaran en casa, nosotros peleamos para que protestar en contra del sistema fuera un “negocio esencial.”
Mataron a George Floyd un lunes y dentro de unos días, estallaron protestas en cada estado estadounidense. Ese jueves, nuestros amigos del PLP llamaron para preguntar si queríamos viajar con ellos a Minneapolis. Nuestra respuesta fue: “¡Claro que sí!”
Dos días después, montados en un avión nos dirigíamos hacia la batalla con la preparación que recibimos estos últimos siete meses por medio de nuestra lucha. Aun no sabíamos que sería “la mejor/peor experiencia” de nuestras vidas.
Al aterrizar, fuimos directamente a la comisaria, precinto 5, donde miles estaban reunidos. Al cruzar la calle de la comisaria el banco Wells Fargo se quemaba hasta los cimientos. Eso nos chocó porque nunca habíamos visto algo parecido. Estaba cubierto en grafiti que decía “No eres nuestro dueño” y “ A la mierda el capitalismo.” Claramente representaba el odio inmenso de los trabajadores hacia el sistema racista en esa ciudad. En ese momento, ya habían empezado a regarse globalmente los incensios que empezaron en Minneapolis. Fue una gran sensación ser parte de esa lucha global.
Mirando hacia la multitud vimos a todos los presentes que podían ser cualquier persona y todos a la vez. Nos sorprendió porque nunca habíamos visto algo semejante, pero a la vez tan inspirador. Aunque no es muy factible que todos los presente conocieran a George Floyd, todavía luchaban por justicia, no tan solo para George, si no para todos los trabajadores. Entre los presentes había hombres, mujeres, transgéneros y las personas de genero no conforme. Había trabajadores musulmanes, asiáticos, latinos, negros y blancos. Había jóvenes y viejos. Y todos tenían hambre, hambre de respuestas, hambre de luchar; hambre por un cambio. Cuando empezamos a movilizar con el uso del megáfono, cienes de personas se juntaron a escuchar que el racismo y los asesinatos a manos de la policía existirían siempre dentro del capitalismo y por eso necesitamos una revolución comunista. Los trabajadores agarraban El Desafío como si se murieran del hambre y el periódico fuese la única comida al alcance. Los trabajadores gritaban nuestras consignas con puños en el aire. Muchos nos preguntaron si había una sección del partido en Minneapolis.
El sol empezó a bajar y entramos en toque de queda. Cienes a nuestro alrededor gritaban “A la mierda con su toque de queda. No nos vamos.” Unos minutos después un grupo de aproximadamente 300 personas, mayormente jóvenes, marchaban rápidamente por la calle principal. Nos metimos en el medio de la marcha y empezamos a dirigir las consignas. Estábamos nerviosos de lo que podría ocurrir. ¿Nos golpearían los policías? ¿Nos arrestarían? Pero seguimos porque confiábamos que nos cuidarían la gente a nuestro alrededor y en los miembros del partido con quien llegamos. Había tanta solidaridad a nuestro alrededor. La gente se pasaba comida, agua, gel antibacterial, anteojos protectores el gas lacrimógeno. El partido tambien tiene experiencia en este tipo de movimiento, así que continuamos y dejamos nuestro miedo atrás.
La policía no decepciono. Pusieron en alto su historial de brutalidad en contra de los que se paran en contra del sistema y atacaron nuestra marcha con gas lacrimógeno. Luego escuchamos relatos que luego fueron verificados (NPR) que la policía ponchó las llantas de carros estacionados cerca de las ubicaciones de puntos de encuentra de los protestantes. No nos disuadieron. Ese enfrentamiento con la policía, a pesar de ser temeroso, nos recordó del sistema bajo el cual vivimos y porque desesperadamente tenemos que derrocarlo. En este viaje vi claramente que el capitalismo es la causa de nuestra lucha cotidiana con tantas cosas en nuestras vidas.
En esos dos cortos días de estar ahí, se desarrolló una afinidad. Con la unidad que presenciamos, sentimos que podemos seguir peleando y sin duda lograremos causar cambio al sistema. Le llevamos el relato de Alex Flores a Minneapolis y ellos lo recibieron como que si él hubiera sido miembro de su familia. ¡El lunes hasta apareció el relato de Alex en vivo en el noticiero de la mañana en Australia!
¡Unámonos trabajadores del mundo! Durante este viaje uno de nosotros tomo la decisión de unirse a PLP y de comprometerse a pelear para el comunismo. Otro de nosotros quiere seguir aprendiendo a través de mantenerse involucrado. Pero para ambos, una cosa quedo clara: si se presentara la oportunidad de tomar otro viaje como este, los dos contestaríamos, “¡Claro que sí!”
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Indiana: Confrontar racismo con la unidad multirracial
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- 11 Julio 2020 94 visitas
INDIANA, 30 de mayo—En todo el país y el mundo ha habido protestas dirigidas por trabajadores contra el terror policial racista que sigue en curso. Nuestra clase se ha unido en respuesta a los policías que asesinaron a trabajadores negros a nivel nacional: George Floyd, Breonna Taylor, Dreasjon Reed y Ahmaud Arbery. Los trabajadores han demostrado que los ataques de los fascistas no disminuirán nuestra fuerza y determinación por la justicia, que nunca se logrará bajo el capitalismo, sino solo con la revolución comunista internacional.
En las últimas dos semanas, los trabajadores han llenado las calles en protesta en el noroeste de Indiana (NWI), incluso ante los violentos ataques policiales contra grupos de trabajadores mayormente negros. La clase trabajadora blanca respondió con numerosas marchas de solidaridad en áreas donde antes no había tales manifestaciones antirracistas. Miembros del comunista Partido Laboral Progresista (PLP), junto con nuestra base, hemos sido parte de estas continuas luchas de los trabajadores. Continuamos construyendo y desarrollando con aquellos que ven que los policías intencionalmente usan el racismo y el terror para matar e infundir miedo en la clase trabajadora.
¡Ellos Dicen Retrocedan, Nosotros Decimos Luchemos!
El 30 de mayo, se realizó una concentración frente a la estación de policía en la ciudad de Hammond para mostrar que los trabajadores de múltiples áreas se solidarizaron contra los abusos policiales y el racismo. Los camaradas presentes fueron audaces, distribuyeron DESAFÍO, lideraron cánticos revolucionarios y pidieron a los trabajadores que vean que estos asesinatos por parte de policías no son solo una serie de malos actos. Son una parte decidida del capitalismo, que se basa en el terror racista para que otros trabajadores se alineen. Las herramientas del racismo, el sexismo y el clasismo, junto con el miedo real de ser la próxima víctima de abuso o asesinato de policías, son las armas principales de los jefes y sus matones.
Los trabajadores compartieron rebeldemente sus experiencias de sobrevivir a los ataques de la clase dominante. Un veterano de guerra de Irak habló sobre ser golpeado por policías asesinos y hospitalizado sin ni siquiera ser arrestado. Una joven compartió que hasta el día de hoy no ha recibido justicia por la muerte de su hermano, Rashad Cunningham, un hombre negro asesinado a tiros por el klan-en-azul. Otros oradores incluyeron estudiantes hablando sobre la represión racial y de clase que sufren en las escuelas.
Después de que el programa terminó formalmente, una joven negra se subió al micrófono y declaró que había venido a marchar. Los restantes estuvieron de acuerdo y aproximadamente 50 trabajadores caminaron hacia una calle principal hablando y gritando sobre el maltrato que padecen en sus áreas.
Desde el principio, la policía siguió a la multitud. Las mentiras en la prensa de los jefes crearon una imagen de “matones” negros arrasando la ciudad. En realidad, estas personas de clase trabajadora, en su mayoría jóvenes, hablaron sobre los efectos específicos que el sistema racista ha tenido en sus vidas, desde policías abusivos, escuelas, y hasta desempleo.
Cuando el grupo se detuvo para una manifestación frente al ayuntamiento, un compañero habló sobre la naturaleza viciosa del capitalismo y cómo los jefes temen exactamente lo que estaba sucediendo: una acción unificada dirigida por la clase trabajadora negra contra su opresión.
Los Perros Fascistas Atacan, Trabajadores Defienden a Otros Trabajadores
A medida que el grupo se acercaba a la carretera que separa a Hammond, en su mayoría de clase trabajadora, de la ciudad de Munster, predominantemente de ingresos altos, los policías formaron una línea antidisturbios. Atacaron a los manifestantes con gránulos tóxicos y un aerosol cegador y sofocante. Una niña de 17 años fue rociada con toda fuerza y comenzó a entrar en estado de shock en la calle, gritando de dolor.
Los camaradas intentaron ayudar y llamaron a una ambulancia. Se les dijo que los policías estaban impidiendo la entrada de los trabajadores de auxilio. Un miembro del Partido y otros trabajadores llevaron a la joven un par de cuadras hacia la ambulancia, pasando por la policía antidisturbios, solo para que la adolescente traumatizada se desmayara y dejara de responder antes de llegar a la ambulancia.
Los policías también rociaron a los miembros del PLP, incluida la esposa de un miembro de PLP desde hace mucho tiempo, que usaba su casa como un lugar seguro para los trabajadores lesionados. Después de este ataque, la multitud restante de trabajadores continuó su marcha alejándose de los policías y regresando hacia la dirección de dónde venían.
Mientras un pequeño grupo se recuperaba en la casa de un compañero veterano, la conversación se viro hacia personas que no creerán lo malvados que fueron los policías hacia un grupo no violento de personas que simplemente caminaban. Los camaradas hicieron comentarios sobre cómo los trabajadores unidos contra el terrorismo capitalista siempre serán una amenaza mortal para los jefes, y los jefes siempre responderán de la misma manera que lo hicieron este día.
La Lucha Comunista Continúa
Estos levantamientos de trabajadores han continuado, al igual que la posibilidad de que los camaradas continúen desarrollando con nuevos trabajadores. Más de 200 trabajadores, futuros camaradas y combatientes asistieron virtualmente a un informe de las luchas del partido en Minneapolis, Indiana y Chicago. Debemos continuar presentes y activos durante estos conflictos de clase.
Pusimos en práctica nuestra línea y nuestras tácticas, y mostramos a otros trabajadores cómo es la lucha comunista antirracista, multirracial, intergeneracional, antisexista e inclusiva. Ser consistentes y confiables en nuestro contacto con los trabajadores y estar atentos a las lecciones que aprendemos en este período es la forma en que crecemos y eventualmente ganamos. ¡Poder y victoria para la clase obrera!